La sociedad de Oyarbide, Roncaglia y Berni para "parar"
allanamientos...
“Acá lo que nadie investiga es la
sociedad entre Oyarbide, Berni y Roncaglia para apretar a financieras y
sacarles dinero a cambio de no allanarlas”. La frase fue pronunciada por un
empresario “arrepentido” de la mafia de los medicamentos a este cronista hace
más de un año.
El nombre de la fuente de marras aparece en varias causas judiciales de
alto calor político, como el supuesto blanqueo de dinero en los aportes de
campaña del año 2007 —donde Cristina Kirchner fue coronada presidenta—, el
triple crimen de General Rodríguez del año 2008 y, como se dijo, la mafia de
los remedios.
Son tres expedientes que tienen íntima vinculación entre sí y que rozan
a la Casa Rosada.
En los últimos días, la trama saltó a la luz gracias a la denuncia de un
financista llamado Guillermo Greppi, cuya financiera Propyme sufrió un intento
de allanamiento por parte de Norberto Oyarbide en diciembre pasado.
En ese mismo acto, los policías enviados por el juez le pidieron una
jugosa coima, acto mismo que desató el vendaval que nadie esperaba. Greppi puso
el grito en el cielo y zafó del mal trago por partida doble: nunca pagó ni
tampoco fue allanado.
partir de entonces, comenzó a hacerse carne un crudo interrogante:
¿Los policías pidieron dinero por propia potestad o en nombre de Oyarbide?
La realidad indica que se trataría de esto último, sobre todo si se
tiene en cuenta que no es la primera vez que alguien acusa al polémico
magistrado de pedir coimas para detener procedimientos judiciales.
No hay especulación sino denuncias concluyentes que hoy reposan en el
escritorio del fiscal Ramiro González, quien comenzó a mirar con desconfianza a
Oyarbide luego de una serie de sospechosos allanamientos que se dieron en el
marco de la mafia de los remedios y que terminaron en nada.
El dato es clave, porque allí fue cuando se terminó de aceitar la
relación entre el magistrado y el superintendente de Drogas Peligrosas, Néstor
Roncaglia, quienes —junto a Sergio Berni— armaron una maquinaria perfecta para
amasar dinero a cambio de detener procedimientos.
El “Ronco” Roncaglia
Néstor “Ronco” Roncaglia nació en Chajarí, Entre Ríos, pero se instaló
en Buenos Aires desde muy joven donde estudio abogacía; lo hizo en la
Universidad Católica de Salta. Roncaglia es un hombre de bajo perfil, pero muy
conocido dentro de la Policía: su carrera lo ha llevado a ser parte de la
historia negra reciente del país, a raíz de que siempre encabezó o participó de
las investigaciones más mediatizadas de los últimos años.
Según recuerda diario Perfil, antes de desembarcar en la
Superintendencia de Drogas Peligrosas, Roncaglia fue el jefe de la DIFOC
(División Investigación Federal de Organizaciones Criminales). Esa área la
conoce desde la época en que se llamaba Análisis Delictivo. Su “capacidad”
para resolver investigaciones complejas lo llevaron a encabezar casos como la
mafia de los medicamentos, importantes robos a bancos, el crimen del agente
chileno Arancibia Clavel o el caso Schoklender II.
Sin embargo, según referentes de la ONG La Alameda, se trata de “un
eterno capo de la Federal nunca removido vinculado al juez federal Norberto
Oyarbide (…) En el 2011 en los allanamientos a prostíbulos de Liniers en
persona Roncaglia comandó el operativo ordenado por el juez federal Sergio
Torres. Los únicos en la ronda de reconocimientos eran dos volanteros”.
“Si se fuera hasta el hueso en esto de las financieras, Roncaglia
quedaría separado del cargo”, agregó a este periodista la fuente que aparece al
comienzo del presente artículo, empresario de la salud él. Y agregó: “Roncaglia
además de llenarse de plata, ascendió y hoy es el titular de Drogas
Peligrosas”.
-¿Cómo es la modalidad?
-Aprietan a gente conocida, fijate la desprolijidad de lo sucedido con
la causa Narco Vip, con la modelo: un día la detienen y a las 24 hs, sin
indagarla, la dejan en libertad.
-¿Cómo aparece la figura de Berni?
-Es que Roncaglia pega el salto bajo el mando de Sergio Berni, anterior
jefe de la DIFOC (División Investigación de Organizaciones Criminales de la
Policía Federal).
El súper secretario de Seguridad —Berni— es una de las piezas más
importantes de la trama, o al menos lo fue. Merced a las órdenes de Oyarbide,
fue quien comandó los procedimientos que más generan sospechas hoy en el fiscal
Ramiro González.
No son expedientes actuales, sino algunos que cobraron curiosa
celebridad en el pasado, como aquel que involucra a la Fundación Madres de
Plaza de Mayo o el que investigó presuntos delitos en las ventas de jugadores
de fútbol al exterior.
Concluyendo
A tiempo que la trama no termina de explotar, Oyarbide presiona al poder
político a más no poder y promete revelar datos que podrían incomodar al poder
político.
Presumiblemente esa información tenga que ver con lo que declaró el
policía Fabio Ascona, acusado de haber pedido la coima en nombre del Juez. El
uniformado involucró al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y al
líder de la CGT Hugo Moyano, catalogándolos de "socios" de Propyme.
También salpicó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Mientras tanto, Oyarbide tiene motivos para aliviarse: por un lado, los
representantes del kirchnerismo en el Consejo de la Magistratura se negaron
ayer a tratar su caso en la reunión plenaria.
Por el otro, la investigación sobre su persona la lleva adelante el juez
Federal Luis Rodríguez, puesto a dedo por el kirchnerismo en un acto que no
estuvo exento de escándalo.
Es que, según varias ONG que impugnaron su designación, el magistrado
habría accedido al temario del examen escrito del Consejo de la Magistratura
antes de la fecha del mismo. En sentido similar, se lo acusa de haber utilizado
su influencia como juez para obtener material que luego lo ayudaría en el
proceso de evaluación.
Como se ve, Oyarbide no tiene de qué quejarse: Rodríguez es apenas un
espejo de su propia naturaleza.
© Escrito por Christian Sanz el Domingo
16/03/2014 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.