martes, 18 de diciembre de 2012

Periodismo Para Todos con Jorge Lanata... De Alguna Manera...


El emotivo cierre de Periodismo para todos...


Jorge Lanata agradeció a cada uno de los que hace el programa y llamó a "ejercer la moral concreta". Video.


El conductor de PPT Jorge Lanata se despidió prendiendo una vela hasta el año que viene, con una cierre muy emotivo en el que agradeció puntualmente a cada una de las personas que trabaja en ese programa y en el que habló de su experiencia durante 2012.

El periodista relató que en la fiesta de fin de año del colegio inglés donde va su hija Lola, el director dio un discurso en el que "habló de la gente que labura ahí". "Me pareció buenísimo eso. Ejercer la moral concreta es muy difícil, pero hay que hacerlo", aseguró.

"Este año volví a la TV abierta después de 8 años y medio. Me echaron por denunciar corrupción en el gobierno de Néstor Kirchner. Con este programa aprendí que si la relación es duradera, no se deteriora. La relación con ustedes no se rompió. Estaban acá cuando volví", sostuvo.

Lanata agradeció y nombró a cada uno de los trabajadores que participan del programa y también a los directivos de la emisora. "Eran más los prejuicios que yo tenía de ellos, que ellos conmigo. Laburé con absoluta libertad. Este programa fue lo que fue por mí, pero también gracias a ellos", agregó.

"Hay luces que no se apagan nunca. Cuesta, pero se puede vencer el miedo y este programa logró eso. Yo ahora quiero decirles a ustedes gracias por esto", dijo.

Y cerró con una plegaria que leyó el director del colegio donde va su hija:

"Que el camino venga a tu encuentro, que el viento sople siempre a tu espalda, que el sol te dé siempre en la cara, que la lluvia caiga lentamente en tu campo y hasta que volvamos a vernos que Dios te tenga en la palma  de su mano".



© Publicado por http://www.tn.com.ar el lunes 17 de Diciembre de 2012.





lunes, 17 de diciembre de 2012

El problema es Clarín, no la justicia… De Alguna Manera...


El problema es Clarín, no la justicia…


Dos siglos de vida independiente y ciento cincuenta años de constitución no han alcanzado para que la Argentina encuentre un consenso estable, sólido, acerca de la forma de gobierno. Los tres poderes del Estado, concebidos como mutuos contrapesos para limitar el poder y garantizar los distintos derechos de los habitantes, están casi continuamente en pugna procurando librarse de las tutelas de los otros, o frecuentemente entrando en colisión dos de ellos para neutralizar al tercero. A lo largo de nuestra historia, algunas Cortes avalaron los golpes de Estado, algunos ejecutivos intervinieron en la conformación de los cuerpos judiciales e interfirieron en sus decisiones, el nombramiento de los jueces muchas veces se produjo de maneras improcedentes y el papel del Legislativo no siempre fue decoroso. 

El tema debería entrar en la agenda de los consensos políticos imprescindibles, para lo cual es preciso sustraerlos de la política cotidiana y las pequeñeces de las luchas de poder. Es cierto que la vida real es la suma de innumerables matices y complejidades; por eso las instituciones sólo pueden ser diseñadas –si es que se quiere ‘diseñarlas’ para mejorar la calidad esperable de la vida– poniéndose por encima de esas complejidades un excelente resumen de esto puede verse en el artículo de Martín Bohmer:

Corte Suprema: ¿Deferencia mayoritaria o activismo constitucional?, en chequeado.com

El tema que estos días acapara la atención del país, la Ley de Medios audiovisuales y las acciones ante la Justicia de algunas de las partes alcanzadas por la ley, es casi un caso perfecto de libro de texto que ilustra acerca de las difíciles relaciones entre los tres poderes y las dificultades para encontrar un equilibrio entre ellos. Si no llega a ser un caso perfecto es porque está demasiado contaminado de ingredientes políticos.

Cualquier argentino, desde el más ingenuo hasta el más politizado, cree hoy que lo que está en juego no es una concepción teórica o doctrinaria del Estado ni un debate sobre las mejores maneras de regular los medios de comunicación, sino una puja política entre el Gobierno y el Grupo Clarín. El procedimiento esperable, cada vez que una norma legal afecta algún derecho de alguna parte, es ahora definido por el Gobierno como una batalla política. 

La situación me hace recordar un caso que a veces utilizo en mis clases: en la década de los 70, en plena locura terrorista y represiva, un médico pediatra de la mayor reputación profesional cuyas ideas políticas lo acercaban inocultablemente a los grupos subversivos, recibió un pedido de emergencia para atender a un niño de la familia de un alto jefe militar, y se preguntó qué hacer. Según contó tiempo después a quienes lo conocíamos, su decisión fue atender al pequeño paciente cuya vida peligraba; no hacerlo, dijo, hubiera sido politizar indebidamente un caso profesional y confundir sus distintas responsabilidades en la vida; su problema, en todo caso, era el general, no el nieto.

El Gobierno nacional está arremetiendo políticamente contra la Justicia. Su problema es Clarín, no la Justicia; tal vez, mirando más allá, está pensando también en otros objetivos políticos. En esa perspectiva, el Gobierno presiona políticamente a la Justicia y los jueces se resisten. El Gobierno pide a la Justicia que “respete la voluntad popular”; es obvio que esa “voluntad” puede conferir un mandato al presidente de la Nación; según como se interprete lo que eso significa, también a los legisladores; pero los jueces no tienen nada que ver con ella. Los jueces trabajan sobre otra materia prima. Si hiciesen lo que el Gobierno les reclama dejarían de dar sustento al principio básico de la división de poderes, en un sentido, dejarían de ser jueces para ser parte del Ejecutivo. Esa no es la idea detrás de nuestra Constitución; posiblemente tampoco es una idea predominante en la sociedad acerca de un orden institucional mejor.

© Escrito por Manuel Mora y Araujo, Sociólogo y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 17 de Diciembre de 2012.




domingo, 16 de diciembre de 2012

China ya está lista para recibir el fin del mundo… De Alguna Manera...


China ya está lista para recibir el fin del mundo…

Las siete bolas están compuestas por un casco de fibra de vidrio y una armadura de acero. Cada una cuesta unos 237 mil pesos argentinos. Foto: AFP.

Un fabricante de muebles inventó un insólito refugio: esferas de acero. Cómo funcionan. A pocos días del apocalipsis supuestamente anunciado por el calendario maya, un ciudadano chino asegura haber encontrado la solución ante el fin del mundo: refugios esféricos de alta tecnología capaces de resistir diluvios, tsunamis o terremotos.

Liu Qiyuan, de 45 años, exagricultor reconvertido en la fabricación de muebles, examina su última creación, una esfera de siete metros de diámetro bautizada "arca de Noé", concebida para resistir a las peores catástrofes.

"La esfera no tendrá el menor problema, incluso con olas de 1.000 metros de altura. Es como una pelota de ping-pong: pese a que su piel es fina, puede resistir mucha presión" asegura su creador, en su taller de Qiantun, a una hora de carretera de Pekín.

Las siete bolas están compuestas por un casco de fibra de vidrio y una armadura de acero. Cada una cuesta 300 mil yuanes (unos 237 mil pesos argentinos) y están equipadas con botellas de oxígeno, y reservas de agua y alimentos. Los habitáculos cuentan con una mesa y una cama, y están empapelados con papel floreado.

También tienen cinturones de seguridad. Liu los ha probado, pidiendo a sus asistentes que agiten vigorosamente un arca en la que él mismo se ha instalado.

"Estas embarcaciones están concebidas para poder transportar a 14 personas, pero es posible que hasta 30 personas puedan sobrevivir en su interior durante dos meses", explica.

El aislamiento es tan bueno que "una persona podría vivir cuatro meses en su interior en el polo norte o sur sin congelarse o ni siquiera tener frío", asegura el inventor. "Si realmente se produce un apocalipsis, podré decir que habré contribuido a la supervivencia de la humanidad", aseguró el fabricante.

El temor a un "fin del mundo" se ha extendido a tal nivel en ese país, que en dos distritos rurales se han agotado las velas, ya que sus habitantes están convencidos de que el sol no volverá a levantarse tras el solsticio de invierno, según la agencia China Nueva.

Sin suerte, las autoridades chinas han pedido a la población que se maneje con “conceptos científicos”. "El supuesto fin del mundo es un rumor", insisten.

A pesar de la cercanía de la trágica fecha, Qiyuan no ha podido vender ninguno de los refugios, y teme no poder devolver los créditos que pidió para construirlas.

"He invertido más de la mitad de mis ahorros en estas esferas, porque vale la pena, es para salvar vidas", insiste.

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 16 de Diciembre de 2012.














El miedo al abandono... De Alguna Manera...


El miedo al abandono, clave en las crisis de pareja...

Ilustración de VC para Clarín.
Según los expertos, aparece en la mayoría de las terapias. Es porque ahora las parejas no se piensan “para toda la vida”.

La relación estaba saturada de desprecio, ninguneo e infidelidades. Pero la madrugada en que Susana Freydoz asesinó al ex gobernador de Río Negro de un tiro en la cara, hubo una amenaza que se comió a todas: “ No te aguanto más. A la mañana agarro mis cosas y me voy ”. El ejemplo, que forma parte del expediente judicial, es extremo pero también es una muestra de cómo puede llegar a operar el terror a ser abandonado. Con este telón de fondo hay quienes –distinguen los especialistas– se dedican a “asistir a un amo”: es decir, hacen todo lo que el otro pida con tal de que no se vaya. Pero hay otros, menos obvios, que esconden el mismo temor: los que saltan de pareja en pareja y huyen cuando llega el momento de entregarse: es decir, “se van antes de que los vayan”.

Quienes los atienden lo ven con claridad: el miedo a ser abandonados ya aparece –en primer o en segundo plano– en la mayoría de las crisis de pareja. “Pueden venir porque hay falta de comunicación o de lo que sea pero lo que siempre está, en el fondo, es un enorme temor a que esas grietas puedan terminar en un abandono”, introduce Carlos Antar, psiquiatra y ex coordinador del Departamento de Pareja y Familia de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Además, coinciden los terapeutas, como las parejas ya no se piensan “para toda la vida”, el temor a que el otro desaparezca o a que ese miedo siempre se interponga a la hora de formarlas, ya se convirtió en uno de los principales motivos de consulta.

Están los que, cegados por ese temor, actúan de forma lineal: “Generan vínculos en los que se ponen al servicio del otro, hacen todo lo que el otro quiere y lo convierten en un amo al que asisten. El vínculo se caracteriza en poner todo el esfuerzo en no ser abandonados”, describe Antar. Incluso hay quienes se quedan al lado de alguien que los maltrata, emocional o físicamente, pero les dan la garantía de que siempre van a estar ahí. “En muchos casos se termina generando una dependencia emocional: se trata de personas que vivieron abandonos primarios –y para eso basta con que sus padres no hayan comprendido sus necesidades afectivas – y, cuando crecen, construyen vínculos en los que vuelve a estar presente la amenaza de abandono. El paso que sigue frente al profundo sentimiento de indefensión y el pánico a que lo dejen, son las situaciones explosivas , a veces con desenlaces violentos”, agrega. El caso de Susana Freydoz, la mujer que después de 40 años de pareja mató a su marido, es el ejemplo más elocuente. Su marido le había dicho que se iba a mudar a la residencia de gobernadores pero sin ella.

Sin embargo, los miedos suelen tener otras máscaras: “Para la psiquis es más doloroso ser abandonado que abandonar, entonces también están los que empiezan a boicotear las relaciones con excusas: no les gusta una persona porque se ríe mucho y tampoco la otra porque se ríe poco. Y en lugar de actuar de una manera adulta, aparece el niño: cortan una relación por mail, culpan al otro de lo que le pasa, se esconden aterrorizados”, descifra Myriam Delfini, facilitadora gestáltica, una especialización que ya se da en universidades. “Sucede que ese miedo inconsciente es tan grande que, aunque encuentre a una persona fantástica, en el momento en que el vínculo crece y demanda mayor intimidad, se desconecta, se anestesia y cierra el corazón. Todo eso por temor a lo que pueda pasar después. Es doloroso sí, pero menos que ser abandonado”, descifra.

Entrega sí, pero sólo del cuerpo: “Estas personas pueden mantener relaciones con cierto nivel lúdico, desde el lugar del placer, de la sexualidad. Pero, muchas veces, cuando empiezan a sentir un pedido de afecto, lo viven como una invasión. Para ellos, uno de los momentos trágicos de la relación es cuando el otro le pregunta ¿en qué estás pensando? La sensación es que el otro se le puede meter dentro de la cabeza”, dice Antar. Y en este micromundo blindado a la posibilidad de entregarse y luego sufrir, todo lo que no sea cuerpo resulta impenetrable.

“Aparece el niño”, dicen. Es que estos temores “vienen de experiencias infantiles que dejaron un sesgo. No necesariamente de alguien que haya sido abandonado en sentido literal sino que se haya sentido así. Ese enorme sentimiento de inseguridad puede estar ligado a no haber sido tenido en cuenta, a no haber sido mirado con interés o ternura, a que no hayan tenido en cuenta sus necesidades”, agrega Rosalía Álvarez, psicoanalista especializada en pareja y familia. “¿Por qué suele volver a despertar con una pareja? Porque en la pareja, muchas veces, se reedita el vínculo primario. Es común que uno no recuerde esos momentos en los que sintió el abandono, pero vuelven así: en la repetición uno recuerda”.

© Escrito por Gisele Sousa Dias y publicado en el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el domingo 16 de Diciembre de 2012.