martes, 23 de octubre de 2012

Eliseo Subiela y la AFIP... De Alguna Manera...


Rechazan una denuncia de la AFIP contra Subiela por evasión fiscal…

ELISEO SUBIELA. Rechazan una denuncia de la AFIP contra el cineasta.

Lo hizo el juez penal tributario Javier López Biscayart. Hubo inexistencia de delito. La causa surgió luego que el cineasta criticó el cepo.

El juez penal en lo tributario Javier López Biscayaert desestimó una denuncia realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) contra el director de cine Eliseo Subiela por evasión fiscal.

La denuncia –que se había realizado luego de que Subiela criticara públicamente el cepo cambiario- fue rechazada por inexistencia de delito.

En concreto, el cineasta se había quejado porque la AFIP no lo había autorizado a comprar dólares para viajar a un festival de cine en la ciudad peruana de Lima, organizado por la propia Cancillería argentina. La AFIP lo acusó de de no declarar sus ingresos y de ser propietario de empresas fantasmas.

En su momento, el titular de la AFIP Ricardo Echegaray había hecho una denuncia penal contra Subiela ante la justicia en lo penal tributaria. Y precisó que “la actividad que declara en la Argentina no es ni la de cineasta ni la de productor. La situación (de Subiela) no es ni regular ni transparente ya que tiene declarados $ 10.000 como ingreso por año y sociedades fantasma sin declaraciones juradas”.

© Publicado por el Diario Perfil  de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 22 de Octubre de 2012.



Subiela: "Todos perdemos el tiempo con estas cosas que son de país bananero"

La Justicia rechazó la denuncia de la AFIP contra el director de cine por evasión fiscal; la causa se armó luego del que cineasta criticara el cepo.

La denuncia realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) contra el reconocido director de cine Eliseo Subiela por evasión fiscal, fue desestimada por el juez penal en lo tributario Javier López Biscayaert, por inexistencia de delito. Así lo consigna Clarín en su edición hoy.

"Me siento muy feliz y muy tranquilo. El titular de la AFIP había salido a difamarme de manera escandalosa. Yo no sabía que se había iniciado una causa judicial. Nosotros fuimos presentando todo lo que la AFIP nos exigió. Teníamos todo en orden. Había una cosa desmesurada de presión. Toda la acción fue intimidatoria. Lo del cepo me parece un disparate y no sirve para nada", dijo hoy Subiela en diálogo con Radio Continental.

El cineasta se había quejado públicamente, en un programa radial, porque el organismo presidido por Ricardo Echegaray no le autorizó la compra de dólares para viajar a un festival de cine en la ciudad peruana de Lima, organizado por la propia Cancillería argentina. La respuesta de la AFIP fue inmediata: lo acusó de de no declarar sus ingresos y de ser propietario de empresas fantasmas.

En declaraciones realizadas a radio Mitre, el cineasta explicó que está "contento por sentirme protegido por la Justicia" y agregó que "hay al menos algo de seguridad ciudadana". "Me da un poco de pena lo que sucedió. Todos perdemos el tiempo con estas cosas que son de país bananero", destacó.
El caso

El caso adquirió relevancia y fue considerado emblemático por la oposición, ya que según aseguran, el Gobierno persigue y amedrenta a aquellos que critican las medidas de la Presidenta. Una situación similar vivió el socio de la inmobiliara Toselli y Fuentes, quien luego de decir en los medios que las ventas de inmuebles estaba registrando una caída, fue investigado por la AFIP.

Subiela denunció que luego de quejarse porque no le permitieron comprar los dólares que necesiataba que la AFIP realizó un procedimiento no habitual para requerir información sobre su situación patrimonial y dijo sentirse "perseguido" por el Gobierno. "No tenía miedo desde la época de Isabel", aseguró.
 

En un reportaje telefónico con Nelson Castro, emitido por TN, Subiela contó que empleados de la AFIP se presentaron en la escuela de cine que dirige en el barrio porteño de Belgrano.

"Aparecieron dos señores de la AFIP fuera del horario de atención. Dejaron un sobre pegado en la puerta de vidrio. Decían que era parte de un procedimiento. El sobre contiene una serie de requerimientos que, normalmente, no tendríamos ningún problema en contestar. Lo que nos asustó un poco fue el procedimiento. Me parece curioso", relató.


"No tenía miedo desde la época de Isabel y, por Dios, no quiero que me digan que cometo la grosería de comparar este gobierno con el de Isabel. Pero pensé que no iba a tener más miedo en democracia y empiezo a tener un poco de miedo por los errores, por la ineficiencia, por que se confundan las cosas. No soy Al Capone, por Dios", había señalado.

© Publicado por el Diario La Nación  de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el martes 22 de Octubre de 2012.

 





lunes, 22 de octubre de 2012

La involución argentina... De Alguna Manera...


La involución argentina...

 CON LAS DEFENSAS BAJAS. Ministro Arturo Puricelli. Dibujo: Pablo Temes.

Obsesión cristinista por el 7D. Operativo K contra Lorenzetti. El Fragatagate: internas e ineptitud. Tensión sindical. Lula dio clase.

Son estos tiempos de cólera en la vida política de la Argentina. La Presidenta teme que de aquí al 7D una medida judicial frene la brutal embestida que ha ordenado llevar adelante con la intención de destruir a Clarín. No quiere repetir el papelón que ya vivió en dos ocasiones: una, cuando minutos antes de comenzar la conferencia de prensa en la que pretendía anunciar la intervención de Papel Prensa y la eventual detención de Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre, se topó con la declaración de Isidoro Graiver que la obligó a desmontar aquella operación; la segunda, con el caso de la imputación de ser hijos de desaparecidos –que resultó ser falsa– que se les hizo a los hijos adoptivos de la señora Ernestina Herrera de Noble.

“El 7D no debe pasar nada”, señala una voz que conoce el pensamiento mayoritario que anida en el seno de la Corte Suprema. La Presidenta tiene la misma información, por lo que presa del enojo viene zamarreando al ministro de Justicia, Julio Alak, a fin de obligarlo a desplegar toda la artillería de medidas con que en estos días el Gobierno busca avasallar al Poder Judicial. La reelección de Ricardo Lorenzetti –circunstancia que él mismo trató de evitar y no pudo debido a que ninguno de sus colegas quiso ocupar su cargo– disgustó al Gobierno. Ante ello, hay decisión en el pináculo del poder de esmerilar la figura del presidente de la Corte.

No contenta con ello, y como muestra del ambiente de desenfreno que se vive en la Babel de Olivos, la Presidenta ha ordenado impulsar la reglamentación del per saltum. En esta carrera hacia el pasado a la que se ha lanzado el Gobierno, el per saltum representa uno de los emblemas del menemismo. En el gobierno de Carlos Menem se lo aplicó para desbloquear la escandalosa venta de Aerolíneas Argentinas en 1990. Fue tal el desprestigio de este recurso que, siendo senadora, en 2006 Cristina Fernández de Kirchner se pronunció en contra. “Este es un per saltum para causas buenas. Yo no sé, en materia de derecho, cómo se hace una distinción entre per saltum para causas buenas y per saltum para causas malas. No se puede legislar un instituto para una situación en particular, porque luego va a venir otro a pedir exactamente lo mismo y quedaríamos en el medio de la inconstitucionalidad”, dijo por entonces. Nada que sorprenda desde el punto de vista de la contradicción que, al fin y al cabo, está en los genes políticos del kirchnersimo.

Claro que mientras la obsesión de la Presidenta con el 7D tiene a todo el Gobierno en ascuas, la vida continúa y los efectos de la mala praxis en la gestión van aflorando semana tras semana. He ahí el caso de la fragata Libertad, que sigue anclada, sin saberse hasta cuando, en el puerto de Tema, en Ghana. Ya se conoce que el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, le presentó su renuncia a la Presidenta, quien no la aceptó. La interna que el episodio ha desatado en el Gobierno es feroz. Puricelli, quien venía de Fabricaciones Militares y nunca gozó de la simpatía de su predecesora Nilda Garré, llegó al ministerio de la mano de Julio De Vido. Una vez en el cargo no sólo se preocupó de nombrar a familiares –dos hijas y un sobrino– y amigos que, con una conducta imitativa, también se encargaron de poblar con familiares la repartición, sino de desandar varias de las políticas implementadas por  Garré.

“El problema de estos funcionarios no es tanto que sean familiares o amigos del ministros, sino que son unos absolutos ineptos”, señala una fuente del Ministerio. De allí la dureza del enfrentamiento que Puricelli mantiene con la también devaluada ministra de Seguridad. Como consecuencia de la orientación y estilo de conducción que reina, las distintas fuerzas retomaron un nivel de autonomía que habían perdido en la gestión de Garré. “Está bien que vayan porque la gente piensa que están al pedo”, es una frase que aún resuena por los pasillos del Ministerio dicha por Puricelli cuando desde Desarrollo Social se tomó la decisión de enviar tropas del Ejército a las villas.

Agregados a estos aspectos políticos, el caso de la fragata Libertad deja al descubierto los problemas de funcionamiento que tiene el Gobierno y que afecta su gestión. Al no haber reuniones de gabinete, cada ministerio se transforma en un feudo casi inexpugnable. Esto, además, le quita reflejos al Gobierno y le impide evitar problemas y/o encarar soluciones conducentes. La gestión Zuaín-Forti, los dos funcionarios que fueron enviados a Ghana, fue la crónica de un fracaso anunciado.

Donde también hay dificultades es en el ámbito sindical. La endeblez de la CGT Balcarce debe enfrentar el problema que origina la depreciación salarial que genera la inflación. La presión de las seccionales de bases en algunos de esos gremios va haciéndose cada vez más difícil de manejar. El cobro del medio aguinaldo de diciembre puede poner a muchos trabajadores en una verdadera encrucijada, ya que debido a las escalas impositivas que produce la falta de adecuación del mínimo no imponible, sus ingresos lejos de incrementarse pueden llegar a verse disminuidos.

En ese marco, el peso político de Hugo Moyano habrá de crecer. La foto del líder de los camioneros con el ex presidente de Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva, debe haber indigestado a la Presidenta. El ex mandatario brasileño cautivó a la audiencia reunida en el coloquio de IDEA en Mar del Plata con anécdotas de sus presidencias, en las que supo conquistar el favor de muchos de quienes se le oponían. Dejó, además, algunas definiciones de puro sentido común –“Un presidente nunca sabe todo”; “la democracia es un ejercicio de alternancia de poder”; “la prensa no tiene la culpa de todo”– propias de alguien que durante su paso por el poder no sólo aprendió sino que también reafirmó sus convicciones democráticas.

Así pues, el impacto propio de las cosas extraordinarias que produjeron las definiciones de Lula, no hace más que dejar al descubierto el proceso de involución política en que se halla inmersa la Argentina, país increíble en el que se pretende construir el futuro repitiendo el pasado.

Producción periodística: Guido Baistrocchi.

© Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 20 de Octubre de 2012.

Envenenados... Ernesto Laclau... De Alguna Manera...


Envenenados…
Todo sucedió en una misma edición, caso curioso de acontecimiento duplicado en una sola jornada. Lo hizo PERFIL o, mejor dicho, le pasó a PERFIL, y se trata de un procedimiento que vale la pena subrayar, destacar y visibilizar. En esencia, demuestra el océano de acrimonioso veneno que ha sido inyectado en las venas cerradas de la Argentina. En la edición del domingo pasado, 14 de octubre, PERFIL dedicó el título de su portada, lugar elegido por los editores para los temas y firmas que juzgan más importantes, a una gran foto del profesor británico Ernesto Laclau (1935), bajo la cual la frase en caracteres más pesados era “Operativo clamor en la Corte”. Arriba de la foto de Laclau, que ha vivido más de la mitad de su vida en el Reino Unido, la volanta rezaba: “Así piensa el padre filosófico del cristinismo”. Una frase de Laclau era reproducida como epígrafe de su foto: “El constitucionalismo busca mantener el poder conservador”.

El texto propiamente dicho ocupó una página y media de este diario. Eran 2.454 palabras (15.279 caracteres con espacios), más del doble de lo que ocupa esta columna semanal. Pero Laclau aparecía firmando algo que él no había enviado a PERFIL. Como explicaba correctamente el diario en nota al pie, se trataba de la transcripción de la conferencia del teórico en el ciclo “Debates y combates”, ofrecida el viernes 12 en Tecnópolis y financiada por la Secretaría de Cultura de la Nación. Al pie, la productora del trabajo, Silvina Márquez, puntualizaba prolijamente: “Laclau se niega a dar entrevistas a PERFIL”.

Ese mismo día, el excelente suplemento Cultura de este diario, editado por Guillermo Piro, dedicó dos de sus 16 páginas (6.190 caracteres con espacios, en 1.054 palabras) a reseñar una antología crítica de la poesía de los años 90 titulada “La tendencia materialista” y publicada por la editorial Paradiso. El artículo, firmado por Gonzalo León, fue titulado “La visión marxista de la creación poética”. El texto comentaba con lujo de detalles los trabajos poéticos de Alejandro Rubio, Fernanda Laguna, Sergio Raimondi, Martín Gambarotta, Fabián Casas, Washington Cucurto y Juan Desiderio. Pero hubo un problema, que León tuvo que destacar al pie de su trabajo. Los compiladores (Violeta Kesselman, Ana Mazzoni y Damián Selci) le dijeron al redactor que “por el momento no queremos hablar para PERFIL, ni para La Nación ni para Clarín”.

No es la primera vez, ni será la última. He visto con admiración no exenta de desconcierto los magnos esfuerzos hechos por este diario, y sobre todo por su fundador Jorge Fontevecchia, para acercar a estas páginas el pensamiento y las ideas de intelectuales y comentaristas adictos al Gobierno, a quienes se les ha deparado aquí larguísimas páginas para que se expresen. En este diario han hablado cuanto y de lo que quisieron, figuras como Ricardo Forster. Horacio González y José Pablo Feinmann, para mencionar a los oficialistas más mediáticos e incontinentes del micrófono. No una, sino en muchas oportunidades, han sido consultados y sus palabras han sido reproducidas aquí. Este es, además, el diario que ha premiado a Horacio Verbitsky, quien al recibir el galardón hace dos años lo primero que hizo fue anunciar desde el podio que él discrepa totalmente con lo que calificó como “la ideología (sic)” de PERFIL.

No pueden consigo mismos, son irremediables. Atosigados de vociferante odio interior, abominan incluso de quienes los convocan para que se expresen. Calculo que PERFIL publicó las palabras de Laclau atendiendo a que es la figura intelectual más lustrosa del cristinismo. Se lo suele considerar como el pensador más culto y riguroso del oficialismo. No pienso lo mismo que PERFIL; antes bien, Laclau me parece superficial, antiguo, pedante y –sobre todo– profundamente democrático. Pero lo importante es que este medio tuvo que apelar a grabar las enormidades de este anglo-argentino, porque él no se dignó a conceder un reportaje a quienes considera enemigos. De antigua prosapia trotskista, este Laclau es una caricatura pintoresca de Lev Davidovich Bronstein, un sofisticado intelectual judío que amaba la polémica y procuraba el debate. Laclau se enrola más bien de la raigambre ideológica del asesino de Trotsky, Stalin. Los compiladores (¿camporistas?) de esos poetas marxistas se perfilan como el equivalente argentino de los temibles guardias rojos de China, que hace cuatro décadas quemaban obras y producciones artísticas al compás de la “gran revolución cultural” desatada por la tiranía de Mao.

¿Incurables? Sí, eso son hoy, al menos en lo actitudinal, irremediablemente embriagados de un mesianismo grueso y persistente, que se turbopropulsa a sí mismo. Para estos nuevos mandarines, o se es tropa o se es enemigo, no hay opciones. ¿Cómo van a darle un reportaje a PERFIL? ¿Cómo van a dignarse a hablar con un medio cuyos periodistas y columnistas somos una pútrida carne de cañón al servicio mercenario de intereses “destituyentes”? Proceden y razonan desde un antiliberalismo rancio y hosco: no hay debate de ideas, hay guerra. El rival es enemigo porque no le reconocen entidad civil. Recuerdo la torpe chanza de Ricardo Forster, cuando en un programa de televisión que nos juntó una noche, meses después de que Néstor Kirchner le ordenara a Alberto Fernández que me echara de Radio Nacional, se me acercó y me dijo, risueño: “Vos deberías tener un programa en Radio Nacional”. Cuando le aclaré que era ridículo su sarcasmo, que ya me habían expulsado, pero que lo importante es que en el disco rígido de la tropa mediática oficial lo central es manejarse sin pensamientos diferentes, me preguntó: “¿Por qué decís eso? La otra noche en 6,7,8 me cruzaron con Sandra Mihanovich, que no es kirchnerista...”.

Desde un pensamiento liberal, ofrecer todas las perspectivas es natural, además de recomendable. El conflicto deriva de los lenguajes diferentes, cuando son meras arquitecturas retóricas que encubren un totalitarismo visceral. Desde ese lugar sombrío y belicoso surge una paranoia sistémica: un reportaje es una trampa, un periodista no adicto es un operador enemigo, un medio no colonizado es un campo minado. El veneno es implacable, no hay neutralidad, sólo hay conflagración. Melancólica resignación a la hora de hacerse una pregunta fatal: ¿cuál será la frontera entre la ingenua rectitud y la candorosa funcionalidad a los proyectos antidemocráticos? ¿No estaremos ante un auténtico choque de civilizaciones?

© Escrito por Pepe Eliaschev y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 20 de Octubre de 2012.

domingo, 21 de octubre de 2012

¿Dos Bandos?... De Alguna Manera...

Motivos insólitos para el 8N...

 8 de Noviembre de 2012. 8N

Durante mi visita a Buenos Aires hablé más de kirchnerismo que en la suma de los últimos diez años. Era inevitable. Pero cuando en una sobremesa familiar se empezó a hablar de “los dos bandos”, supe que mi participación era imposible. Quedarme callado no era una opción; no suele serlo porque no me aguanto, pero en este caso era más difícil, porque me hacían preguntas. Objetar las supuestas bondades del kirchnerismo y/o defender posturas del bando opositor que considero inexistente era tentador, pero fútil porque –justamente– no hay dos bandos. Me limité a decir esto último y me fui, con la esperanza de dotar mi ausencia de algún sentido didáctico. No sé de qué habrán sido equidistantes después; es muy difícil ser equidistante cuando hay un lado solo.

El tenembaumismo, incluso en sus encarnaciones de entrecasa, insiste en ser salomónico para salvarse. Pero sólo se puede ser salomónico si hay dos extremos en pugna. Si hay uno solo, las únicas posibilidades son: tener una opinión clara sobre el fenómeno o prescindir de ella. Esto es un lujo que el progresismo no puede permitirse, no al menos sin retroceder, reconocer sus errores, pedir disculpas, tres cosas que no están acostumbrados a hacer.

Sabemos que no hay dos bandos. Así como no soy del bando del vecino si vamos juntos a la municipalidad cuando se cae un árbol, tampoco me contagio si el 8 de noviembre salgo a la calle con gente que cree en la existencia de los duendes. Lo que hay es un problema, tenemos un problema que queremos resolver. Si se te queda el auto en el barro y Cecilia Pando quiere ayudar, no veo cuál es el inconveniente en dejarla que empuje y darle las gracias. Siempre y cuando no tengamos que firmarle un petitorio antiabortista a cambio; por suerte no es el caso.

El grueso de la oposición alienta –a los ponchazos, porque son muy brutos y ni siquiera eso hacen bien– la idea de que la única manera de resolver este problema, el que tenemos ahora, es mediante la construcción de una alternativa política viable. Vengo a decirles que eso es mentira.

No sé a ustedes, pero a mí me importan muy poco el agonismo, El Eternauta, la pasión según Sandra Russo, el peronismo, el antiperonismo, la patria y la liberación. Puedo vivir sin ellos. Es más: reclamo mi derecho a vivir sin que ellos se me impongan como dogma, eso es justamente parte del problema que hay que resolver.

No nos debemos la construcción de un sistema ideológico alternativo; eso es algo que uno hace si tiene ganas, y si no tiene ganas no lo hace, no es obligatorio. Si bien es cierto que sería bueno contar con partidos políticos más o menos votables que pudieran después gobernar como en cualquier país normal, no dependemos de ellos para reclamar derechos. Es entendible que ellos pretendan que los esperemos hasta el improbable día en el que decidan representarnos, pero para algunas cosas ya no podemos seguir esperando.

Es cierto: no son las más urgentes. Esas cosas –paradoja– nos acompañan desde hace mucho, en la forma de bultos durmiendo en la vereda, nenas de seis años vendiendo flores por la calle, mil caras de la pobreza por las cuales somos incapaces de manifestar en un contexto que las naturalizó todas bajo el impermeable paraguas populista. Es dificilísimo. ¿Qué hacés? ¿Llevás un pobre a la plaza? ¿Y por qué nos escucharía un gobierno que miente sistemáticamente sobre los índices de pobreza?

No todos los manifestantes tendrán la misma educación o sensibilidad social. Cada uno irá por lo que pueda, por lo que crea más pertinente, en un experimento que puede salir mal pero debería salir bien si entendiéramos –la oposición incluida– que todos los reclamos confluyen en el mismo: se le pide a un gobierno que no haga lo que no corresponde. Que no mate, ni mienta, ni oprima, ni robe, ni amenace ni pretenda imponer a los ciudadanos ideas, símbolos y prácticas que, en democracia, sólo pueden ser optativos. No es tan difícil de enunciar, y es bien fácil de entender.

© Escrito por Guillermo Raffo, escritor y cineasta y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 20 de Octubre de 2012.


Murió Sara Cobacho, referente de Madres... De Alguna Manera...


Murió Sara Cobacho, referente de Madres...

 Sara Cobacho era una referente de los derechos humanos en la Provincia de Buenos Aires. Foto: Télam

Había sido secretaria de DDHH bonaerense. A los 81 años, luego de padecer graves problemas de salud,  falleció esta madrugada Sara Dorotier de Cobacho, quien había sido secretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires y una referente de la agrupación Madres de Plaza de Mayo.

Sus restos serán velados esta tarde en la unidad básica de la localidad de Merlo, según publicó la agencia DyN.

Sara Cobacho había presidido la Secretaría de Derechos Humanos provincial desde el comienzo de la gestión de Daniel Scioli en 2007, pero debió abandonar su función en mayo de este año por problemas de salud.

En su lugar, asumió el hijo de Estela de Carlotto, Guido Carlotto, quien expresó un "profundo dolor por la muerte de Cobacho", a quien se refirió como "una defensora incansable de los derechos humanos".

Por su parte la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo recordó a la referente como "una peronista convencida e inclaudicable".

Cobacho fue una ferviente militante durante la resistencia peronista y fue doblemente víctima del terrorismo de Estado ya que sus dos hijos, Oscar y Enrique, continúan desaparecidos.

La dirigente, contaba con una larga trayectoria legislativa en el gobierno provincial.

La noticia de su muerte conmovió a numerosos referentes políticos quienes manifestaron, a través de las redes sociales,  frases de elogio y de dolor por la pérdida de Cobacho.

Fue así que el senador Baldomero Álvarez, la recordó como una "gran militante y luchadora" de los derechos humanos, mientras que la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodriguez  la elogió como “un ejemplo de lucha por la memoria, verdad y justicia”.

© Publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 20 de Octubre de 2012.