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sábado, 26 de mayo de 2018

A 80 Años del Volkswagen Escarabajo... @dealgunamanera

A ochenta años de una exitosa iniciativa nazi que revolucionó la industria automotriz…


La plana mayor nazi estudia una maqueta del Escarabajo.

En mayo de 1938 Adolf Hitler ponía la piedra fundamental de la emblemática fábrica de Wolfsburgo. Allí se construyó el “auto del pueblo”, el modelo más vendido de la historia.

© Publicado el miércoles 16/05/2018  por la Revista Parabrisas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

A comienzos de los años treinta, las calles europeas comenzaban a poblarse de vehículos de todo tipo, con mecánicas muy dispares y soluciones estéticas diversas.

En esa época comenzaron a estudiarse los aspectos relativos a la aerodinámica, en pos de mejorar el rendimiento y bajar el consumo. La historia del Escarabajo tiene mucho que ver con esos aspectos y se remonta a 1932, cuando el barón Fritz von Falkenhayn, jefe de planta de NSU, que para ese entonces era una filial de Fiat, le encargó a Ferdinand Porsche el diseño de un auto sencillo, acorde con la complicada situación económica alemana.

Bajo el nombre de Tipo 32 nació un automóvil de formas muy parecidas al futuro Escarabajo, con una motorización de casi un litro y medio de capacidad cúbica, y refrigeración por aire. Cuando estas noticias llegaron al directorio de Fiat, que le tenía prohibido a NSU hacer desarrollos propios, le obligaron inmediatamente a detener el proyecto. Ferdinand Porsche había apostado mucho y no quería ver desperdiciado su trabajo, por lo que comenzó a buscar alguna clase de patrocinio para concretarlo independientemente.

Hace cincuenta años atrás, la revista Parabrisas se limitaba a probar autos de producción nacional, a los que tenía acceso sin mayores dificultades. Sin embargo, la importancia del Volkswagen Escarabajo para la industria del automóvil ameritaba un esfuerzo mayor: por primera vez, se recurrió a la revista hermana brasileña Quatro Rodas.

La mano del Führer

Hitler, conocedor y amante de los automóviles, estaba apostando a esta industria apoyando a Mercedes-Benz y a Auto Union en las competencias, pero quería un auto para el trabajador alemán, y allí estos dos personajes cruzan sus destinos. Porsche viajó a Berlín y se reunió con Hitler, quien le propuso algunos cambios y le dio el visto bueno para el desarrollo.

Porsche fue contratado por la RDA (asociación alemana de fabricantes de automóviles) y meses después nació el Tipo 60, al que se le hicieron unos 80.000 kilómetros de pruebas en la Selva Negra. Derivados del Tipo 60, nacieron tres prototipos: el V1 (fabricado por Reuter), el V2 (fabricado por Drauz) y el V3 (fabricado por Daimler-Benz).

Daimler mejoró el V3, dando lugar al V30 y, en 1938, este pasó a ser el Tipo 38, un auto mucho más pulido, al que le agregaron paragolpes y se le disminuyó la superficie de aireación posterior, permitiendo la aparición de una pequeña luneta partida a la que denominaron Pretzel, por su parecido con la galletita alemana.

Si algo le faltaba al Escarabajo para conquistar al mercado norteamericano, era protagonizar un filme de Hollywood. Y Herbie lo inmortalizó para siempre.

Conforme avanzaba el proyecto, Hitler se dio cuenta de que la RDA no colaboraría mucho más y decidió que sería más viable construir una fábrica propia.El lugar para erigir las instalaciones debía tener una usina eléctrica y vastas vías de comunicación, por lo que la elección recayó en el condado de Schloss Wolfsburg.

La ahora emblemática fábrica de Wolfsburgo fue presentada como un proyecto del frente de trabajadores alemanes, el kdf (Kraft durch Fraude), o fuerza a través de la alegría, un movimiento comenzado por el estado alemán en el que se buscaba que el obrero disfrutara de un buen tiempo de ocio para ser más eficiente en su empleo: la piedra fundamental se colocó el 26 de mayo de 1938, hace ochenta años.

El valor de 18 estampillas

El kdfwagen o Volkswagen (auto del pueblo) era promocionado como un auto económico, veloz y confortable, y para adquirirlo se necesitaba comprar un cuaderno de ahorro y llenarlo con dieciocho estampillas mensuales de cinco marcos cada una.

Con este dinero se financiaba la construcción de los autos y, al terminar ese lapso, se debían pagar unos cincuenta marcos más para retirarlo. El primero de septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia y se anuló el proyecto, con lo que 336.600 personas perdieron sus ahorros.

La fábrica pasó a dedicarse a la construcción de material bélico, dando origen a las variantes militarizadas del kdf. Tras seis años de contienda, Alemania quedó en ruinas, sin hombres para trabajar, sin materia prima y sin combustible. Los aliados tomaron las riendas de la fábrica de Wolfsburg, poniendo a la cabeza al inglés Ivan Hirst, quien, pese a los contratiempos, logró fabricar 58 autos en 1945.

En marzo del año siguiente ya se habían alcanzado a fabricar mil autos, y para octubre se habían completado las diez mil unidades. En enero de 1948, con veinte mil autos fabricados, la empresa retornaba a manos alemanas: Heinrich Nordhoff fue nombrado director general de la casa de Wolfsburg por recomendación del mismo Hirst y, con él, comenzó un período de crecimiento sin igual.

Se inició la exportación y nacieron dos versiones descapotables: una de dos plazas carrozada por Hebmüller y otra de cuatro hecha por Karmann. Nordhoff mejoró los procesos de fabricación para aumentar la calidad del producto y también buscó incesantemente hacerle modificaciones. En 1953, la luneta partida fue reemplazada por la oval, entre otras varias mejoras, mientras que el auto medio millón salía de Wolfsburg.

El primer Volkswagen Escarabajo junto a su versión moderna, el Beetle.

La expansión

La empresa seguía creciendo exponencialmente y ese mismo año se inauguró la primera planta Volkswagen fuera de Alemania, en Sao Bernardo do Campo, Brasil. A esta le siguieron una planta de montaje en Sudáfrica, en 1957, y otra, en 1962, en Puebla, México, en donde se comenzó a fabricar el Escarabajo. En 1958, la luneta volvió a modificarse: esta vez se agrandó considerablemente en función de mejorar la visibilidad hacia atrás.

En 1964 se inauguró la fábrica de Emden, un puerto en el Mar del Norte, cuya localización fue estudiada estratégicamente, ya que favorecía el envío de autos a los Estados Unidos. En 1966 vio la luz el Escarabajo 1300, que mejoraba las cualidades mecánicas del 1200, aunque por fuera se veían iguales.

En 1970 llegó el 1302, que mostraba varios cambios estéticos, pero principalmente mejoraba su habitabilidad, confort y seguridad. El 1302 incorporaba suspensión delantera MacPherson, permitiendo un 85 % más de lugar en el baúl.

Al año siguiente, el 1302 recibió un motor más potente de 1.600 cm3. El 17 de febrero de 1972, el Escarabajo batió el récord de producción que ostentaba el Ford T, al alcanzar las 15.007.034 unidades. Un año más tarde apareció el 1303, diseñado especialmente para el mercado norteamericano.

Sus señas particulares eran un capó más corto y redondeado, el parabrisas curvo y los faros traseros circulares y de mayor tamaño. El 1303 se ofrecía con motor 1.3 (1303 i y 1303 L) y 1.6 (1303 S y 1303 LS). Sin embargo, las ventas venían decreciendo y para 1974 llegó su reemplazo, el Volkswagen Golf. Así y todo, el Escarabajo siguió generando simpatía, y muchos compradores aún deseaban tenerlo.

Las plantas fuera de Alemania lo siguieron fabricando para países con menores exigencias en materia de contaminación y seguridad. El 15 de mayo de 1981, en Brasil se produjo el Escarabajo veinte millones, y quince años después salió el último de esta fábrica, pese a ser el modelo más vendido de ese momento.

De esta forma, la única planta en la que el Escarabajo permaneció en producción fue la mejicana de Puebla, hasta que en 1993, por sugerencia del presidente brasileño Itamar Franco, Volkswagen do Brasil volvió a producir el Escarabajo unos años más. En 1996 nuevamente Puebla quedó como la única planta de fabricación del Escarabajo, a la que se le sumaría en 1998 el New Beetle, nacido en el Centro de Diseño de Volkswagen de California como un concept.

Estaba desarrollado sobre la Polo contemporáneo y tomaba elemento estéticos del Tipo 1, pero su mecánica era más acorde a la época, lo que le permitía cumplir con todas las normativas exigentes en los países del Primer Mundo. Todo lo contrario pasaba con el Escarabajo original, que ya no podía enfrentar los requerimientos de contaminación, consumo y seguridad, y llegaba al final de una larga y exitosa vida.

El 30 de julio de 2003 Volskwagen de México dejó rodar de su línea una serie limitada de tres mil unidades denominada Última Edición. Se llegaba así a la menuda cifra de 21.529.464 Escarabajos producidos. En Puebla se siguió con la fabricación del New Beetle hasta que en 2011 fue reemplazado por el Beetle, también fabricado exclusivamente en esa planta.

Si bien estos modernos Escarabajos no respetan las ideas rectoras del modelo original, ni tampoco su concepto mecánico, sus atractivas formas remiten afectivamente al auto más adorado del mundo y siguen generando ventas a costillas del Escarabajo.



domingo, 17 de septiembre de 2017

Daimler Reitwagen. La primera motocicleta de la historia… @dealgunamanera...

Daimler Reitwagen: la épica travesía de la primera motocicleta de la historia…

En 2010 fueron reconstruidas diez unidades de la primera moto a combustión de la historia para rendirle tributo a su legado.

Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach experimentaban en 1885 con un motor capaz de propulsar un instrumento de movilidad de dos ruedas. Habían inventado, sin saberlo, a la madre de todas las motos. El proyecto, que no superaba los 12 kilómetros por hora, fue abandonado al año siguiente: los creadores se dedicaron al desarrollo de automóviles.

Copyright. Publicado el  sábado 16/09/2017 por Infobae de la Ciudad Autónima de Buenos Aires.

La cronología de fechas certifica que la motocicleta se inventó antes que el automóvil. La historia en mayúscula reúne las teorías del primer auto convencional propulsado por un motor de combustión interna bajo la órbita de Karl Benz y el pedido de patentamiento de un revolucionario instrumento móvil. La génesis de una industria próspera comenzó el 29 de enero de 1886. Un año antes, se creó el primer vehículo que puede ser considerado motocicleta. Desafectado de los anales históricos, los prototipos de Sylvester Howard Roper movidos a vapor. 

Ilustraciones del boceto del invento compuesto a dúo por Daimler y Maybach, dos prohombres de la industria automotriz.

La primera moto se confeccionó años antes en la mente de Gottlieb Daimler, uno de los ingenieros más innovadores y determinantes en los albores de la movilidad, cuando los vehículos eran concebidos como máquinas siniestras. El creador del primer carburador que utilizó nafta como combustible se asoció con Wilhelm Maybach para construir una innovadora herramienta de traslado. Años después la sociedad se uníeron a Karl Benz para fundar Daimler-Benz, la compañía que luego se conoció como Mercedes-Benz.

Del modelo que inició el derrotero histórico de motos -un universo que produjo su propia épica, lenguaje, fanáticos y cultura- queda poco en la industria moderna. Apenas la ingeniería estándar: ruedas de gran diámetro, un asiento y un manillar. El motor compacto de un cilindro de alta velocidad fue registrado el tres de abril de 1885. El diseño conceptual y genérico fue patentado el 29 de agosto del mismo año. La idea se concibió en un taller experimental del jardín trasero que ocuparon en la casa de Daimler del distrito de Cannstatt en Stuttgart. El propulsor demandó una construcción de tres años: lo bautizaron "Grandfather Clock Engine", que traducido significaría "motor del reloj del abuelo".

Una de las copias de la Daimler Reitwagen se encuentra en el Museo de Mercedes-Benz en Stuttgart.

Había que testear el producto que estaba compuesto por un carburador, válvulas de paso que se abrían por la succión del pistón y un tubo caliente de encendido que oficiaba de sistema de ignición eléctrico. Era menester comprobar su viabilidad, su eficiencia. Había que aplicarlo a un banco de pruebas. La motocicleta nació como efecto secundario y complementario al propósito principal del experimento: crear un motor que funcione y aprender de su ejercicio. La primera Reitwagen se fabricó en 1884. El modelo final y mejorado se desarrolló al año siguiente. Era la primera moto, aunque para entonces era apenas una estructura de ensayo.

El prototipo de la moto “primitiva” se quemó en un incendio en 1903.

La Daimler Reitwagen definitiva montaba un motor de 264 cc de un cilindro de cuatro tiempos instalado sobre bloques de goma que erogaba una potencia de 0,5 CV a 600 rpm. Sus ruedas eran de madera, material predominante en la arquitectura de la unidad. La moto temblaba al andar: no tenía neumáticos ni suspensiones, solo una banda de rodamiento de hierro. Un elemento casi cómico eran sus dos pequeñas ruedas en el eje trasero que la mantenían erguida.

El manillar, el asiento y las dos ruedas de grandes dimensiones son apenas algunos de los conceptos que se repiten en las motos actuales.

Su historia se completa con tragedia y deshonra. La primera moto de combustión no superó nunca los doce kilómetros por hora. La leyenda dice que el ejemplar original recorrió solo doce kilómetros en noviembre de 1885 en Stuttgart. Su único piloto fue el hijo de Daimler. Hay corrientes históricas que aseguran que el modelo se quemó en un incendio en 1903. Lo relevante fue que el invento fue abandonado rápidamente. Daimler estaba más entusiasmado en fabricar motores que motoricen vehículos de más ruedas. Una decena de réplicas fabricadas en madera desplegadas por los museos del mundo honran a la madre de todas las motocicletas: aquella que nació por añadidura, como consecuencia del desarrollo de un motor.