Daimler Reitwagen: la
épica travesía de la primera motocicleta de la historia…
En 2010 fueron reconstruidas diez unidades de
la primera moto a combustión de la historia para rendirle tributo a su legado.
Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach
experimentaban en 1885 con un motor capaz de propulsar un instrumento de
movilidad de dos ruedas. Habían inventado, sin saberlo, a la madre de todas las
motos. El proyecto, que no superaba los 12 kilómetros por hora, fue abandonado
al año siguiente: los creadores se dedicaron al desarrollo de automóviles.
Copyright. Publicado el sábado
16/09/2017 por Infobae
de la Ciudad Autónima de Buenos Aires.
La
cronología de fechas certifica que la motocicleta se inventó antes que el
automóvil. La historia en mayúscula reúne las teorías del primer auto
convencional propulsado por un motor de
combustión interna bajo la órbita de Karl Benz y el pedido de patentamiento de
un revolucionario instrumento móvil. La génesis de una industria próspera
comenzó el 29 de enero de 1886. Un año antes, se creó el primer vehículo que
puede ser considerado motocicleta. Desafectado de los anales históricos, los
prototipos de Sylvester Howard Roper movidos a vapor.
Ilustraciones del boceto del invento compuesto
a dúo por Daimler y Maybach, dos prohombres de la industria automotriz.
La primera moto se confeccionó años
antes en la mente de Gottlieb Daimler, uno de los
ingenieros más innovadores y determinantes en los albores de la movilidad,
cuando los vehículos eran concebidos como máquinas siniestras. El creador del
primer carburador que utilizó nafta como combustible se asoció con Wilhelm
Maybach para construir una innovadora herramienta de traslado. Años después la
sociedad se uníeron a Karl Benz para fundar Daimler-Benz, la compañía que luego
se conoció como Mercedes-Benz.
Del modelo que inició el derrotero
histórico de motos -un universo que produjo su propia épica, lenguaje, fanáticos
y cultura- queda poco en la industria moderna. Apenas la
ingeniería estándar: ruedas de gran diámetro, un asiento y un manillar.
El motor compacto de un cilindro de alta velocidad fue registrado el tres de
abril de 1885. El diseño conceptual y genérico fue patentado el 29 de agosto
del mismo año. La idea se concibió en un taller experimental del jardín trasero
que ocuparon en la casa de Daimler del distrito de Cannstatt en Stuttgart. El
propulsor demandó una construcción de tres años: lo bautizaron
"Grandfather Clock Engine", que traducido significaría "motor
del reloj del abuelo".
Una de las
copias de la Daimler Reitwagen se encuentra en el Museo de Mercedes-Benz en
Stuttgart.
Había que
testear el producto que estaba compuesto por un carburador, válvulas de paso
que se abrían por la succión del pistón y un tubo caliente de encendido que
oficiaba de sistema de ignición eléctrico. Era menester comprobar su
viabilidad, su eficiencia. Había que aplicarlo a un banco de pruebas.
La motocicleta nació como efecto secundario y complementario al propósito
principal del experimento: crear un motor que funcione y aprender de su
ejercicio. La primera Reitwagen se fabricó en 1884. El modelo final y mejorado
se desarrolló al año siguiente. Era la primera moto, aunque para entonces era
apenas una estructura de ensayo.
El prototipo
de la moto “primitiva” se quemó en un incendio en 1903.
La Daimler
Reitwagen definitiva montaba un motor de 264 cc de un cilindro de cuatro
tiempos instalado sobre bloques de goma que erogaba una potencia de 0,5 CV a
600 rpm. Sus ruedas eran de madera, material predominante en la arquitectura de
la unidad. La moto temblaba al andar: no tenía neumáticos ni suspensiones, solo
una banda de rodamiento de hierro. Un elemento casi cómico eran sus dos
pequeñas ruedas en el eje trasero que la mantenían erguida.
El manillar,
el asiento y las dos ruedas de grandes dimensiones son apenas algunos de los
conceptos que se repiten en las motos actuales.
Su historia
se completa con tragedia y deshonra. La primera moto de combustión no superó
nunca los doce kilómetros por hora. La leyenda dice que el ejemplar original
recorrió solo doce kilómetros en noviembre de 1885 en Stuttgart. Su único
piloto fue el hijo de Daimler. Hay corrientes históricas que aseguran que el
modelo se quemó en un incendio en 1903. Lo relevante fue que el invento fue
abandonado rápidamente. Daimler estaba más entusiasmado en fabricar motores que
motoricen vehículos de más ruedas. Una decena de réplicas fabricadas en madera
desplegadas por los museos del mundo honran a la madre de todas las motocicletas:
aquella que nació por añadidura, como consecuencia del desarrollo de un motor.
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