Mostrando las entradas con la etiqueta © Diario El País. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta © Diario El País. Mostrar todas las entradas

sábado, 15 de agosto de 2020

La Crisis del Coronavirus… @dealgunamanera…

Argentina y México producirán la vacuna experimental contra la covid-19 de la Universidad de Oxford...

Una científica del Instituto Jenner, en Oxford, manipula una muestra de sangre de los ensayos de la vacuna contra el coronavirus, el 25 de junio de 2020. Fotografía: John Cairns (AP)


En vídeo, Latinoamérica entra en la carrera por producir la vacuna contra el coronavirus. Video: Atlas

El acuerdo permitirá abastecer América Latina con 250 millones de dosis el primer semestre del año que viene.

© Escrito por Federico Rivas Molina y Carlos Salinas el jueves 13/08/2020 y publicado por el Diario El País de la Ciudad de Madrid, República de los Españoles.

Argentina y México se suben a la primera línea de la lucha contra la pandemia. El presidente argentino, Alberto Fernández, ha anunciado este miércoles desde Buenos Aires que ambos países producirán hasta 250 millones de dosis de la vacuna experimental que la Universidad de Oxford desarrolla junto con el laboratorio británico AstraZeneca. Las dosis estarán listas durante el primer semestre del año que viene. El precio de cada una será de dos a cuatro dólares, un valor “de costo”, posible gracias a un acuerdo con la Fundación Slim para el desarrollo del proyecto regional.

La farmacéutica AstraZeneca espera concluir la fase tres de la vacuna a finales de noviembre, lo que permitirá comenzar la producción durante el primer trimestre de 2021, informó Sylvia Varela, presidenta y directora general de AstraZeneca México. La fase tres incluirá la experimentación con 50.000 personas de Inglaterra, Estados Unidos, Sudáfrica y Brasil y una vez concluida se hará el registro sanitario para comenzar la producción en Argentina, que concluirá en México, donde será envasada para su distribución. “Estamos a la vanguardia de este proceso”, ha afirmado el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia de prensa matutina de este jueves.

La vacuna ya se está produciendo a riesgo, porque no se sabe aún su efectividad. Si la vacuna se confirma exitosa, América Latina tendrá garantizadas dosis a bajo costo y de producción regional, aseguró Fernández. “Serán distribuidas equitativamente en todos los países, a medida que los Gobiernos lo demanden. La producción latinoamericana va a estar a cargo de Argentina y México. Este acuerdo le permite a América Latina acceder a la vacuna entre seis y 12 meses antes”, dijo Fernández en una rueda de prensa. Más tarde, desde la oficina de prensa de presidencia dijeron que el argentino se había comunicado con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para “compartir el entusiasmo de encarar de manera conjunta el desarrollo y fabricación de la vacuna”.

En el video, el presidente de México habla sobre la vacuna durante su conferencia matutina. Video: EPV

El proyecto supone una división regional del trabajo. El laboratorio argentino mAbxience, del grupo Insud, fabricará la sustancia activa de la potencial vacuna. El laboratorio mexicano Liomont completará el proceso de acabado y empaquetado. “Este es un emprendimiento privado que se ha convertido en un proyecto sin fines de lucro. Hay que celebrar la conducta de la empresa y de la Universidad de Oxford, porque están garantizando una vacuna sin buscar beneficios. Los dueños de la vacuna son AstraZeneca y Oxford. Han confiado a Argentina la producción del componente central y a México el resto del proceso”, explicó Fernández. La idea es producir un piso de 150 millones de dosis y un techo de 250 millones. “Los expertos calcularon que América Latina necesita 230 millones de dosis”, dijo el presidente.

Carlos Slim Domit, presidente del Consejo de Administración de Grupo Telmex, dijo este jueves que los acercamientos con la Universidad de Oxford comenzaron hace 10 semanas y que la Fundación Slim logró un acuerdo para financiar la producción y distribución de la vacuna. “La vacuna ha mostrado resultados muy alentadores. Si se aprueba, el apoyo de la fundación permitirá el acceso a la vacuna un año antes de lo previsto”, dijo Slim Domit.

Fue en julio pasado cuando esta organización tuvo el primer acercamiento con el Gobierno mexicano para expresar su interés por esta vacuna, durante el viaje de López Obrador a Washington para reunirse con el presidente Donald Trump. El Gobierno mexicano espera invertir hasta 50.000 millones de pesos (unos 2.200 millones de dólares) para garantizar el acceso. “Es realmente algo excepcional, que nos ayuda a mantener la esperanza de que se acabe la incertidumbre y tengamos en el horizonte la posibilidad de una vida mejor”, dijo un optimista López Obrador durante su conferencia matutina.

El caso de Brasil

Brasil queda fuera del programa porque ya tiene su propio acuerdo con la Universidad de Oxford para adquirir 100 millones de dosis, así como la tecnología para producirlas en el país. Con el acuerdo, Brasil asumió los riesgos de la investigación y se comprometió a pagar al menos 30,4 millones de dosis, por un total de 127 millones de dólares. Esta cifra incluye los costos de transferencia de tecnología y el proceso de producción de Fiocruz, el laboratorio brasileño responsable de la fabricación local.

Al mismo tiempo, el Gobierno de São Paulo también firmó un convenio de cooperación con el laboratorio chino Sinovac para la adquisición de otra vacuna, también en fase de pruebas en voluntarios. El Estado de Paraná, en tanto, presentó los primeros documentos para un acuerdo de adquisición de la vacuna rusa, que ha suscitado críticas de la comunidad científica sobre la poca transparencia del proceso de desarrollo, informa Beatriz Jucá desde São Paulo

La vacuna experimental desarrollada por la Universidad de Oxford es una de las más avanzadas y de resultados más esperanzadores. Cada dosis genera una fuerte respuesta inmune sin provocar efectos adversos graves, según los datos de su primer ensayo en humanos, publicados el 20 de julio en la revista médica The Lancet. En las pruebas, que comenzaron en abrilhan participado más de 1.000 voluntarios sanos en el Reino Unido. La vacuna, llamada Chadox, también se prueba en Brasil y Sudáfrica.

El presidente Alberto Fernández anuncia que Argentina y México estarán a cargo de la producción y distribución en América Latina de una futura vacuna COVID-19Video: Alberto Fernández

Su fórmula está elaborada a partir de una versión debilitada de un adenovirus del resfriado común de los chimpancés. El virus está modificado genéticamente para impedir su multiplicación y añadir genes con las instrucciones para fabricar solamente las proteínas de la espícula del coronavirus, que sirven de llave al virus para entrar en las células humanas. Estas proteínas ajenas generadas por la vacuna entrenan al sistema inmune y, según muestran los nuevos resultados, provocan la creación de una doble barrera: a los 14 días, los pacientes desarrollan anticuerpos neutralizantes, que bloquean las partículas extrañas, y a los 28 días crean linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco que destruye las células infectadas. Las primeras pruebas determinaron que lo más probable es que sean necesarias dos dosis.

Información sobre el coronavirus

- En caso de tener síntomas, estos son los teléfonos que se han habilitado en cada país de América Latina.






sábado, 4 de abril de 2020

Muere Luis Eduardo Aute + (1943 - 2020)... @dealgunamanera...

Muere Luis Eduardo Aute, amante del amor y la belleza…

Retrato de Luis Eduardo Aute realizado por su hijo Miguel Aute. / El País

El cantautor, de 76 años, llevaba postrado desde 2016, cuando sufrió un infarto. Fue, entre todos los músicos de su generación, el más vitalista, encantador y desenfadado

© Escrito por Darío Prieto el sábado 04/04/2020 y publicado por el Diario El Mundo de la Ciudad de Madrid, Reino de los Españoles.


Muere el cantautor Luis Eduardo Aute a los 76 años (Video: © Cadena Ser)

Luis Eduardo Aute ha muerto este mediodía a los 76 años en un hospital madrileño, tres años y medio después de sufrir un infarto que lo mantuvo postrado durante los últimos tiempos.

Tras varias estancias en hospitales, entre ellos uno cubano, Aute permanecía en su casa, cuidado por su familia y ayer ingresó en el centro sanitario madrileño en el que ha fallecido, según han informado fuentes familiares a EfE. Las mismas fuentes ignoran cuándo y cómo podrá ser su sepelio debido a las restricciones en toda la comunidad de Madrid para la instalación de capillas ardientes, prohibidas independientemente de la causa del fallecimiento.

Émulo de las vanguardias, fumador empedernido, galán pícaro, cantante protesta primero y confesional después, testigo del 68, cronista de humor woodyalleniano... Toda la cultura de la segunda mitad del siglo XX se podría resumir en la vida de Luis Eduardo Aute, que fue cantautor, escritor, cineasta y pintor.

Al principio, Aute era un aspirante a pintor que entró a estudiar la carrera de aparejadores sin éxito. Estuvo en Francia a partir de 1963 y tuvo la habitual educación intelectual de la burguesía culta de esa generación: cine de la Nouvelle Vague, canción francesa, filosofía post marxista... El clic que cambió su vida llegó un poco después, en un viaje a Brasil como pintor. En América descubrió a Bob Dylan y el hallazgo dirigió a Aute hacia la canción.



¿Qué fue lo que hizo distinto a Aute entre tantos admiradores de Dylan? EL amor y más concretamente, el sexo. Hasta su irrupción, el sexo que cantaban y practicaban los cantautores españoles olía a pana mojada. En España se hacía el amor contra algo: contra la Iglesia, contra el franquismo, contra la generación precedente.

Todo formaba parte de una lucha por algo más importante: la libertad, el cambio, el futuro. Pero, ¿qué hay más importante que el sexo, que la vida, que el arte? Aute lo tuvo claro, y aunque su canción más conocida, Al alba, entra dentro del canon cantautoril (la historia de los últimos fusilados por el aparato franquista), ha pasado a la historia por el resto de su producción, vitalista, hedonista, erótica y admiradora de la belleza. Todo sin grandes aspavientos, despacito, Slowly.

Aute nació en Manila, hijo de un catalán destinado en la compañía de tabacos de Filipinas y de una descendiente de emigrantes españoles. Fue durante la Segunda Guerra Mundial, en pleno horror de la invasión japonesa del archipiélago. Allí, frente al malecón, era un niño que miraba al mar, como recordó en uno de sus últimos discos.

Su familia se instaló en España siendo él niño y entonces se manifestó que el pequeño Luis Eduardo tenía un don para las artes. Y no para uno en concreto: Aute fue músico, escritor, guionista, cineasta, pintor y hasta artífice de una obra que reunía todas las facetas anteriores en forma de película de dibujos animados, Un perro llamado dolor.

Y aunque en todas sus obras fue Aute, las musicales acabaron labrando su reconocimiento, tanto en su faceta de cantautor como en la de compositor para otros (Rosa León, Massiel, Ana Belén, Mari Trini...). Fue también un hombre que buscó y gustó de la compañía de los demás: Serrat, Sabina, Silvio Rodríguez o Pablo Milanés compartieron escenario y proyectos con él, mientras que su placida forma de estar en el mundo atrajo la atención de los músicos más jóvenes, que se reconocían más en él y en su aproximación al pop que en otros de sus contemporáneos. Christina Rosenvinge, Xoel López, Amaral y hasta Mecano (cuya primera aparición televisiva fue con una versión de Al alba) reconocieron su importancia en plena moda del linchamiento de cantautores. 

Hasta, digamos, los 50, no es un tema que te ocupe, porque te queda todo el tiempo. Pero llega un momento en que se convierte en algo presente y preocupante. Me preocupa la falta de tiempo y tengo la angustia de aprovechar al máximo el que me queda. Por eso no tengo móvil ni Facebook ni Twitter. Porque soy muy adictable y si me meto ahí me hago adicto. Me aterra esa posibilidad".

Aute era inquieto y andaba preocupado porque se le acabase el tiempo. En una reciente entrevista, con motivo del concierto de celebración de sus 50 años en la música, este 2016, lo explicaba mientras encadenada un cigarrillo tras otro ante la atenta mirada de su perra. "El tiempo empieza a existir a partir de una edad. 


Con Luis Eduardo en su gira en su presentación en Argentina en 1996.


Por esa época, su carrera ya terminaba. Entre 1968 y 2012, Aute publico 25 discos, además de los singles y las recopilaciones. En 2016 empezó a marcharse y hasta hoy. 

Luis Eduardo Aute, en imágenes…
Repaso de la vida del cantautor madrileño
© Diario El País de Madrid - 11 SEP 2016 -


1. Luis Eduardo Aute, en una imagen de 2003. Fotografía: MIGUEL GENER

2. Luis Eduardo Aute, cantautor y pintor, junto a una de sus obras, en una entrevista en 1985. Fotografía: RAÚL CANCIO

3. Los cantautores participantes en el Concierto contra el miedo. En la fila inferior, en cuclillas, Joaquín Sabina (dcha.) y Luis Eduardo Aute (izda.); en la fila superior, de pie, Rosa León (3ª por la dcha.), en 1989. Fotografía: JESÚS URIARTE

4. Actuación en el Pabellón de Deportes del Real Madrid, donde presentó las canciones de su disco 'Segundos fuera', en 1989. Fotografía: NACHO CASTELLANO

5. El cantautor posa para una entrevista para EL PAÍS, en 1991. Fotografía: MIGUEL GENER

6. Silvio Rodríguez (d) y Luis Eduardo Aute, en 1995. Fotografía: BERNARDO PÉREZ

7. Luis Eduardo Aute posa en la inaguración de la exposición de dibujos y aguafuertes basada en 'Mojándolo todo', una de las canciones incluidas en su disco Alevosia, en 1996. Fotografía: MORGANA VARGAS LLOSA

8. Presentación, en el festival de cine de San Sebastián, de la serie de televisión 'Autor por autor', en la que seis cineastas retratan a seis músicos, en 1997. En la imagen, fila de arriba, los músicos, de izquierda a derecha: Michel Camilo, María del Mar Bonet, Víctor Manuel, Mikel Laboa, Luis Eduardo Aute y Joaquín Sabina. En la fila de abajo, los directores, de izquierda a derecha: Fernando Trueba, Ventura Pons, Pilar Miró, Imanol Uribe, Jaime Chávarri y José Luis García Sánchez. Fotografía: JESÚS URIARTE

9. Luis Eduardo Aute, durante una entrevista, en 1999. Fotografía: RICARDO GUTIÉRREZ

10. Luis Eduardo Aute trabajando en su película de animación 'Un perro llamado dolor', en 2000. Fotografía: CRISTÓBAL MANUEL

11. Luis Eduardo Aute en la Plaza del Rey, Barcelona, leyendo poemas en el Set Dies de Poesia, en 2003. Fotografía: MANOLO S. URBANO

12. Concierto voces solidarias con Africa en el Barcelona Teatre Musical, organizado por la ONG Babel. De pie, Luis Eduardo Aute, Marina Rosell y Paco Ibáñez, sentados Nino Galissa y Georges Moustaki, durante la actuación, en 2007. Fotografía: GIANLUCA BATTISTA

13. Pastora Vega y Luis Eduardo Aute en la grabación de un documental en el Palacio de Viana de Córdoba, en 2007. Fotografía: LUIS COLMENERO

14. Luis Eduardo Aute, en su estudio de Madrid, en 2008. Fotografía: ÁLVARO GARCÍA

15. Recital de poemas de Luis Eduardo Aute (i), con la cantaora flamenca Marina Heredia, en el Olivar de Castillejo de Madrid, en 2008. Fotografía: PACO MANZANO

16. Ensayo de Luis Eduardo Aute, en 2009. Fotografía: SAMUEL SÁNCHEZ

17. El cantautor con su perra Duna, en su estudio en 2011. Fotografía: BERNARDO PÉREZ

18. Luis Eduardo Aute, apoyado en la estatua de Pushkin en el parque de la Fuente del Berro de Madrid, en 2011. Fotografía: BERNARDO PÉREZ

19. El cantautor Luis Eduardo Aute en el homenaje a Vicente Aleixandre en su casa madrileña, en 2014. Fotografía: SANTI BURGOS

20. El cantante y pintor, en su casa de Madrid, en 2016. Fotografía: LUIS SEVILLANO

Luis Eduardo Aute, en canciones…


De Alguna Manera...


El Alba...


La Belleza...



Mano a Mano...


En concierto...


Luis Eduardo Aute. Sus canciones...





sábado, 26 de octubre de 2019

El ingenio argentino sacude la campaña electoral… @dealgunamanera...

El ingenio argentino sacude la campaña electoral…


Muñecos inflables, flashmobs y conciertos de bandas que no existen son algunas de las estrategias para repudiar candidatos.

© Escrito por Georgina Zerega el viernes 25/10/2019 y publicado por el Diario El País, de la Ciudad de Madrid, España.

Una mujer agita el brazo en señal de festejo, un taxista conduce su coche al mismo tiempo que intenta grabar con su móvil y dos amigas se frenan a leer. Todos ponen la mirada en alto para prestar atención a los mensajes que se proyectan en las paredes de la capital argentina. “La grieta ya fue”, “Macri ya fue”, “El pueblo despertó”, se lee en un centenar de puntos en la ciudad. Es la quinta intervención callejera del movimiento Si vos querés, una iniciativa que nació con la idea de poner fin a los 12 años de gobierno en ciudad de Buenos Aires de Juntos por el Cambio, el partido de Mauricio Macri. La campaña electoral que llevará al país a las urnas el próximo domingo ha despertado el ingenio argentino, que se lanzó a la calle con cumbias, muñecos inflables, conciertos de bandas que no existen y hasta un flashmob masivo.

El sentimiento de que Argentina se juega el futuro el 27 de octubre flota en el ambiente. El miedo al “regreso al pasado” con el kirchnerismo se disputa los votos con el enojo con Macri por “no llegar a fin de mes”. Este enfrentamiento ha arrastrado a la gente a plantear propuestas apartidistas que llaman a repeler votos de algún candidato.

El movimiento Si vos querés es un ejemplo de este último caso. “El proyecto nace con la idea de discutir la hegemonía del partido de Macri en capital”, cuenta una portavoz de la iniciativa ciudadana. “La idea no es que voten a algún candidato, sino que no voten a [Horacio] Larreta”, dice en referencia al actual jefe de Gobierno de Buenos Aires. Ellos ya habían ganado las redes por eso decidimos apostar a la calle”. La proyección de mensajes en las paredes fue la primera actividad. Al tener éxito, los organizadores decidieron elevar la apuesta después de las elecciones primarias del 11 de agosto. Crearon una canción de cumbia, llamaron a una coreógrafa, difundieron un vídeo donde enseñaron los pasos y, días después, llenaron de baile la mítica calle Corrientes.

Sudor Marika. Si vos querés

El flashmob, medio organizado y medio improvisado, se viralizó en las redes. Pero lo que más repercusión tuvo fue la canción que se bailó. "Macri ya fue, Vidal ya fue / Si vos querés, Larreta también", dice la letra que pide replicar en la ciudad de Buenos Aires la derrota macrista a en el escenario nacional. En un país que suele dedicarle una cumbia a cada noticia, el tema se abrió paso con facilidad entre jóvenes y adultos. “Ya no llego a pagar el alquiler / No sé qué hacer, no sé qué hacer / Todo el día laburando y laburando [trabajando] / Encima sube el bondi [bus] y nos están precarizando”, cantan los más grandes. “Que la playa ya no sea un privilegio / Quiero vacaciones cuando termine el colegio”, entonan los más chicos.

La popularidad de las estrofas desató una marea de apoyo. “Al principio éramos diez personas, pero la gente se empezó a sumar y ahora somos unos 8.000”, cuenta la vocera. “Nos pedían que lleváramos el flashmob a cada barrio, era una locura”. Los primeros en sumarse, cuenta, fueron los miembros de los partidos de la oposición. Algo que los catalogó ante los ojos de muchos como una estrategia de campaña de Matías Lammens, candidato kirchnerista y principal opositor a Larreta. “Ya le dijimos a Lammens que no se podía apropiar del Si vos querés, es de la gente, no de los políticos”, sentencia.

Conciertos de bandas que no existen


A principios de octubre, Buenos Aires amaneció con gran cantidad de los carteles de campaña del candidato kirchnerista al Gobierno de la ciudad tapados por otros letreros. “Juancho y sus crayones”, “Me To-K” y “Plan B”. Con la estética característica de los espectáculos de cumbia, los afiches invitaban a un show con la actuación de estas tres bandas en un sitio llamado “Cocon bailable”. “Damas sin cargo, caballeros $200. Hasta las 2:00 horas”, decían. Pero ni las bandas ni el lugar existían.


El Frente de Todos salió rápidamente a protestar contra la iniciativa y subrayó “lo poco creíble de un anuncio sin fecha ni lugar”. El tema se volvió blanco de burlas en las redes y la inexistente banda “Juancho y sus crayones” consiguió varias cuentas de Twitter y Facebook.

Los inflables de la corrupción


La otra candidata que ha sufrido campaña negativa ha sido la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Casi una veintena de organizaciones civiles se concentraron el domingo pasado a las puertas de la Universidad de Buenos Aires, donde se desarrolló el segundo debate presidencial. Allí montaron un inflable de unos 15 metros de altura con la imagen de la candidata a vicepresidenta vestida como presa, con un bolso de dólares en una mano y en la otra un títere del candidato presidencial Alberto Fernández.

“Tomamos el ejemplo de otros países, como Brasil, donde se han hecho grandes figuras de renombrados políticos acusados de corrupción”, relata Natalia Basil, una de las organizadoras, en referencia a los inflables de los expresidentes brasileños, Lula Da Silva y Dilma Rousseff, que aparecieron en las manifestaciones en apoyo a Jair Bolsonaro. “Pensamos que sería una buena idea de impacto visual para destacar la corrupción del gobierno kirchnerista”, señala. La iniciativa fue bien recibida por muchos, asegura, que aplaudían y tocaban bocina. "Varios ciudadanos que lo vieron en televisión iban a sacarse una foto”.


martes, 22 de enero de 2019

Los cerebros ‘hackeados’ votan… @dealgunamanera...

Los cerebros ‘hackeados’ votan…

Fotografía: Eva Vázquez

Algunas de las mentes más brillantes del planeta llevan años investigando cómo piratear el cerebro humano para que pinchemos en determinados anuncios o enlaces. Y ese método ya se usa para vendernos políticos e ideologías.

Fotograma de la película '1984', del director Michael Anderson (1956).

© Escrito por Yuval Noah Harari (*) el domingo 6/01/2019 y publicado por el Diario El País de la Ciudad de Madrid, España.

La democracia liberal se enfrenta a una doble crisis. Lo que más centra la atención es el consabido problema de los regímenes autoritarios. Pero los nuevos descubrimientos científicos y desarrollos tecnológicos representan un reto mucho más profundo para el ideal básico liberal: la libertad humana.

El liberalismo ha logrado sobrevivir, desde hace siglos, a numerosos demagogos y autócratas que han intentado estrangular la libertad desde fuera. Pero ha tenido escasa experiencia, hasta ahora, con tecnologías capaces de corroer la libertad humana desde dentro.

Para asimilar este nuevo desafío, empecemos por comprender qué significa el liberalismo. En el discurso político occidental, el término “liberal” se usa a menudo con un sentido estrictamente partidista, como lo opuesto a “conservador”. Pero muchos de los denominados conservadores adoptan la visión liberal del mundo en general. El típico votante de Trump habría sido considerado un liberal radical hace un siglo. Haga usted mismo la prueba. ¿Cree que la gente debe elegir a su Gobierno en lugar de obedecer ciegamente a un monarca? ¿Cree que una persona debe elegir su profesión en lugar de pertenecer por nacimiento a una casta? ¿Cree que una persona debe elegir a su cónyuge en lugar de casarse con quien hayan decidido sus padres? Si responde sí a las tres preguntas, enhorabuena, es usted liberal.

El liberalismo defiende la libertad humana porque asume que las personas son entes únicos, distintos a todos los demás animales. A diferencia de las ratas y los monos, el Homo sapiens, en teoría, tiene libre albedrío. Eso es lo que hace que los sentimientos y las decisiones humanas constituyan la máxima autoridad moral y política en el mundo. Por desgracia, el libre albedrío no es una realidad científica. Es un mito que el liberalismo heredó de la teología cristiana. Los teólogos elaboraron la idea del libre albedrío para explicar por qué Dios hace bien cuando castiga a los pecadores por sus malas decisiones y recompensa a los santos por las decisiones acertadas.

Hitler no podía construir un mensaje a medida para cada una de las debilidades de cada cerebro. Ahora sí es posible

Si no tomamos nuestras decisiones con libertad, ¿por qué va Dios a castigarnos o recompensarnos? Según los teólogos, es razonable que lo haga porque nuestras decisiones son el reflejo del libre albedrío de nuestras almas eternas, que son completamente independientes de cualquier limitación física y biológica.

Este mito tiene poca relación con lo que la ciencia nos dice del Homo sapiens y otros animales. Los seres humanos, sin duda, tienen voluntad, pero no es libre. Yo no puedo decidir qué deseos tengo. No decido ser introvertido o extrovertido, tranquilo o inquieto, gay o heterosexual. Los seres humanos toman decisiones, pero nunca son decisiones independientes. 

Cada una de ellas depende de unas condiciones biológicas y sociales que escapan a mi control. Puedo decidir qué comer, con quién casarme y a quién votar, pero esas decisiones dependen de mis genes, mi bioquímica, mi sexo, mi origen familiar, mi cultura nacional, etcétera; todos ellos, elementos que yo no he elegido.

Esta no es una teoría abstracta, sino que es fácil de observar. Fíjese en la próxima idea que surge en su cerebro. ¿De dónde ha salido? ¿Se le ha ocurrido libremente? Por supuesto que no. Si observa con atención su mente, se dará cuenta de que tiene poco control sobre lo que ocurre en ella y que no decide libremente qué pensar, qué sentir, ni qué querer. ¿Alguna vez le ha pasado que, la noche anterior a un acontecimiento importante, intenta dormir pero le mantiene en vela una serie constante de pensamientos y preocupaciones de lo más irritantes? Si podemos escoger libremente, ¿por qué no podemos detener esa corriente de pensamientos y relajarnos sin más?

Animales pirateables

Fotografía: Eva Vázquez

Aunque el libre albedrío siempre ha sido un mito, en siglos anteriores fue útil. Infundió valor a quienes lucharon contra la Inquisición, el derecho divino de los reyes, el KGB y el Ku Klux Klan. Y era un mito que tenía pocos costes. En 1776 y en 1939 no era muy grave creer que nuestras convicciones y decisiones eran producto del libre albedrío, y no de la bioquímica y la neurología. Porque en 1776 y en 1939 nadie entendía muy bien la bioquímica, ni la neurología. Ahora, sin embargo, tener fe en el libre albedrío es peligroso. Si los Gobiernos y las empresas logran hackear o piratear el sistema operativo humano, las personas más fáciles de manipular serán aquellas que creen en el libre albedrío.

Para conseguir piratear a los seres humanos, hacen falta tres cosas: sólidos conocimientos de biología, muchos datos y una gran capacidad informática. La Inquisición y el KGB nunca lograron penetrar en los seres humanos porque carecían de esos conocimientos de biología, de ese arsenal de datos y esa capacidad informática. Ahora, en cambio, es posible que tanto las empresas como los Gobiernos cuenten pronto con todo ello y, cuando logren piratearnos, no solo podrán predecir nuestras decisiones, sino también manipular nuestros sentimientos.

Quien crea en el relato liberal tradicional tendrá la tentación de restar importancia a este problema. “No, nunca va a pasar eso. Nadie conseguirá jamás piratear el espíritu humano porque contiene algo que va más allá de los genes, las neuronas y los algoritmos. Nadie puede predecir ni manipular mis decisiones porque mis decisiones son el reflejo de mi libre albedrío”. Por desgracia, ignorar el problema no va a hacer que desaparezca. Solo sirve para que seamos más vulnerables.

Una fe ingenua en el libre albedrío nos ciega. Cuando una persona escoge algo —un producto, una carrera, una pareja, un político—, se dice que está escogiéndolo por su libre albedrío. Y ya no hay más que hablar. No hay ningún motivo para sentir curiosidad por lo que ocurre en su interior, por las fuerzas que verdaderamente le han conducido a tomar esa decisión.

Las personas más fáciles de manipular serán las que creen en el libre albedrío. Tener fe en él, ahora, es peligroso

Todo arranca con detalles sencillos. Mientras alguien navega por Internet, le llama la atención un titular: “Una banda de inmigrantes viola a las mujeres locales”. Pincha en él. Al mismo tiempo, su vecina también está navegando por la Red y ve un titular diferente: “Trump prepara un ataque nuclear contra Irán”. Pincha en él. En realidad, los dos titulares son noticias falsas, quizá generadas por troles rusos, o por un sitio web deseoso de captar más tráfico para mejorar sus ingresos por publicidad. Tanto la primera persona como su vecina creen que han pinchado en esos titulares por su libre albedrío. Pero, en realidad, las han hackeado.

La propaganda y la manipulación no son ninguna novedad, desde luego. Antes actuaban mediante bombardeos masivos; hoy, son, cada vez más, munición de alta precisión contra objetivos escogidos. Cuando Hitler pronunciaba un discurso en la radio, apuntaba al mínimo común denominador porque no podía construir un mensaje a medida para cada una de las debilidades concretas de cada cerebro. Ahora sí es posible hacerlo. Un algoritmo puede decir si alguien ya está predispuesto contra los inmigrantes, y si su vecina ya detesta a Trump, de tal forma que el primero ve un titular y la segunda, en cambio, otro completamente distinto. Algunas de las mentes más brillantes del mundo llevan años investigando cómo piratear el cerebro humano para hacer que pinchemos en determinados anuncios y así vendernos cosas. El mejor método es pulsar los botones del miedo, el odio o la codicia que llevamos dentro. Y ese método ha empezado a utilizarse ahora para vendernos políticos e ideologías.

Y este no es más que el principio. Por ahora, los piratas se limitan a analizar señales externas: los productos que compramos, los lugares que visitamos, las palabras que buscamos en Internet. Pero, de aquí a unos años, los sensores biométricos podrían proporcionar acceso directo a nuestra realidad interior y saber qué sucede en nuestro corazón. No el corazón metafórico tan querido de las fantasías liberales, sino el músculo que bombea y regula nuestra presión sanguínea y gran parte de nuestra actividad cerebral. Entonces, los piratas podrían correlacionar el ritmo cardiaco con los datos de la tarjeta de crédito y la presión sanguínea con el historial de búsquedas.

¿De qué habrían sido capaces la Inquisición y el KGB con unas pulseras biométricas que vigilen constantemente nuestro ánimo y nuestros afectos? Por desgracia, da la impresión de que pronto sabremos la respuesta.

El liberalismo ha desarrollado un impresionante arsenal de argumentos e instituciones para defender las libertades individuales contra ataques externos de Gobiernos represores y religiones intolerantes, pero no está preparado para una situación en la que la libertad individual se socava desde dentro y en la que, de hecho, los conceptos “libertad” e “individual” ya no tienen mucho sentido. Para sobrevivir y prosperar en el siglo XXI, necesitamos dejar atrás la ingenua visión de los seres humanos como individuos libres —una concepción herencia a partes iguales de la teología cristiana y de la Ilustración— y aceptar lo que, en realidad, somos los seres humanos: unos animales pirateables. Necesitamos conocernos mejor a nosotros mismos. 


Códigos defectuosos

Este consejo no es nuevo, por supuesto. Desde la Antigüedad, los sabios y los santos no han dejado de decir “conócete a ti mismo”. Pero en tiempos de Sócrates, Buda y Confucio, uno no tenía competencia en esta búsqueda. Si uno no se conocía a sí mismo, seguía siendo una caja negra para el resto de la humanidad. Ahora, en cambio, sí hay competencia. Mientras usted lee estas líneas, los Gobiernos y las empresas están trabajando para piratearle. Si consiguen conocerle mejor de lo que usted se conoce a sí mismo, podrán venderle todo lo que quieran, ya sea un producto o un político.

Es especialmente importante conocer nuestros puntos débiles porque son las principales herramientas de quienes intentan piratearnos. Los ordenadores se piratean a través de líneas de código defectuosas preexistentes. Los seres humanos, a través de miedos, odios, prejuicios y deseos preexistentes. Los piratas no pueden crear miedo ni odio de la nada. Pero, cuando descubren lo que una persona ya teme y odia, tienen fácil apretar las tuercas emocionales correspondientes y provocar una furia aún mayor.

Si no podemos llegar a conocernos a nosotros mismos mediante nuestros propios esfuerzos, tal vez la misma tecnología que utilizan los piratas pueda servir para proteger a la gente. Así como el ordenador tiene un antivirus que le preserva frente al software malicioso, quizá necesitamos un antivirus para el cerebro. Ese ayudante artificial aprenderá con la experiencia cuál es la debilidad particular de una persona —los vídeos de gatos o las irritantes noticias sobre Trump— y podrá bloquearlos para defendernos.

No obstante, todo esto no es más que un aspecto marginal. Si los seres humanos son animales pirateables, y si nuestras decisiones y opiniones no son reflejo de nuestro libre albedrío, ¿para qué sirve la política? Durante 300 años, los ideales liberales inspiraron un proyecto político que pretendía dar al mayor número posible de gente la capacidad de perseguir sus sueños y de hacer realidad sus deseos. Estamos cada vez más cerca de alcanzar ese objetivo, pero también de darnos cuenta de que, en realidad, es un engaño. Las mismas tecnologías que hemos inventado para ayudar a las personas a perseguir sus sueños permiten rediseñarlos. Así que ¿cómo confiar en ninguno de mis sueños?

Es posible que este descubrimiento otorgue a los seres humanos un tipo de libertad completamente nuevo. Hasta ahora, nos identificábamos firmemente con nuestros deseos y buscábamos la libertad necesaria para cumplirlos. Cuando surgía una idea en nuestra cabeza, nos apresurábamos a obedecerla. Pasábamos el tiempo corriendo como locos, espoleados, subidos a una furibunda montaña rusa de pensamientos, sentimientos y deseos, que hemos creído, erróneamente, que representaban nuestro libre albedrío. ¿Qué sucederá si dejamos de identificarnos con esa montaña rusa? ¿Qué sucederá cuando observemos con cuidado la próxima idea que surja en nuestra mente y nos preguntemos de dónde ha venido?

A veces la gente piensa que, si renunciamos al libre albedrío, nos volveremos completamente apáticos, nos acurrucaremos en un rincón y nos dejaremos morir de hambre. La verdad es que renunciar a este engaño puede despertar una profunda curiosidad. Mientras nos identifiquemos firmemente con cualquier pensamiento y deseo que surja en nuestra mente, no necesitamos hacer grandes esfuerzos para conocernos. Pensamos que ya sabemos de sobra quiénes somos. Sin embargo, cuando uno se da cuenta de que “estos pensamientos no son míos, no son más que ciertas vibraciones bioquímicas”, comprende también que no tiene ni idea de quién ni de qué es. Y ese puede ser el principio de la aventura de exploración más apasionante que uno pueda emprender.

Filosofía práctica

Poner en duda el libre albedrío y explorar la verdadera naturaleza de la humanidad no es algo nuevo. Los humanos hemos mantenido este debate miles de veces. Salvo que antes no disponíamos de la tecnología. Y la tecnología lo cambia todo. Antiguos problemas filosóficos se convierten ahora en problemas prácticos de ingeniería y política. Y, si bien los filósofos son gente muy paciente —pueden discutir sobre un tema durante 3.000 años sin llegar a ninguna conclusión—, los ingenieros no lo son tanto. Y los políticos son los menos pacientes de todos.

¿Cómo funciona la democracia liberal en una era en la que los Gobiernos y las empresas pueden piratear a los seres humanos? ¿Dónde quedan afirmaciones como que “el votante sabe lo que conviene” y “el cliente siempre tiene razón”? ¿Cómo vivir cuando comprendemos que somos animales pirateables, que nuestro corazón puede ser un agente del Gobierno, que nuestra amígdala puede estar trabajando para Putin y la próxima idea que se nos ocurra perfectamente puede no ser consecuencia del libre albedrío sino de un algoritmo que nos conoce mejor que nosotros mismos? Estas son las preguntas más interesantes que debe afrontar la humanidad.

Por desgracia, no son preguntas que suela hacerse la mayoría de la gente. En lugar de investigar lo que nos aguarda más allá del espejismo del libre albedrío, la gente está retrocediendo en todo el mundo para refugiarse en ilusiones aún más remotas. En vez de enfrentarse al reto de la inteligencia artificial y la bioingeniería, la gente recurre a fantasías religiosas y nacionalistas que están todavía más alejadas que el liberalismo de las realidades científicas de nuestro tiempo. Lo que se nos ofrece, en lugar de nuevos modelos políticos, son restos reempaquetados del siglo XX o incluso de la Edad Media.

Cuando uno intenta entregarse a estas fantasías nostálgicas, acaba debatiendo sobre la veracidad de la Biblia y el carácter sagrado de la nación (especialmente si, como yo, vive en un país como Israel). Para un estudioso, esto es decepcionante. Discutir sobre la Biblia era muy moderno en la época de Voltaire, y debatir los méritos del nacionalismo era filosofía de vanguardia hace un siglo, pero hoy parece una terrible pérdida de tiempo. La inteligencia artificial y la bioingeniería están a punto de cambiar el curso de la evolución, nada menos, y no tenemos más que unas cuantas décadas para decidir qué hacemos. No sé de dónde saldrán las respuestas, pero seguramente no será de relatos de hace 2.000 años, cuando se sabía poco de genética y menos de ordenadores.

¿Qué hacer? Supongo que necesitamos luchar en dos frentes simultáneos. Debemos defender la democracia liberal no solo porque ha demostrado que es una forma de gobierno más benigna que cualquier otra alternativa, sino también porque es lo que menos restringe el debate sobre el futuro de la humanidad. Pero, al mismo tiempo, debemos poner en tela de juicio las hipótesis tradicionales del liberalismo y desarrollar un nuevo proyecto político más acorde con las realidades científicas y las capacidades tecnológicas del siglo XXI.

(*) Yuval Noah Harari es historiador y autor, entre otros libros, de ‘Sapiens. De animales a dioses’ (editorial Debate). Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.