Carta de "un cura marginal" a Macri…
Fotografía: Guadalupe Lombardo
El teólogo y coordinador del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres,
Eduardo de la Serna, le envió una carta al actual mandatario, Mauricio Macri,
reprochándole no haber tomado "una sola medida en favor del pueblo" y
advirtiéndole que, ese pueblo a quien él llama "gente", seguirá
"luchando por la justicia, por la paz y por un gobierno para el pueblo
(¡tan distinto del suyo!)".
© Escrito por el Pbro. Dr. Eduardo de la Serna el sábado 26/04/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
"Señor presidente:
"Me dirijo a usted con el
respeto que merece su investidura. Una investidura que usted deshonra día a
día, debo decirlo. No tengo la esperanza que usted me lea, y – por aquello del
“peor sordo” – tampoco tengo esperanzas de que sepa usted leer.
"Hace unos pocos años, cuando
salió a la luz (tardíamente, por cierto, para que la noticia fuera pública
después de las elecciones) el escándalo internacional de los “Panama Papers” yo
dije que debía usted renunciar. Según uno de los mediocres dizque periodistas
que le hacen la corte, usted les preguntó a los obispos argentinos, que lo saludaron
en esos días, quién era yo, y uno de ellos le dijo que era “un cura marginal”.
Debo comentarle que uno de los mejores, si no el mejor libro sobre la persona
histórica de Jesús, se llama precisamente “Un judío marginal” con lo cual creo
no merecer ese elogio episcopal que aparentemente me prodigaron.
"Los que creemos en la
democracia entendemos que se trata de un “gobierno del pueblo”, que el pueblo
se expresa en las urnas periódicamente y de ellas emanan algunos de los poderes
de la República como el legislativo y el ejecutivo. Dejo de lado que cuando
hubo intentos de que también el pueblo tuviera injerencia en el poder judicial
éste lo vetó con una extraña argumentación que lo constituía literalmente en
juez y parte. Pero muchos de los que creemos en esa democracia no aceptamos que
esta se limite simplemente a votar cada dos años mientras somos espectadores
pasivos de lo que los elegidos hagan a su antojo. Especialmente cuando todo
indica que fueron elegidos por decir que harían una cosa y luego hicieron
absolutamente lo contrario. Sería una democracia muy absurda una en la que el
pueblo no es parte. Debo decir que he hecho esfuerzos, e incluso consultado con
compañeros y amigos y hasta ahora, en sus más de dos años de gobierno no hemos
encontrado ni una, ¡ni una sola!, medida en favor del pueblo. Y entretanto,
usted y los suyos (no me animaría a llamarlos amigos, ni siquiera usted lo hace
ya que al referirse a “Nicky” lo llama “hermano de la vida”) se enriquecen, se
empoderan al tiempo que se burlan de todos con discursos absurdos o con slogans
vacíos (algo que, debo reconocerlo, los caracteriza desde su fundación; vacíos
como los globos).
"Decía que usted deshonra su
investidura no solamente por la burla sistemática de los pobres y las víctimas
de este modelo que impone, sino por frases como “no hay otro camino”, “a mí me
duele tomar estas medidas” o humoradas semejantes. Todos sabemos, aunque a
veces no lo recordemos, que sí hay otro camino, y que a usted no le duele nada
tomarlas. La desocupación en nuestras comunidades y barrios cada vez golpea
más, las esperanzas de crecer se amputan con los cierres de planes como el
progresar o el Conectar Igualdad, que nunca los cerraron, simplemente no los
ejecutan (o ponen un radical para que lo haga, lo cual es lo mismo), el tan
mentado “emprendedurismo” y la “meritocracia” no funcionan en los barrios que
no pueden poner una tiendita cuyas tarifas jamás podrán pagar, pero de todo
esto usted no se entera, porque cuando vienen a “timbrear” se aseguran antes de
ir a los lugares apropiados, o se hacen acompañar por “la Doce”, que en un
tiempo lejano, era popular. Y – claro – todo esto debidamente presentado en un
packaging adecuado: sacan el pan de los comedores y lo presentan como “cuidar
lo mejor para nuestros chicos”, la inepta gobernadora ya no calza botitas para
visitar inundados y goza del escudo que le significa que nadie le pregunte, o
repregunte a sus absurdas respuestas, y hasta el jefe de gabinete, cuando tiene
tiempo entre trolles y call centers nos dice que la gente no va a los mercados
porque compra on line por internet, cosa que me interesaría saber en mi barrio
y los vecinos cómo se podría hacer.
"No pretendo que usted
renuncie; debería importarle “el pueblo” (al que usted llamaba “gente”), no pretendo
que tome medidas en favor de los pobres, no pretendo que deje de tener
injerencia en el poder judicial, ya debidamente cooptado y obsecuente, en
especial la que antes nos enorgullecía Corte Suprema (¿alguna vez en juez
Carlos Rosenkrantz va a tener un fallo en favor de los pobres?). Simplemente
una cosa: ¿sería mucho pedirle que no hable? ¿Qué deje de burlarse de los
pobres y de quienes estamos con ellos? Sé que me llamarán (los que lean esta
carta y le den letra, por ejemplo) “populista”, palabra polisémica si las hay
(“polisémica” quiere decir que tiene variados sentidos o significantes, por si
lo ignora), palabra vacua, marketinera y estigmatizante en boca de usted y los
suyos. No se preocupe, no se gaste, ya lo sé. Sólo me atrevo a pedirle un único
gesto de respeto a los pobres que son víctimas de su gobierno. Pero sospecho
que ni esto conseguiremos, a eso estamos resignados. Pero no nos resignamos a
seguir luchando por la justicia, por la paz y por un gobierno para el pueblo
(¡tan distinto del suyo!).
"Me despido de usted con
respeto
Bernal, 26 de abril de 2018
Pbro. Dr. Eduardo de la Serna"
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