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martes, 27 de agosto de 2019

Carta abierta al (todavía) Presidente Mauricio Macri… @dealgunamanera...

Carta abierta al (todavía) Presidente Mauricio Macri…

Ilustración. ©Blasberg.com 

Señor presidente:

Debo confesar que por varios motivos me cuesta bastante escribir esta carta.

Primero: porque es justo y cristiano hacerla con respeto, aunque usted nos lo falte a cada instante. Pero, como dice el dicho (creo que sufí) “son nuestros enemigos, no nuestros maestros”. Y realmente me cuesta mucho manifestarlo. Espero lograrlo.

Segundo: porque dudo que usted entienda. Sinceramente, me parece muy preocupante verlo cada vez más alejado de la realidad. No sólo de la realidad que vive y padecen los pobres, sino del tiempo y espacio. Y no me refiero a que un 25 de mayo sea para usted “el día de la bandera” o que un martes sea lunes, sino a que un viernes diga una cosa, el domingo otra, el lunes otra y el martes la contraria. No es su sueño el problema, sino los que les han robado a los argentinos. A lo mejor vivir casado con el márquetin tiene estas consecuencias.

Tercero: dudo que sepa usted leer (me refiero a los miles de tropiezos que ha manifestado cada vez que tiene el difícil y engorroso trabajo de pelear con una hoja y media. Nunca, que yo lo recuerde, lo logró airosamente). Y, por tanto, no tiene sentido escribir una carta que no será leída, ¿no le parece? Pero me parece sensato decirlo, a lo mejor… quién sabe…

Simplemente me quiero referir a que usted dijo, según informaba el kirchnerista diario Clarín el 28/9/2016 que "Estamos pensando en cómo generar trabajo para más argentinos. Este es el punto de partida sobre el cual quiero y acepto ser evaluado como presidente y como Gobierno". La pobreza es – según usted dijo – el criterio de evaluación. Permítame, entonces, que le señale que usted ha fracasado estruendosamente. Su gobierno es un fiasco. Puede juntar unos miles de caceroleros de teflón saludándolo (¿despidiéndolo?), convocados por un actor que no fue a la marcha, sino que la siguió por TV (“haz lo que yo digo, no lo que yo hago”), pero la pobreza crece, la desocupación también. Y el descrédito de su gobierno (el suyo propio) ¡también!

Se me ocurren decenas de cosas para decirle, pero, como dije, no servirán o no serían cristianas decir, sólo quisiera señalar una. Una sola. ¡Sea buen perdedor! Y déjenos que lo recordemos al menos por una buena: se fue con la serenidad de los buenos perdedores. Un nene caprichoso rompe todo antes de irse; un mal perdedor da un portazo, un oligarquita tira del mantel para que todo caiga: “si no es mío, no es de nadie”. Usted puede hacerlo (es más, sospecho que ya lo está haciendo), o – por el contrario – puede decir “no supe”, “no pude” (o “no quise”, aunque no necesitamos tanta sinceridad, de la que lo creo incapaz), “pero no quiero que los pobres sufran más todavía”, así que haga la plancha (que de ese modo puede llegar al otro lado del río, es decir “a Punta del Este”, allí Mirtha y Susana lo esperan), no haga nada (algo que sería más propio de su historia) y deje que todo transcurra con normalidad hasta entregar el poder el 10 de diciembre. Será recordado como el peor presidente de la historia democrática argentina, pero como la historia no es lo suyo no se preocupará; volverán los personajes importantes a los billetes y usted no estará, pero usted prefiere los animalitos; en los barrios se contarán chistes y anécdotas sobre usted, incluso grotescas, pero como no los pisa no las escuchará y seguirá allá, en Úbeda. 

Mire, le estoy dando un consejo, y es gratis, no quiero nada a cambio (claro que esto le costará comprenderlo; no está en el ADN neoliberal la gratuidad y no querer nada a cambio… pero sí en el del Evangelio), sea buen perdedor y le aseguro que – al menos en eso – será recordado positivamente. Si no lo hiciere, además de Dios y la Patria, millones de pobres se lo demandarán… millones (unos 5.000.000 más que cuando usted asumió) y por lo que les y nos pidió evaluarlo. Eso hicieron. Eso hicimos. Y por eso mismo también será evaluado el gobierno que asuma en diciembre, claro que este sí tendrá, de verdad, una “pesada herencia”.

© Escrito por Eduardo de la Serna, Sacerdote perteneciente al Movimiento Opción por los Pobres, el domingo 25/08/2019 y publicado en el Blog 2 de Eduardo de la Serna   



domingo, 23 de septiembre de 2018

Padre Eduardo de la Serna... ¡Pido Perdón!... @dealgunamanera...

PIDO PERDÓN…


Ver las noticias de que en el episcopado argentino recibieron a una serie de organismos defensores de la dictadura, y que el twitter del obispado castrense cataloga de “presos políticos” a los encarcelados por crímenes de lesa humanidad me revuelve las tripas. Pero eso es un problema personal. Estoy en esta institución “santa y pecadora” y debo bancarme estas cosas. Pero esas son cosas que no tienen por qué bancarse los que no son parte de la Iglesia, o los que apostataron de ella. Cosas que los ofenden y les recuerdan las heridas más graves de nuestra historia y de sus vidas.

© Escrito por Eduardo de la Serna, coordinador del Grupo de Curas en Opción por los Pobres de Argentina,  el domingo 23/09/2018 y publicado en su Blog de Eduardo de la Serna de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


Muchas veces dijimos que el “pedido de perdón” que en su momento esbozaron los obispos argentinos había sido insuficiente, y con tufillo a mentiroso. Y actitudes como estas no solamente lo confirman, sino que también lo reafirman. El episcopado argentino, en su inmensa mayoría apareció como cómplice de la dictadura hasta el punto que ha habido quienes hablaron de dictadura cívico-eclesiástico-militar. Y yo lo he hecho. Y lo seguiré haciendo.

Y como soy parte de esta Iglesia me veo en la obligación de pedir perdón. Perdón una y mil veces por la complicidad de mi “familia” en el genocidio, y perdón también ahora, por recibir a los apologistas de la muerte.


Puedo pensar que la reunión fue pedida, pero no entiendo que no se haya comunicado antes a los organismos de Derechos Humanos y que no sea pública la conclusión de esa reunión en la que se debiera haber exigido en nombre de Dios los datos que la sociedad entera reclama: dónde están los desaparecidos, quiénes tienen a los niños apropiados y con qué identidad están, quiénes dieron las órdenes para las desapariciones, torturas, violaciones, secuestros, robos, ejecuciones clandestinas. Una vez más la Iglesia jerárquica aparece a los ojos de la sociedad como cómplice del genocidio, y nos deja pegados a ellos a quienes nos creemos en la vereda de enfrente de esa grieta.

Por eso lo reitero: ¡pido perdón! A mis amigos/as que estuvieron desaparecidos/as, a los que estuvieron exiliados, a los/as que fueron perseguidos, sospechados, espiados, amenazados, a los que temieron por su vida, a los/as niños/as apropiados/as… Y a los que no siendo amigos los conozco por haber compartido algún encuentro o momento, o simplemente por estar del mismo lado en muchas luchas.

Repudio que en el episcopado hayan recibido a apologistas de la muerte, y la declaración de los detenidos y justamente encarcelados como “presos políticos”. Un país con presos/as políticos/as como el actual merecería obispos férreos militantes de la vida (y no me refiero a los 9 meses intrauterinos y ya no más), luchadores por la justicia y la verdad, constructores de memoria, artesanos de la paz. Lamentablemente no es eso lo que nos muestran, no es eso lo que la sociedad ve, y es eso lo que tantos y tantas repudian.

Repudiamos avergonzados.


martes, 1 de mayo de 2018

Carta de "un cura marginal" a Macri… @dealgunamanera…

Carta de "un cura marginal" a Macri…

Fotografía: Guadalupe Lombardo

El teólogo y coordinador del Grupo de Curas en la Opción por los Pobres, Eduardo de la Serna, le envió una carta al actual mandatario, Mauricio Macri, reprochándole no haber tomado "una sola medida en favor del pueblo" y advirtiéndole que, ese pueblo a quien él llama "gente", seguirá "luchando por la justicia, por la paz y por un gobierno para el pueblo (¡tan distinto del suyo!)".

© Escrito por el Pbro. Dr. Eduardo de la Serna el sábado 26/04/2018 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

"Señor presidente:

"Me dirijo a usted con el respeto que merece su investidura. Una investidura que usted deshonra día a día, debo decirlo. No tengo la esperanza que usted me lea, y – por aquello del “peor sordo” – tampoco tengo esperanzas de que sepa usted leer.

"Hace unos pocos años, cuando salió a la luz (tardíamente, por cierto, para que la noticia fuera pública después de las elecciones) el escándalo internacional de los “Panama Papers” yo dije que debía usted renunciar. Según uno de los mediocres dizque periodistas que le hacen la corte, usted les preguntó a los obispos argentinos, que lo saludaron en esos días, quién era yo, y uno de ellos le dijo que era “un cura marginal”. Debo comentarle que uno de los mejores, si no el mejor libro sobre la persona histórica de Jesús, se llama precisamente “Un judío marginal” con lo cual creo no merecer ese elogio episcopal que aparentemente me prodigaron.

"Los que creemos en la democracia entendemos que se trata de un “gobierno del pueblo”, que el pueblo se expresa en las urnas periódicamente y de ellas emanan algunos de los poderes de la República como el legislativo y el ejecutivo. Dejo de lado que cuando hubo intentos de que también el pueblo tuviera injerencia en el poder judicial éste lo vetó con una extraña argumentación que lo constituía literalmente en juez y parte. Pero muchos de los que creemos en esa democracia no aceptamos que esta se limite simplemente a votar cada dos años mientras somos espectadores pasivos de lo que los elegidos hagan a su antojo. Especialmente cuando todo indica que fueron elegidos por decir que harían una cosa y luego hicieron absolutamente lo contrario. Sería una democracia muy absurda una en la que el pueblo no es parte. Debo decir que he hecho esfuerzos, e incluso consultado con compañeros y amigos y hasta ahora, en sus más de dos años de gobierno no hemos encontrado ni una, ¡ni una sola!, medida en favor del pueblo. Y entretanto, usted y los suyos (no me animaría a llamarlos amigos, ni siquiera usted lo hace ya que al referirse a “Nicky” lo llama “hermano de la vida”) se enriquecen, se empoderan al tiempo que se burlan de todos con discursos absurdos o con slogans vacíos (algo que, debo reconocerlo, los caracteriza desde su fundación; vacíos como los globos).

"Decía que usted deshonra su investidura no solamente por la burla sistemática de los pobres y las víctimas de este modelo que impone, sino por frases como “no hay otro camino”, “a mí me duele tomar estas medidas” o humoradas semejantes. Todos sabemos, aunque a veces no lo recordemos, que sí hay otro camino, y que a usted no le duele nada tomarlas. La desocupación en nuestras comunidades y barrios cada vez golpea más, las esperanzas de crecer se amputan con los cierres de planes como el progresar o el Conectar Igualdad, que nunca los cerraron, simplemente no los ejecutan (o ponen un radical para que lo haga, lo cual es lo mismo), el tan mentado “emprendedurismo” y la “meritocracia” no funcionan en los barrios que no pueden poner una tiendita cuyas tarifas jamás podrán pagar, pero de todo esto usted no se entera, porque cuando vienen a “timbrear” se aseguran antes de ir a los lugares apropiados, o se hacen acompañar por “la Doce”, que en un tiempo lejano, era popular. Y – claro – todo esto debidamente presentado en un packaging adecuado: sacan el pan de los comedores y lo presentan como “cuidar lo mejor para nuestros chicos”, la inepta gobernadora ya no calza botitas para visitar inundados y goza del escudo que le significa que nadie le pregunte, o repregunte a sus absurdas respuestas, y hasta el jefe de gabinete, cuando tiene tiempo entre trolles y call centers nos dice que la gente no va a los mercados porque compra on line por internet, cosa que me interesaría saber en mi barrio y los vecinos cómo se podría hacer.

"No pretendo que usted renuncie; debería importarle “el pueblo” (al que usted llamaba “gente”), no pretendo que tome medidas en favor de los pobres, no pretendo que deje de tener injerencia en el poder judicial, ya debidamente cooptado y obsecuente, en especial la que antes nos enorgullecía Corte Suprema (¿alguna vez en juez Carlos Rosenkrantz va a tener un fallo en favor de los pobres?). Simplemente una cosa: ¿sería mucho pedirle que no hable? ¿Qué deje de burlarse de los pobres y de quienes estamos con ellos? Sé que me llamarán (los que lean esta carta y le den letra, por ejemplo) “populista”, palabra polisémica si las hay (“polisémica” quiere decir que tiene variados sentidos o significantes, por si lo ignora), palabra vacua, marketinera y estigmatizante en boca de usted y los suyos. No se preocupe, no se gaste, ya lo sé. Sólo me atrevo a pedirle un único gesto de respeto a los pobres que son víctimas de su gobierno. Pero sospecho que ni esto conseguiremos, a eso estamos resignados. Pero no nos resignamos a seguir luchando por la justicia, por la paz y por un gobierno para el pueblo (¡tan distinto del suyo!).

"Me despido de usted con respeto

Bernal, 26 de abril de 2018

Pbro. Dr. Eduardo de la Serna"



viernes, 2 de septiembre de 2011

Eduardo de la Serna... ¿Quien?... De Alguna Manera...

¿Quien?...

Desde que empecé a militar, hace ya muchos años, aprendí a no ser ingenuo, y a preguntar. A preguntarme cosas como “¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica algo?”. Porque las cosas no suelen pasar “porque sí”. Cuando hay un acontecimiento que tiene gran trascendencia (en especial cuando hay otros relativamente semejantes en los que la trascendencia fue infinitamente menor), me surge esa pregunta.

Otra cosa que aprendí es que en tiempos “fuertes”, como suelen serlo los “tiempos electorales”, tampoco hay casualidades, y suele haber “alguien” detrás, causando o incentivando. Quizá no como autor material, ni siquiera intelectual, pero sí como una suerte de “fogonero”, como una suerte de “cómplice encubierto”. ¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica? ¿Quien puede – o cree que puede – sacar provecho de circunstancias aberrantes como estas?

Cuando hay cosas que “no cierran”, la pregunta me rebota una y otra vez: ¿por qué un dato fundamental para la investigación “alguien” no lo entrega al fiscal, es decir, al principal encargado de investigar un caso? ¿Quién se beneficia? ¿Por qué a ese dato tiene acceso la prensa (cierta prensa) y no la Justicia? ¿Quién estaría interesado en enturbiar el caso? ¿Quién se perjudica?

Es verdad que además de los factores principales, nunca faltan los carroñeros que al menos esperan beneficiarse de lo que queda, y no está mal saber que buitres, hienas y chacales son precisamente carroñeras, y no Pulitzer, por ejemplo. Generalmente los que se benefician no aparecen, están detrás, como los titiriteros; suelen mostrarse como los que tienen “la solución”, suelen decir que pescan tiburones aunque sólo hayan sido bañeros.

© Escrito por Eduardo de la Serna (*) y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 2 de Septiembre de 2011

* Coordinador del Movimiento de Sacerdotes en Opción por los Pobres.