Diferenciarse…
A puro pedal. Dibujo:
Pablo Temes
El presidente electo, Mauricio Macri, es la contracara de CFK. Oportunidades y
viejos riesgos.
Macri llegó a la quinta de Olivos con las
mejores expectativas. Resonaba aún en sus oídos la cordialidad del diálogo que
había mantenido con la Presidenta la noche del domingo. “Estaba contenta por
cómo se había desarrollado el primer ballotage de la historia en la Argentina”,
había señalado el presidente electo en la conferencia de prensa del lunes 23
por la mañana. Macri esperaba una conversación en la que quedaran
establecidos los términos en los que se desarrollaría la transición. Tal vez
fue el haberse ilusionado con ese escenario lo que ahondó la sorpresa y el
azoro que le produjeron los veinte minutos que duró la conversación. En ese
lapso, se encontró con una persona –Cristina– que dominó todo el tiempo la
conversación a lo largo de la cual exhibió una conducta dual: en unos momentos
se dirigió a él utilizando un trato distante y admonitorio llamándolo “ingeniero”,
y en otros lo hizo en forma más informal y cordial; ahí Macri pasó a ser
“Mauricio”. En ambos casos la jefa de Estado fue terminante al señalar que no
había necesidad de implementar una transición.
En la derrota, Scioli
recuperó algo de su buena imagen. Tuvo dignidad la noche de la elección al
reconocer sin dilaciones el triunfo de su rival y demostró voluntad de convivencia cuando
decidió abrir las puertas de su gobierno para facilitar la transición a su
reemplazante, Vidal. Cuando el tiempo pase, el candidato del FpV tal vez
explique qué lo llevó a embarcarse en una campaña tan agresiva contra Macri,
circunstancia que lo desperfiló tanto que terminó siendo
negativa para él. Con Scioli cobró vida una vez más la maldición de Ugarte
(para otros se trata en verdad de la maldición de Alsina) según la cual ningún
gobernador de la provincia de Buenos Aires puede acceder por medio de
elecciones a la presidencia de la Nación. Hay otra lección que deja su caso:
nadie puede llegar a ser rey estando siempre de rodillas.
A la Presidenta
y al núcleo duro del kirchnerismo les cuesta aceptar la derrota electoral
del domingo pasado. Conociendo las conductas de la jefa de Estado, nada de esto
puede extrañar. Dejar el poder será una dura experiencia para ella. Haberlo
ejercido durante ocho años de una manera cuasi monárquica no
hizo más que exacerbar su personalismo con rasgos de narcisismo, que se
fue acentuando a lo largo de todo este tiempo.
El presidente
electo recibirá una pesada herencia que lo obligará a tomar
medidas de fondo desde el comienzo de su mandato. Eliminación del cepo en el
menor tiempo posible, reducción y eliminación de las retenciones a las
exportaciones agrícolas con la excepción de la soja, aumento del 100% del
mínimo no imponible, son los ingredientes fundamentales de las decisiones que
se tomarán en las primeras horas del nuevo gobierno.
Macri volvió a
la idea original de quitar la gradualidad y aplicar un shock de medidas.
El y Prat Gay están convencidos de la necesidad de terminar con el cepo entre diciembre y enero. El presidente electo está
obsesionado con cumplir sus promesas. Por ello conminó a los integrantes del
grupo económico que le habían asegurado que el cepo se podía levantar de
inmediato que lo hagan lo antes posible.
Desde 1983 ningún gobierno no peronista logró finalizar
su mandato
Lo mismo intentará
hacer con la quita de retenciones a los productos del agro, aunque
en un plazo levemente mayor. Hay expectativa por ver cómo impacta la medida ya
que ello podría impulsar los precios en el mercado interno porque, al tener vía
libre para exportar, los productores buscarán obtener una mejora de los precios
en el mercado local. El primer error económico del equipo de Macri fue creer
que los precios ya están actualizados en torno a un dólar de $ 15. Por eso es
que en estos días se observa un aumento de los valores en casi todos los
rubros. Este es un delicado asunto al que el nuevo gobierno le deberá prestar
mucha atención. Por otro lado, se sabe que hay un trabajo intenso en el marco
internacional. La designación de Susana Malcorra como nueva canciller ha sido
un acierto. Barack Obama, dio una señal muy clara de apoyo a la Argentina por
ser un gobierno latinoamericano que democráticamente optó por alejarse del
populismo. Eso abriría las puertas a la ayuda que llegaría del Tesoro
norteamericano.
Los primeros
pasos de Macri marcan una clara intención de regenerar un espíritu de
pluralidad y convivencia que indican una diferencia clara y contundente con las
formas y los métodos utilizados por el kirchnerismo. Fue todo un símbolo que el
primer acto que desarrolló el presidente electo haya sido la conferencia de
prensa sin restricciones del lunes por la mañana. La confirmación de Lino Barañao como ministro de Ciencia es de un gran valor no
sólo como idea de reconocimiento a cosas que el kirchnerismo hizo bien, sino
también como intento de establecer políticas de Estado que se continúen más
allá de quien gobierne. La reunión con gobernadores electos de la oposición
–Juan Schiaretti de Córdoba, Héctor Gutiérrez de Neuquén, y Julio Casas de La
Rioja– habla de una relación distinta con las provincias, basada en
el diálogo y no en la metodología del palo y la zanahoria en boga a lo largo de
todo el kirchnerato.
Desde 1983
ninguno de los dos gobiernos no peronistas logró finalizar sus mandatos. Tanto
Raúl Alfonsín como Fernando de la Rúa dejaron inconclusas sus
administraciones a causa de la crisis de gobernabilidad que los afectó. La
consecuencia de tal desbarajuste fueron las presidencias de Carlos Menem y las
de los Kirchner, que gobernaron con tintes absolutistas y buscaron perpetuarse
en el poder indefinidamente. Por ello, el gobierno de Macri representa una gran
oportunidad para que la Argentina recupere la posibilidad de la alternancia,
pilar sin el cual la democracia republicana queda reducida a una entelequia.
Producción
periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.
© Escrito por
Nelson Castro el domingo 29/11/2015 y publicado por el Diario Perfil de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario