Fortune
advierte: el triunfo de Macri “es un revés” para Argentina...
Macri
tras el triunfo del balotaje. Foto: Quarterolo.
Consideran
que el referente de Cambiemos "se define a sí mismo como algo mucho más
moderado de lo que es probable que sea".
“La elección
del candidato Mauricio Macri como presidente de Argentina el domingo es un
revés para la Argentina y para América del Sur””, indica el sitio Fortune.com
Para la
publicación, “en los últimos 13 años, Argentina hizo un enorme progreso
económico y social. Bajo los Kirchner
(Néstor primero y luego Cristina Fernández de Kirchner), la pobreza se redujo
en alrededor del 70%, y la pobreza extrema disminuyó en un 80%. (Esto es para
2003 y mediados de 2013, el último año para el que las estimaciones
independientes están disponibles, que también se basan en estimaciones
independientes de la inflación) El desempleo se redujo de más de 17,2% a 6,9%,
según el Fondo Monetario Internacional (FMI)”.
Además,
en el texto consideran que Daniel Scioli, “no parece tener claro lo que iba a
hacer para solucionar los actuales problemas económicos del país. En los
últimos cuatro años, el crecimiento ha sido lento (un promedio de 1,1% por
ciento), la inflación ha sido alta, y un mercado negro para el dólar se ha
desarrollado“, y fue “esto lo que dio al líder de Cambiemos una abertura de
presentarse como el candidato de un futuro mejor”.
“Con la
ayuda de comercialización especializada de una empresa de relaciones públicas
de Ecuador, Macri se define a sí mismo como algo mucho más moderado de lo que
es probable que sea, ganarse a los votantes que de otro modo podrían tener
miedo de un retorno a los años de la depresión pre-Kirchner”, prosiguen.
Algunas
de las cosas que el referente del PRO dijo que iba a hacer, podría tener un impacto positivo, “si se hace
correctamente”.
“Una
liberalización del tipo de cambio que se libró del mercado negro podría ser un
gran paso adelante. Pero mucho depende de cómo se hace: Si causa de la
inflación a la espiga y el gobierno no hace nada para proteger a las personas
pobres y los trabajadores, que podrían perder mucho”, detallan en el texto.
“Macri
también puede tomar medidas para reducir la inflación, que es algo que hay que
hacer. Él quiere reducir el déficit presupuestario del gobierno central, que
crecerá como porcentaje del PIB con la austeridad. Teniendo en cuenta su
ideología, existe un grave riesgo de una espiral descendente de la austeridad y
la recesión, que el país sufrió entre 1998 y 2001. Si hay inflación de la
devaluación, esto podría empeorar las cosas”, analizan.
“En sus
declaraciones de campaña, Macri dejó en claro que está en contra de un papel
del gobierno en la promoción de la industria, por lo que el desarrollo
económico del país. Ha propuesto recortes de impuestos para los grupos de
ingresos más altos y eso sugiere que los recortes presupuestarios están a la
vista, dado que el político se ha comprometido a reducir el déficit
presupuestario del gobierno“, agregan.
“Macri
no tendrá una mayoría en el Congreso, por lo que no está claro lo mucho que
puede hacer. Inmediatamente, ha demostrado su inmensa lealtad al gobierno de
los Estados Unidos, que había sido previamente puesto de manifiesto en los
cables confidenciales de la embajada de Estados Unidos publicados por
WikiLeaks. Una de sus primeras declaraciones después de ser elegido era
denunciar a Venezuela y amenazar a tener el país suspendido del bloque
comercial Mercosur de las naciones de América del Sur“, subrayan desde
Fortune.com.
Por
otra parte, señalan que “Washington ha mantenido una política de ‘contención’
contra casi todos los gobiernos de izquierda que ganaron las elecciones en el
siglo XXI”. Por ello, “hay un poco de entusiasmo entre la élite de los negocios
y la política exterior durante la ola de contratiempos entre la izquierda de
América Latina, con el caso de Dilma
Rousseff, (Brasil) que enfrenta una crisis recesión, y Nicolás Maduro (Venezuela) que enfrenta una crisis económica y la
posible pérdida de su primera elección nacional en 17 años”.
“Un
resultado más probable es como lo que vimos en Chile, donde un candidato
mediocre no pudo tomar ventaja de 80% de aprobación del presidente del Partido
Socialista, Michelle Bachelet, y perdió a un multimillonario de derecha en
2010. Duró cuatro años, y luego el país volvió a Bachelet”, concluyen en el
artículo.
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