Cortinas de humo…
Menemización Kirchnerista. Néstor Kirchner. Dibujo: Pablo Temas.
Menemizacion y relato… El planeta K demoniza a Menem pero lo imita. Falsas épicas y problemas cada
vez más graves.
En medio de la fenomenal regresión al pasado a la que se ha lanzado el
Gobierno, se asiste desde lo institucional a un singular proceso de
“menemización”, a través del cual el oficialismo pretende dos cosas: la
primera, la obtención de la suma del poder público; la segunda; su permanencia
en el poder por un tiempo indefinido sintetizado en el slogan “Cristina
eterna”. Los hechos a través de los cuales se verifica el citado proceso de
“menemización” son los siguientes:
El per saltum. Ese mecanismo fue instaurado por el menemismo con el objetivo
de evitar que algún juez independiente pusiera freno a cualquiera de las
medidas que pretendía imponer el gobierno de Carlos Menem. Se utilizó en el
caso de la escandalosa y desastrosa privatización de Aerolíneas Argentinas y en
la concesión de los Aeropuertos. Más allá de la injerencia en el Poder Judicial
que significa esa medida, lo más criticable de esta iniciativa es que el único
propósito es el de lograr la destrucción del Grupo Clarín. De ahí el apuro con
el que el Congreso sancionara la norma. El per saltum es un mecanismo
claramente anticonstitucional ya que anula el derecho del recurso que está
consagrado en el Pacto de San José de Costa Rica al cual adhiere la
Constitución Nacional.
El voto a partir de los 16 años. Esta fue otra iniciativa que pretendió
concretar el ex presidente Carlos Menem. Lo hizo en aquellos años en los que
buscaba nuevos instrumentos destinados a posibilitar su perpetuación en el
poder. Lo mismo sucede hoy. La forma como el kirchnerismo obtuvo la sanción de
esa norma en Diputados habla a las claras de que lo que se busca es cooptar a
un grupo etario de votantes que le dé la cantidad de sufragios necesarios para
conseguir los dos tercios de ambas Cámaras del Congreso que haga posible la
reforma de la Constitución y, consecuentemente, habilite la re-reelección.
Las presiones sobre jueces y fiscales que molesten al poder. En el gobierno
de Carlos Menem, fue moneda corriente en cada caso en el que un fiscal o un
juez, a través de sus investigaciones o sus decisiones, puso en aprietos al
entonces presidente o a algunos de sus funcionarios. Uno de los casos más
conspicuos fue el del fiscal Carlos Stornelli que, con su investigación en el
caso del contrabando de armas, enfureció al doctor Menem que hizo todo lo
posible por apartarlo de la causa. Eso mismo es lo que hace el actual gobierno.
Hace unos meses sucedió con el fiscal Esteban Righi, que fue prácticamente
forzado a renunciar a su cargo, y con el juez federal Daniel Rafecas y con el
fiscal Carlos Rívolo, que fueron desplazados de la escandalosa causa que
complica –y mucho– al vicepresidente Amado Boudou. Ahora eso se repite con la
reagudización de la guerra contra Clarín en la que el Gobierno ha forzado la
renuncia del juez Raúl Tettamanti, e intenta el desplazamiento del doctor
Ricardo Recondo de su cargo en el Consejo de la Magistratura y del doctor
Francisco de las Carreras de la Cámara Federal en lo Civil y Comercial.
Lo que está haciendo la Presidenta en su desenfrenado enfrentamiento contra
Clarín es de una profunda gravedad institucional presente y futura. La
colonización judicial que está produciendo el kirchnerismo es brutal y
peligrosa. Están siendo nombrados jueces de dudosas cualidades éticas y que, en
muchos casos, exhiben un muy pobre conocimiento del Derecho. Jueces como éstos
son fácilmente manipulables, lo que es ideal para cualquier gobierno. En ese
tren, el ministro de Justicia Julio Alak –quien, como abogado, algún día
recapacitará sobre los disparates que dice y hace– ha señalado que la Corte
debería votar a favor del Gobierno en la controversia por los artículos 161 y
45 de la Ley de Medios, porque de no hacerlo así habría un conflicto de poderes
porque un poder sanciona una ley y otro impide su aplicación. Lo primero que
hay que señalar es que lo que está en discusión no es una ley, sino sólo dos
artículos de una ley. Lo segundo que hay que decir –cosa que cualquier abogado
por más pobre que sea su nivel técnico sabe– es que es tarea de los jueces es
hacer el control de constitucionalidad de una ley. Vaya un ejemplo: en el año
2001, el entonces juez federal Gabriel Cavallo declaró la inconstitucionalidad
de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Esas leyes, como tales, habían
sido aprobadas por el Congreso. Más allá de las naturales controversias que un
fallo puede generar, a nadie se le ocurrió decir que el juez estaba cometiendo
ninguna atrocidad institucional. Ese fallo, además, fue la piedra angular sobre
la que después cabalgó toda la política de derechos humanos instrumentada por
Néstor Kirchner.
El 7D le sirve al Gobierno como cortina de humo perfecta. Lo ubica dentro
del marco de la épica, que es donde más cómodo se encuentra. Al fin y al cabo
es más cómodo enmarcar la realidad dentro de esa épica que enfrentar sus
problemas. Algo de ello están experimentando los representantes sindicales de
la CGT Balcarce, donde algunos ya han comenzado a darse cuenta de que, lejos de
traerles alegrías, las cercanías del poder pueden arrojarlos al mundo de las
tempestades. Ellos saben que el problema de la inflación no se arregla con la
sucesión de los Aló Presidenta por la Cadena Nacional de Radio y Televisión.
“Qué fácil se la están haciendo a Moyano”, se sinceró un dirigente sindical que
tiempo atrás se enfrentó al líder de los camioneros y que se va decepcionando
todos los días un poco más con el Gobierno. Es que el grave problema de la
inflación no es un título de Clarín; el déficit energético no es un título de
La Nación; el cepo cambiario no es un título de PERFIL. Estos y otros títulos
son datos de la realidad, de una realidad a la que mucha gente conoce no por
haberla leído en los diarios, escuchado en la radio o visto en la televisión,
sino por padecerla en su vida de todos los días.
Producción periodística: Guido Baistrocchi.
© Escrito por Nelson Castro y publicado
por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 3 de
Noviembre de 2012.
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