sábado, 7 de noviembre de 2015

Pérez Esquivel: “Nosotros no luchamos para esta mediocridad”… @dealgunamanera...

Pérez Esquivel: “Nosotros no luchamos para esta mediocridad”…


El Nobel de la Paz de 1980, referente de la izquierda, es muy crítico con el Gobierno kirchnerista, al que ve entregado a las grandes corporaciones. Ve progresos en política social pero cree que se han utilizado para mantener cautivo el voto de los pobres.


Adolfo Pérez Esquivel (Buenos Aires, 1931) es un gran referente moral de la izquierda argentina, sobre todo desde que recibió el premio Nobel de la Paz en plena dictadura, en 1980, por su defensa de los derechos humanos con la “no violencia activa”. Pérez Esquivel, uno de los padres de la teología de la liberación, se ha mantenido activo, a través de la organización latinoamericana que fundó, Servicio Paz y Justicia, en proyectos de ayuda a los pobres y a los pueblos originarios de su país, que sufren las peores condiciones de vida. Muy crítico con el kirchnerismo, cree que detrás de la fachada izquierdista esconde pactos con grandes corporaciones como Monsanto, Barrick Gold o Chevron.

Pregunta. ¿Cómo ve usted la situación del país después de doce años de kirchnerismo?
Respuesta. Después de la crisis del 2001 se pudo más o menos equilibrar la situación socioeconómica y política. Esto fue un aporte importante para el país. Además se pudieron destrabar las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, hubo juicios a los represores que cometieron crímenes de lesa humanidad. Pero aún quedan muchos señores feudales en las provincias que responden sus propios intereses.

P. Usted ha visitado siempre en las villas. ¿Ha logrado Argentina reducir la pobreza?
R. Ha aumentado la pobreza, si bien este Gobierno ha tenido algunas medidas que fueron buenas como la asignación universal por hijo. Se les ayudó para superar la desnutrición, pero con eso no alcanza. Lo que se necesita es una producción y un trabajo estable. Hay votos cautivos por el miedo de que se les saquen los subsidios. Además el Gobierno les abrió las puertas a las grandes empresas transnacionales mineras, sojeras, petroleras, siguen con el mismo modelo neoliberal. Hay empresas como la Chevron que se escapó del Ecuador después de los daños ambientales que causó pero viene a la Argentina.

P. Pero el discurso del Gobierno es muy duro contra esas corporaciones.
R. Son todas mentiras. Los hechos lo confirman. Nosotros somos críticos con el Gobierno. Apoyamos aquello que vemos positivo pero criticamos cosas como la minería, los agrotóxicos, los daños ambientales y las grandes violaciones de los derechos humanos. El Gobierno adoptó la política de derechos humanos pero de la época de la dictadura. De los actuales no habla absolutamente nada. En la 9 de Julio, en Buenos Aires, están acampados los pueblos indígenas, Qom, wichis, guaraníes, pilagá, reclamando sus derechos. Llevan nueve meses y ni siquiera les reciben.

P. ¿Se imaginó en los 70 que hoy Argentina estaría así?
R. Después de tantos años de lucha, no solo en Argentina, en América Latina, le digo que no hemos luchado para esto. Luchamos por una sociedad libre, más justa, una democracia participativa. No para gobiernos autoritarios donde aumente la pobreza, la marginalidad y la falta de respeto al derecho de las personas y de los pueblos. Hemos arriesgado nuestras vidas, nuestras familias, hemos pasado por las cárceles y las torturas y no fue para llegar a una situación de mediocridad como la que tenemos. Seguimos la lucha. Cuando uno ve la situación de los pueblos fumigados, la situación que viven los pueblos indígenas y la falta de perspectiva… Hoy un joven no sabe qué va a hacer mañana. Tenemos que comenzar a repensar las sociedades que tenemos. Y una de las cosas que creo que es urgente es comenzar a pensar en un nuevo contrato social como el de Rousseau. Hemos avanzando en algunos pasos en el continente latinoamericano y yo veo todas las cosas positivas pero sí quiero separar la paja del trigo para poder construir otra sociedad.

P. ¿Le preocupa el riesgo de mexicanización del que habla el Papa?
R. Claro que hay una preocupación sobre eso. Mientras que no existan políticas para combatir el narcotráfico en serio esto no tiene salida. Hay grupos muy organizados. Y después está el terrible paco que son todos los residuos de la droga que está destruyendo a sectores sociales.

P. Se ha hecho mucha política de redistribución. ¿Ha fracasado?
R. Creo que estuvo mal orientada. Se especuló políticamente. La gente recibe subsidios pero no hay capacitación laboral. Aquí hay dos o tres generaciones que no saben lo que es el trabajo. Si esto es simplemente para sostener el clientelismo político no es una solución del problema sino que es agravar el problema. Si todo eso tiene un fin político únicamente, lo que nosotros llamamos el voto cautivo, esto no es una solución para el país. Vemos lo que está ocurriendo en Córdoba, en grandes empresas que entran como Monsanto con las semillas transgénicas, ¿qué pasa con el pequeño y mediano productor rural? No vemos un desarrollo sostenible.

P. ¿Cómo ve a Argentina comparado con Bolivia, Brasil, con otros proyectos de la izquierda latinoamericana?
R. Hemos retrocedido en muchas cosas. En la calidad de vida también. La Argentina lo que tiene, y todavía lo sostiene, es una gran clase media. Pero cuando hablamos de los sectores más carenciados el problema es grave.

P. ¿Qué queda de aquella Argentina que usted vivió, de una clase media muy fuerte, de la educación líder en el mundo?
R. Creo que quedan elementos. La Argentina tiene un potencial cultural y de pensadores, filósofos, artistas significativos, eso no se perdió. Creo que eso se conservó a través de la resistencia cultural que se mantuvo durante la época de la dictadura hasta el día de hoy.

P. ¿Cree que el Papa, que ha hablado del narcotráfico y la pobreza en Argentina, puede influir en la política?
R. No tiene la posibilidad de cambio pero puede generar conciencia. Es lo mismo que la encíclica Laudato Si. Yo vengo de Bolivia, lo hemos trabajado pero después van a ir a la cumbre del cambio climático en París y yo no creo que ahí las grandes empresas transnacionales y los gobiernos que manejan el poder económico en el mundo vayan a cambiar su posición sobre esto.

P. ¿En qué estado de ánimo ve a su país?
R. Está preocupado, muy tenso. Y una de las cosas sobre esta tensión es porque este Gobierno como otros que le precedieron no son de diálogo, son de confrontación. Aquí votamos y después entramos en un estado de indefensión por cuatro años. A mí por ejemplo nunca me recibieron en la Casa de Gobierno. Podemos no estar de acuerdo pero por lo menos dialoguemos.

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© Escrito por Carlos E. Cué y Alejandro Rebossio el viernes 23/10/2015 y publicado por el Diario El País de la Ciudad de Madrid, España.


miércoles, 4 de noviembre de 2015

¡¡¡Felices 107 años HURACÁN!!!... @dealgunamanera...

¡¡¡Felices 107 años HURACÁN!!!
Los pibes del colegio Luppi que pateaban la pelota en los potreros de Pompeya cuando el desaparecido Club Alumni monopolizaba los éxitos en el fútbol argentino. Los alumnos del Colegio San Martín de Parque Patricios que se sumaron al “Verde esperanza y no pierde”. El primer presidente, José Laguna, con su empuje fundacional que un primero de noviembre de 1908 convocó a la reunión que organizaba estos sueños recién nacidos.

Jorge Newbery designado socio y presidente honorario, encarnando los ascensos de categorías con su cruce en globo por tres repúblicas.
El primer trofeo levantado, aquella Copa Estímulo en 1920 que hizo honor a su nombre. Los campeones de 1921 que perdieron solamente un partido. Los bicampeones del 22, con 13 triunfos, que también levantaron la Copa Ibarguren. Los goles de Stábile, la trayectoria de Chiesa Vázquez y Pratto para volver a ser campeones en 1928.

El Teniente General Tomás Adolfo Ducó, el dirigente político más influyente en nuestra historia, que en 1939 adquirio el predio de Alcorta y Luna, cuando el Club ya había superado la enorme cifra de 20.000 socios.

Massantonio y cada uno de sus 254 goles para ser el máximo goleador de la historia del Club y el tercero del fútbol argentino.

Los gritos de gol de Baldonedo que jugó diez años en el Club. Los campeones de la Copa Escobar en los años 1942 y 1943. La presencia de un joven Alfredo Di Stéfano, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, vistiendo la camiseta blanca con un globo junto al corazón.

Los 80.000  espectadores que aquel domingo 7 de septiembre de 1947 presenciaron el primer partido en el Palacio.

El plantel de 1952 que quedó tercero, tras un gran campeonato. Miguel Loayza y Alfredo Obberti disputando los primeros Nacionales y Metropolitanos. El equipo del 72 que presagiaba la gloria con Brindisi y Avallay como goleadores del Torneo venciendo al clásico rival por una inolvidable goleada.

César Luis Menotti que coronó ese proceso iniciado en 1971 con el Campeonato Metropolitano de 1973 logrando el primer título del profesionalismo con el equipo que mejor jugó al fútbol en la historia de este deporte en nuestro país: Roganti, Chabay, Buglione, Basile, Carrascosa, Russo, Brindisi, Babington, Houseman, Avallay y Larrosa.

Ese mismo plantel que en el año 1974 despegó del suelo argentino disputando la Copa Libertadores de América.

Chocolate Baley y Ossie Ardiles que reforzaron el recordado equipo del gitano Juárez de 1976, que para muchos jugaba mejor que el de 1973, y quedó en las puertas de un nuevo título como el perfecto subcampeón.

Aquellos delirantes de campera de cuero que consiguieron un predio para que el Globo tuviera su propio campo deportivo y soñaron lo que hoy es “La Quemita”.

El Turco García y el Toti Iglesias que formaron parte del primer descenso, tras perder por penales en el desempate frente a Italiano.

Saturno, Quiroz, Delgado y Herrero, que en cancha de Los Andes, aquel 19 de mayo de 1990, nos tiraron de cabeza a la primera división tras aquel gol del Turco Mohamed.

Héctor Cúper que además de comandar el ascenso desde el fondo de la cancha, armó aquel subcampeón de 1994, que con Barrios, Pelletti y Hugo Morales devolvía a Huracán a los primeros planos del fútbol argentino.

Los once técnicos que pasaron en las siguientes cinco temporadas, el inevitable descenso y el regreso en un año con Gastón Casas como abanderado y ese gol del Tero Di Carlo en un Palacio Ducó repleto.
Antonio Barijho, Lucho González y Daniel Montenegro, surgidos en la Quemita que serían grandes figuras del fútbol local e internacional tuvieron sus primeros minutos en primera división vistiendo la camiseta de Huracán.

Aquellos pibes que en 2003  tuvieron que aguantar las consecuencias de las pésimas administraciones y ponerle el pecho a un nuevo descenso y a la B Nacional.

Antonio Mohamed, regresando al barrio como DT con Milano y Larrivey como emblemas de un nuevo retorno a primera, superando el robo del Sargento Giménez y ganando la promoción en Mendoza.

Ángel Cappa que llegó para afianzar al equipo en primera y armó el mejor equipo de Huracán que muchos hemos podido ver en vivo, con Goltz, Pastore, Bolatti y Defderico en un nivel superlativo, desplegando un juego vistoso y elegante, que no pudo ser campeón por el bochornoso desempeño de Brazenas, en la final frente a Vélez, pero trascendió a su tiempo.

Roberto Pompei haciéndose cargo de un equipo sin rumbo que por cuarta vez desembarcó en la segunda categoría del fútbol argentino.
Frank Darío Kudelka que llegó a Parque Patricios como un desconocido y cimentó las bases de un equipo que quedó en la puerta del ascenso tras perder una nueva final frente a Independiente en La Plata.

Néstor Apuzzo haciéndose cargo de un equipo en crisis y consiguiendo el regreso a primera y volviendo a gritar campeón tras 40 años con la obtención de la Copa Argentina con una heroica actuación de Marcos Díaz en los penales; y La Supercopa Argentina con aquel recordado gol del chileno Edson Puch, frente a River Plate.

Marcos Diaz, Martín Nervo, Federico Vismara, Patricio Toranzo y Cristian Espinoza, la columna vertebral de este Huracán comandado por Eduardo Domínguez que pisa fuerte en el continente y está en semifinales de la Copa Sudamericana.

Todos estos nombres propios, y muchos más, transitaron por la historia futbolística del Globo, pero Huracán no son solamente ellos. Huracán somos los socios, los que estamos y los que no. Huracán es el grito desaforado en la Bonavena, el puteador de la Alcorta o la familia en la Miravé. Huracán es amistad, familia, barrio y tradición. Huracán es La Quemita, La sede social y todas las disciplinas deportivas que se practican a diario.

En definitiva, Huracán es todo aquello que lleva dibujado un globo aerostático rojo, con una “H” en su centro y para nosotros es la perfecta excusa que encontramos para ser felices.

Hace 107 años nacía esta excusa y era organizada como un club de fútbol, pero Huracán es mucho más que eso: Huracán somos todos y cada uno de los quemeros que lo hacemos gigante.

¡Felices 107 años glorioso Club Atlético Huracán!

© Publicado el sábado 31/10/2015 por http://www.patriaquemera.com.ar

lunes, 2 de noviembre de 2015

La profecía… @dealgunamanera...

La profecía…


Rebelde y conservadora, clerical y libertaria, vivimos con orgullo la gravitación de Córdoba en la política nacional, aunque a veces vaya a contramano del resto del país.

“Somos el rostro anticipado del país”, decimos los cordobeses toda vez que en Córdoba sucede un hecho extraordinario. La entonación de orgullo o vergüenza delata el tiempo histórico al que aplicamos la frase.

El mío confirmó con creces esa profecía. Dos años antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976, el derrocamiento del gobierno de Obregón Cano y su vice, el sindicalista Atilio López, por el Jefe de Policía, Antonio Domingo Navarro anticipó el rostro más temido, el de los desaparecidos, las muertes y las torturas.Conocido como “El Navarrazo”, no fue un golpe militar sino una sedición policial, amparada por el gobierno nacional y el temido Ministro de Bienestar Social, López Rega. Un anticipo, también, de la guerra entre los peronistas de derecha y la izquierda de los Montoneros que apoyaban al gobernador cordobés.

Obregón Cano había sido elegido por el voto popular el 15 de abril de 1973 en una segunda vuelta electoral, en la que le ganó al radical Víctor Martínez. La ingeniería electoral diseñada por la dictadura militar estableció el ballotage en caso de que ninguna fórmula alcanzara el 50 por ciento. Todo un acontecimiento en la democratización cordobesa, que incluyó otra novedad. 

El primer debate entre dos candidatos a gobernador, transmitido por el Canal 10 de la Universidad. En la época no se medía el rating, pero Víctor Martínez, que fue vicepresidente de Raúl Alfonsín, reconoció más tarde que el debate había sido decisivo en los resultados electorales. La organización del debate televisivo fue, también para mí, el primer trabajo como joven estudiante de periodismo.

Obregón Cano no era un “subversivo”, un hombre honesto, reformista entrampado entre “la espada de Perón y la pared de los Montoneros”, como escribió el historiador Roberto Ferrero.

Enojado con el peronismo de izquierda, Perón no restituyó el cargo a Obregón Cano ni a su vice. Mandó la intervención a la provincia con una frase lapidaria: “Que los cordobeses se cocinen en su propia salsa”. La Triple A asesinó a Atilio López y Obregón Cano debió asilarse en México. De modo que los cordobeses nos cocinamos en la peor de las salsas del terror, condimentada con el conservadurismo clerical, y militar que atraviesa nuestra historia. Y anticipó el terrorismo que se extendió a todo el país.

Pero si Córdoba anticipa lo que luego se generaliza, también atrasa. Recién veintiocho años después del Juicio a las Juntas, los jueces que llevan la mega causa “La Perla”, el más tenebroso de los campos de detención clandestinos de Córdoba, dictarán este año la sentencia contra los responsables por los delitos de lesa humanidad en los años de la dictadura militar. Entre ellos, el general Menéndez que ya acumula en Córdoba tres condenas a prisión perpetua.

Tierra de dirigentes sindicales honestos y legendarios como Agustín Tosco, la rebelión del “Cordobazo”, que anticipó la caída de la dictadura de Onganía, tiene un antecedente histórico que es nuestro mayor orgullo. “El grito de Córdoba”, cuando en 1918 la huelga de los estudiantes universitarios se convirtió en un  movimiento de rebeldía para terminar con “la tiranía” de los claustros y consiguió reformas profundas que se extendieron a todo el continente. La Reforma Universitaria del 18 consagró la libertad de cátedra, el cogobierno, la gratuidad y la autonomía que inspiró a todas las universidades latinoamericanas, cuyas consignas se escucharon en el Mayo francés del 68.

No deja de ser paradójico que muchos de  los hijos de los reformistas del 18 fueran más tarde parte de los “comandos civiles” que combatieron a Perón. A su vez, padres de los Montoneros que se presentaron en sociedad en Córdoba con la toma de La Calera y anticiparon las acciones guerrilleras en el resto del país. Así pasamos del heroísmo al arrepentimiento. Rebelde y conservadora, clerical y libertaria, industrial y universitaria, laboriosa y cuartetera, vivimos con orgullo la gravitación que Córdoba tiene en la política nacional, aunque muchas veces vaya a contramano del resto del país y los gobernantes se jacten del “cordobesismo” que la aísla.

La industria automotriz, el campo y la Universidad son la matriz cultural de nuestra provincia de raigambre radical, gobernada desde hace doce años por peronistas. La  Universidad es una de las tres, en el país, que mayores recursos recibe,  donde anida “el kirchnerismo”, expresado en la radio y la televisión de la Universidad. Sin embargo, prevalece el humor, el fernet y el que es nuestro rezo cívico, herencia de la Reforma del 18: “Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”.

De modo que fiel a su tradición, una vez más, Córdoba grita desde el interior y nos redime electoralmente. Resta saber si efectivamente seremos el rostro anticipado del país.

© Escrito por Norma Morandini el Lunes 02/11/2015 y publicado por el http://www.normamorandini.com.ar

Quilmes 2 vs. Huracán 1... @dealgunamanera...

Huracán perdió con Quilmes y no pudo asegurar la salvación…


Huracán perdió esta tarde por dos a uno frente a Quilmes por la ante penúltima fecha del Torneo de Primera División en el Estadio Centenario Dr. José Luis Meiszner.

Como todo el año pasado y el presente, Huracán pelea dos frentes.

Desgraciadamente, uno fue el de ascender y ahora, el de mantener la categoría. Así, las cosas fueron muy inestables para el elenco de Parque Patricios que nunca pudo relajarse o disfrutar de participar de dos copas internacionales por el hecho de no lograr la salvación matemática que lo deposite otra temporada en primera división.

Un nuevo capítulo de esta historia se dio hoy, en Quilmes. El globo no pudo pisar firme en su visita al sur y plagado de ausencias por cansancio, perdió tres puntos más que lo obligan a sacar un buen resultado en el cierre del torneo frente a Belgrano.

Cuando faltaba un minuto para el final de la primera parte, Claudio Bieler puso la primera diferencia para el Cervecero tras recibir en el centro del área y con un control orientado, rematar al palo izquierdo de Marcos Díaz que nada pudo hacer.

Con el ingreso de Patricio Toranzo y los intentos de Daniel Montenegro, a los sesenta y ocho de juego Huracán llegó a la igualdad. Ezequiel Miralles jugó para el Rolfi que desde afuera del área, en línea recta al arco, disparó un bombazo que con el desvío en el defensor rival, se terminó de incrustar en la red de Walter Benitez para revivir a todos los hinchas Quemeros.

Cinco minutos más tarde, Federico Mancinelli se fue expulsado por doble amarilla tras cometerle penal a Rodrigo Gómez y darle la posibilidad a Bieler de volver a convertir luego de tomar carrera desde los doce pasos. Más allá del resultado y de la correcta sanción, Diego Ceballos no tuvo una buena tarde que si bien no fue determinante ni responsable de la derrota, tuvo su incidencia en lo anímico.

Quilmes AC: 2 

Walter Benítez; Adrián Scifo, Alan Alegre, Mariano Uglessich, Leonel Bontempo, Sebastián Romero, Rodrigo Braña, Lucas Pérez Godoy; Alexis Canelo, Claudio Bieler y Rodrigo Gómez. DT: Facundo Sava. 

Huracán: 1 

Marcos Díaz; José San Román, Martín Nervo, Federico Mancinelli, Carlos Arano; Mauro Bogado, Alejandro Romero Gamarra, Daniel Montenegro, Patricio Toranzo; Cristian Espinoza y Ezequiel Miralles. DT: Eduardo Domínguez.

Cambios: 57m. P. Toranzo por A. Romero Gamarra – 65m. A. Gil Clarotti por L. Villarruel – 80m. I. Moreno y Fabianesi por E. Miralles

Arbitro: Diego Ceballos

Estadio: Estadio Centenario Dr. José Luis Meiszner.

© Escrito por Rodrigo da Silva el domingo 01/11/2015, fotos de Daniel Méndez y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán.

  



domingo, 1 de noviembre de 2015

Hacia el Balotaje… @dealgunamanera...

Un país distinto... 


Tensión en el sciolismo. Malhumor de Macri por los reclamos de cargos. CFK, patológica.

Desde lo numérico, la primera vuelta de la elección presidencial la ganó Scioli. Desde lo político, en cambio, el triunfador fue Macri. Para el candidato del FpV, el resultado fue una sorpresa; para el de Cambiemos, también. El batacazo lo dio María Eugenia Vidal.

El corte de boleta en la provincia de Buenos Aires explicó su victoria, cuya clave estuvo en su llegada a la gente que la percibió como una persona del común, honesta y con ganas de seguir siendo alguien del común. A su muy buena campaña la ayudó la muy mala imagen de su adversario, Aníbal Fernández.

La noche del domingo tuvo un componente dramático. Eso explica por qué los resultados se conocieron a última hora del día. Fuentes judiciales a cargo de la elección coinciden en afirmar que a las tres horas de haberse cerrado los comicios –es decir a las 21– en la mayoría de las mesas del país el escrutinio estaba terminado. Ante lo inexplicable de la demora, pasadas las 22.30 hubo una comunicación de uno de los jueces electorales con el ministro Alak.

La conversación fue tensa. Alak terminó reconociendo que la demora se debía a una decisión de la Presidenta, disgustada con los guarismos que lo ponían a Macri dos puntos delante de Scioli, había ordenado que no se difundiera ningún dato oficial hasta tanto no cambiara la tendencia. El ministro recibió un ultimátum: tenía 5 minutos para comenzar a hacer pública esa información si no quería que el Gobierno se viese expuesto a que la Cámara Electoral denunciara la maniobra.

Toda la semana se vio a un Scioli con rostro tenso. La estrategia de campaña del oficialismo tiene un leitmotiv: alimentar el miedo a Macri. A eso apuntan los miles de mensajes que se difunden por las redes sociales que se originan desde las usinas del kirchnerismo. Eso fue lo que hizo Cristina Kirchner el jueves. Ese acto representó un vademécum de los rasgos patológicos de su conducta y de lo que se vive en su entorno. Más allá de las apelaciones a votar por el candidato del FpV –a quien nunca nombró– y de una mención a Vidal, se la pasó hablando de ella y de su esposo. Para la Presidenta lo especial de la semana tenía que ver con una situación personal y familiar y no con el hecho institucional de la elección. En los sucesivos discursos de ese día, no hizo más que hablarle a la militancia. Parece no haber advertido que con eso no alcanza para que el oficialismo gane el 22-N.

En la reunión que Scioli tuvo con los gobernadores alineados por ahora en el FpV, se hizo un análisis crudo del resultado electoral, se señalaron errores de la campaña y hubo reproches para CFK y su estilo de confrontación, algo que hoy rechaza la mayoría de la sociedad.

Las vivencias dentro del Gobierno hablan del zafarrancho que produjo el resultado electoral. En Economía todo se paralizó, hay menos gente en las oficinas y las cocheras están vacías. Ya se vieron varios ágapes de despedida. La elección cayó como una bomba puertas adentro. Hay una movida muy fuerte para tratar de asustar empleados. “Los pocos cargos que se concursaron tienen un período de prueba de un año –a diferencia del sector privado que es de tres meses– entonces será el próximo gobierno el encargado de ratificar o rectificar esos nombramientos. El ministerio aparece empapelado con notas y carteles que dicen que Macri nos va a echar a todos. Incluso están usando una vieja tapa de Clarín de cuando Macri asumió en la Ciudad, que decía que haría una limpieza en la administración porteña”, cuenta un funcionario de carrera.

La noche del escrutinio, Alak recibió un ultimátum de la Cámara Electoral.

En materia de comercio exterior comenzó a circular el rumor que indicaba que La Cámpora –en retirada– había montado un sistema paralelo para vender las DJAI (Declaración Jurada de Anticipación de Importaciones) al 15% del valor de lo que se deseaba importar. Tan fuerte fue que la subsecretaria de Comercio Interior, Paula Español, decidió suspender las actividades del jueves y viernes. No ingresó nada.

La consecuencia: aquellos importadores de estaban aguardando la autorización de su DJAI terminaron recurriendo a la Justicia para pedir un amparo que los proteja. Los amparos pasaron del 30% al 70% en las últimas semanas. “Augusto Costa, (secretario de Comercio), Español y Ariel Langer (subsecretario de Comercio Exterior) tienen los días contados. Sabían que tenían el futuro complicado con Scioli y sus allegados intentaban realizar operaciones en los medios afines indicando que el comercio exterior fluía y que había coordinación de trabajo con los equipos sciolistas, lo cual era falso”, señala otra fuente de Economía.

Sorprendidos. Para Cambiemos el resultado también tuvo sorpresas. El objetivo de máxima era llegar al ballottage con una diferencia no mayor a 8 puntos. Como siempre ocurre en una elección, los resultados mandan y son los que determinan cursos de acción y consagran o no a las personas que los encarnan. Por eso, el domingo también fue la hora de la victoria para Ernesto Sanz, Elisa Carrió, Marcos Peña y Jaime Duran Barba.

En este momento de euforia, Macri, que sabe que no es poco lo que aún le falta para ganar, está enojado con el festival de llamadas y operaciones que recibe. No todos, pero algunos sectores ya están desesperados por cargos, circunstancia que lo malhumoró por lo que bajó la orden de poner fin a toda esa parafernalia.

El grueso de la elección lo definirán los cinco millones de votos que fueron a Massa. Según números que se manejan allí, del 21% obtenido, 9 puntos van a Macri, 6 a Scioli y los otros 6 están indecisos. “Sólo en Córdoba es seguro que Macri gana el 22. En el resto del país, no”, sostienen desde el massismo.

Respecto a posibles acuerdos, siguiendo lo sostenido, las fuentes de UNA aseguran que Massa no quiere que gane Scioli ni tampoco quiere apoyar a Macri. “Hay un punto central: Sergio está en un aprieto, porque si bien no quiere que gane Scioli, tampoco quiere que gane Macri y que él sea el culpable de que el peronismo pierda el poder. Una cosa es que gane Macri y otra es que gane Macri con su apoyo”.

Gane quien gane la elección, lo cierto es que desde el domingo la Argentina es un país distinto: nadie tendrá el poder absoluto, por lo que quien llegue al gobierno deberá negociar acuerdos con las otras fuerzas. Esa necesidad de acuerdos es la que representa el fundamento de la democracia y de la república, valores que a lo largo de la así llamada “década ganada” el kirchnerismo desdeñó.

Producción periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 1º/11/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.