domingo, 12 de abril de 2015

Nuestra Señora de la Argenta… @dealgunamanera

Nuestra Señora de la Argenta…

¡ACADE...! Máximo Kirchner. Dibujo: Pablo Temes

A través de la cadena nacional, Cristina Kirchner vuelve a apelar más a los consumidores que a los ciudadanos. Máximo déjà-vu.

El afiche “Máximo al gobierno / Cristina al poder” y la cadena nacional de la Presidenta fueron las novedades de esta semana.No es posible disminuir la importancia del afiche, como habría sido equivocado tomar en solfa el deseo que Diana Conti expresó con la lúcida frase “Cristina eterna”.

La cadena nacional del martes pasado debería haberse titulado: “Palabras de Nuestra Señora de la Argenta”. La Presidenta es una tenaz practicante del consumo de objetos y por eso sabe de qué está hablando. Un populista más tradicional habría subrayado “bienestar” y “derechos para todos”. Cristina, en cambio, dice “pararse frente a una vidriera”. Perfectamente a tono con la época, su discurso no se dirige a ciudadanos cuyos derechos se amplían sino a potenciales compradores de mercancías, cuyo voto ella necesita fidelizar (los términos de mercadotecnia corren por cuenta de la ideología del discurso presidencial). Por eso, durante un largo segmento de la última cadena nacional habló como la promotora de una tarjeta de compras.

Cristina, maniática coleccionista de joyas según últimas denuncias, se comportó de acuerdo con su sensibilidad.

Es una puesta al día del discurso populista. La “gente”, que mencionan otros políticos, valora la identidad de consumidora y tiene motivos de sobra para no aceptar la exclusión, cuando comprueba que muchos otros están incluidos en el mercado, para empezar los amigos de la Presidenta (y no sólo los dueños de diarios a los que ella insulta).

En el pasado, el discurso populista interpelaba al pueblo bajo diversos nombres: los clásicos vocativos argentinos fueron “descamisados” o “trabajadores”.

Cristina demuestra la obsolescencia de ese lenguaje. Interpela sin eufemismos a consumidores reales, potenciales o imaginarios. A la república de la “gente” le contrapone el régimen de los consumidores y ella se constituye en Nuestra Señora de la Argenta. Los excluidos de ese reino del consumo no figuran en los discursos, por motivos que ya explicó Kicillof.

Providencia. Es incuestionable el derecho a una jubilación por parte de quienes no pudieron probar treinta años de aportes en un país habituado a la irregularidad laboral. Sólo los muy reaccionarios pueden oponerse. Pero la cuestión no es ésta, sino el carácter providencial que la Presidenta atribuye a su acción de gobierno junto con la amenaza de que todo va a caer si ganan “los otros”. En un plano imaginario, Nuestra Señora transfiere al modelo consumidor a esos cientos de miles de jubilados que siguen siendo, en el mejor de los casos, humildes consumidores, si se juzgan los haberes que reciben con los que deberán pagar sus cuotas de los bienes adquiridos con la Argenta.

O sea que el Proyecto Kámpora es una especie de desarrollismo
pasado de fecha.

Esta puede ser una solución si no se encuentra otra mejor. Pero más vale no celebrarla como una política social progresista. Es simplemente una política mercado-internista, un rasgo que posiblemente sea el más estable de los que caracterizan al gobierno de Cristina Kirchner: mercado interno más un discurso industrialista que no coincide con los fríos y renuentes números de las inversiones.

Vencido. O sea que el Proyecto Kámpora es una especie de desarrollismo pasado de fecha, en lugar de la refulgente innovación que expone la Presidenta. Puede irse tranquila en este aspecto: ni la derecha más mercadocrática le quitará la jubilación no contributiva a nadie. Su monto no alcanza a cubrir lo que el defensor de la tercera edad Eugenio Semino estima como el costo de una canasta de bienes y servicios para un jubilado: en noviembre pasado, 6.720 pesos, es decir casi el doble de una jubilación mínima de 3.821 pesos en bruto (no queda mucho resto para mirar vidrieras y comprar alguna menudencia).

Para mantener ese capítulo del Proyecto no es necesario el autoritarismo presidencial, ni las cadenas nacionales, ni el discurso prepotente ni el hiperpersonalismo envilecido. Pero sería bueno, en cambio, que la Presidenta explicara el aumento de su patrimonio, que le permite mirar vidrieras sin angustia, y la oscura sociedad de su hijo con Lázaro Báez. Su audiencia, además de agradecerle la extensión de derechos, estaría en condiciones de reclamar sobre las cuentas poco claras de quien se los concede.

En una típica denegación, Cristina Kirchner también afirmó que ojalá no le tocara volver a la Rosada en 2019. Cualquiera podría leer la frase suprimiendo el adverbio negativo. El afiche mencionado al comienzo proclama: “Máximo al gobierno / Cristina al poder”. Lo que olvida es el carácter fúnebre que tuvo esa consigna, cuando fue “Cámpora al gobierno / Perón al poder”. A los 49 días de asumir, Cámpora se vio obligado a renunciar; lo sucedió Raúl Lastiri, yerno de López Rega, como presidente provisional; se llamó a nuevas elecciones, que ganó Perón acompañado por Isabel en la vicepresidencia. Meses después Perón murió y la Argentina empezó a recorrer un camino que terminó en el golpe de 1976.

Edgardo Depetri, uno de los que imaginaron el afiche, debería tomar un tónico para la memoria, ya que es lo bastante grandecito como para saber estas cosas y no evocarlas como himno triunfal, porque son combustible para una aventura destructiva. Además, y por si alguien lo olvidó, la Constitución prohíbe que se ocupe por tercera vez la Presidencia si no ha transcurrido “un período”. Un “período” son cuatro años. Es deseable que a ningún luchador del Proyecto y paladín de la obsecuencia se le ocurra confundirse, imaginar una renuncia como la de Cámpora y entronizar nuevamente a Nuestra Señora.

© Escrito por Beatriz Sarlos el sábado 11/04/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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sábado, 11 de abril de 2015

Juegos para adultos sin ganadores ni perdedores… @dealgunamanera...

Juegos para adultos sin ganadores ni perdedores…

Florencia Bagnardi, ingeniera industrial, y Agustina Fagalde, comunicadora publicitaria, creadoras de Mundo Pi.

La propuesta de unas emprendedoras que se animaron a apostar a algo diferente.

La economía actual argentina desalienta a muchos a realizar sus propios negocios por miedo a que el panorama complique la situación de la nueva empresa, pero aún hay algunos aventureros que creen en su proyecto y se lanzan de cabeza sin pensarlo. Es el caso de Mundo Pi, una nueva propuesta de juegos no convencionales para adultos en los que no hay ganadores y perdedores y tampoco es necesario un tablero. Se trata de elementos originales y lúdicos que obligan a los participantes a salir de su zona de confort y cumplir con una serie de desafíos individuales o colectivos que estimulen la creatividad y rompan con los esquemas preestablecidos.

El proyecto nació en 2012 de la mano de Florencia Bagnardi, ingeniera industrial, y Agustina Fagalde, comunicadora publicitaria, amigas del colegio. En un momento en el que ambas se encontraban desmotivadas en sus respectivos puestos de trabajo, decidieron encarar este emprendimiento relacionado con el Juego. Ambas fanáticas del mundo lúdico buscaban tener un trabajo al que nunca “quisieran faltar”.

“Nos empezamos primero a juntar en plazas, luego la tía de Florencia nos prestó un departamento que tenía vacío y fuimos avanzando”, recordó Agustina en diálogo con Perfil.com. “Al inicio cuando nos reuníamos antes de empezar hacíamos ejercicios creativos, jugábamos nosotras, como para entrar en un clímax creativo”, rememoró Florencia.

“Lo interesante de los juegos es que nunca sabes a donde te llevan. Siempre generan algo distinto en cada grupo. Precisamente esto es Mundo Pi, donde lo improbable se hace posible, no ponemos límites a la creatividad, este es el lugar donde todo puede pasar y este concepto se puede explotar de mil maneras no solamente en juegos”, valoró Florencia. “Algunos que los han probado nos dicen que se sintieron como si estuvieran de vacaciones. Hay mucho compromiso por parte de los compradores, deben notar que los productos están hechos con amor”, se alegró Agustina.

Según la visión de sus creadoras, estos juegos no convencionales para adultos no serán de venta masiva por el momento y precisamente ese es uno de sus mayores desafíos: “Hacer algo de calidad, de industria argentina y de precio accesible no es tan sencillo para hacerlo llegar a la gente”, opinó Florencia. Pero más allá de hacerlos rentables, las diseñadoras buscan generar un cambio en los jugadores: “Para nosotras cada uno es como una obra de arte, nos encargamos de hacer cada detalle de ellos. Uno de nuestros propósitos también era romper esquemas, porque para ser creativo o trabajar la creatividad lo primero que tenés que hacer es abrir tu mente y eliminar el juicio, y por eso en cada juego tratamos de meter el desafío”, precisó Agustina.

Los productos se pueden adquirir a través de Internet por varios sitios de compraventa, su página de Facebook, la tienda online y en algunos locales por la zona de Palermo. 

“Nuestros productos no son juguetes convencionales, no se venden en jugueterías sino en tiendas de diseño, con lo cual no es tan masivo el canal de venta”, detallan.

Los juegos de Mundo Pi

La marca ya tiene cuatro propuestas en el mercado y una en elaboración. El “Descongelador” fue planteado para romper el hielo. Se juega en grupo y pueden participar personas que empiezan a conocerse, en las primeras citas o amigos de toda la vida. A través de originales tarjetas descontracturantes este juego invita a reírse de uno mismo y promueve la desinhibición. Otro enfocado para parejas es el “Rompe Rutina” basado a realizar misiones secretas para tu amor. Cada uno tira un dado en donde se indican los días de la semana para saber qué día vas a sorprender a tu media naranja de la forma menos esperada.

“Querido Lunes” apunta al bajón general que hay ese día que está tan “mal catalogado”. “Andá a un bar o café y pagá anónimamente el pedido de alguien” o “Hacé algo que amabas hacer en tu infancia” son algunas de los desafíos que forman parte del juego para llevar a cabo durante los 53 lunes del año con el objetivo de dar al primer día de la semana un buen sentido.

A finales de marzo salió un proyecto nuevo, denominado “Díganlo como pueda”, el más cercano a un juego de mesa que consiste en describir un concepto con plastilina, figuras geométricas o con adjetivos, en donde la imaginación es crucial tanto para el que adivina como para el que “crea”.

Florencia y Agustina no ponen el freno por lo que Mundo Pi no deja de crecer. Actualmente trabajan en el diseño de una nueva línea más cercana a la idea convencional de juegos de mesa, aunque siempre con la creatividad y el toque distintivo que los caracteriza. Además, la empresa también trabaja en “juegos a medida” para empresas y “kits lúdicos” para trainings y reuniones de equipo para incentivar a sus empleados a través de propuestas creativas.

© Escrito por Bárbara Defoix el sábado 112/04/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.





Anticipándonos a Wikileaks, la muerte de Néstor Kirchner... @dealgunamanera...

Qué Dice La Embajada De Estados Unidos Sobre La Muerte De Kirchner...


Esta historia fue reconstruida con fragmentos, autopartes de una información que aún siendo incompleta al menos propone una hoja de ruta para desentrañar el camino que condujo hace poco tiempo a la muerte de Néstor Kirchner. Seguramente en algunos meses, Wikileaks inundará el mundo con cables secretos que terminarán de armar el puzzle sobre el fallecimiento el 27 de octubre de 2010 de quien fuera en ese momento el Presidente virtual y el hombre más poderoso de la Argentina.

Porque la sensación térmica que se tuvo aquella mañana cuando se conoció la noticia, fue que había muerto quien verdaderamente gobernaba el país, y no un ex Jefe de Estado ni un diputado del montón. Quien estaba —y sigue estando— sentada en el sillón de Rivadavia constituía un formalismo necesario, aunque un placebo a la hora de tomar decisiones. Aquí va parte del rompecabezas que, por primera vez, sale a la luz en la Argentina y en el mundo entero. Después veremos cotejarla con la información que figura en esos cables cifrados de la diplomacia norteamericana que en algún tiempo el portal dirigido por Julian Assange ofrecerá sin fisuras.

La primera parte de esta historia arranca después de la derrota kirchnerista en el Senado en boca de aquel…”Mi voto no es positivo…”.

Pasados los primeros sofocones —y el agravamiento momentáneo a causa del stress del aparato cardiovascular de Néstor K—, después de los conatos de renuncia que nadie creyó demasiado en las propias filas oficiales, se supo por boca poco confidencial de Sergio Massa y Alberto Fernández, que Néstor ingresaba en una vorágine de fundamentalismo político que lo conducía a un abismo irrefrenable de toma de decisiones cuasi totalitarias.

Ahí comenzó a pergeñar Eduardo Duhalde su famoso lema: “Al loco lo traje yo y al loco me lo llevo yo.”.

“Bien, pero… ¿cómo haces para llevártelo?”, le preguntaban sus interlocutores ocasionales. Duhalde respondió con hechos.

En principio, algunas de sus segundas y terceras líneas entraron en contacto con sus pares de las divisiones menores del kirchnerismo. La idea era ir enviando mensajes que llegasen a la cúpula y observar las respuestas.

El hombre de Lomas de Zamora le ofrecía al pingüino mayor una salida consensuada y no traumática. Una especie de transición ordenada, sin venganzas y como suele ocurrir en la Argentina, con una parodia de juicios por corrupción que no afectarían al matrimonio Presidencial y buscarían un chivo expiatorio en las zonas menores. Allí fue cuando comenzaron a soltarle la mano a Ricardo Jaime, un papel carbónico de María Julia Alsogaray por la brutalidad con que se creyó impune.

Dicen que Néstor K no rechazó la propuesta como tampoco la aceptó de pleno. Confiaba en que las elecciones de 2009 le serían favorables y si así hubiera sido retomaría la ofensiva a full contra el duhaldismo. Se habló de armar algo así como megacausas separadas al caudillo lomense y a algunos líderes rurales a quienes Néstor tenía en la mira. Hugo Biolcati era la presa campestre más codiciada para llevar al asador del pingüinaje.

El problema mayor de los K fue que sus medios masivos de comunicación ni influían en la opinión pública ni se tornaban creíbles. Página/12 ya era un líbelo más humorístico que informativo y el multimedio de Szpolski una máquina de consumir partidas oficiales a cambio del vacío. El proyecto 6,7,8 causaba indignación en lugar de adhesiones y eso no era favorable al proyecto de la remontada kirchnerista para deshacer los acuerdos de palabra entre las líneas menores de Kirchner y Duhalde.

Pero la derrota a manos de Francisco de Narváez en el 2009 —el colorado ganó por un margen de casi 5 puntos, solo un fraude bien organizado hizo públicamente que la ventaja conocida fuera menor a la real—, agudizó los odios de unos y el fundamentalismo de otros.

En principio, Néstor dejó entrever con resignación que aceptaría la bandera blanca duhaldista. Pero se crispó enseguida y decidió jugar a la ruleta rusa con un revólver a tambor lleno de balas.

Los rumores en la cima del poder eran pavorosos. Néstor K mencionaba tres medidas que erizaban la piel. Una posible reforma agraria al estilo Santa Cruz —confiscar campos y venderlos a precio ruin entre el séquito de amigos y parientes—, meter mano en las cajas de seguridad de los bancos —se cree que allí se guardan más de 16.000 millones de dólares— y por último el proyecto que aceleró la llegada al fatídico 27 de octubre: nacionalizar fábricas del Grupo Techint al estilo Hugo Chávez.

La jerarquía de ese poderoso grupo industrial, al mejor estilo de las masonerías o sociedades secretas de poder, se enteró del proyecto y tomó contacto frecuente con quien decía que “… al loco lo traje yo y al loco me lo llevo yo..”.

Techint venía perdiendo 6.000 millones de dólares en Venezuela y en la Argentina el asedio de Hugo Moyano avalado por la Casa Rosada, con la anuencia o la negligencia de la Justicia, era demasiado.

Se dice que el proyecto nuclear iraní precisa de materiales y tecnología de Techint y Hugo Chávez se dispuso a colaborar. Si la Argentina ingresaba en esa vorágine de pre guerra atómica, el futuro del país oscurecería a pasos agigantados.

La cuestión seguía siendo cómo anular los impulsos de Néstor K para convertirse en Emperador, dueño y señor de las leyes y de todo lo que estuviese en pié en la Argentina.

El Gran Masón de Techint —no es tan así, solo una metáfora…— y el duhaldismo se reunieron en secreto con apenas un selecto número de colaboradores.

Hubo una fecha especial que a todos les parecía tentadora. Algo tenía que ocurrir el 27 de octubre del 2010.

¿Por qué y cómo hacerlo?, eran las dudas estilo Hamlet.

Esos vínculos cuasi corporativos se extendieron hasta otros poderosos —a nivel empresas y dinero— del país. Solo el anciano Ezkenazi se negó a convalidar una conspiración en ciernes.

“Si el viejo no se pliega, cuando precise caños —para YPF— que se los compre a los japoneses”, fue el golpe para quebrarle la voluntad al líder del Grupo Petersen. El emisor del mensaje hablaba en nombre de Techint.

El 13 de septiembre del 2010 Néstor K abandonó el sanatorio Los Arcos y su entorno se dedicó efusivamente a cacarear sobre el perfecto estado de salud de su jefe.

Pero los médicos a su alrededor esgrimían otro diagnóstico. “El corazón del paciente quedó seriamente debilitado”. Le recomendaron lo que nunca haría: guardar reposo y alejarse de la TV y de la lectura de los medios de comunicación.

Si algún pico de stress le volviera a ocurrir, sería el último. El corazón del pingüino no soportaría nuevos embates.

El séquito de conspiradores ideó un Día D: el 27 de octubre del 2010.

El porqué de ese día lo explicó así un conocedor de esta historia novelesca pero real: “El 27 de octubre, día del censo, era feriado en la Argentina pero el resto del mundo trabajaba normalmente. Si ese día le ocurría algo al Presidente virtual del país, no podían producirse corridas bancarias y si para colmo los papeles argentinos en el exterior pegaban un salto, el 28 de octubre los bancos porteños abrirían normalmente y nada sacudiría la rutina del movimiento de dinero en la Argentina…”.

Si éste relato pareciera fantasioso, alguien tendría que explicar por qué sin motivo aparente los bonos argentinos dieron un fuerte salto en su cotización y el riesgo país descendió sin demasiada explicación en Wall Street en el mismo instante en que la lógica hubiera mostrado una réplica diferente si las variables no hubieran tenido una influencia de algún grupo desconocido –o no—, que operó a sabiendas de que la muerte de Kirchner podía desbarrancar la incertidumbre de cómo seguiría la política y la economía en la Argentina.

Con estas señales positivas del mercado internacional del dinero, el país lloraría a su muerto un día feriado y retornaría a la actividad normalmente hasta que se disipara el duelo.

Quienes relatan esta historia dicen que hubo dos protagonistas fundamentales que pudieron haber producido el deceso de Néstor K. Dos hombres que lo llenaron de disgustos las últimas horas hasta hacerle ceder su corazón. El primero fue Hugo Moyano, quien telefónicamente lo inundó de amenazas después de sentirse abandonado en un encuentro peronista en la Provincia de Buenos Aires. Se supone —no hay que ser un Einstein para darse cuenta— que el líder camionero enojado debe infundir temor y zozobra a su víctima circunstancial.

Y el golpe mortal lo arrojó en la última cena de Néstor K uno de sus empresarios de bolsillo quien ya comenzaba a volar sin tutorías: Lázaro Báez.

En el Calafate, Báez arrojó sobre la mesa de Néstor una avalancha de encuestas, mediciones y pronósticos macabros para el futuro del kirchnerismo que terminaron apagando el ya debilitado corazón del santacruceño.

Fue el golpe de gracia, el tiro final de malas noticias difícil de soportar para alguien que jugó todas sus fichas a su propio entronamiento por décadas en el poder local.

¿Por qué Báez, un empresario de mediano pelo santacruceño devenido en multimillonario con el kirchnerismo, habría accedido al pedido de los conspiradores de aturdir a su ex jefe con noticias terroríficas?

 Es que Lázaro Báez está involucrado en una operación de lavado de dinero —Austral Construcciones S.A.— por sumas multimillonarias, diez millones de los cuáles han sido bloqueados en Lichtenstein, un paraíso fiscal en Europa meridional donde se dice solo viven 37 personas. Báez debía zafar de una cárcel segura incluso con influencia de Estados Unidos y sin Néstor K en el camino ahora puede reconocer —cuando lo convoque la justicia— que él solo era un testaferro o intermediario de una persona que ya no está viva.

Lázaro Báez hizo todo —eso dicen las fuentes consultadas— para castigar esa noche el débil y abatido ritmo cardíaco de su ex jefe y protector.

Fue el final previsto. Se cree que la muerte no se produjo cuando la anunciaron sino horas antes, pero había que darla a conocer cuando el sistema bancario local estuviese cerrado y Wall Street abierto. Ni corridas ni bonos en picada sino todo lo contrario.

Que el cajón en que se lo veló en Casa de Gobierno estaba vacío —y hasta que eligieron para la puesta en escena un tamaño menor al que hubiese correspondido a un hombre de estatura alta—, son parte de otra historia que algún día se contará en detalle.

El día del censo hubo llantos en la Casa de Gobierno y festejo algo desmedido alrededor de los conspiradores y sus hombres de confianza. Hay quienes le besaron el anillo al Iluminati de esta historia conspirativa pues la estrategia dio sus frutos.

Si la Justicia dilucida la certeza de esta narración. ¿Alguien será juzgado por conductas conspirativas?

Esperemos que pronto Wikileaks complete esta historia con los cables que enviaron los diplomáticos norteamericanos desde la Argentina, el 27 de octubre del 2010 y días posteriores.

© Escrito por Jorge D. Boimvaser el lunes 28/02/2011 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Volvió el Volkswagen Golf… @dealgunamanera

Volvió el Volkswagen Golf…

Nueva versión del legendario modelo alemán. Importado desde México, es la séptima generación.

La séptima generación del inoxidable Volkswagen Golf ya está disponible en las concesionarias locales. Fabricado en México, se trata de la versión presentada en 2012 en Alemania, que pudo ser vista pocos meses más tarde en el último Salón del Automóvil de Buenos Aires. La llegada del nuevo Golf, a un precio de lista que lo exime del pago de la alícuota de impuestos internos, se concreta luego del acuerdo comercial entre Argentina y México.

Las versiones disponibles son en tres niveles de equipamiento: 

Trendline, propulsado por un motor 1.6 litros de 110 cv y caja manual de 5 velocidades ($ 229.993)

Comfortline
, con motor 1.4 litros TSI BlueMotion de 140 cv y cajas manual de 6 velocidades y automática DSG de 7 velocidades ($ 253.702 y $ 263.708)

Highline
, con motor 1.4 litros TSI BlueMotion de 140 cv y caja automática SDG de 7 velocidades ($ 276.165), todos bajo la norma Euro 5. 

La versión GTI, equipada con un motor 2 litros de 220 cv y caja automática de 6 velocidades será lanzada a mediados del segundo semestre de este año.

El Golf es uno de los autos más longevos de la historia: debutó en Alemania en 1974 y, desde entonces, lleva vendidas 33 millones de unidades.

La nueva versión viene con nueva parrilla que adopta el family feeling de la marca, faros de xenón con luz de marcha diurna en LED y luz de conducción en curva, faros antiniebla integrados que complementan su nuevo frente aguerrido y sensores de estacionamiento delanteros y traseros.

Además, lavafaros, llantas de aleación de 17”, faros traseros envolventes con nuevo diseño, doble caño de escape que otorga un mayor aspecto deportivo, luz de giro incorporada, easy trunk de baúl y spoiler trasero con tercera luz de stop, entre otros.

© Escrito por Luis Ceriotto el viernes 10/04/2015 y publicado por iEco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Huracán 1 vs. Universitario de Sucre 1... @dealgunamanera

Lamento boliviano…


Huracán empató esta noche 1 a 1 frente a Universitario de Sucre en el estadio Tomás Adolfo Ducó por la cuarta fecha del Grupo 3 de la Copa Bridgestone Libertadores.

Difícil hacer un resumen claro y conciso en el cual se pueda dejar en claro cuánto mereció la victoria el conjunto local, por qué no lo hizo y qué fue lo que faltó. Primero que nada, remarcar la búsqueda constante del arco rival aún por momentos sin ideas claras pero con el ímpetu intacto tanto en lo individual como en lo grupal. Desde la hidalguía de Edson Puch para pedir todas las pelotas del encuentro hasta la lucha, la precisión y la garra de Federico Vismara.

A los doce y quince de la primera etapa, en una primera instancia el arquero Raúl Olivares le tapó una clara a Ramón Ábila y luego el travesaño le dijo que no en una jugada muy disputada e igual insólita. Sin embargo, Huracán encontró a los treinta y cuatro minutos de juego, la ventaja que se le escurriría como agua entre los dedos. “La Bruja” recuperó detrás del círculo central como toda la noche y abrió simple y sencillo para Patricio Toranzo que lanzó largo y por los aires el balón hasta el área contraria apelando al error del defensor rival que al peinar la pelota se la regaló a “Wanchope” que, de frente al arquero y con una definición quirúrgica, estampó el uno a cero.

Seis minutos nos duró la alegría. Seis minutos en los que el Globo perdió la pelota, se desordenó, liberó marcas y dejó que su rival igualara el partido. Miguel Suárez apareció solo por detrás de toda la última línea local y recibió un pase aéreo para cruzarla y vencer los anhelos de detener la pelota de Marcos Díaz.

La segunda parte fue otra cosa. Un monólogo Quemero, no particular de cada futbolista sino colectivo. Las individualidades en ataque flaquearon a pesar del intento homogéneo del elenco de Parque Patricios. Fue así como Alejandro Romero Gamarra tuvo dos mano a mano frente al chileno Olivares pero una mala definición primero y un resbalón luego le negaron la gloria máxima. Aunque estuvo toda la carne al asador, con Iván Borghello, Agustín Torassa, Daniel Montenegro más los titulares que se mantenían en cancha, los dirigidos por Apuzzo no pudieron quebrar la valla boliviana una vez más y lograr ser momentáneamente puntero de grupo.

De todas maneras, todo depende de nosotros. Hay que ganar los dos que restan y estaremos en una nueva fase. Prepararse física y mentalmente para lo que viene y dejar de lado este partido en el que Huracán mereció más pero que terminó en lamento boliviano.

Huracán: 1

Marcos Díaz; Federico Mancinelli, Martín Nervo, Eduardo Domínguez, Santiago Echeverría; Lucas Villarruel, Federico Vismara, Alejandro Romero Gamarra, Patricio Toranzo; Edson Puch y Ramón Abila. DT: Néstor Apuzzo.

Cambios: Agustín Torassa, Daniel Montenegro e  Iván Borghello por Lucas Villarruel, Alejandro Romero Gamarra y Sebastián Echeverría respectivamente.

Universitario de Sucre: 1

Raúl Olivares; Jorge Cuellar, Ezequiel Filipetto, Federico Silvestre, Ignacio Gonzáles y Enrique Flores; Rolando Ribera, Rubén Cuesta, Ramiro Valdivian, Leonardo Castro y Miguel Suárez. DT: Julio César Baldivieso.

Goles: 34′ Ramón Ábila (H); 40′ Miguel Suárez (US)

Árbitro: Ulises Merles (Par)

Estadio: Tomás Adolfo Ducó

© Escrito por Rodrigo da Silva y fotos de Daniel Méndez el jueves 09/04/2015 y publicado por el Departamento de Prensa del Club Atlético Huracán de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.