viernes, 7 de diciembre de 2012

"7D" - Ley de medios… De Alguna Manera...


"7D" - Ley de medios…


El diputado Claudio Lozano, presidente del bloque Unidad Popular, sostuvo que “la actitud del Gobierno Nacional y la resistencia del Grupo Clarín al contenido desmonopolizador del art. 161, producen un único resultado: incumplimiento y tergiversación del mandato democratizador de la ley de medios.”

Para Lozano, “el camino es uno solo:

Primero, la justicia debe resolver de una vez por todas, la controversia planteada por el Grupo Clarín respecto al art. 161. 

Segundo, el Gobierno debe acatar los fallos judiciales. 

Tercero, el AFSCA debe avanzar seriamente en todos los aspectos no judicializados de la ley de medios. 

Cuarto, el AFSCA debe revisar el carácter sesgado de sus intervenciones que conllevan una expresa tergiversación de la ley votada por el Parlamento Nacional.Es inadmisible que se pretenda ocultar el papel dominante del Grupo Telefónica en el Sistema de Medios, así como también resulta absurdo validar que los Grupos Empresarios puedan adecuarse a la ley por la vía de transformarse en empresas independientes controladas por amigos, parientes, testaferros o funcionarios históricos de los mismos grupos empresarios. Esta política termina por anular el efecto democratizador de la ley.

Quinto, el AFSCA debe concentrarse en la tarea de:
a)presentar el plan técnico,  
b)realizar el censo de emisoras,  
c)promover el uso del 33% del espectro por parte de las organizaciones de la comunidad,  
d)promover el desarrollo de un verdadero multimedios público (y no gubernamental) que coadyuve a la efectiva democratización de la información.”




7D y la Sociedad Interamericana de Prensa...


Nelson Castro: "La idea del Gobierno es terminar con el periodismo"... 


Habló ante el Congreso junto a colegas y la SIP. Su opinión de las denuncias de Echegaray.

"La esencia que hay aquí, es que el intento del Gobierno y de quienes acompañan esta visión del gobierno desde la sociedad (porque este es un elemento también preocupante, hay acompañamiento de sectores de la sociedad a esta idea del gobierno), es que hay que terminar con el periodismo. De que el periodismo está en el centro de todos los males", afirmó Nelson Castro.

El periodista estuvo en el Congreso de la Nación junto a colegas como Alfredo Leuco; el titular de la Sociedad Interamericana de Prensa, Javier Matilla Anderson; y las senadoras Norma Morandini (FAP), Laura Montero (UCR) y María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica-ARI).


"Por eso estaba esta idea de que si no hubiera pasado lo que pasó, más allá de la suerte de Clarín, hoy habría nacido una nueva nación", agregó Castro en el encuentro sobre libertad de expresión desarrollado en el Salón Illia del Congreso de la Nación.

"Lo que hay aquí en juego es una metodología que no va a cesar -junto con la difamación, la utilización de los medios públicos para difamarnos, este método claramente goebbeliano- es la utilización del Estado para llevar adelante fenómenos de intimidación del trabajo de los periodistas. A esto debemos oponernos claramente y debemos señalarlo", sostuvo el periodista.

"Y debemos señalarlo para todos, como en días pasados cuando Clarín cometió un garrafal error al utilizar estos mismos métodos que criticamos para querer enjuiciar a periodistas. Y cuando ayer lo hemos visto con la denuncia del titular de la AFIP a dos colegas, Luis Majul y Matías Longoni, por sus investigaciones", completó Castro.

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el vienes 7 de Diciembre de 2012.

El Dr. Nelson Castro, certeramente habló del método goebbeliano utilizado por el Estado para llevar adelante el fenómeno de intimidación.

Éstos son:

1- ) Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

2- ) Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3- ) Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

4- ) Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5- ) Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

6- ) Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto, sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite mil veces, acaba por convertirse en verdad”.

7- ) Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8 Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9- ) Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen al adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10- ) Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea un mito nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11- ) Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando una impresión de unanimidad.



Leuco: "Vivimos el momento de menor libertad de expresión en democracia"...


El periodista habló en el Congreso, junto a otros colegas de la SIP, de los mecanismos "novedosos" de los Kirchner para coartar la libertad de prensa.

“Desde el 2006 hasta ahora, el gobierno no ha hecho otra cosa que perfección los mecanismos de persecución”. Así se refirió el periodista Alfredo Leuco a lo que considera el período de “menor libertad de prensa” desde el regreso a la democracia en 1983.

Las declaraciones de Leuco se realizaron en el Congreso, donde asistió como uno de los representantes de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) junto a otros periodistas como Jorge Lanata, Nelson Castro, Joaquín Morales Solá y Pepe Eliaschev, y al presidente del organismo, Javier Matilla Anderson.

“Han sido muy originales los Kirchner para perseguir a los periodistas: no sólo han presionado con la pauta oficial, sino que ha sido muy novedoso el apriete sobre empresarios privados para que dejaran de auspiciar en medios de comunicación o en periodistas que no eran de su gusto o no se domesticaban”, señaló Leuco.

Y denunció: “En los últimos días, los grandes anunciantes que son casas de artículos del hogar, han sido presionadas brutal y ferozmente para que no publiquen sus avisos en diarios de circulación nacional”.

Para Leuco, ese es uno de los mecanismos “novedosos” del gobierno para coartar la libertad de expresión. El otro, aseguró, es “un ataque a los periodistas en forma personal desde los canales públicos”, al que calificó de “realmente feroz”.

“Ha tenido como objetivo dinamitar el prestigio, la honestidad y el buen nombre de cada uno de los periodistas y a sus familias”, agregó el periodista en la audiencia en la que también hablaron sus colegas.

Las senadoras Norma Morandini (FAP), Laura Montero (UCR) y María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica-ARI) fueron quienes encabezaron la audiencia, en la que advirtieron que "la Argentina camina peligrosamente hacia el control del Estado de los medios de comunicación".

Durante un encuentro desarrollado en el Salón Illia del Congreso de la Nación, las legisladoras expresaron su preocupación" por la "falta de libertad de expresión" que dijeron observar en el país y difundieron una declaración de principios sobre la situación de los medios a nivel nacional.

"El Congreso de la Nación debe frenar los avances de un Ejecutivo que violenta derechos consagrados en nuestra Constitución", subrayó Morandini, al leer el pronunciamiento ante la delegación de la SIP.

© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el vienes 7 de Diciembre de 2012.






Debate montonero... De Alguna Manera...

Debate montonero...
Juventud maravillosa. Cristina Fernández de Kirchner. Dibujo: Pablo Temes.

Una ley para indemnizar a militares dividió el bloque K en el Congreso. El vía libre de Cristina y cómo se votó.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner autorizó a sus diputados más fieles a votar la media sanción de una ley que indemniza a los familiares de soldados, militares y policías muertos durante el ataque de Montoneros a un cuartel. Una jefa de Estado que es acusada por la ultraderecha más recalcitrante de ser “una yegua montonera” produjo este hecho político inédito que, además, puso a su bloque de legisladores en rebeldía al punto que se dividieron en tres posturas distintas. Es lamentable que semejante movida positiva se haya hecho casi en la clandestinidad y con fuertes presiones para que nadie se enterara. De hecho, hasta hoy, ni Clarín ni Tiempo Argentino ni Página/12 publicaron una sola línea al respecto. Es un proyecto que se podría haber utilizado para generar el más interesante y necesario debate sobre la lucha armada de los 70 y el impacto en los jóvenes actuales.

Por ahora se perdió esa gran oportunidad. Pero tal vez estas líneas sirvan para fogonear una discusión que, si se hace sin dogmas blindados y con el ánimo reparador de no repetir errores ni horrores, puede ayudar a evitar que la actual fractura expuesta de la sociedad sea un poco menos grave.

Si el Senado la convierte en ley, los familiares de diez soldados conscriptos, de un sargento y un subteniente del Ejército, de un policía provincial y de tres civiles cobrarán 620 mil pesos como resarcimiento por haber muerto éstos resistiendo el copamiento del Regimiento de Infantería 29 de Monte, en Formosa, en lo que fue el bautismo de fuego del Ejército Montonero. El operativo fue encabezado por Raúl Yaguer y, según el periodista Ceferino Reato, sirvió para que Videla y Massera, entre otros, le pusieran fecha definitiva al golpe de Estado que el 24 de marzo de 1976 instalaría un genocidio en nuestro país. Operación Primicia, la rigurosa investigación de Reato, puso en la superficie un tema que en Formosa es vivido culturalmente como una cuestión de Estado y fue tomado como una suerte de “invasión” de forasteros a un lugar de gente sencilla que duerme la siesta con las ventanas abiertas y sella los acuerdos con un simple apretón de manos. El libro reveló que la mayoría de las familias de los 12 integrantes de Montoneros que habían caído en aquel combate recibieron indemnización por 12 millones de pesos como víctimas del terrorismo de Estado y que, en ese carácter, se habían sumado a las listas, las placas y los homenajes que se les rinden a los detenidos-desaparecidos. El caso más concreto puede verse en el monumento de Costanera Norte.

Todos los 5 de octubre, día de esa masacre donde murieron 28 personas en total, se conmemora el Día del Soldado Formoseño. La ceremonia la encabeza el gobernador Gildo Insfrán, integrante del ala derechista ortodoxa del cristinismo, y participan todos los sectores políticos y sociales. Es el recuerdo de un hecho dramático que marcó para siempre la historia de los formoseños.

Por eso, fueron dos diputados de ese distrito, Ricardo Buryaile (UCR) y Juan Carlos Díaz Roig (PJ), los que presentaron el proyecto que estuvo a punto de caerse y de arrastrar la última sesión ordinaria de la Cámara. “Tengo el bloque partido”, se justificaba Agustín Rossi. “Los acuerdos políticos hay que respetarlos”, replicó Buryaile.

Nada hubiera salido sin el motorcito en el que se convirtió Carlos Kunkel (“un caballero”, según el radical) y sin la bendición que le dio Cristina. Es un tema muy delicado para el cristinismo, donde conviven sectores que combatieron armas en mano y hoy plantean autocríticas (“macana”, le llamó Kunkel) con otros que endiosan esa experiencia fracasada y que, hasta peligrosamente, convierten en héroes a imitar a los guerrilleros en cada oportunidad que tienen.

Las distintas posturas de los cristinistas se expresaron a la hora de votar. De los 97 legisladores propios presentes, 51 votaron a favor. Kunkel hizo punta y eso que, en aquel momento, era jefe montonero de la región. No participó del ataque al cuartel porque estaba detenido. Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro, los dos capos de La Cámpora, se encolumnaron con Kunkel. Los 16 que votaron en contra estuvieron encabezados por Remo Carlotto, hijo de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, que ahora contrató como asesor al juez español inhabilitado por 11 años, Baltasar Garzón. El magistrado, ya convertido en un defensor de todas las causas oficialistas, recibió el documento que le otorga la residencia pero no opinó sobre este tema. Si bien Baltasar sentó en el banquillo de los acusados a Pinochet y a Scilingo, también persiguió legalmente a los miembros de la ETA, quienes igualmente optaron por el foquismo terrorista durante períodos democráticos, lo mismo que Montoneros. Se opusieron, además, miembros del Movimiento Evita, como Leonardo Grosso y Adela Segarra, y los dos legisladores sabbatellistas, pese a que el Partido Comunista que los parió supo condenar con contundencia a la ultraizquierda de aquella época. Entre las treinta abstenciones hay que mencionar a Edgardo Depetri y Agustín Rossi, dirigentes de Unidos y Organizados, y un caso muy particular, el de Horacio Pietragalla, que si bien integra La Cámpora se diferenció por cuestiones familiares: sus padres desaparecidos fueron parte del comando del Ejército Montonero que se mandó esa “macana”, al decir de Kunkel.

Es para una película de espionaje registrar que, además de Kunkel, hubo otro importante miembro de Montoneros que se puso el proyecto al hombro y recorrió el país explicando a sus viejos camaradas la intención: José “Yuse” Estigarribia, el paraguayo que hoy vive en Suecia, donde se quedó luego del exilio y cuya hija fue elegida diputada en ese país. El se entrevistó con Cristina y Kunkel y resolvieron apoyar la idea de Ricardo Buryaile, que fue el primero en ocuparse en 2010, cuando su proyecto original perdió estado parlamentario.

Algo muy profundo ocurrió en la cultura montonera, aunque en la superficie casi nadie haya mencionado el tema. Es un desafío intelectual y político extraordinario que seguramente encontrará su cauce de polémica más temprano que tarde. No hubo dos demonios, eso está claro. ¿Hay que mirar con compasión o ser crudamente críticos de aquellas formaciones especiales que apoyaron primero y luego enfrentaron a Perón? ¿Era correcta la idea de profundizar las contradicciones porque combatir contra las Fuerzas Armadas era más “claro” para el pueblo que enfrentar a Isabel? ¿Hay sectores minoritarios del cristinismo que, en voz baja, aún reivindican el crimen como instrumento de la lucha por el poder?

© Escrito por Alfredo Leuco y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires al 1º día del mes de Diciembre de 2012.

TV y libros: un amor posible… De Alguna Manera...


TV y libros: un amor posible…

TV Y LIBROS. La permanencia de los programas de cultura.

Con rating escaso pero seguidores fieles, los ciclos de literatura en la televisión tienen continuidad desde hace 25 años. Los conductores de varios de estos ciclos analizan las claves del fenómeno.
Tienen un público que para la TV es escaso pero para la cultura es numeroso. Tienen seguidores que los acompañan por la programación del cable y de la televisión abierta. Tienen formatos tradicionales unos o incorporan códigos del lenguaje audiovisual otros. Los programas de literatura en la TV parecen estar inmunes ante los rigores del rating: desde Los siete locos de Cristina Mucci, que ya cumplió 25 años, hasta el reciente ciclo de cuatro clases magistrales que dictó por Canal 7 el escritor Ricardo Piglia, estas criaturas extrañas del mundo del espectáculo siguen siendo el deleite de una audiencia reducida pero fiel.

Escenas de la novela argentina fue una serie de cuatro programas, producidos por la TV Pública y la Biblioteca Nacional, que salieron al aire los sábados de septiembre. Piglia –de regreso al país tras su retiro como docente en Princeton– le dio un nuevo impulso a este género que ocupa un espacio en la TV desde mediados de los años 80. El escritor incorporó invitados, entrevistas, preguntas del público e imágenes de archivo que le dieron al ciclo una dinámica televisiva, sin dejar de ser una clase sobre literatura. (Ver: “Tenemos que hablar más de libros...”).

Los programas que se hicieron un espacio tienen nombre y apellido: además de Los siete locos , de Mucci, Ver para leer , Continuará y Disparos en la biblioteca , de Juan Sasturain; El refugio de la cultura y Otra trama , de Osvaldo Quiroga; El fantasma y Mujeres por hombres , de Silvia Hopenhayn; y Esta noche libros , de Gerardo Rozin, entre otros.

La calidad del programa más allá del formato es la apuesta del escritor y periodista Juan Sasturain: “Un programa de televisión tiene, antes que nada –como un libro o una película– la obligación de ser eso: un (buen) programa de televisión. Que se sostenga por sí mismo –sea atractivo, el público lo vea y se interese por su forma y realización– más allá de los ocasionales contenidos: la cocina, la entrevista, el fútbol, el concurso de baile, la ficción, el humor, la política, la salud, la música, los libros (o la literatura y los escritores) como en este caso. Todos los formatos son válidos: sólo hay que hacerlos bien”.

Sasturain, quien confiesa que comenzó a hacer tele “a los 60 años largos” señala que: “El caso de Ver para leer puede ser ejemplar. Fue una idea de Claudio Villarruel que desarrollaron Federico Huber (director) y Sonia Jalfin (productora y coguionista) antes de invitarme a escribir y conducir. Y una de las claves para que funcionara está, creo, en la adecuación entre el producto/programa y el medio: Telefé era y es un canal comercial, muy popular, de audiencia masiva y Ver para leer, nunca lo olvidó. Viajaba ‘chupado’ los domingos a la noche, muy tarde, detrás de Susana o de Gran Hermano, que le dejaban la pantalla caliente”.

La pionera de la tele en programas de cultura, Cristina Mucci, recuerda sus comienzos: “Jamás había trabajado en la tele, fue una audacia. Nosotros comenzamos en el 87, fue el primer programa desde el regreso de la democracia. En los 60 hubo algo, pero había quedado muy atrás. Al principio del gobierno de Alfonsín había una riqueza cultural extraordinaria. Yo hacía la página de Cultura en el diario La Razón, de Jacobo Timerman, cuando él volvió al país en el 84, y ahí surgió esta idea de llevar el tema a la tele. El modelo que había era el programa francés Apostrophes. Entonces yo fui a la Embajada de Francia y me dejaron ver algunos tapes”.

El ciclo que recuerda Mucci es, tal vez, el más emblemático del género. Conducido por Bernard Pivot durante 15 años, entre 1975 y 1990, tenía un efecto inmediato en su audiencia: después de la emisión de los viernes, las librerías francesas vendían los sábados los libros que Pivot bendecía al aire. Las causas de su éxito se remiten, según los críticos, a su pasión por la lectura, a su amor al medio televisivo, a ser insobornable en sus elecciones, y a la humildad de considerarse tan sólo “un intérprete de la curiosidad pública”.

Las emisiones históricas de este ciclo también tienen sus anécdotas: desde la más escandalosa, la de Charles Bukowski, borracho, manoteando a una sorprendida dama de las letras francesas, hasta la entrevista a Vladimir Nabokov, la favorita de Pivot.

“Después cerró La Razón y me quedé sin trabajo -recuerda Mucci- y entonces puse mi energía en tratar de hacer el programa. Félix Luna me contactó con Canal 13, que era estatal, y presenté el proyecto. Cuando me dijeron que lo hacíamos, ahí me dio terror. Entonces lo llamé a Tomás Eloy Martínez, quien además de su gran cultura tenía experiencia, ya que había trabajado en los comienzos de Telenoche, con Mónica y Andrés Percivale.” “Con Los siete locos nunca arrasamos con los rating –agrega– pero siempre tuvimos una buena audiencia, de alrededor de un punto, unas cien mil personas sólo en Capital y Gran Buenos Aires. Tampoco hay que aspirar a mucho más, si pensamos que de algunos libros se venden mil ejemplares”. Hablar de temas de la cultura y no ir al ritmo de los lanzamientos es la receta que Mucci aplica para su ciclo: “Yo genero temas, tampoco tenés que ir atrás de la industria editorial; hay que tener independencia económica. Por eso estos programas son para la TV pública, es el lugar indicado, porque no es un canal comercial”.

Después de canal 13, Mucci fue convocada para ATC junto a Carlos Ulanovsky, y durante los noventa estuvo en Canal á. “Ya hace 11 años que estamos de nuevo en Canal 7, salvo un breve sobresalto en 2004 cuando levantaron el programa –a Quiroga y a mí–, pero tuvimos tanto apoyo de escritores, colegas y público que nos volvieron a poner a la semana”.

Además de Apostrophes , el otro programa emblemático que comenzó en los años 70 fue A fondo , del español Joaquín Soler Serrano, que salió al aire entre 1976 y 1981 por Televisión Española. Pasaron por el ciclo personajes de la talla de Borges, Cortázar, Rulfo, Onetti, Puig, Alberti, Donoso y Vargas Llosa.

En uno de esos programas (el ciclo puede verse en YouTube y recientemente lo transmitió Encuentro), Borges confesó cómo se las arreglaba para convivir con su ceguera. “El hecho es que ya me he acostumbrado a la soledad, y yo sé que tengo que poblarla de fantasmas, de cuentos, de fábulas, de poemas”, le dijo al periodista.

Soler Serrano era un especialista en indagar en los detalles menos conocidos pero relevantes de los escritores. El ciclo se limitaba a una charla con el entrevistado, con una destreza asombrosa para mantener la conversación durante una hora o más, y un conocimiento exhaustivo de su obra. Al punto que Cortázar le dijo: “Estás muy bien informado, realmente, yo no sé por qué estoy aquí”.

Para Osvaldo Quiroga, “la forma de abordar la literatura en televisión (El Refugio tiene 18 años en el aire, 12 en la TV Pública, y ahora se llama Otra trama) parte de la premisa de generar un puente entre el libro y el televidente. En mi caso, siempre traté de despertar el interés por el contenido del libro y por las formas literarias que despliega. En mi vida la mayor satisfacción que he tenido es la gente que me dice que empezó a leer por el programa. Con eso solo ya estoy hecho”.

Pero, además, El Refugio es un programa de radio. “Yo trato de potenciar la radio con la televisión –comenta Quiroga–; también creo que es fundamental apostar siempre a la excelencia, cueste lo que cueste. Pero la relación del público de la TV con la cultura es despareja. En mi opinión, la oferta de televisión de pésima calidad es altísima, pero también hay opciones, como las que ofrece la televisión pública y el cable. También creo que son muy buenas las ficciones que por suerte comienzan a ofrecerse en casi todos los canales. La producción cultural argentina es extraordinaria. Y la de las letras ha sido siempre admirable”.

“Para mí –concluye– el mejor programa de libros fue Apostrophes.

¿Sabés por qué? Porque el conductor leía doce horas por día. No se puede hacer un programa así si no amás la lectura y si no dejás los ojos en los libros. La cultura no es aburrida ni está destinada a señoras que no tienen nada que hacer. La cultura es un ejercicio de erotismo permanente”.
© Escrito por Silvana Boschi y publicado por la Revista Ñ de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a los 7 días del mes de Diciembre de 2012.