Huracán llevaba dos derrotas al hilo. Hoy sacó la mufa y no para de festejar.
Huracán ganó un clásico que quedará en el recuerdo de todos. Cortó una racha de diez años sin triunfos en casa, le hizo tres goles luego de 30 años y Miguel estiro su paternidad ante San Lorenzo.
Hay triunfos que quedan en la historia porque dan campeonatos. Otros porque son épicos desde la inferioridad numérica, porque desafían las inclemencias del tiempo o porque simplemente se dan contra todos los pronósticos y de una forma que ni el más fanático hubiese imaginado. Esta última acepción es la que encuadra a la perfección en la tarde que vivió el equipo de Miguel Angel Brindisi en el Tomás A. Ducó. Un 3 a 0 lapidario que corta una serie de dos derrotas al hilo en clásicos, que le estira la paternidad de Miguel sobre San Lorenzo a dos triunfos y un empate y que le pone una manchita más a Ramón en su currículum: el riojano dirigió tres derbys y nunca gano.
Por cualquier lugar que uno le quiera entrar a este resultado de Huracán es histórico. La última vez que el Globo le había marcado al menos tres goles al Ciclón había sido el 14 de julio de 1976. Ese equipo del Globo goleó por 4-2 en la Ronda Final del Metro al San Lorenzo que dirigía Rendo y el partido se jugó en la Bombonera. Para encontrar un resultado igual al de esta tarde hay que llegar hasta el Metro de 1972 cuando el 10 de septiembre de 1972 la Quema festejaba en esa misma cancha por idéntico resultado.
La paternidad histórica de San Lorenzo es innegable. Los 32 partidos que hoy separan a cada uno marcan a las claras quien es el dueño del barrio. Sin embargo en este siglo el Globo supo jugar estos partidos incluso hasta en desventaja técnica, como en la previa era el clásico de hoy. Se llevan jugados 13 partidos desde el año 2000 y son cuatro los triunfos de Huracán, cinco los del Ciclón y cuatro empates. Sin embargo la gran cuenta pendiente que tenían los hinchas era festejar en su cancha. Por cuestiones de seguridad muchas veces el Ducó le dejó lugar a la Bombonera o a la cancha de Argentinos. La última alegría Quemera en el Palacio había sido el 10 de septiembre de 2000 cuando el Globo celebraba la vuelta a Primera y en una tarde de lluvia ganaba por 2 a 1 con tantos de Morquio e Iván Gabrich.
Otro de los puntos que serán guardados en el cajón de los históricos es la paternidad de Miguel sobre el Ciclón y lo que le cuesta a un entrenador que parece poderlo todo, vencer a Huracán. Brindisi jugó tres clásicos, ganó dos y empató uno. En la temporada 2001/02 el Globo le ganó los dos derby y ambos con gritos de Emanuel Villa. Hoy el técnico consiguió sacarse la mufa y poder festejar nada más y nada menos que ante San Lorenzo por primera vez desde que volvió al club. En la vereda de enfrente está Ramón. El riojano fue campeón con San Lorenzo, construyó un gran equipo pero se quedó con las ganas de regalarle un clásico a la gente. Hasta el de esta tarde había dirigido dos y ambos terminaron igualados. ¿Buscará revancha el próximo año?
"Hay partidos que te complican y hoy se nos complicó", dijo Ramón. Ramón Díaz no buscó excusas en la clara derrota de su equipo frente a Huracán y se fue molesto por no poder descontar puntos a los de arriba. "Hay que felicitarlos. Nosotros teníamos la obligación porque queríamos estar arriba...", se sinceró el DT.
Ramón Díaz no se fue para nada contento con la derrota categórica ante el clásico rival, pero más que nada por no poder descontar puntos y arrimarse a los de arriba. “El fútbol tiene estas cosas. Era un momento lindo para ganarlo y es la segunda vez que nos pasa que no podemos. Vamos a repasar en qué se falló. Lo lamento por la gente porque siempre nos apoya, pero en el fútbol tenés que estar al 100%”, se sinceró el entrenador.
El riojano no pudo encontrar una respuesta concreta por la falta de juego de su equipo. “Fue la semana que más trabaje, veníamos de un triunfo importante. Había habido varios empates que podíamos haber aprovechado… Esta es la segunda o tercera vez que perdemos la oportunidad de meternos arriba”, dijo enojado.
Después, aclaró que se va golpeado y dolido porque no le gusta perder los clásicos, pero no le quitó méritos al rival. “Hay que felicitarlos, hicieron lo justo. Nosotros teníamos la obligación porque queríamos estar arriba, pero el fútbol tiene estas cosas. Hay partidos que te complican y hoy se nos complicó, concluyó.
© Publicado en el Diario Deportivo Olé el domingo 24 de Octubre de 2010.
Las Fotos...
Migliore atajó un penal pero luego se lo patearon de vuelta porque se había adelantado. Terminó en gol. // Fotobaires.
La alegría fue toda del equipo de Parque Patricios. // Fotobaires.
Huracán goleó 3-0 a San Lorenzo en Parque Patricios. // Fotobaires.
Huracán hizo todo bien en el partido. // Fotobaires.
San Lorenzo fue una sombra de lo mejor que mostró en el Apertura. // Fotobaires.
En el entretiempo, San Lorenzo se fue con cabeza abajo. // Fotobaires.
El “Ciclón” volvió a la derrota en el clásico. // Fotobaires.
Todo Huracán festeja el gol que abrió el partido. // Fotobaires.
Quintana festeja el 1-0 para Huracán. // Fotobaires
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El técnico de Huracán destacó el triunfo sobre San Lorenzo y le dio una importancia vital para el futuro. "Quizás no sume en lo material, pero en lo anímico es clave", reconoció.
Huracán está viviendo una semana inesperada tiempo atrás. Y quiere aprovecharse del envión anímico que genera ganar un clásico. Su entrenador Miguel Angel Brindisi comparó la victoria por 3-0 conseguida ayer con San Lorenzo con la construcción "de un enorme edificio moral que ayudará al equipo a crecer".
"Este triunfo es como haber construido un edificio desde lo moral. Quizás no sume en lo material, pero en lo anímico es clave", explicó Brindisi al término del entrenamiento realizado hoy en La Quemita. El de ayer fue el primer triunfo del entrenador en Huracán, desde su vuelta al club.
El técnico se la jugó ayer con varios chicos (siete de los 11 titulares provenían de las inferiores) en la conformación del equipo que afrontó el clásico y tuvo conceptos elogiosos para varios de ellos. "La verdad que quería ver a los chicos antes de traer gente para no taparlos y de pronto nos aparecieron (Rodrigo) Battaglia y (Darío) Soplán", ejemplificó.
"No hay que olvidarse de los grandes, que son los que sostienen esta estructura con tantos chicos. Rolando Zárate es un ejemplo de eso y Machín también. Ayer estuvo desde las 10 en el vestuario y todos los que no jugaban fueron a alentar al equipo y a festejar después", resaltó.
"Por momentos deseaba tener otra vez 18 años para estar adentro de la cancha. Fue un día maravilloso", afirmó quien fuera uno de los emblemas del Huracán campeón del Metropolitano 1973.
