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lunes, 25 de marzo de 2013

Susana Viau, 1944-2013... Q.E.P.D. ... De Alguna Manera...


Murió Susana Viau, la pluma punzante que irritó al poder…

Ironía. Murió en el aniversario del golpe militar que la obligó al exilio.

Informada hasta de lo secreto, fue una mujer valiente que denunció la corrupción política. Murió ayer la periodista Susana Viau, columnista de este diario donde ya se la echa de menos. Tenía 68 años. Un cáncer de pulmón terminó con su vida que todavía atesoraba lúcidos análisis políticos, frases como adagios destinados a perdurar en sus lectores, presagios de cumplimiento cierto, ironías de filo aceitado y una firme determinación de denunciar la corrupción y la mugre del poder público.

En los últimos años, esa condición le valió el desprecio del kirchnerismo, el ostracismo de quienes en otra época fueron sus amigos, sus colegas y hasta sus discípulos, y el desdén de quienes recibieron los dardos de su pluma punzante e informada hasta de lo secreto. Fue la periodista que más irritó a la presidente Cristina Kirchner.

Fue, también, una mujer valiente. Despedirla, en esta crónica apresurada y todavía incrédula, implica adentrarse en la vida de alguien que hizo de la discreción una de sus virtudes periodísticas y humanas. Ayer, sus afectos del alma la recordaban como una mujer de carácter muy enérgico, decidido: “Tenía, dijo una de sus amigas, ese criterio moral firme, que se ha ido perdiendo con el tiempo. No era alguien que estuviera dispuesta a ceder. Era una mina de fierro. Capaz de jugarse por sus compañeros, sin especulaciones. Y era una maravilla estar con ella”. También la recordaban ayer como una amante del cine, la literatura y la música de Francia. Y de Clint Eastwood.

Susana había nacido en Buenos Aires en 1944 y se vinculó muy joven al periodismo. A fines de la dictadura de la llamada Revolución Argentina, entre 1966 y 1973, colaboró con la mítica revista política “Panorama”, donde entabló amistad con Tomás Eloy Martínez, una amistad que se prolongó hasta la muerte de Tomás, en enero de 2010. Trabajó también en la revista semanal “7 Días” que editaba Abril y luego ingresó en otra publicación mítica, el diario “La Opinión” que dirigía Jacobo Timerman.

Los turbulentos años 70 la hicieron integrar en el PRT, el partido político que tuvo en el ERP a su brazo armado, una militancia de la que Susana nunca abjuró, que hizo pública, y que hoy es un argumento más esgrimido por quienes intentan desprestigiarla. Viau fue también puntal periodístico de “El Cronista Comercial”, el diario que dirigía Rafael Perrota, miembro del ERP hasta su secuestro y desaparición en junio de 1977.

Para entonces, Viau había logrado huir del país, probablemente por tierra y ciertamente a Brasil. La Cruz Roja logró ingresarla a España en calidad de refugiada política. Allí Viau hizo de todo, llegó a vender artesanías en el popular Rastro de Madrid, sin poder acceder a trabajar en periodismo en aquellos años agitados de la transición española. No deja de ser una ironía que Susana haya muerto en el aniversario del golpe militar.

Regresó a la Argentina en 1986. Trabajó en Página 12, donde el menemismo le dio más que materia prima para sus investigaciones. La más célebre, la de leche contaminada destinada a planes sociales, un caso que involucró al secretario privado de Menem, Miguel Ángel Vicco. Escribió también “El Banquero-Raúl Moneta: un amigo del poder en la ruta del lavado”, una dura biografía sobre el empresario.

Susana trabajó luego, desde su aparición hasta su cierre, en “Crítica”, el diario que dirigió Jorge Lanata y más tarde se integró a Clarín donde escribió agudas columnas dominicales, punzantes, irónicas, sutiles, intensas, casi un reflejo de su personalidad. Una de las más recordadas anoche, cuando empezaba a caer la certeza de su muerte, fue “El gobierno de Cristina se está “isabelizando”, en noviembre del año pasado.

John Donne decía en el siglo XVII que todos somos parte de un continente y que cuando el mar se lleva una porción de tierra, todos quedamos disminuidos. Sabemos ya por quién doblan las campanas. Pero cuando muere un testigo lúcido de nuestro tiempo, el mar se lleva algo más que un pedazo de nosotros.

Hoy, desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde, será velada en Avenida de Mayo 1209, sede de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires. Sobreviven a Susana Viau su esposo, Enrique Pacheco y sus hijos, María y Enrique.

© Escrito por Alberto Amato el lunes 25/03/2013 y publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.