El espejo de los culpables…
Grupo. Uno de los hermanos
Cirigliano, dueños de TBA, junto al controvertido Ricardo Jaime.
Con los familiares de las
víctimas en la puerta de la morgue, el cinismo oficial encontró rápido respaldo
en el aparato de propaganda. “Al proclamar que quiere ser tenido como
querellante por parte de la Justicia, el Gobierno parece haber querido enviar
un mensaje: no será neutral sino acusador ante los eventuales responsables de
tantas muertes”, escribió el ex presidente de Télam Martín Granovsky en una
columna publicada por Página/12 con el título “Peor no cambiar que cambiar
tarde”.
La estrategia de convertirse en
querellante en una causa en la que bien podría ser tomado como cómplice es
similar a la que siguieron las Madres de Plaza de Mayo en la eternamente
postergada denuncia contra Schoklender. Ahora le tocará a la Justicia aceptar
esta pretensión, la misma Justicia que ha dicho que sí tantas veces.
No hay muchas maneras de entender
el caso Cirigliano: o es una mezcla de Henry Ford, Alexander Graham Bell y Bill
Gates, o es un personaje que creció bajo las influencias del gobierno de turno,
al calor de concesiones, subsidios y favores personales.
La empresa, que comenzó en 1959
con Nicola Cirigliano, inmigrante de Vaglio Basilicata, Potenza (sur de Italia),
tenía el interno 16 de la línea 295, cubriendo el recorrido Palermo-Avellaneda.
Hoy tiene 4.340 empleados en el país y algunos cientos en el exterior. Según un
informe del periodista Ramón Indart, de Perfil.com, el Grupo Plaza recibe
mensualmente 55 millones de pesos del Estado argentino, 37 millones por los
trenes y 18 por los colectivos.
La adjudicación de TBA en 1994
fue firmada a bordo de un buque de la Armada, durante una excursión de pesca
del entonces presidente Menem, en una escena de James Bond: Cavallo llegó al
buque en helicóptero con el expediente para la firma aspirando a una resolución
horas después de que la Comisión Bicameral de Seguimiento del Congreso la
cuestionara pidiendo su postergación. El tiempo le devolvió su gestión: cuando
ya no era ministro de Economía, el Grupo lo ayudó poniendo a su disposición sus
oficinas privadas en Chacabuco y Diagonal Sur: allí funcionó la sede de Acción
por la República. La relación entre Cirigliano y Menem funcionó a fuerza de
partidos de golf en Olivos.
Ya en 2003, fueron los encargados
de recolectar entre los transportistas los aportes para la campaña de Néstor
Kirchner. Su jet Citation 501 llevó varias veces a Florianópolis al entonces
secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y los médicos del Grupo Plaza
atendieron a Julio De Vido cuando empeoró su cuadro de diabetes.
Los Cirigliano eran, para
entonces, parte de la tropa propia. Cuando fue necesario, pagaron los sueldos
de una compañía ajena por pedido del Gobierno. Los hermanos crearon Safe Fly, que
nunca voló, para tomar a su cargo los salarios de los empleados de Southern
Winds después del escándalo de los vuelos narcos. Lograron hacerse con el
monopolio de los micros interurbanos que conectan La Plata con Retiro y
adquirieron las empresas de larga distancia de Córdoba y el transporte urbano
en La Pampa y Bahía Blanca, donde se registra la tarifa más costosa del país.
Juan Pablo de Santis recordó en
La Nación que hace tres años Jaime les adjudicó un contrato por $ 1.090
millones para el recambio de coches por unidades de doble piso, más grandes y
con aire acondicionado. Después de seis anuncios y de tres años y cuatro meses
de firmada la resolución, sólo están en funcionamiento cuatro de los 25 trenes
comprometidos. El primer anuncio se había hecho público a poco de que un grupo
de pasajeros incendiara cinco trenes y el sagaz Aníbal Fernández le echara la
culpa al terrorismo internacional. Los “trenes doble piso” tendrían cabinas de
conducción panorámica, ventanas ídem, capacidad para 320 pasajeros por coche,
puertas dobles, aire acondicionado, calefacción; estarían comandados por GPS,
con pantallas LCD de televisión digital terrestre y asientos ergonómicos. Las
chicas y el whisky debían ser puestos por el pasajero.
El 27 de abril de 2006 TBA
presentó su primera formación de trenes doble piso junto a Jaime, recién
llegado de la playa. El 4 de septiembre del mismo año, El encabezó el llamado a
concurso de precios para la fabricación de los coches bajo la atenta mirada de
De Vido. La licitación se hizo efectiva en 2008. En 2011, Ella asistió a la
remake de presentación de una formación de dos pisos en Puerto Madero.
Mientras no hacía los trenes de
dos pisos, el Grupo tomó otro negocio K: los decodificadores digitales. A
través de Corporate Corp. y Cometrans fabricó 330 mil convertidores de TV, un
tercio del total de decodificadores oficiales, para ver Fútbol para Todos,
Paka-Paka y CN23, por 160 millones de pesos,.
El Gobierno, ahora, intenta
presentarse como querellante para pedirle a la Justicia que averigüe quién es
el culpable. Deberían comprarse un espejo.
© Escrito por Jorge Lanata y
publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes
24 de Febrero de 2012.