Nace la Gestafip…
Monster Guillermo Moreno. Dibujo: Pablo
Temes.
La AFIP se convirtió en una Gestapo que persigue a quienes se quejan o
incomodan. Sus víctimas.
Ercole Felippa es el presidente de la Unión Industrial de Córdoba. En
declaraciones en las que repitió partes de un discurso pronunciado en el Quinto
Coloquio Industrial, organizado por la entidad que preside, osó criticar el
control de importaciones y pidió una política de sustitución implementada “de
una manera gradual y planificada”, para evitar caer en un “populismo
industrial”. Horas después de haber realizado esas declaraciones a Cadena 3,
agentes de la Gestafip –como se ha comenzado a denominar a la AFIP incluso
dentro del organismo y que alude al sesgo intimidatorio con que se la utiliza–
se aparecieron en la empresa láctea que el señor Felippa posee en la localidad
de Freyre para dar inicio a una inspección integral, que es el método de
control impositivo más exhaustivo que existe en el país.
La Gestapo (Geheime Staatspolizei: Policía Secreta del Estado) fue el
organismo que sembró el miedo y el terror en la Alemania nazi. La frase que
mejor sintetizó su poderío y su impunidad la dio Werner Best, director de
asuntos legales del temible organismo: “En tanto y en cuanto la Gestapo ejecute
lo que desea el gobierno, todo será legal”.
Eliseo Subiela, uno de los nombres más destacados del cine argentino,
narró en su perfil de Facebook las peripecias que debió padecer para acceder a
la compra de moneda extranjera para viajar a Perú como parte de una serie de
actividades culturales desarrolladas en Lima, que contaban con el patrocinio de
la Cancillería de nuestro país. La represalia que partió desde el Gobierno fue
fulminante: no sólo salió a descalificarlo el titular de la AFIP, Ricardo
Echegaray, sino que recibió la visita de dos agentes de la repartición, que le
dejaron en la escuela de cine que él dirige una cédula en la que le anunciaban
la apertura de un procedimiento de investigación fiscal sobre su persona.
“Desde la época de Isabel no tenía un miedo así”, confesó Subiela, con un tono
que denotaba una mezcla de angustia e indignación, en el reportaje que concedió
en TN a El juego limpio el jueves por la noche.
Ismael Bermúdez es uno de los periodistas económicos más prestigiosos
del país. Entre sus virtudes están su rigurosidad informativa, la minuciosidad
de su análisis, la claridad didáctica de sus explicaciones y, por sobre todas
ellas, su honestidad, cualidades que le valen el reconocimiento de sus colegas.
Tras su nota sobre uno de los últimos disparates del Indek –referido a que una
familia tipo podía alimentarse adecuadamente con $ 23 por día–, el Gobierno
reaccionó con furia contra él. Lo hizo a través de declaraciones
descalificadoras realizadas por la titular del Indek, Ana María Edwin. Para
completar todo esto, se agregó un libelo difamatorio con la foto de Ismael que
está circulando por internet.
Héctor Polino, ex diputado por el Partido Socialista, es el titular de
la ONG Unión de Consumidores Libres. Como producto de su trabajo, la
organización viene reflejando los aumentos de precios que castigan,
principalmente, el bolsillo de los que menos ganan. Esto es algo que Guillermo
Moreno no tolera. Conclusión: sobre el fin de la semana que pasó a Polino se le
hizo saber que, por resolución de la Secretaría de Comercio Interior, a la
Unión de Consumidores se le había suspendido la inscripción para actuar como
organización según los preceptos de la ley.
Mario Neffen es un productor lechero de Lehmann, en Santa Fe, que como
tantos otros pequeños productores viene padeciendo las consecuencias negativas
de la errática política de precios que el Gobierno le ha impuesto al sector y
que perjudica, especialmente, al pequeño productor. Neffen participó de algunas
de las protestas que se realizaron en esa zona de la cuenca lechera hace unas
dos semanas, e hizo públicas sus críticas al Gobierno. Hablé con él por Radio
Mitre y lo conocí dos viernes atrás, luego de una conferencia que di en
Rafaela. Lo encontré angustiado. No sólo por haber recibido la visita
intimidatoria de los agentes de la Gestafip, sino también por las presiones que
Moreno ejerció sobre la cooperativa a la que pertenece Neffen para que saliera
a desmentirlo, cosa que desafortunadamente se hizo.
Asistimos en la Argentina a un proceso que no se había vivido hasta aquí
desde el renacer de la democracia. El Gobierno viene imponiendo
–lamentablemente con éxito– la política del miedo. No es algo nuevo ni ajeno al
kirchnerismo. Así fueron las cosas en Santa Cruz durante los 12 años de la
“exitosa” gestión de Néstor Kirchner. Los que se atrevieron a disentir la
pasaron muy mal.
Se asiste al fenomenal avance de una metodología destinada a la
imposición del pensamiento único. Se vive un culto al personalismo sorprendente
e inquietante. Cristina Fernández de Kirchner es perfecta y debe ser “eterna”,
es decir, quedarse en el poder y con todo el poder el mayor tiempo posible.
Todo debe llamarse Néstor Kirchner. Así lo ilustran la represa Néstor Kirchner
anunciada por tercera vez en Santa Cruz, las calles Néstor Kirchner, el
campeonato de fútbol por la copa Néstor Kirchner, más calles Néstor Kirchner,
aeropuertos Néstor Kirchner y cuanta obra pública se inaugure y/ o se vaya a
inaugurar en un futuro próximo. ¡Cuánto olor a pasado! En los albores del
segundo gobierno del general Perón, entre tantas otras cosas, la provincia de
La Pampa se llamó Eva Perón, y el entonces territorio nacional del Chaco, al
provincializarse, se denominó Presidente Perón.
En cada una de las emisiones de Aló Presidenta, a Fernández de Kirchner
le gusta hablar del futuro. Sin embargo, en los hechos, su gobierno se empeña
todos los días en llevarnos a repetir un pasado que, como lo demuestra la
historia, para la sociedad argentina es sinónimo de división y fracaso.
Producción periodística: Guido Baistrocchi.
©
Escrito por Nelson Castro y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires el domingo 26 de Agosto de 2012.