El secreto de tu
enojo…
Pizza y champán… Asado y Fragata Libertad… No es lo mismo… Pero comienza a ser demasiado
parecido… (Aforismo implicado)
(Carta de la
Presidenta) Mire Ricardo, sin ir más lejos hoy otro diario, La Nación,
propietario de la revista Brando donde usted formuló las declaraciones que
llamaron mi atención, publica en su página 16 un reportaje al Gobernador de la Provincia
de Buenos Aires, Daniel Scioli. No sólo me enteré de que mantiene sus ahorros
en dólares (está en todo su derecho a hacerlo) sino que cuando el periodista le
preguntó por el monto de sus divisas, se rehusó a contestar y declaró que el
monto figura en su Declaración Jurada, que es pública. En un apartado de la
nota los periodistas se muestran luego sorprendidos porque además, cuando
pretendieron acceder a la información, no se les permitió hacerlo.”
Este texto tiene
la pretensión de ser una carta abierta. El tema es abierta a qué. Si a la
estrategia del oficialismo o abierta a la travesía institucional del
pensamiento crítico. Dime a que te abres y te diré quién eres, qué quieres y
qué escondes. En ciencia, incluso en ciencias de la comunicación, podemos ser
objetivos. Para eso es necesario poner en superficie algunos aspectos del
análisis de nuestra implicación. Política en este caso.
Yo soy
socialista. Y por serlo y además estarlo, fundé hace 26 años una cooperativa de
trabajo. Un dispositivo de socialismo autogestionario. Casas más, casas menos,
igualito que Santiago, si Santiago fuera socialista. El impacto en la
subjetividad de la propiedad colectiva me ha permitido desarrollar ideas y
vivenciar situaciones muy poco frecuentes, incluso totalmente ausentes, en los
modos de producción del capitalismo. La propiedad privada organiza la
subjetividad, de un modo tal que el ejercicio continuo del poder se enquista
como una tercera naturaleza. Todas y Todos llegaron para quedarse por siempre
jamás. Porque para ir “por todo” hay que intentar “quedarse para siempre”. Los
votantes son accionistas de repúblicas perdidas, en las cuales los
funcionarios, de acuerdo a su nivel, tienen la mayoría del capital accionario.
La falacia de que el Estado somos todos, oculta que no lo somos de la misma
manera.
El Estado es una organización jerárquica, algo así como un gallinero 5
estrellas, y los destinos dependen del lugar objetivo y subjetivo que ocupemos
en esa pirámide alimenticia y excrementicia. Hay momentos en que al CEO del
Estado, que por convención llamamos Presidente/Presidenta, se le suelta alguna
cadena. Se enoja. Pierde los estribos, pero sigue cabalgando con galanura y
distinción. Aunque el baqueano observa, preocupado o divertido según su
implicación, cierta contradicción insalvable entre jinete y el rocín.
Sin embargo, el
capital accionario y financiero tiene límite, pero tan, tan lejano que más que
límite es un horizonte. Y ese horizonte que siempre se aleja permite organizar
la mega recepción de la Fragata Libertad cuyo mérito mayor es ser un buque de
guerra y por lo tanto, impune a los embargos de los fondos buitres. No sé si
impune a la historia, porque en esa misma fragata deben haber hecho sus viajes
los marinos que respondían al “almirante cero”, el almirante Massera. Una
fragata de Guerra, pero guerra sucia al fin. La marina sigue marcada por ese
genocidio, pero endemientras la historia cercana siga siendo interpelada,
ninguna fragata de guerra debería poder comprar impunidad. Curioso este
inconciente colectivo que sigue sosteniendo la idealización del Militar.
Volonté cantando
Aurora me estremece, pero no de emoción, sino de malos augurios. Y eso que ya
quedó demostrado para siempre que de santos de la espada nada tienen. La
majestuosa recepción de la fragata debería ser repetida cada vez que un tren de
la línea ex Sarmiento llegara sin arrasar a la estación terminal. O que un
subte sorteando sus aberraciones mecánicas finaliza en la estación Constitución.
Los marinos que llegan de Ghana han tenido mucho más suerte que los familiares
de la masacre de Once, que a casi un año, no fueron recibidos por la más alta
jerarquía del Estado. Ni los integrantes de la etnia qom, por el asesinato de
Imer Ilvencio Flores, que sufrió en cuerpo propio los efectos letales de otros
embargos, racistas, económicos y políticos. En un modesto homenaje, transcribo
unos versos de los cuales no tengo el autor, pero que merecen ser leídos:
“Lejos del mar
están los niños qom, lejos del mar están los olvidados, navegando en sueños
incumplidos gambeteando la vida en cada trazo. Cuando las velas blancas
esperadas del ARA Libertad suenen a triunfo, el alma del niño asesinado
reclamará su lugar en el mundo.”
Lo reclamará,
pero ya no habrá lugar en este mundo donde para algunos todo es fácil, incluso
el gatillo, y para tantísimos otros, todo es imposible. Para el actor Ricardo
Darín fue fácil cartearse con la presidenta. Para mí es imposible. Y está bien
que así sea, porque el arte tiene su propia legitimidad, que alguna llama
cholulez. Que viene de Cholula, la loca por los astros, según el personaje que
inventara Abel Santa Cruz. La banalización del debate, incluso el debate por la
Trata, ha transformado la cholulez en Razón de Estado.
El vicepresidente,
vecino de la Gran Manzana de Puerto Madero, pudo más que el último camporista
(Righi) al que ni la Cámpora quiso defender. El debate político y cultural
sobre la vigencia de los derechos humanos, su defensa irrestricta, ha sido
desplazado sobre la conveniencia o no de un asado en la Esma. Para los que
bajar un cuadro de Videla en el 2003 es más importante que haber enfrentado a
las dictaduras en las calles, obviamente el asado es un acto de comunión
colectiva con el Poder de turno. Porque de eso se trata, de ser Muchos con el
Todo. Especialmente cuando se pretende que el Turno del Poder se renueve, se
renueve, se renueve…
No hay aplausos
para ese asador. Una verdadera comunión, aunque sea laica, es mucho más
austera. El show off, que de eso se trata, achuras más, bondiolita menos, es
una muestra de vida, pero de vida loca. La vida del despilfarro, del
oportunismo, del careteo miserable, de la apología del peor de los pecados: la
soberbia.1 Acompañado siempre, siempre, siempre de otro pecado político: el
culto a la personalidad. La idealización que siempre es enemiga del Ideal.
Justamente, cuando algo roza la idealización, cuando algún riesgo, aunque
lejano, exista de salpicar al inmaculado traje de la novia, y de paso a la
novia, el enojo es la reacción más benigna. Pero nunca se sabe de lo que es
capaz un cuerpo, dijo Deleuze, y menos de lo que es capaz un cuerpo y una mente
que se sienten mancillados.
En El secreto de
sus Ojos, película emblemática, hay una afirmación de la justicia por mano propia.
Explícita. Y desde ese desenlace se juega la ideología del autor y director.
Inapelable, aunque pocos la hayan resaltado. Esa película muestra que más allá
del Derecho está la Justicia. Pero en la racionalidad invertida que la cultura
represora no sólo propone sino que además sostiene y amplía, Justicia es igual
a Derecho y Derecho es igual a “llamen a mis abogados”. Por eso fue ejectado
Righi, al pretender que haya un poco más de Justicia en tanto Derecho. Por eso
en esta carta abierta me autorizo no a twittear, pero si a tutear a nuestra
Presidenta. La amabilidad, la cordialidad, poco tienen que ver con el uso del
nombre propio.
Tratar de usted
da cuenta de un vínculo aristocratizante. Usted es un apócope de “vuesa
merced”. El plebeyo no podía tratar en forma directa al noble. Por eso
triangulaba hablándole en tercera persona. En una república democrática, el
tuteo debería ser obligatorio. “Por eso Presidenta, te digo que en la respuesta
a Darín hay una estrategia que encierra un peligro inminente. Cuando uno es
interpelado no es bueno sostener, como lo hizo Felisa Miceli, que otros también
lo hacen. No se podría hablar de nada, ni siquiera de violencia de género,
porque es obvio que siempre habrá muchos que lo hacen. El enriquecimiento
ilícito, primo hermano del empobrecimiento lícito, denunciado por el abogado
Monner Sans, no fue investigado por Oyarbide. Sin investigación, no puede haber
convicción alguna.
Lo que Darín
dijo, o lo que nos llegó de lo que dijo que no es lo mismo pero es igual,
porque por algo le contestaste, se refería a “los Kirchner”. Continuidad
acuñada por ti y reafirmada en cada discurso, incluso el de hoy al recibir a la
Fragata Libertad. Pero creo que “los Kirchner” no es lo mismo que el
kirchnerismo. La devoción o la obsecuencia, no puedo hacer el diagnóstico
diferencial, del ministro De Vido, que entre paréntesis, ya se llevó puesto a
Jaime y a Schiavi pero ahí sigue, tu sabrás porque, lo llevó a decir, no sé si
a pensar, que la única garante del modelo eres tú. Un abrazo de un oso enojado,
quizá por el asesinato del oso polar en el zoológico, no sería más destructivo.
Este debate con
Darín, está en el marco de la re-re-re elección, lo cual es una muestra de
debilidad y no una evidencia de fortaleza. Hay afiches que anuncian “re re
refeliz 2013”. Un amigo especialista en descifrar jeroglíficos me dijo que
deben tener que ver con tu tercer mandato consecutivo. Es obvio que te importa
más lo que dice Laclau que lo que pueda decirte (bueno, escribir, debo estar
empezando a alucinar un diálogo) yo. Pero será un error letal. Como visitar a
Chávez que lo merece, pero no visitar a la etnia Qom, que está siendo masacrada
en la provincia de un gobernador del Frente para la Victoria. Lo que no puede
serte indiferente. Pero lamentablemente, lo parece. Hablar de los dólares de
Scioli, es casi de mal gusto. Está bien atacar a Magnetto, pero ¿a Scioli? ¿Al
vicepresidente de Néstor? ¿Re electo gobernador de la provincia de Buenos
Aires?
Una estrategia
peligrosa de la cual la oposición de izquierda nada tiene que ver. Pero en algo
tenés razón. Bueno, en varias cosas. No hay oposición, porque también la
oposición la tienen ustedes. O sea: por la ambición de ir por todo, más tarde,
más temprano, se quedarán sin nada. El tema que no me deja dormir es si podremos
desde la izquierda clasista y no clasista, quedarnos con mucho. Hoy no lo sé,
pero esta carta es también para decirte que es mi más fuerte deseo. Y para mí,
las paradojas entre el relato y la realidad cotidiana, son la clave del secreto
de tu enojo”. El discurso de la Presidenta al llegar la Fragata Libertad, que
pertenece a nuestra gloriosa Armada Embargable, me demoró la escritura de este
trabajo. Ella hablaba, yo escribía. Pero no me queda mucho para decir. Para
sentir sí. Ilmer Ivencio Flores, hermanito qom: siempre te recordaremos como
uno de los verdaderos mártires de nuestra patria. Y lo único que nos embargará
es una congoja y dolor infinitos.
Miguel Bonasso
escribe: “Me enteré hoy que el saltimbanqui Julio Alak -defensor en 2001 de
Carlos Menem- se refirió a mí, presentándome en connivencia con “Clarín” y “La
Nación” y, a través de estos medios, como presunto negador de los crímenes de
la última dictadura. Alak, además, me califica de progre impostado, un insulto
gratuito que a esta altura del partido no le voy a permitir a quien fue
menemista, duhaldista delasotista y cristinista”.