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martes, 10 de octubre de 2023

Un nuevo tablero político… dealgunamaneraok...

Un nuevo tablero político…


Tocar fondo. Martín Iturralde. Dibujo: Pablo Temes.

Nada será igual después de los comicios. Se viene un cambio brutal y despiadado de sistema.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 07/10/2023 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Cuando en la tarde-noche del sábado 1º de octubre comenzaron a circular las fotos subidas a sus redes por Sofía Clerici, mostrando a Martín Insaurralde a bordo del yate Bandido en las aguas del mar Mediterráneo en las cercanías de Marbella, se abrió una caja de Pandora de contenido explosivo por el cual nadie de los que conocen bien, al que hasta hace una semana era el jefe de Gabinete de Axel Kicillof, se sorprendió. Como bien lo dijo Daniel Bilotta, un conocedor al dedillo de la geografía política del Gran Buenos Aires, “lo único sorprendente es que las conductas ‘desordenadas’ de Insaurralde se hayan mantenido en secreto durante tanto tiempo”. Evidentemente, alguien o algunos lo protegieron. Eso dejó de ocurrir en la fatídica tarde-noche del primer día de octubre.  

Desde entonces, la situación dentro de No Tanta Unión por la Patria, es crecientemente complicada. Insaurralde fue elevado al rango de jefe de Gabinete por decisión directa de Cristina Fernández de Kirchner. Fue ella quien lo hizo viajar a Axel Kicillof a El Calafate, para imponérselo luego de la debacle en las urnas de noviembre de 2021.

Escándalos y despilfarros  

Esta decisión terminó por disparar las peleas entre el gobernador y Máximo Kirchner quien, por su parte, tiene un manejo directo de la campaña electoral, junto con Sergio Massa y el ex intendente de Lomas de Zamora. Para quien puede no llegar a comprender lo que abarca las decisiones de la campaña electoral, hay que decir que eso incluye el manejo de la plata, nada menos. 

El presente político del hijo de la vicepresidenta es muy complicado y aún peor pinta su futuro. Máximo es el presidente del PJ bonaerense. El único “mérito” que tuvo para alcanzar ese sitial de conducción fue ser hijo de CFK. El affaire Insaurralde le ha puesto fin a su gestión. Son muchos los que quieren liberarse de él, empezando por el mismísimo Kicillof. CFK, su hijo y el exintendente de Lomas, formaban un tándem cuya cercanía es indiscutible. La situación electoral en el Conurbano está directamente afectada por este hecho. “Esto le pega a los intendentes nuestros, justo en el momento en que habían decidido militar la candidatura de Sergio”, cuenta con preocupación una voz del riñón del peronismo bonaerense. Nadie que tenga dos dedos de frente puede creer que las fotos de la discordia fueron un descuido.

Insaurralde no se percató del riesgo que implicaban esas imágenes, al momento de ser tomadas por una sencilla razón: su manejo del poder y la seguridad que le produce saberse impune. Todo vale. Todo es “manejable” y, en última instancia, siempre se podrá hacer control de daños. El cimbronazo obligó, además, a poner las barbas en remojo a la mayoría de los líderes territoriales que han venido haciendo del despilfarro en sus gastos personales un modo de vida. El dinero mal habido de la política y las cajas interminables son la contracara de la pobreza que hoy llega al 40% y que roza el 10% de indigencia. Al dejar de lado la frialdad de las mediciones la tragedia se comprende mejor: se trata de 18,6 millones de personas y 2,7 millones respectivamente. 
 

Claro que no es sólo el “Yategate” el que complica las chances electorales del oficialismo: la irrefrenable disparada del dólar “blue” y sus efectos sobre los precios es un agregado letal para Massa y compañía. “En un contexto de crisis como el actual, las semanas previas a las elecciones siempre han sido traumáticas con correcciones permanentes del tipo de cambio libre. Lo mismo ocurrirá el día después de la votación dependiendo de quién se quede con el triunfo. En el pasado reciente los ejemplos sobran” –aseguró una voz de la city porteña. De forma sostenida en el último año, el problema sigue siendo la ausencia de billetes de la moneda estadounidense. El Banco Central no tiene poder de fuego para afrontar una eventual corrida de aquí hasta las elecciones. Quienes conocen sus números sostienen que tendría solo US$ 2 mil millones libres para salir a intervenir en el mercado. La nada misma. 

El otro condimento letal para la población es la interminable remarcación de precios. “No nos queda otra opción; se vienen dos semanas clave y es muy difícil sostener los precios actuales ante tanta incertidumbre” –se defienden en sectores del retail. Para colmo de males Javier Milei, el candidato con mayores chances de llegar al ballottage y quedarse con el triunfo no para de echar leña al fuego. En su reunión con empresarios en Mar del Plata, una especie de contra-Coloquio de IDEA de poco vuelo, agitó las aguas y volvió a repetir ante quienes lo escuchaban que la actual “podría ser la crisis más profunda de la historia de la Argentina”.  

Una pobreza de ideas 


Mientras tanto, en No tan Juntos por el Cambio las internas siguen creciendo. Luego de la débil performance de Patricia Bullrich en el primer debate presidencial continuaron los pases de factura. Sorprendieron las declaraciones de Horacio Rodríguez Larreta, quien le confesó en una entrevista a Luis Novaresio que no vio venir el triunfo de su competidora y aseguró que en los primeros días luego de la contienda “estaba hecho mierda”. Una verdadera lección para todo el séquito que rodea a los candidatos en una constante adulación sin ninguna visión política. El PRO debería reconocer que sus recorridas “pautadas” por barrios, intendencias, y provincias –lo que se conoce como bajadas a territorio– no son más que un baño ficticio de elogios de gente que ya está avisada de la visita del candidato. Pescar en una pecera resulta más emocionante.   

Para variar, el radical de Evolución Emiliano Yacobitti, salió a criticar a Mauricio Macri alegando que traiciona a Juntos por el Cambio haciéndole guiños a Milei. Hay mucho de cola de paja en sus afirmaciones, luego de ser señalado por votar los proyectos del kirchnerismo en el Congreso a cambio de la creación de nuevas universidades. La caja siempre tira. Lo cierto es que, por estas horas, la unidad de JxC pende de un hilo. En sólo dos semanas el resultado electoral redefinirá el tablero político de forma brutal y sin retorno.



   

domingo, 17 de marzo de 2019

¿Sale CFK... Entra AK?... @dealgunamanera...

Kicillof, el sustituto…

Kicillof... ¿correo de la zarina? Axel Kicillof. Dibujo: Pablo Temes

Después de CFK, aparece como ireemplazable del kirchnerismo, pero pone incómodo a Máximo.

© Escrito por Daniel Bilotta el domingo 17/03/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Eduardo Valdés hizo público algo que el kirchnerismo ya no podía mantener en secreto. Si es conveniente que Cristina Fernández de Kirchner sea candidata presidencial en octubre. Las circunstancias en las que confirmó ese debate podrían configurar un caso de traición en el círculo de incondicionales que rodea a la ex presidenta: lo hizo con ella en Cuba, donde su hija Florencia se trata de un linfedema. Y en apariencia, bajo un delicado estado emocional.

No deja de ser curioso que esa sea la razón invocada por el ex embajador en el Vaticano para hablar del asunto.

Tal vez  de manera injusta, se asocia  la actitud de Valdés con Alberto Fernández. Junto a Felipe Solá, los más convencidos de que “sin Cristina no se puede pero con ella sola no alcanza” para ganarle a Mauricio Macri. Traducido: la alianza con otros afines no mejora el caudal electoral. El ex jefe del Gabinete reclama una autocrítica “para ser mejores de lo que fuimos.” El éxito no acompaña por ahora la infatigable presencia que ocupa en el Instituto Patria.

Es probable que eso despierte viejos recelos en La Cámpora para endilgarle también el lanzamiento de Daniel Scioli. Su candidatura presidencial podría serle útil a Fernando Espinoza si deseara canalizar la disconformidad con un sector del kirchnerismo  que insiste en que suceda a Verónica Magario. Un destino sin encanto y muy por debajo de su expectativa que incluye, si fuese preciso, competir en una primaria por la candidatura a gobernador.  


No sería la primera vez  que combina esfuerzos con Scioli para  oponerse a la voluntad de Cristina, cuyo liderazgo electoral se asienta en el segundo y tercer cordón de ese distrito. En 2015,  Scioli amenazó con competir por fuera del Frente para la Victoria si no se lo consagraba candidato presidencial. Con Julián Domínguez y el respaldo del entonces gobernador forzó una PASO para desplazar a Aníbal Fernández y Martín Sabbatella: la fórmula oficial en la Provincia. Resultó un intento fallido.

Lo que tiene en común aquel episodio con los más recientes es el desafío a la autoridad de Cristina como síntoma de una incertidumbre electoral. Pero acicateada en este presente por otra inquietud indisimulable. La influencia de Axel Kicillof en el círculo más íntimo de la ex presidenta.

Dificultad. ¿Entorpecería el ex ministro de Economía la primaria  entre Solá y Agustín Rossi que imagina Fernández si ella declina su candidatura? 

Nadie lo sabe con certeza. Tampoco Kicillof, el único al que identifican con Cristina quienes aseguran que la elegirían. Es decir: a quien podrían votar en su lugar. Más que la sofisticación para la conjura que le atribuyen sus detractores, el ex jefe del Gabinete se destaca por una racionalidad de apariencia incompatible con la del kirchnerismo. Entre otras cosas, por aplicarla a la lectura de encuestas. Igual que a Solá, no le sorprendió la derrota de Ramón Rioseco en Neuquén.


También  la puso al servicio de aceptar antes que otros el lugar de Kicilloff con Cristina. Quizás por eso este verano apeló a un lenguaje alambicado para describirlo: “Un fenómeno de la política a tener en cuenta.” Tal vez refleje la perplejidad  por alguien de trayectoria en el universo académico que irrumpió de forma casi inesperada en la política: un viaje sin escalas de la línea gerencial en Aerolíneas al Ministerio de Economía.

Acaso en  tributo a Tontos pero no Tanto (TNT),  la agrupación fundada en la UBA con Mariano Recalde, su mentor en la empresa de bandera estatal. 

En  la misión cumplida para Cristina en el Palacio de Hacienda está la clave de su confianza. Exagerados,  algunos justifican traspiés en su gestión por la ocupación que le demandó cumplir con la principal misión encargada: intervenir todas las áreas de gobierno ligadas a Néstor Kirchner hasta su muerte.

Lo que incluyó tensiones con el Ministerio de Planificación Federal. Y, por supuesto, con Julio De Vido: el más poderoso de todo el  gabinete. Es posible que allí haya adquirido  la experiencia para encarar una más reciente pero no menos complicada. Otra vez, a pedido de Cristina. Recomponer lazos con Fernández, Rossi y Solá. El protagonismo de Axel llega a provocar alguna incomodidad familiar entre los Kirchner. Máximo suele referirse a él como “el candidato de mi vieja”.

Aunque la fiabilidad del kirchnerismo para efectuar proyecciones a partir de sondeos es dudosa, los estudios de campo le dan sentido a tanta susceptibilidad.


Después de la ex presidenta, Kicillof es el otro actor imprescindible para esa corriente. Es lo que habilita a contemplarlo en cualquier escenario electoral. El más probable hasta ahora, el de candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires. Empezando por Martín Insaurralde en Lomas de Zamora, los intendentes ya desistieron de oponérsele.

Relevo. ¿Podría sustituir a  la ex presidenta si no es candidata?  Dependería de otro factor. “Que Felipe se anime” a ir por la gobernación, desliza el entorno del ex ministro. Serviría además para comprobar si Espinoza lo acepta de candidato de consenso, como asegura. Si no lo hiciese, existe un plan para disputarle la intendencia en La Matanza que excluye a Magario: Cristina la quiere en el segundo término de la fórmula.

No es una posibilidad que entusiasme a los asesores de Solá. Tampoco compartir el binomio presidencial con Cristina satisface a Fernando “El Chino” Navarro, Víctor Santa María ni Nicolás Trotta. Como Fernández, preferirían un candidato surgido de las PASO.  Solá desconfía de algunos de ellos. ¿Será el jefe del Movimiento Evita, al que Cristina no recibe?

Mientras tanto, Kicillof desarrolla una agenda en territorio bonaerense con Teresa García y Carlos “Cuto” Moreno, los legisladores de Unidad Ciudadana delegados por Cristina para esa tarea. Facilitada donde los intendentes simpatizan con el ex funcionario. 

Algo más habitual en el interior que en el Gran Buenos Aires, a excepción de Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada).

En cualquier hipótesis, podría contrariar la voluntad del peronismo no K y de algunos consejeros de Cristina. Decretar la desaparición del cuerpo que los contuvo 12 años para resucitar en otro nuevo.

Axel podría ser un obstáculo fuera de ese cálculo si, finalmente, encarna al sustituto.




sábado, 8 de febrero de 2014

El plagio de Cristina… De Alguna Manera...


El plagio de Cristina…

"Plagiar" en el Diccionario de Terreros (1788).

Agotado con rapidez el parque de recursos propios que justifiquen la vigencia del modelo productivo de matriz diversificada mientras se practica un salvaje ajuste económico de corte ortodoxo, el elenco oficialista debió apelar por segunda vez en 15 días a la palabra “legitimante” de la presidenta Cristina Fernández, única fuente de razón y justicia admitida por todos, en todo y para todo. Incluso en el conflicto abierto entre Marcelo Tinelli y La Cámpora por las transmisiones de fútbol.

Pero el ardid de atribuirle a un conflicto ideológico una supuesta conspiración para quitarle margen de acción y camuflar la ausencia de una estrategia política consistente para sortear la crisis no fracasa por distraer esfuerzos para mediar entre un divo de la televisión convocado para reforzar la alicaída imagen pública de su gestión y el personaje de sainete que compone Javier Vicente en cada acting de presunto locutor militante financiado por el Estado.

Más que una salida desesperada, efectuar el segundo día hábil de febrero el anuncio del modesto reajuste a percibir en marzo por jubilados y pensionados pone en primer plano la cuestión de fondo. Ante la escasez de buenas noticias para comunicar, Cristina parece resuelta a encarnar un plagio de sí misma en un intento de evocar los tiempos de esplendor en el presente y volver menos lejano su recuerdo.

La acusación al empresariado de saquear bolsillos a los trabajadores con coro gregoriano de “los pibes para la liberación” y régiseur de quienes ya no lo son –el Cuervo Larroque y Wado de Pedro– forma parte de un rito diluido, de modo paradójico, por una reiteración innecesaria que despoja al discurso de connotación positiva hasta, literalmente, matarlo. Bien utilizada, es una herramienta de la retórica que facilita sostener una línea argumental. Su ausencia es una de las razones de la mala praxis.

La conjunción entre tautología y autismo derivada de una repetición que conduce al aislamiento y, por decantación, al fin de la escucha atenta de un auditorio menos visible que el cautivo en la Casa Rosada, como el que integran las teleaudiencias, es lo que el pensador Lucien Sfez denomina “tautismo”, fenómeno habitual y riesgo potencial en la sociedad de la comunicación, especialmente para el Estado. Lo que pone en duda que la cadena del desánimo sea viralizada con la necesaria intervención de la prensa independiente.

El gesto compartido por el ala sindical afín ubicado en las primeras filas marcó un contraste directo de impresiones. Lo que en Cristina fue la escenificación del poder como pequeñas delicias de la vida conyugal en paso de comedia –“entre los aumentos de Néstor y los míos”, pese a la aclaración formal de que “yo no soy la dueña del Estado”– pareció denso drama kafkiano por la metamorfosis de la palabra presidencial, a juzgar por el semblante adusto, si no sombrío, de los popes de la CGT Balcarce.

Con una representación siempre sospechada, los gremialistas debieran estar tranquilos en esta instancia: los trabajadores fueron puestos de su lado. Quien nunca iba a devaluar ni tomar medidas en su contra se preguntó por qué debería subsidiar el consumo energético de quienes pueden ahorrar pesos para comprar dólares, como su Gobierno autorizó. Algo más preocupante que la amonestación dirigida al metalúrgico Antonio Caló por asegurar que “hay gente a la que ya no le alcanza para comer.”

Defendida con denuedo por el kirchnerismo estos años, la cultura popular recomienda prestar más atención a lo que sugieren los mensajes oficiales que a lo que auguran sus enunciados. Se sabe que al ajuste no escaparán los que menos tienen. En eso no podrá torcerse la historia. Ni siquiera con plagio.

© Escrito por Daniel Bilotta, Titular de la cátedra Planificación Comunicacional, en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, el sábado 08/02/2014 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.