El frío de la recesión…
En picada. El
consumo en supermercados registró una caída interanual del 9,6% en marzo.
Después de soportar en lo que va de 2024 el rigor de la recesión
productiva y niveles de inflación altísimos, con un claro impacto sobre el
poder adquisitivo de la mayor parte de la población, aún lucen lejanas las
perspectivas de una mejora que, en caso de producirse, tendría un saldo de
empobrecimiento y exclusión social. Del mismo modo, es imprescindible que el
drástico recorte en el gasto público sea revertido cuanto antes,
particularmente en lo que respecta a servicios esenciales que benefician a
millones de familias y fueron puestos en riesgo por decisión del Gobierno
nacional. En tal sentido, están a la vista las consecuencias de los tijeretazos
en las transferencias a provincias (véase, por ejemplo, la protesta policial en
Misiones) y en las partidas para obras de infraestructura.
© Escrito por Carlos Heller, dirigente cooperativista, el viernes
24/05/2024 y publicado por la Revista Acción de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Retroceso
Las expresiones oficiales de respaldo al ajuste pierden
consistencia cuando se las coteja con la difícil coyuntura que atraviesan los
sectores productivos, con excepción del agro. El Estimador Mensual de Actividad
Económica (EMAE) mostró en enero-marzo una caída del 3% frente al trimestre
previo y una baja interanual de un 5,3%. Esto quiere decir que el panorama, del
conjunto de la industria, la construcción y los servicios (que nada hace pensar
que se haya revertido en abril y mayo) es muy similar al de 2019.
Es lógico que la situación se corresponda con una fuerte caída del
consumo, como muestran las estadísticas de ventas en supermercados y
autoservicios mayoristas, cuya baja fue del 9,6% interanual en marzo.
El registro se ubica un 10,4% por debajo de noviembre pasado y es
el peor dato desde que el INDEC empezó a elaborar las series en enero de 2017.
Más allá de los pronósticos libertarios, en cuanto a que ya se
llegó al punto «más bajo», cabría la pregunta sobre las probabilidades ciertas
de recuperación de lo perdido en estos meses, en particular por las familias
trabajadoras, jubilados/as y pymes.
Es preocupante en esta materia, dados los lineamientos estratégicos
de este Gobierno, que el repunte en el dinamismo económico, si se produce en
los próximos meses, se respalde en rubros como la minería, que no tienen
grandes encadenamientos con la industria y el mercado interno. Un modelo de
este tipo generaría muy poco empleo y de baja calidad, en consonancia con un
ensanchamiento de la brecha distributiva y con un deterioro creciente de los
ingresos populares.
Universidades
Mientras en el Senado el tratamiento de los proyectos de ley
«Bases» y de reforma fiscal se postergó sin fecha, ya que el oficialismo no
consiguió los votos necesarios para emitir dictamen, en Diputados avanza una
iniciativa para actualizar el presupuesto de las universidades.
Esta semana se alcanzó en la Cámara Baja un acuerdo en plenario
entre distintos bloques, entre ellos el de Unión por la Patria (UxP), al cual
pertenezco, para que se trate en reunión conjunta de las comisiones de
Educación y Presupuesto y Hacienda, la demanda de las casas de altos estudios
y, además, la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID),
vital para mejorar el salario de los educadores.
El oficialismo venía dilatando el tratamiento de estos temas, pero
en la sesión se consiguieron 152 votos y se conminó a que se reúnan las
comisiones, lo cual ocurrió el pasado jueves, cuando se produjeron cuatro
dictámenes. El de UxP fue el mayoritario, con 34 firmas, mientras el de la UCR,
acompañado por Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica e Innovación
Federal, reunió 21 firmas. Este último propone la actualización de las partidas
para los gastos de funcionamiento de las universidades y los hospitales
universitarios según la inflación, con ajustes bimestrales.
A esos puntos UxP agregó la simultánea adecuación presupuestaria
para ciencia y técnica, desarrollo de proyectos especiales y de institutos
tecnológicos; el restablecimiento de todas las obras de infraestructura en
ejecución; la actualización de los salarios docentes y no docentes; y el
aumento de la cantidad y monto de las becas universitarias. En este, como en
otros aspectos, las políticas públicas deben garantizar de forma prioritaria
los derechos básicos de la población.