Milei gastó más de 7.400 millones de dólares para sostener el dólar antes de
las elecciones…
Las elecciones legislativas del domingo llegan con
un costo histórico: el Gobierno utilizó una cifra que podría trepar a US$ 8.400
millones con el aporte del Tesoro de EE.UU. –para contener al dólar en los dos
meses previos al comicio–. Según el Banco Provincia, se trata del cuarto mayor
episodio de ventas desde 2003. En paralelo, un informe del J.P. Morgan advierte
que los mercados descuentan un resultado adverso para los libertarios, aunque
algunas acciones locales aún ofrecen margen de recuperación si el oficialismo
logra evitar una derrota contundente.
© Escrito por Carlos
Burgueño,
Periodista. Lic. en Ciencia Política.
Máster en Economía y Sociología, el sábado 25/10/2025 y publicado por el Diario
Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.
Las elecciones en la Argentina
cuestan caras. Quizá más que en cualquier otro país de la comarca
latinoamericana. Y, en particular, el acto eleccionario de mañana salió
carísimo. Concretamente, unos US$ 7.400 millones de dólares. Y podrían ser
7.500 millones de dólares. Ese es el dinero calculado que el Gobierno debió
utilizar para sostener el dólar en los complicados últimos dos meses, el tiempo
electoral previo al 26 de octubre. Y todo esto para llegar en una situación
casi terminal.
Medido en términos del último informe del J.P. Morgan presentado el
miércoles pasado en sociedad en Buenos Aires, de la mano del propio CEO
plenipotenciario del banco a nivel mundial, Jamie Dimon, el “praiceo” de los
bonos y acciones argentinos navega cerca del 30% de los votos a los libertarios
de mañana. El informe, llamado “Estrategia
sobre Argentina. Perspectivas antes de las elecciones legislativas de medio
término”, no necesariamente es negativo. Presentado ante la
mirada de ilustres popes que visitaron Buenos Aires en las últimas horas, como
Dimon, Condoleezza Rice y Tony Blair (ambos políticos hoy militando para el
banco internacional), el trabajo del J.P. Morgan recomienda con mucha prudencia
y selectividad algunas acciones argentinas de los sectores de energía y bancos,
por su potencial de recuperación poselectoral y ante un panorama de posible
castigo injustificado de los mercados en las últimas semanas sobre estos
papeles; ante la visión de los operadores financieros de optar por el peor
escenario ante la suerte del Gobierno en las elecciones de mañana. Según la
visión del banco norteamericano, algunas acciones argentinas tienen cotización
de un nivel de votos del 30% para los libertarios, porcentaje que si finalmente
queda bajo y a las huestes de Javier Milei le va mejor, se convierten en
alternativas de alta rentabilidad potencial. Para el J.P. Morgan, si no hay una
nueva “paliza” electoral en la provincia de Buenos Aires, el mercado podría
reducir su nivel de preocupación. Mientras tanto, se llega a mañana con alto
temor por parte de los inversores. Muchos de ellos impulsados en el miedo por
el otro famoso informe del mismo J.P. Morgan del 31 de junio pasado, donde se
le recomendaba a sus clientes con posiciones en pesos, que abandonen ese barco
y se refugien en el dólar. Recomendación que los tenedores de papeles en moneda
criolla obedecieron.
Hoy más que nunca SuscribiteDesde ese informe, muchos operadores encuentran el momento del inicio de
las plagas de Egipto para la estrategia cambiaria, financiera y electoral de
los libertarios. A partir de los primeros días de julio, y ante el hecho
inocultable había fracasado cualquiera que haya sido la estrategia del
oficialismo para acumular reservas, comenzó una primero lenta y luego acelerada
carrera para posicionarse en la verdadera moneda fuerte del país: el dólar.
Nada nuevo. Ni nada que no se pudiera prever. Pero sí sorpresivo para un
esquema libertario, donde lo que se debería haber respirado es confianza, en
aquellos días de fines del primer semestre del 2025. Comenzaron así las
políticas de intervención indirecta y después directa para intervenir en el
mercado cambiario; lo que determina luego lo caro que salió la política de no
dejar escapar al dólar para tener más chances electorales. Lo primero no se
pudo lograr. El dólar terminó peleando los 1.500 pesos. Lo segundo se verá
mañana.
El fenómeno fue tratado por otro informe. Según el trabajo “Semana Económica. Cuántos dólares necesitará la economía
argentina en 2026 y 2027: haciendo cuentas raras para economías normales”, elaborado
por la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia, se llega a la
conclusión que el período de mayor intervención fue el de septiembre y octubre,
donde se usaron unos US$ 7.400 millones para sostener la divisa. Que igualmente
llegó a las elecciones peleando el tope de gama del sistema de bandas negociado
con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el Facilidades Extendidas
firmado el 11 de abril. Según el trabajo, “entre septiembre y octubre, se
usaron US$ 7.400 millones de fuentes exógenas –ajenas a la dinámica propia de
mercado– para contener al tipo de cambio: el Banco Central vendió US$ 1.100
millones en el MULC, el sector agropecuario adelantó US$ 5.700 millones y el
Tesoro vendió US$ 440 millones netos (US$ –550 millones en la primera semana de
septiembre, luego le compró US$ 2.120 millones al sector agropecuario y
finalmente vendió poco más de US$ 2 mil millones en octubre)”. A este dinero
habría que sumar el glorioso aporte del Tesoro de los Estados Unidos, cuya
cifra final es algo vidriosa, pero que podría haber al alcanzado los US$ mil
millones, contabilizando el aporte inconmensurable de unos US$ 450 millones del
miércoles 22 de octubre. Aporte que permitió cerrar la semana con más
tranquilidad cambiaria que la proyectada por las fuerzas cambiarias locales.
El trabajo del Banco Provincia hace historia, y evalúa que “sin incluir
las eventuales compras de pesos del Tesoro de Estados Unidos, este sería el
cuarto mayor episodio de ventas desde 2003: la primera fue entre agosto y
diciembre de 2015, cuando el Banco Central vendió US$ 9.900 millones, la
segunda entre abril y mayo de 2018, cuando se sacrificaron US$ 7.750 millones
de reservas y la tercera entre agosto y octubre de 2019, con US$ 7.650
millones”.
Habrá que ver desde el lunes, si este aporte de US$ 7.400 millones (que
podrían ser más de 8.400 si contabilizamos al Tesoro de los Estados Unidos), resultó
un buen negocio. Esto sucederá si se cumple la premisa que el ministro de
Economía Luis “Toto” Caputo lanzó el jueves pasado, donde aseguraba que desde
el lunes 27 nada se modificará, que la política cambiaria no sufrirá alteraciones,
que continuará el sistema de bandas y que, incluso, el valor del dólar
retrocederá. Habrá que tomarle la palabra.
En algún momento de comienzos del 2023 pensaba el Gobierno que el
trayecto económico a las elecciones del domingo serían una especie de desfile.
Se pensaba en una inflación a septiembre del 2025 con un cero por delante (fue
de 2,2%), un dólar dominado (pelea los 1.500 pesos con una devaluación
acumulada de 40%), una actividad altiva (quizá estemos en proceso de recesión)
y un consumo reactivado (entre septiembre y agosto cayó 0,2%). Se llega además,
con un salvataje de los Estados Unidos y un FMI esperando que se terminen de
contar los votos para presionar por las reservas.
Sin embargo, en la economía como en el fútbol, siempre hay revancha.
Mañana se sabrá si Javier Milei y Luis “Toto” Caputo la tendrán.
Y el lunes, los que votarán serán los mercados.









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