Recibir "Me gusta" en
Facebook activa como la droga y el sexo…
Me gusta...
Científicos de Berlín hallaron que
el botón es el primer paso hacia una adicción. Como seres humanos, nos preocupa
cada vez más cómo nos ven los demás. Los halagos y los gestos de aprobación
generan un sentimiento de placer o bienestar que lleva a las personas a repetir
determinadas conductas para aumentar su buena reputación. En el mundo
conectado, una manera de manejar esa reputación es mediante el uso de Facebook.
Una acción común en la megarred social es la de dar “Me gusta” a determinadas publicaciones. Esta “aprobación” se percibe como feedback social positivo que dispara el trabajo de una zona del cerebro relacionada con el placer. Esto es lo que descubrió un equipo de científicos de la Universidad Libre de Berlín, en el primer paper que vincula uso de redes sociales y activación cerebral.
El trabajo, publicado en el Journal
Frontiers in Human Neuroscience, encontró que los comentarios positivos y
“Likes” que uno recibe de sus amigos al publicar un comentario o foto en
Facebook activa la misma zona cerebral de placer (el núcleo accumbens) que se
estimula con el dinero, la comida y el sexo.
“El núcleo accumbens es una pequeña
estructura cerebral que integra un sistema llamado ganglios de la base. Es una
estructura muy ancestral, que compartimos con muchísimos otros animales. Para
usar una metáfora simplificada, es como el tesorero del cerebro”, describió
Mariano Sigman, director del Laboratorio de Neurociencia Integrativa de la UBA.
Los resultados de la investigación
en más de treinta voluntarios demostraron que los participantes que recibieron
feedback positivo sobre sus publicaciones tuvieron una mayor activación de su
núcleo accumbens que cuando veían el feedback positivo que recibían otras
personas. “Nuestro estudio revela que el procesamiento del reconocimiento
social online repercute en el núcleo accumbens. Estos resultados expanden
nuestro conocimiento actual del funcionamiento del núcleo y pueden ser
relevantes para el desarrollo de futuras investigaciones clínicas y también
para el ámbito educativo”, dijo Dar Meshi, autor del paper e investigador de la
Universidad Libre de Berlín.
La incógnita que dispara el estudio
es si una actividad que genera una activación mayor de esa zona del cerebro
puede hacerse adictiva por el placer que genera. Según los expertos, son
muchos los estímulos hedónicos distintos
(alimento, droga, sexo, risa) que activan el núcleo accumbens. El cerebro está
articulado para reforzar aquellos comportamientos que producen esto. “En épocas
actuales, donde la disponibilidad de alimentos, de droga o de ciertos placeres
hedónicos puede ser casi infinita, estos mecanismos degeneran y se vuelven
comportamientos adictivos con la comida, con las drogas, con el sexo y, por
supuesto, también con internet”, describió Sigman.
La web nos vuelve predecibles
Sobre los comportamientos en
Facebook y sobre los más de 1.100 millones de personas que forman parte de la
red, Stephen Wolfram, el creador del motor de búsquedas inteligentes Wolfram
Alpha, publicó recientemente datos del uso que las personas hacemos de la red
social. “Las personas son más predecibles que las partículas cuánticas”, dijo.
Su afirmación se debe a resultados: cuanto más envejecen las personas más hablan
del clima y la política en Facebook. Los hombres escriben más sobre tecnología
y deportes que las mujeres. Ellas comentan más sobre mascotas, amigos y
relaciones. Para ambos sexos, a partir de los 20 años va desapareciendo el
binomio instituto-universidad a favor del de trabajo-dinero. “Siempre me
interesó la vida de las personas y la trayectoria de su vida. Facebook es estar
sentado sobre una mina de oro”, concluyó.
© Escrito por Martina Rua el domingo 087/09/2013 y
publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
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