domingo, 23 de marzo de 2025

Eliminatorias Mundial de Estados Unidos - México y Canadá 2026 - Uruguay 0 vs. Argentina 1... @dealgunamanera...

Con un golazo de Almada, Argentina venció a Uruguay...


Un gol de Thiago Almada le dio el triunfo a la Selección por 1 a 0, en Montevideo. La Albiceleste mantiene el liderazgo y podría asegurar la clasificación en la próxima fecha.

© Publicado el sábado 22/03/25 por el Diario Jornada de la Ciudad de Trelew, Provincia del Chubut, República Argentina. Fotografías: A.F.A. 


La Selección Argentina, que sufrió las ausencias de varias figuras como Lionel Messi, Lautaro Martínez y Rodrigo De Paul, le ganó 1-0 a Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas y está prácticamente clasificada al Mundial 2026.

El autor del único gol del encuentro, que se llevó a cabo en el Estadio Centenario, fue el delantero Thiago Almada con un tremendo remate desde afuera del área a los 23 minutos del segundo tiempo.


Durante el primer tiempo se vio muchísimo protagonismo por parte de la selección “Charrúa”, que tiene como director técnico a Marcelo Bielsa, que se hizo con la posesión de la pelota en todo momento, aunque le faltaba claridad en el último tercio de la cancha.

La Selección argentina, por su parte, esperaba bien plantada en su propio campo para contraatacar con el objetivo de sorprender a los jugadores uruguayos en caso de que dejaran algún espacio en la línea defensiva.

La más clara del primer tiempo, que terminó sin goles, fue a través de Giuliano Simeone, que sacó un gran remate casi sin ángulo aunque el arquero uruguayo Sergio Rochet se lució con una gran atajada.

Ya en el segundo tiempo se vio una versión mucho mejor de la “Scaloneta”, que desde el primer minuto salió en busca de tomar el protagonismo.

Así fue como empezó a tener situaciones cada vez más claras hasta que a los 23 minutos Almada anotó el único gol del partido con un tremendo remate desde afuera del área que se clavó en el ángulo.


A partir de allí, Uruguay comenzó a buscar de manera desesperada el gol, pero la defensa argentina conformada por Nicolás Tagliafico, Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Nahuel Molina estuvo muy firme en todo momento.

La única mala noticia para la Selección fue la expulsión de Nicolás González a los 50 minutos del segundo tiempo por una patada en la cabeza a Nahitan Nández, por lo que se perderá el partido con Brasil.

Este triunfo le permitió a la Argentina mantenerse cómoda en la primera posición de las Eliminatorias Sudamericanas con 28 puntos y necesitarán sumar solo uno más para clasificar al Mundial 2026, mientras que Uruguay cayó al cuarto lugar con 20 unidades.


El próximo partido de la Selección argentina será el próximo martes, cuando reciba a Brasil a las 21 en el estadio Mas Monumental.


¿Qué necesita la Selección argentina para asegurarse la clasificación?

Si el conjunto comandado por Scaloni logra una victoria ante Brasil en el partido que tendrá lugar el próximo martes en el Monumental, habrá sellado su participación en la próxima edición de laCopa del Mundo.

El séptimo ubicado en el torneo clasificatorio (en puestos de repechaje) esBoliviacon 13 unidades, mientras que el combinado nacional se encuentra líder de la tabla con 28 puntos. Con cinco jornadas en juego, si la “Albiceleste” consigue sumar de a tres ante los de verde y amarillo, matemáticamente los bolivianos no podrían alcanzarla.

De esta manera, aunque este lejos de las posibilidades, Argentina ya aseguró el repechaje, por lo que ante una catástrofe podría tener chances de jugar la Copa del Mundo de todos modos.

En tanto, si la “Scaloneta” cae frente a la Canarinha, pero Bolivia hace lo propio ante Uruguay el martes 25 de marzo desde las 17:00 (hora argentina), también habrá confirmado su presencia en el campeonato de selecciones más importante.

Por último, en caso de una igualdad entre Argentina y Brasil, los dirigidos por Óscar Villegas no tendrían que sumar de a tres, por lo que la clasificación al Mundial frente al clásico de toda la vida es una posibilidad.


Síntesis:

Uruguay: 0

Sergio Rochet; Nahitan Nández, Ronald Araújo, José María Giménez, Mathí­as Olivera; Federico Valverde, Rodrigo Bentancur, Giorgian De Arrascaeta; Facundo Pellistri, Darwin Núñez y Maximiliano Araujo. DT: Marcelo Bielsa.

Argentina: 1

Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Alexis Mac Callister, Enzo Fernández; Giuliano Simeone, Enzo Fernández, Thiago Almada; Julián Álvarez. DT: Lionel Scaloni.

Goles: ST: 23m Thiago Almada (A).

Cambios: 40m Nicolás De La Cruz x Giorgian De Arrascaeta (U), ST: 12m Brian Rodríguez x Facundo Pellistri (U),24m Nicolás González x Giuliano Simeone (A), Rodrigo Aguirre x Federico Valverde(U), Federico Viñas x Darwin Nuñez (U), 33m Exequiel Palacios x Alexis Mac Allister, 41m Angel Correa x Thiago Almada (A), Leonardo Balerdi x Leandro Paredes (A).

Amonestados: Nahitan Nandez (U), Mathias Olivera (U), Julián Álvarez (A).

Expulsados: ST: 49m Nicolás González (A).

Estadio: Centenario.

Árbitro: Juan Benítez (Paraguay).

VAR: John Perdomo (Colombia).

 









24 de Marzo. ¿Importa la Verdad?... @dealgunamanera...

¿Importa la verdad?...

Massera, Videla y Agosti. La primera de las juntas militares del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. Un feriado para recordar las lecciones que nos dejó aquel horror. Fotografía: Cedoc.

Así como Alemania sigue investigando lo que sucedió durante el nazismo, es necesario revisar los años del Proceso de Reorganización Nacional que instaló un golpe de Estado en el país, “que recurrió a una ilegal y cruel represión” dice el autor. “No fueron excesos horrendos sino crímenes de lesa humanidad”, agrega.

© Escrito por Martín Balza, ex Jefe del Ejército Argentino, Veterano de la Guerra de Malvinas y ex Embajador en Colombia y Costa Rica, el viernes 21/03/2024 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República Argentina.

Próximamente recordaremos una de las fechas más tristes de nuestra historia reciente: el 24 de marzo de 1976. Ese día se consumó el último golpe de Estado cívico-militar autodenominado Proceso de Reorganización Nacional (PRN), que recurrió a una ilegal y cruel represión, conducido por Juntas Militares y altos mandos de las Fuerzas Armadas (FFAA).

Invocaban combatir a la subversión terrorista ejercida por organizaciones irregulares armadas y liberarnos del comunismo que lideraba la Tercera Guerra Mundial; aunque éstas estaban seriamente debilitadas y nada impedía continuar accionando con las Fuerzas de Seguridad (Gendarmería Nacional y Prefectura Naval), Policía Federal y Policía Provinciales.

¿Es necesario revisar los años del PRN? Aprecio que sí, para evitar su repetición. “No es sorprendente, porque Alemania sigue investigando lo que ocurrió durante el nazismo. Son las fuerzas inerciales que siguen actuando. Es traumático y no hay arrepentimiento, salvo casos aislados, como el del Ejército el 25 de abril de 1995” (Rodolfo Rabanal, Los intelectuales y el país de hoy, La Nación). No puedo obviar citar medulares reflexiones de reconocidos analistas sobre lo expresado:

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“La forma militar de resolver la crisis por el PRN fue excepcional, desmesurada y horrorosa. La violencia ejercida de manera clandestina por el Estado alcanzó niveles nunca vistos en el país. Hubo una cantidad inmensa de muertes y desapariciones, campos de concentración, tortura y exterminio, saqueo de bienes y robo de niños. Lo ejecutó un Estado clandestino, que operaba de noche y aparentaba normalidad de día; además de matar, derrumbaba la fe en las instituciones y en las leyes, sistemáticamente violadas por quienes debían custodiarlas. El general Jorge Videla, presidente durante los cinco años iniciales, fue un protagonista mediocre, y sus sucesores mucho más”. (Luis A Romero, La larga crisis argentina, pág. 62 y 63).

“Una cosa es una banda de criminales terroristas y otra cosa es que el Estado se convierta en criminal. Su responsabilidad es mucho más grave (René Balestra, La Nación).

Un golpe militar al que (casi) todos apoyaron

“Esta campaña de aniquilamiento de la subversión y de intimidación de los ciudadanos pacíficos indigna a amplios sectores de la opinión pública, incluso a aquellos que no experimentan ninguna ternura con los guerrilleros. Es difícil de explicar la suspensión de los derechos fundamentales y el desencadenamiento de una violencia represiva infinitamente más cruel que la de los terroristas” (A. Rouquié, citado por Prudencio García, El drama de la autonomía militar, pág. 220).

Los procedimientos represivos respondieron a la doctrina que Francia aplicó en Argelia, y el Ejército Argentino adoptó a fines de los años cincuenta. Un oficial francés dijo: “La guerra de Argelia influyó decisivamente en mi generación. Un día, integrando una patrulla tomamos un prisionero. Aún estoy viendo a este hombre. Marchó con nosotros durante toda la noche. Compartimos el agua con él. Me sentía contento, hasta galante. Al llegar al puesto de comando, ingenuo de mí, lo entregué al oficial de inteligencia del regimiento. Aún creo oír sus gritos de bestia torturada; y yo, fuera, impotente, pero culpable. Su cuerpo desfigurado rodó por entre las inmundicias. Fue enterrado a prisa y corriendo. Por primera vez descubrí el pecado (…) Comprendí que todos éramos responsables, y sentí vergüenza” (monseñor Luis A. Castro Quiroga, Deja de correr, pág. 330).

Terrorismo de Estado y neoliberalismo, el último golpe militar en la Argentina

La escritora francesa Sandrine Lefranc aseguró “que los crímenes de Estado cometidos en Argelia aún son de actualidad” (Políticas del perdón, pág. 287).

Es inaceptable que, aún hoy, algunos sectores afirmen que: fue una guerra, hubo excesos, cumplimos órdenes del gobierno constitucional, y se nos ordenó aniquilar. La palabra guerra estaba precisamente prohibida por el PRN; se empleaba la expresión: “Lucha contra las bandas de delincuentes subversivos”.

“El objetivo básico de todo combatiente no significa el exterminio del adversario, con matanza total de los rivales y despiadada destrucción de sus pertenencias y su territorio, sino la reducción a la impotencia bélica (Diccionario militar)"

“Ningún documento liminar del PRN habla de guerra (…) Estamos ante una alternativa de hierro. O no hubo guerra y estamos ante actos de delincuencia común, o la hubo, y entonces enfrentamos a criminales de guerra” (Fiscal Julio C. Strassera, alegato en el Juicio a las Juntas Militares).

“El concepto totalmente minoritario de la guerrilla desautorizó la auto calificación de la lucha como guerra, en la que coincidían con sus adversarios, los militares” (Juan J. Sebrelli, Crítica de las ideas políticas argentinas, pág. 392).

Estamos ante una alternativa de hierro. O no hubo guerra y estamos ante actos de delincuencia común, o la hubo, y entonces enfrentamos a criminales de guerra” (Fiscal Julio C. Strassera, alegato en el Juicio a las Juntas Militares)".

En 1975, el gobierno constitucional- posteriormente depuesto por el golpe militar-, mediante los Decretos 261 y 2772, ordenó “realizar las operaciones militares que sean necesarias para neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos”.

El término “aniquilar militarmente” tiene un claro alcance: quebrar la capacidad de lucha del enemigo. No reducirlo a la nada y hacerlo desaparecer. Nosotros, en Malvinas, fuimos aniquilados, pero no se cometió ningún crimen de guerra.

“El objetivo básico de todo combatiente no significa el exterminio del adversario, con matanza total de los rivales y despiadada destrucción de sus pertenencias y su territorio, sino la reducción a la impotencia bélica. El reconocido militar alemán Colmar von der Goltz dijo que no se vence al enemigo destruyéndolo totalmente, sino quitándole la esperanza de la victoria” (Cabanellas de Torre, Diccionario militar, pág. 135).

Agravia a la sociedad argentina y a la humanidad, que algunos sectores políticos, legislativos y religiosos ignoren el concepto de reconciliación y continúen invocando como “excesos horrendos” a crímenes de lesa humanidad, como: violaciones sexuales, robo de bebés, tirar desde aviones vivos o muertos prisioneros al mar, torturas y desapariciones forzadas de miles y miles de personas que solo Dios conoce.

Quienes ordenaron y consintieron fueron entre otros: los generales Videla, Viola, Galtieri, Bignoni, Díaz Bessone, Harguindeguy y el almirante Massera (Marie-Monique Robin, Escuadrones de la muerte, cap. 20,21 y 22).

El Papa Juan Pablo II, en 1979, se refirió a ello: “No podemos olvidarnos cuando nos ponemos ante Dios del drama de las personas desaparecidas. Pidamos que se acelere la anunciada definición de las posiciones de los encarcelados y se mantenga un compromiso riguroso de tutelar la observancia de las leyes, el respeto a la persona física y moral, incluso de los culpables o indicados de delitos. Roguemos para que el Señor conforte a cuantos no tienen ya la esperanza de volver a abrazar a sus seres queridos. Compartamos plenamente su dolor” (L´Osservatore Romano, 29 y 30 Oct.1979).

Borges dijo que “el mayor defecto del olvido es que a veces incluye la memoria”. Glorificar la dictadura y sus perpetradores, y distorsionar y mentir intencionalmente sobre los crímenes expresados, es negar a la sociedad el acceso a la verdad histórica y socavar su confianza en las instituciones.