domingo, 24 de mayo de 2020

Esquivándole al bulto … @dealgunamanera...

Últimas noticias. Cristinismo expeditivo…

Favorecida. La vicepresidenta ha dejado de ocupar el primer plano con sus causas judiciales. Fotografía: Twitter

El país ha entrado en un nuevo estadio, que fue bautizado como “default blando”. El adjetivo que acompaña a la palabra temida pretende reducir su gravedad.

© Escrito por Beatriz Sarlo el domingo 24/05/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


Ojalá que un default blando no se convierta en el estado permanente de las finanzas nacionales. Ojalá que los acreedores tengan confianza en que se les pagará un día de estos, como diría un simple particular a quien se le reclama una deuda vencida: “No me atores, si me das un poco de tiempo, te aseguro que cumplo”.

Ojalá que, como tantas otras argentinadas, el default blando no se convierta en costumbre nacional ni se difunda más allá de las prerrogativas institucionales que, en este país, se viven siempre como situaciones de excepción. No hay espacio para la soberbia nacional, porque Argentina ha sido una protagonista, en varias y diferentes situaciones de default y cuasidefault, hasta inventar el simpático default blando que parece menos temible.

Es poco lo que entendemos los legos. El estado de lo público es difícil de conocer para quienes no tengan por lo menos una licenciatura en economía de universidad local. Esto, naturalmente, conduce a dos actitudes: o nos alejamos enteramente de la cuestión o nos ilusionamos creyendo que podemos comprender de qué se trata. La opacidad de la política se ha cobijado en una odiosa bruma.

Cuando algo es difícil de comprender se esparce el escepticismo o el desinterés. Hace dos siglos, frente a una coyuntura igualmente complicada e incierta, escribió un alemán de inclinaciones filosóficas: “¿Quién sabe exactamente quiénes son los favorecidos por hechos, de los que se afirma en primer lugar que sucedieron y en segundo lugar que se hicieron por la Patria?”. Subrayo la segunda parte de la pregunta: ¿quién puede discernir con alguna certeza que algo se hace por la Patria?

Probablemente algunas noticias, que llegan de países por encima de toda sospecha estatista, ayuden a entender de qué modo la pandemia ha golpeado no solo la economía sino las ideologías económicas. Frente a la pérdida de empleos en Estados Unidos, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin favorece un plan para subsidiar temporariamente el pago de salarios en empresas privadas.

Más que cualquier medida sanitaria, esta probable intervención del gobierno de Donald Trump es excepcional e indica la excepcionalidad de la situación no solo en la Argentina, donde la palabra “subsidios” es parte de la lengua cotidiana, como bandera de reclamos o blanco de condenas. Ahora proliferan los subsidios en las comarcas menos pensadas, repartidos por gobiernos que estuvieron por encima de toda sospecha de despilfarro populista.

La pandemia oscureció el capítulo judicial de CFK. En su caso, no hay desgracia sin suerte.

De todos modos, la pandemia les quita relevancia a estas noticias. No simplemente porque las priva de centralidad en los medios, sino porque debilita la intensidad con la que podrían impresionar el estado de ánimo colectivo. Y los escándalos del pasado se esfuman en la urgencia de cada día. Propongo un ejemplo a la medida local.

Zannini solicitó que se declare nula la causa que afecta a Cristina Kirchner por el memorándum con Irán que incluye el encubrimiento del atentado a la AMIA. Tal solicitud la salva a Cristina y habría resultado escandalosa antes de la llegada del virus. El pasado miércoles, el diario La Nación, que nunca había dejado de lado el tema, le dedicó en tapa solo un humilde tercio de columna, para desarrollarla con amplitud en la nota de Morales Solá en página 10 de Política.

Algo hemos aprendido sobre la manera con que se leen los diarios actualmente, la veloz mirada atraída por los grandes titulares que rebotan en Twitter y Facebook. ¿Cuántos leen una nota completa?

No es una crítica al periodismo. Más bien es un balance de situación, porque con el virus todo ha cambiado de lugar, todo ha entrado en default y las jerarquías se han reorganizado. Esto no implica solo lo que leemos sino cómo articulamos la actualidad con la vida cotidiana bajo la presión obsesiva de la enfermedad y la muerte.

No son ideas sino gráficos los que están dando la forma a nuestra experiencia. Es evidente una acentuación de los rasgos que fueron novedad hace dos décadas, cuando las redes sociales comenzaron su entonces celebrada misión de ampliar públicos, difundir informaciones y otras decenas de virtudes que fueron saludadas con entusiasta tecnofilia.

Sigue la política.

Sobreviven, sin embargo, dos tipos de obsesionados por la política. Están por un lado quienes se empeñan para que no todo sea devorado por la sombra de la enfermedad; por el otro, quienes han comprobado que la llegada del virus los ha salvado milagrosamente de seguir ocupando el primer plano por las acusaciones judiciales y el juicio oral que ya había empezado con CFK como protagonista ilustre.

Ahora, Cristina puede callar más tranquila y dejar que transcurran los días, porque pocos se ocupan hoy de la causa del memorándum. Y entre los que se ocupan figura, en primer lugar, Zannini, su servidor leal en todas las batallas, nombrado por Alberto Fernández como procurador del Tesoro. Como primer paso en su patriótica tarea, Zannini pidió que se lo limpiara a él mismo de esa oscura causa sobre el memorándum con Irán, que causó el suicidio o el asesinato del fiscal Nisman.

Parece que transcurrió un siglo desde que esa muerte, rodeada de todas las sospechas, provocó marchas indignadas por las calles de Buenos Aires y reuniones múltiples en el Congreso. Pepe Eliaschev, gran periodista, no podrá descansar en paz. Sus denuncias, publicadas en este diario, están siendo prolijamente enterradas.

Con buenas o malas razones y subterfugios formales, la causa, que la opinión pública quizá ya recuerde borrosamente, va haciendo su camino hacia la obsolescencia, llámese esto como se llame en la lengua judicial.

Suerte en la desgracia. Zannini no es el único que mueve piezas en el tablero jurídico, con la oscura discreción que siempre lo caracterizó. Su movida benefició a la Dama, puesto que el jefe de la Oficina Anticorrupción, un obediente a toda ley si se origina en quien le da las órdenes, en estos días y con admirable sentido de la oportunidad, desistió en las causas Hotesur y Los Sauces, que complicaban vida y bienes de la vicepresidenta. Se salvaron esos lindos hotelitos al pie de la cordillera, que ganaban mucha plata alojando de manera virtual al personal de Aerolíneas Argentinas, dirigida entonces por Mariano Recalde, presidente de la compañía de 2009 a 2015 y hoy miembro de La Cámpora en el Senado de la Nación.

Como se ve, muchos pueden enorgullecerse de su pasado o tratar de que se lo olvide. En cuanto a Cristina Kirchner, la de historia más larga, la pandemia ha oscurecido el actual capítulo de índole judicial. Lo cual indica que, en su caso, no hay desgracia sin suerte, como sostiene el consolador refrán.

La vicepresidenta de este gobierno ha obtenido la suspensión de algunas causas que la preocupaban. Y este no parece ser el momento para fracturar la cacareada unidad nacional con actos de justicia que perjudiquen a nadie. Por otra parte, en alguna ocasión sin micrófonos, a Alberto Fernández se le oyó decir: “Sobre Cristina, no hay pruebas”.

Dudo sobre cómo debe interpretarse la frase expresada sin vacilar: ¿significa que no hubo delitos, o que no existen pruebas sobre los delitos cometidos? Usted elige la interpretación. Considere que siempre es posible equivocarse.





Kim juega a la escondida… @dealgunamanera...

Kim juega a la escondida…

Kim Jong-Un

Que estaba oculto, que estaba muerto, que estaba bromeando. El paradero del líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, despertó infinidad de especulaciones durante tres semanas. Sobre todo, políticas.

© Publicado el domingo 24/05/2020 por el Periódico Digital El Economista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

En el noreste de Asia, sus vecinos Corea del Sur y Japón; su aliado, China y su adversario lejano, Estados Unidos, viven pendientes de las denodadas pruebas nucleares de la dinastía. Una dictadura de tres generaciones de la familia Kim desde mediados del siglo XX en un país hermético. Su último eslabón, ausente sin aviso, se ganó un mote. El de “Rocket Man” (Hombre Cohete), según Donald Trump. Mezcla de burla y de respeto.

Kim reapareció el 1 de mayo para cortar las cintas de una nueva planta de fertilizantes en la ciudad de Sunchon y se esfumó de nuevo hasta el 24 de mayo. Entre el 25 de enero y el 16 de febrero también se había mantenido en las sombras durante tres semanas.

En abril, otras tres semanas. Y, como no participó de los actos por el aniversario del nacimiento de su abuelo y fundador del régimen, Kim Il-sung, el 15 de abril, trascendió que había sido operado del corazón y que ya no era de la partida.

Hasta se especuló con la sucesión. El poder iba a recaer en su hermana menor y mano derecha, Kim Yo-jong. Una quiniela difícil en una casta patriarcal, más allá de la pureza de la sangre. Su nueva reaparición: el 24 de mayo, en una reunión con militares, después de otras tres semanas de ausencia.

El único hermano varón de El Brillante Camarada, Kim Jong-chul, guitarrista improvisado y fanático de Eric Clapton, no gozaba de la bendición de su padre, Kim Jong-il. El hermano mayor del líder norcoreano, Kim Jong-nam, fue asesinado en el aeropuerto de Kuala Lumpur en febrero de 2017.

Otros parientes se encuentran en el exilio o, después de las ejecuciones de dos tíos condenados a la pena capital por traición, lejos, bien lejos, de la espina dorsal del círculo de poder, el politburó del Partido de los Trabajadores. De la última cumbre participó Kim antes de su abrupta desaparición en abril.

¿Puede una mujer hacerse cargo de la dictadura? En la República Popular Democrática de Corea, menesterosa y engreída a la vez, no hay presidente, sino líder. El abuelo de los Kim, fallecido en 1994, sigue siendo El Presidente Eterno. Y así como es el único que puede ocupar el cargo, el país sigue en guerra con Corea del Sur.

El conflicto por el cual se dividió la península dejó dos millones de muertos en tres años. Terminó en 1953 con un armisticio, no con un tratado de paz. En el tercer Kim recayó no sólo el poder, sino también la misión de pinchar con ensayos de misiles con capacidad nuclear al vecindario y a Estados Unidos.

Desde 2011, cuando pereció El Querido Líder, Kim se apoyó en su hermana para sostener las riendas del régimen comunista. Durante la primera reunión con Trump, en Singapur, ella cambió a último momento la lapicera con la que Kim iba a firmar la declaración conjunta por otra que llevaba en el bolsillo.

Al final de la segunda, en Hanoi, recogió prolijamente del cenicero la colilla del cigarrillo que había fumado su hermano, de modo de no dejar rastros de su ADN. Aquella cumbre resultó un fiasco después de 56 horas de viaje en el tren personal del líder y, parece, terminó pasándole factura a la responsable de la propaganda, subdirectora del partido único.

Un enigma, como todo en Corea del Norte. En marzo, la hermana de Kim, cuya primera aparición pública fue en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, en Seúl, elogió a Trump por ofrecerle ayuda para paliar la pandemia de coronavirus, más allá de que, según el régimen, no hubo un solo caso en el país.

Afirmación tan dudosa como las razones de las frecuentes desapariciones de Kim. Su gran aliado, el presidente de China, Xi Jinping, se mostró dispuesto “a continuar suministrándole asistencia dentro de su propia capacidad en la lucha contra el Covid-19”.

Otro enigma, como el colapso del régimen. Inminente varias veces. Tantas que Estados Unidos y Corea del Sur tienen un plan de contingencia llamado Oplan 5029. Consiste en resguardar la frontera entre las dos Coreas y controlar el arsenal nuclear norcoreano frente a la posibilidad de que un tercer país lo use, lo robe o lo venda.

Si bien China mantiene a raya su frontera con Corea del Norte y aceptó las sanciones de la ONU por los misiles lanzados por Kim, no deja de ser su principal guardián. Una suerte de salvaguardia que, de interrumpirse la dinastía, contempla aplicar su propio plan: instalar un gobierno afín.




Laberintos de la pandemia…@dealgunamanera...

Laberintos de la pandemia…

El tenedor de Bono. Dibujo: Pablo Temes

La iniciativa de la diputada Vallejos produjo espanto en sectores empresarios. El silencio presidencial aumentó la incertidumbre.

© Escrito por Nelson Castro el sábado 23/05/2020 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


En la Capital Federal y el conurbano bonaerense hay cuarentena para rato. A la ampliación de ayer hasta el 8 de junio seguirá seguramente otra que se extenderá hasta fin de mes. Los especialistas que asesoran al Presidente han dicho ya que se espera que los casos positivos de coronavirus comiencen a bajar recién hacia la segunda mitad del mes de agosto.

Los números de la última semana acentuaron la centralidad absoluta del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Pero no solo eso fue lo que generaron esas cifras; también marcaron el comienzo de un enfrentamiento entre los gobiernos de Horacio Rodríguez Larreta y de Axel Kicillof. El dedo acusador partió desde la Provincia de Buenos Aires.

Las diferencias de criterio en el manejo de situaciones tan complejas como las del presente siempre existen y es válido discutir sobre ellas; pero lo que sucedió en estos días fue otra cosa: una acusación al jefe de Gobierno porteño de generar las condiciones para que la pandemia se expanda a ambos lados de la avenida General Paz.

Las cifras muestran que el aumento de casos en CABA es producto del incremento en la cantidad de testeos que se están haciendo, predominantemente en las villas 31, 1-11-14 y 21. Las condiciones de hacinamiento en las que viven sus habitantes hacen de imposible cumplimiento las recomendaciones del aislamiento social preventivo. Es verdad que el gobierno porteño demoró su llegada a esos lugares. Grueso error. Pero hay que decir que lo mismo le cabe al gobierno bonaerense: los testeos en los llamados barrios populares empezaron tarde.

Resulta desconcertante que, ante esta circunstancia, el Presidente y el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, no hayan buscado amalgamar un criterio de trabajo común. Argentina es la nación que tiene una de las cuarentenas más largas del mundo. Eso es consecuencia de la acertada decisión de AF de imponer el aislamiento social preventivo tempranamente.

Ahora, lo que está faltando son las medidas concomitantes para hacer la cuarentena vivible. Y esto es algo que el Presidente minimiza permanentemente. Lo hace con pose de ofendido. Parece que hablar de los efectos colaterales de la pandemia es una apostasía.

Efectos colaterales. Este acápite corresponde a un rubro de creciente impacto psicofísico, socioeconómico, sanitario y político. Ansiedad, depresión, insomnio, irritabilidad y mayor consumo de alcohol son algunas de las consecuencias psíquicas de la cuarentena. Las socioeconómicas –cierre de comercios y fábricas, caída de los salarios e impagos, falta de comida en las zonas marginales– son producto de la brutal caída de la actividad económica.

Las afectaciones médicas tienen que ver con una combinación muy riesgosa en la que se observan situaciones de gente que tiene miedo de concurrir a los hospitales y centros médicos privados y, a su vez, de indicaciones desde esas mismas instituciones para que los pacientes no concurran a la consulta en caso de que los síntomas que experimentan no correspondan a los del coronavirus.

Esto es algo que debe ser modificado de inmediato. He aquí, pues, el desafío: qué hacer para compatibilizar la cuarentena con estos hechos que forman parte de la vida misma. Es propio de esta Argentina atravesada por la grieta pensar este desafío en términos de procuarentena y anticuarentena. La antinomia anula cualquier posibilidad de discusión y de evolución. Esto ha sido ya repetido hasta el cansancio. Por eso es increíble que no se aprenda.

Al borde del default.

La renegociación de la deuda navega por aguas procelosas. El Gobierno está convencido de que está haciendo todo bien. Sus acólitos, también. Cree que la pandemia le juega a su favor. La actitud del gobierno de los Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional de un supuesto apoyo a la Argentina da vuelo a esas ilusiones.

La actitud y la estrategia del ministro de Economía, Martín Guzmán, son objeto de controversias no solo desde sectores opositores e independientes. Se lo critica desde las entrañas del oficialismo por su dogmatismo, al que agrega cierta cuota de soberbia. Sin embargo, su poltrona es intocable. El Presidente lo sostiene con convicción y firmeza.

Muchos de los que conocen al detalle los números y los vericuetos de la negociación sostienen que el Gobierno no lo está haciendo bien. Observan que hay una buena predisposición de los acreedores de antemano que está siendo desaprovechada, circunstancia que achacan a la existencia de restricciones internas políticas dentro del oficialismo que dificultan peligrosamente las gestiones.

La oferta que se hizo es de 46 dólares cada 100, mientras los acreedores reclaman entre 58 y 62 cada 100. No se está tan lejos, a pesar de que esas diferencias representan miles de millones de dólares.

No es ese aspecto de la economía el único en el que reina un estado de confusión. En lo que respecta a lo vernáculo, las cosas no son muy diferentes. El proyecto de la diputada Fernanda Vallejos –apoyada por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni– de incorporar la participación del Estado en las empresas que pidieron ayuda al Gobierno es producto de la miopía intelectual que producen los ideologismos. “Espanto” es la palabra que define la reacción que la sola enunciación de esta iniciativa produjo en todos los sectores empresariales.

Algunos ya han hecho saber que, si esto prospera, procederán a cerrar dejando un tendal de gente en la calle. ¿Imagina alguien al Estado manejando las decenas de miles de empresas que han pedido ayuda al Gobierno para poder subsistir? La diputada ha dicho que esto nada tiene que ver con la confiscación. Nadie le cree.

Lo grave no es solo que existan iniciativas como estas sino también el silencio del Presidente, que no hace más que generar mayor incertidumbre acerca del presente y el futuro de Argentina, el país del mañana mejor que nunca llega.





sábado, 23 de mayo de 2020

Luis Armando Espinoza. Víctima de gatillo fácil... @dealgunamanera...


Hallaron el cuerpo del trabajador asesinado por policías tucumanos…


El cuerpo de Luis Armando Espinoza, un trabajador rural desaparecido en Tucumán desde el viernes pasado, fue encontrado esta tarde en el departamento de Andalgalá, Catamarca, en un precipicio de 150 metros de profundidad.

© Publicado el viernes 22/05/2020 por el Periódico Digital Contraeditorial de la Ciudad Autónoma de Buenos aires, República de los Argentinos. 

El hallazgo se produjo luego de que dos de los policías tucumanos acusados de asesinar y desaparecer a Espinoza se quebraran y admitieran la responsabilidad de las fuerzas de seguridad. La fiscal actuante, Mónica García de Targa, informó que el cadáver, “envuelto en bolsas negras y blancas rodeadas de cintas”, fue rescatado en la zona de Alpachiri, a 200 metros del límite con Tucumán, adonde lo abandonaron sus asesinos.

De 31 años y padre de seis hijos, Espinoza había sido visto por última vez el 15 de mayo en la localidad de Melcho, departamento de Simoca, luego de que él y su hermano fueran interceptados y fuertemente golpeados por la  policía. Los uniformados venían de dispersar a un grupo de personas que habían violado la cuarentena para realizar una carrera ilegal de caballos.


Esta mañana, en diálogo con Roberto Caballero y Marcos Cittadini en el programa Caballero de Día (AM 990), la abogada de la familia Espinoza, Cinthia Campos, informó que dos de los oficiales detenidos “admitieron la responsabilidad del personal policial, aseguraron que Luis ya no estaría con vida y brindaron detalles sobre dónde habrían ocultado el cuerpo”.

El día de su desaparición, a Espinoza y su hermano los habrían confundido con quienes, a unos 800 metros de allí, asistieron a la mencionada carrera ilegal, violando la cuarentena. Los policías primero interceptaron a su hermano, que volvía a caballo de cobrar su pensión de discapacidad por problemas cardíacos. Mientras era golpeado, llegó Luis, también a caballo, e intentó detenerlos. Según el testimonio de su hermano –a quien dejaron esposado a un costado del camino–, un agente desenfundó su arma en dirección a Luis. Luego, sin poder ver lo ocurrido, escuchó un disparo.

Cinthia Campos, la abogada de la familia Espinoza.

En las últimas 48 horas, la justicia había detenido a nueve policías de la comuna rural de Monteagudo y un civil de la vigía de seguridad, todos acusados de intervenir en el episodio. También se hallaron tres manchas de sangre “en la camioneta de uno de los efectivos y en el auto del comisario de Monteagudo”, detalló la abogada Campos, y adelantó que las muestras “serán comparadas genéticamente con dos hijos de Luis y su concubina”.

En diálogo con Contraeditorial, Carolina Frangoulis, de HIJOS Tucumán, indicó que “dos de los policías ya habían sido identificados en 2018 como posibles agresores de un chico de 20 años que murió a raíz de la golpiza”.


El caso, cuyas novedades escalaron ayer, mientras el presidente Alberto Fernández visitaba Tucumán, movilizó a los organismos de Derechos Humanos provinciales y tuvo un seguimiento de cerca del Ministerio de Seguridad de la Nación y la Secretaría de Derechos Humanos.

“No olvidemos que hace dos años la policía de la provincia asesinó por la espalda a un nene de 12”, señaló Frangoulis. “Estamos horrorizados –siguió–, porque esto es noticia todos los días”. Para la dirigente de HIJOS, “esta es la policía de Tucumán, el aparato represivo que sigue adelante”.




lunes, 18 de mayo de 2020

¿El "negro" Carrillo nazi?... @dealgunamanera...

¿El "negro" Carrillo nazi?...

Dr. Ramón Carrillo. Fotografía: CEDOC

La primera sensación de todo ser humano bien nacido, al leer o escuchar lo corrillos de difamación sobre la calificación de la figura emblemática y humanista de Carrillo, es el estupor.

© Escrito por Donato Spaccavento, médico sanitarista, el lunes 18/05/2020 y publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.


La primera sensación de todo ser humano bien nacido, al leer o escuchar lo corrillos de difamación sobre la calificación de la figura emblemática y humanista de Carrillo, es el estupor.

Empezó a sonar el celular y ya no paró más, sabiendo que había que salir a defender a un prócer del sanitarismo mundial y justo en este momento histórico, mis amigues y compañeres, considerándome un gran admirador y mi referencia sanitaria al Dr. Ramón Carrillo, preguntaban. Las barbaridades que se decían, merecían dar una respuesta en un tema tan sensible, no tanto desde el intelecto sino de la ética ultrajada de alguien que tuvo como conducta la inclusión de los derechos humanos como formativos de su esencia de ser humano.

Hay que subsanar este agravio gratuito. Algunos llaman en forma despectiva a muchos de nosotros -Carrillo incluido- nacionalistas y, al decir de Jauretche, la adjetivación “nacionalista”, como denostación de los sentimientos nacionales y populares. Claro, porque una cosa es ser “nacionalista” y otra, muy distinta, es ser parte del pensamiento nacional, que es popular y democrático, inherente a su definición misma. Por lo tanto el “Negro” (con su criollísima connotación) Ramón Carrillo no es “nacionalista”, es nacional, popular y democrático, precisamente lo antitético a lo “naZionalista”, elitista, totalitario, antisemítica, ario (desechando toda otra etnia, inclusive la de la ascendencia en los pueblos originarios del “negro-indio” Carrillo) y antidemocrático, que es lo que  representó el criminal nazifascismo en la Historia Universal.


Hay algunos malos entendidos, que en realidad son malas interpretaciones de los eternos odiadores, que pueden provenir de las inquietudes de Ramón Carrillo cuando concurría a la Facultad de Ciencias Médicas de la UBA, que compartió con su primo Jorge Farías Gómez. Éste para acompañarlo en la aventura idiomática y Ramón con un sentido más utilitario, de querer estudiar alemán o el “gótico” como lo llamaban ellos. Se entiende el interés de Carrillo en la tarea por el hecho de ser Holanda y Alemania los centros del estudio del Sistema Nervioso Central, de la neurología, las neuropatías y la neurocirugía en el mundo, y como Ramón ya tenía definida su vocación en cuanto a la especialidad médica relacionada con la neurología era lógico que tuviera la necesidad de manejar aunque sea mínimamente algún idioma sajón, y en el tiempo en que él estudió y defectuosamente incorporó la habilidad de hablarlo. Todo esto está lejos de conectarlo con el perverso y criminal Hitler que alcanzaría el poder en 1934, cuando ya Carrillo no estaba en Europa, y lo que descubro de la elección idiomática fue en la década del 20 en Argentina.

Convengamos, que aún hoy cuando alguien quiere licenciarse o doctorarse se le pide la elección de dos idiomas extranjeros, uno derivado del latín y otro del anglosajón, ¿por qué entonces, y sobre todo por un tema específicamente profesional, sorprenderse que Carrillo eligió el “gótico” (como gustaba llamarle a él) o el alemán?


Carrillo, una vez recibido con medalla de oro en la Facultad de Medicina, ganó por esfuerzo propio una beca para perfeccionarse en Europa. Él eligió su itinerario de perfeccionamiento: Ámsterdam (Holanda), Berlín (Alemania) –por las razones ya expuestas de excelencia académica en el sistema nervioso central-, y, luego como complementarios París (Francia) y Madrid (España). Luego volvería para ofrecerle al país que lo había formado gratuitamente toda su sabiduría y experiencia. 

Se transformó en pocos años en el creador de uno de los sistemas de salud pública, sanitaria, preventiva y social más importantes del mundo. Frutos que estamos recibiendo hasta el día de hoy en que –a pesar de la desgracia de la pandemia- somos mirados con admiración planetaria.

Además, no coinciden las fechas para justificar de algún modo –por más errónea que sea la data– que el Dr. Carrillo pudiera ser admirador de Hitler.

Carrillo tenía 24 años y estuvo casi tres años en Europa. Se embarcó el 21 de octubre de 1930, sin haberse enterado, seguramente, que ese tal nefasto político llamado Hitler en el denominado “putch” de Münich en 1923 había querido dar un golpe de Estado subido a la mesa de una cervecería y disparando un arma. No se preocupen, es que ni en la misma Münich se habían enterado de la locura de un extraviado.

El viajero “negrocirujano” (como lo llama Asurey en una zamba), entró por Vigo, pasó unos días por Hamburgo y la mayor parte de sus estudios y experiencias los hizo en Ámsterdam, donde el profesor Brouwer testifica en un conceptuoso certificado que estuvo allí desde octubre de 1930 hasta el 30 de agosto de 1932. En Berlín estuvo un solo mes, repetimos ¡un solo mes! (cuando el pequeño partido de Adolf Hitler no había llegado siquiera al parlamento, sin saberse lo que era “nazismo” –diciembre de 1933, para llegar a ser Führer el 2 de agosto de 1934- cuando Carrillo ya estaba en Buenos Aires organizando científicamente el Instituto de Clínica Quirúrgica).

Antes de que el becario partiera para Europa escuchó disertaciones del conde Hermann von Keyserling, quien además de ser un chanta, era un plagiario de Montesquieu acerca de  cómo operaba la termodinámica en determinadas sociedades, según el clima fuera frío, templado o cálido.


Por todo esto pensamos que es muy raro que Carrillo, descendiente por línea materna de quichuas, juríes, integrado a los pueblos originarios, bien llamado “El Negro”, de los que sufrieron en carne propia el sojuzgamiento de las clases dominantes blancas, simpatice con un movimiento político racista e imperialista. Muchaches, cuando se decidan a mentir, mientan mejor, con más fundamento…

Toda esta macabra leyenda también puede venir del período de la Segunda Guerra Mundial, cuando la sociedad argentina se dividió en neutralistas (injustamente también llamados “germanófilos”, pues comprobadamente, y con poder dirigencial o popular, siempre en nuestro país predominaron los neutralistas: Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen, Alvear, los militantes de FORJA, hasta el último presidente de la Década Infame, Santiago Castillo) y los rupturistas (o aliadófilos, esta vez bien caracterizados porque abarcaban un abanico que iba de conservadores, radicales, socialistas, hasta llegar al partido comunista tradicional, estalinista, los que luego se abrazarían todos para enfrentar a Perón en la Unión Democrática, bendecida por el embajador de los EEUU, Spruille Braden). Esta grieta se vivía intensamente en las universidades, donde a Carrillo por poco y a pesar de haber dado un excelente examen para ocupar la cátedra de Neurocirugía, su antiguo maestro y co-autor de Yodoventriculografía, Dr. Balado, se opuso a que el Dr. Carrillo ocupara el cargo por su conocida posición neutralista. Al haber quedado vacante el Decanato de la Facultad de Medicina, Carrillo lo ocupó sin imaginar que iba a pasar uno de los mayores disgustos de su vida, aunque nunca lo vivió como una frustración.

Tanto sus compañeros docentes, como la FUBA, los alumnos, simpatizantes de la tendencia “rupturista”, no lo dejaban abandonar su despacho sin cargarlo de insultos, escupitajos, tizazos y al transitar sus galerías le gritaban:

“Peronista” (creyendo que lo insultaban), Entreguista, Colaboracionista, ¡¡¡¡Nazi fascista!!!

Ojalá nunca más tengamos que salir a explicar infamias tan grandes, y menos para salir a aclarar cuestiones que no eran propia de la bonhomía y el gigantesco médico que fue Ramón Carrillo, fundador del sanitarismo nacional y primer Ministro de Salud Pública y Acción Social de la Nación Argentina.




Le llamaron "Urbanización de la Villa 31" a la llegada de McDonald’s... @dealgunamanera...

Mienten, le llamaron «urbanización de la Villa 31 a la llegada de McDonald’s»


Un comunicado de La Garganta Poderosa advirtió "la que se venía con la pandemia", sin embargo, a 18 días del documento, este lunes en una conferencia de prensa se continúan los reclamos.

© Publicado el lunes 18/05/2020 por el Diario Digital Conclusión de la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, República de los Argentinos. 

« ¡Ramona no se murió! » A Ramona la mataron los dueños del silencio, los cómplices de la indiferencia, los mudos de la justicia. ¡La mataron! «, fue la expresión de rabia y dolor de los miembros de La Garganta Poderosa. 

El 30 de abril, un comunicado de la Garganta Poderosa tituló que había cuatro casos más en la Villa 31, y que hacía cinco días que estaban sin agua.

En ese contexto, el documento de la organización social advirtió: «Ahora, mientras miles de argentinos eligen qué película mirar en Netflix, mientras la televisión debate sus propias generalizaciones, mientras solemnes intelectuales siguen embebiendo teoría, mientras jueces y procuradores juegan a la politiquería, mientras funcionarios «del palo» miran para otro lado, mientras la indiferencia se hace pandemia, mientras operan sin barbijo los operadores del cinismo, ahora mismo, en la Villa 31, hay otros 50 mil seres humanos que no tienen agua hace 5 días, como si todo el universo de los medios, la política, la Justicia y la ciudadanía no se hubiera enterado todavía».


«Ya circularon los videos, ya circularon las fotos, ya circularon los testimonios, ya circularon los positivos, pero no pasa nada, ¡nada de nada! Vecinas y vecinos desesperados, llorando, rogando, implorando que por favor hagamos algo, que por favor gritemos fuerte, que por favor rompamos todo, ¡que por favor algo!», fue y es el grito desesperado de los vecinos de las barriadas populares porteñas y del conurbano.

No pasa nada.

«Lo que pasa es que», ¡no pasa nada! AySA es la empresa prestataria de servicios de agua y saneamiento más grande de América Latina, pero sus tendidos abordan a las villas como si fueran un PH, o sea, su abastecimiento sólo llega hasta los contornos de los barrios informales y algunas de sus arterias principales, en el mejor de los casos. «Así fue siempre».

Sin embargo, el diálogo entre vecinos, y su organización comunitaria procuró que «al interior, todas las conexiones han sido desarrolladas por autogestión de la propia comunidad o por obras del Gobierno de la Ciudad, que también las paga con dineros públicos, pero las construye sobre «la informalidad».

Sin calles, ni catastros, los mapas de AySA ven a los territorios villeros como cuadrados verdes, como si fueran espacios públicos.

Y por eso, desde siempre, la lucha por la «integración urbana» requería romper la frontera del adentro y el afuera, proyectando la obra desde una inevitable articulación entre la empresa proveedora y la gestión porteña», destacaron.

Y como la letra del tango reza, se trata de «una cruel ironía del destino», no parece, fue la decisión de los funcionarios, los que cultivaron una «resolución» que con pomposidad se anunció con este nombre: “Criterios de Intervención en Construcción de Infraestructura y Operación del Servicio de Agua y Saneamiento en Barrios», más conocida como Apla 26/17, para que AySA pudiera intervenir ocasionalmente, «pero el agua se corta de manera frecuente.

¿Y entonces? Y entonces, como hace 13 años vienen privilegiando el marketing y diciéndole «urbanización» a la llegada del McDonald´s, ahora no tenemos cómo carajo resolver la falta de agua», y Ramona esperó 12 días el agua hasta el día que la internaron. 


«Y sí, AySA puede haber tenido un problema en alguna planta, pero sigue siendo una «empresa prestataria» y el titular sigue siendo el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, responsable absoluto de garantizar el acceso al agua como derecho constitucional, en cualquier contexto y mucho más en plena cuarentena, mientras todo el arco científico y sus propios voceros mediáticos promocionan insólitamente medidas que ninguna familia de la Villa 31 puede tomar».

«Ahora mismo, mientras continúan los desalojos que las autoridades habilitan sin hablar, mientras aumentan los alquileres que no regula ninguna entidad estatal, mientras evitan aislar a contactos estrechos porque no tienen camas para pobres, mientras siguen inyectando enfermedades hídricas en las venas del barrio, mientras ocultan la verdadera dimensión de la circulación, mientras tiemblan los vecinos entre la espada del coronavirus y la pared de la vivienda que temen perder, esos 50.000 seres humanos no tienen descanso, ni paz, ¡nos acaban de confirmar 4 casos más!

Que también se contagiaron en el aglomeramiento de una casa superpoblada de gente, que ningún agente oficial pasó a registrar, porque los viejos del Geriátrico Que No Pueden Pagar, ¡para qué quieren respirar!»

«Tranqui, ¡no pasa nada! Sólo hay una nueva familia entera contagiada, que ahora está internada en el mismo hospital donde hoy a la tarde internaron a otra familia completa, mientras el barrio pierde la cuenta, porque los niveles de hacinamiento son inmensamente mayores a los de cualquier residencia o cualquier hospital.

Ahora, ¿qué pasaría si alguna residencia o algún hospital denunciaran que hace 5 días no tiene agua? ¿No gritaría fuerte toda esa prensa amarilla? ¿No se volvería a indignar? Por suerte, se trata de una villa, lo podemos tolerar.