miércoles, 25 de marzo de 2020

Nueve predicciones para el Sector Retail, post Coronavirus… @dealgunamanera


Nueve predicciones para el Sector Retail, post Coronavirus…


Intento ser positivo. Me lo repito continuamente a mí mismo y a mi equipo en cada una de nuestras tele-reuniones diarias. Es lo que necesitamos ahora mismo: mirar al futuro con ganas. Pensando en la pandemia que ha cambiado nuestras vidas repentinamente, no sé por qué me vino a la cabeza al río Nilo en la época de los faraones. Podría haber sido otro río u otro momento de la Historia. En el Antiguo Egipto cada año, el Nilo inundaba, arrasando, las orillas de su curso, borrando cualquier construcción o señal humana que hubiera. Pero cada año se retiraban las aguas y sobre ese lodazal se cultivaba. Así, se sentaron las bases de una sociedad próspera que perduró más de 4.000 años. Desde que el hombre es hombre y tiene memoria, detrás de cada barrizal, surge una nueva esperanza.  

© Escrito por Dimas Gimeno Álvarez (*) el martes 24/03/2020 y publicado en Linkedin de la Ciudad Madrid, República de los Españoles.

Me ha venido también a la memoria que en 2003, la crisis sanitaria del SARS posibilitó que en China se consolidasen con fuerza JD.com y ALIBABA. También con el lanzamiento de una versión de eBay, TaoBao. La pregunta que nos debemos hacer es ¿qué podemos esperar encontrar nosotros cuando se retire este lodazal?

No es muy difícil predecir que encontraremos una sociedad muy dañada económicamente, con mucho tejido social destruido, mucha tienda con la persiana echada para siempre, una cifra de paro aún más alta y grandes empresas obligadas a reducir al máximo sus costes por la enorme deuda acumulada. No es difícil predecir que ese desempleo se cebará con las personas de más de 50 años y que limitará el poder adquisitivo, en general, de la sociedad. Tampoco es difícil intuir que las medidas adoptadas por el Gobierno, con aumento del gasto público tomadas en consonancia con el resto de los países de la UE y en cierto modo EEUU, provocarán un repunte de la inflación, y quién sabe si también devaluaciones de ambas monedas frente a las monedas asiáticas.

Intentando responderme a la pregunta de qué podría pasar y cómo va a afectar al retail, he concluido en estos nueve puntos.


(1) POLARIZACIÓN: UN MUNDO MÁS EXTREMO CON PÉRDIDA DE MASA CRÍTICA EN EL CENTRO.


Creo que existe un riesgo real de que se produzca un empequeñecimiento de la clase media. La tormenta económica perfecta a la que avanzamos provocará un desplazamiento de masa social hacia la base y la cúspide de la pirámide: ricos más ricos y clases desfavorecidas más amplias.
El retail lo reflejará en un triunfo de las marcas que centran su foco en los extremos. Proliferarán los  modelos de negocio inspirados en PRIMARK (muchos productos a precios muy bajos, que genera una percepción de falsa riqueza al poder salir con enormes bolsas por poco dinero, la posibilidad de estrenar, poseer cosas nuevas), junto con marcas de HIPER LUJO y exclusividad con un número creciente de propuestas con origen y mercado en Asia.

(2) GRANDES CIERRES DE EMPRESAS, FORTALECIMIENTO DE ALGUNAS y CURIOSAS APERTURAS. EL MERCADO TENDERÁ A LA “PERFECCIÓN ECONÓMICA” AL DESAPARECER INTERMEDIARIOS ENTRE OFERTA Y DEMANDA


La mezcla de desempleo, pérdida de poder adquisitivo y deuda empresarial acumulada será un cóctel explosivo para muchos negocios. En algunos casos, grandes retailers serán incapaces de digerir la mercancía acumulada durante estos meses y se enfrentarán a una situación complejísima con una clientela económicamente afectada. Las ayudas gubernamentales estarán más centradas en el socorro a las familias y pequeñas empresas, pero no a las grandes. Desafortunadamente veremos cómo caen grandes nombres, pasando a mano de otros propietarios y gestores. Sin embargo, aquellos que hayan demostrado flexibilidad y capacidad de adaptación en estas semanas de confinamiento, verán cómo su clientela permanece fiel a ellos.

Otra tendencia que se acentuará será la paulatina desaparición de los intermediarios, acompañada por la aparición de plataformas que facilitarán un contacto más directo entre productor y consumidor, disminuyendo precios y mejorando el servicio. En economía, el viejo sueño de los "mercados perfectos" donde la oferta y la demanda se encuentran, fijando un precio que maximiza el beneficio percibido por ambos. Quizás el caso de la agricultura sea el más ilustrativo. La entrega a domicilio potenciará enormemente el consumo de “producto local”. 

(3) INNOVACIÓN QUE RESUELVE Y CREA


Una parte significativa del capital humano se verá expulsado del mercado laboral, por lo que veremos nacer en el ámbito de las empresas de recursos humanos y gestión de talento iniciativas innovadoras que tratarán de dinamizar el sector. Hay esperanza, el talento es como el agua, siempre encuentra un camino por el que discurrir. Otras dinámicas de impacto serán las siguientes: 

1.   Surgirán nuevos productos y se popularizarán algunos que ya existen, aunque no hayan penetrado aún en el mercado de masas. Se generalizará el uso de impresoras 3D capaces de producir “in house” y aparecerán productos, soluciones y servicios relacionados con la e-Medicina con tele-diagnóstico. Al fin y al cabo, una explosión absoluta de gestión y venta de servicio en distancia.

2.   Se crearán nuevos sistemas de venta InStore. Puesto que la venta online está hiperpopularizada y cualquier rastro de miedo basado en falta de confianza de pago por tarjeta o de entrega habrá desparecido, el reto estará en atraer al público de nuevo a la tienda. Veremos nuevas tecnologías que se usarán en los establecimientos, nuevas formas de exponer el producto y de ofrecer omnicanalidad, con profusión de realidad virtual y de inteligencia artificial.

3.  Habrá nuevos sistemas de predicción, cálculo y optimización del producto en stock. Será este uno de los grandes retos para el retail será optimizar el manejo de las existencias mediante el uso de soluciones tecnológicas. Todo lo automatizable, lo será. Conteo, pricing, ticketing, RFID, pago sin cola...

(4) NUEVOS DRIVERS PARA EL CONSUMO


La destrucción del tejido económico podrá venir acompañada de un mayor compromiso del consumidor con lo local (mi pueblo - mi región - mi país), se incentivará el consumo de productos “kilómetro cero”. Veremos una revitalización de los mercados de abastos en detrimento de las superficies de distribución de tamaño medio. Es una forma de solidaridad activa: conservo el puesto de trabajo de mi vecino (con el que he estado aplaudiendo en mi balcón durante días y días).

Al mismo tiempo, veremos como el miedo existencial y el miedo a lo imprevisto se verán reflejados en las pautas de consumo. No serán extraños los mensajes centrados en el “vive rápido, vive a tope” (viajes de descubrimiento, introspectivos, intensos...) al tiempo que las compañías aseguradoras y de salud privada aumentan su cartera de clientes y productos, así como su valor cotizado. Ocurrió algo similar después de La Peste en la Edad Media. Surgieron movimientos de carnalidad (vive y disfruta de la vida porque se termina) al mismo tiempo que se experimentaba el incremento de la espiritualidad (la vida se puede terminar, reconcíliate con Dios). Convivieron así El Decamerón con el nacimiento de las órdenes religiosas franciscanas.

(5) EL GOLPE DE GRACIA AL DOMINIO EN EL ÁMBITO AUDIOVISUAL DE LA TELEVISIÓN EN ABIERTO. NUEVAS PLATAFORMAS PARA LA PROMOCIÓN DE PRODUCTOS


La televisión no va a desaparecer, pero sí es muy probable que esta crisis traiga cambios profundos al sector audiovisual. El telespectador ha aprendido que se puede disfrutar del contenido cómo y cuándo quiera, incluso en lo que se refiere a programas y emisiones que se emiten, en principio, en directo. Este cambio de actitud del consumidor de productos televisivos traerá desplazamientos en los niveles de audiencia, lo que sin duda conllevará igualmente cambios en los recursos destinados a campañas publicitarias. Por ello, el retail necesitará nuevas modalidades de marketing. Veremos mucha innovación en la presencia de producto y en el contenido (product placement en las series) pero también en campañas de corte tradicional. La mayor presencia de la publicidad en las mismas plataformas de venta de los gigantes del e-commerce, como Amazon o Alibabá, alterará de manera significativa los flujos de inversión publicitaria en canales tradicionales de distribución televisiva. Dicho de otra manera, si el público no está delante de la tele, tendré que anunciarme donde esté el público.

Las tecnologías asociadas al upselling y al cross-selling experimentarán asimismo un incremento significativo. Aumentará el uso de la inteligencia artificial y del #BIGDATA en la búsqueda y geolocalización de nuevos clientes Continuará la expansión del #5G y el #IoT que de manera rápida se instalará en nuestras casas a través de los nuevos electrodomésticos inteligentes. La publicidad seguirá apareciendo en nuestras pantallas, pero muy probablemente no serán las pantallas de televisión a las que dedicaremos cada vez menos tiempo.

(6) NUEVOS MEDIOS DE PAGO. MENOS PAPEL MONEDA.


A la percepción de que el dinero físico es vehículo de patógenos y transmisor de enfermedades se unirá la aparición de procesos inflacionarios que debilitarán sobre todo la percepción de valor de las monedas occidentales. Por lo que no será extraño tener sistemas de pagos digitales asociados a otras monedas extranjeras, incluso a moneda virtual. O directamente incentivar el pago digital, pero en One2One. Pedir un Bizum o un MoneyBeam será algo absolutamente normal. Incluso tener sistemas de pagos internos como en Asia se hace con WeChat. Pagos, entre otras cosas, más difíciles de ser controlados por las autoridades monetarias e impositivas.

No me atrevo a predecir el futuro del euro o del dólar, pero mucho me temo que serán monedas que se debilitarán frente al empuje de las monedas asiáticas. Pocos dudan ya de que el centro de gravedad de la economía global pivotará hacia Oriente.  

(7) DE TRABAJOS ROBOTIZADOS...


Los robots pueden traer asepsia y jornadas de trabajo de 24 horas sin interrupción. Si una parte cada vez más importante de la población se ha acostumbrado a recibir los paquetes en su casa y exige periodos de entrega cada vez más cortos, poco nos incomodará saber que esos paquetes los entrega un dron en lugar de un repartidor. A esto podríamos añadir también las opciones de limpieza automatizadas (roombas gigantescos para aeropuertos, centros comerciales, transporte público) que serán parte de nuestra cotidianeidad. La sistematización de la producción permitirá la consolidación de la robótica en todas sus dimensiones.

(8)... A TRABAJOS VIRTUALES. UNA VIDA DIGITAL


Cada vez se extenderá más el sentimiento de que no es necesario ir a la oficina para trabajar en un despacho durante 8 horas 5 días a la semana. El teletrabajo se convertirá en práctica cada vez más habitual con todo el consiguiente ahorro de tiempo y energía que eso supone. Junto a ello cabe preguntarse si ante esa nueva situación, en lugar de vivir en espacios pequeños en el centro de las ciudades no sería más conveniente mudarse a zonas más despobladas, pero bien abastecidas y con acceso a servicios de calidad para vivir es viviendas más espaciosas. 

Gracias a la conectividad, será posible asistir a reuniones, trabajar en línea, formarse y conectar socialmente con gente con la que comparto intereses comunes. Incluso hacer deporte en casa o cocinar. Las nuevas aplicaciones, desarrolladas a toda velocidad, experimentarán sin duda un crecimiento exponencial. Para ello necesariamente necesitaremos ordenadores y redes más potentes y portables.  

(9) LA NUEVA CADENA DE VALOR EMPRESARIAL… VIRTUAL, SOCIAL y CONSECUENTE


Si hasta hace poco la principal consideración a la hora de donde producir era la disminución de costes, ahora la situación es distinta. Ya no se busca producir donde sea más barato. El consumidor preferirá ser cliente de empresas responsables. Además del apego a lo local, que mencionaba antes, el consumidor prestará cada vez más importancia al modo en que los retailers estén alineados con su propio sistema de valores.

Las empresas querrán, además, estar seguras de que el suministro de productos fluye, puesto que lo impensable ya sabemos que puede ocurrir. La producción en cercanía será cada vez más común.

La trazabilidad, facilitada por la propia tecnología, será un "chivato" perfecto, un informador de la calidad de toda la cadena de valor de un producto que tenemos frente a nosotros. Los secretos serán cada vez más difíciles de ocultar.

En resumidas cuentas, el coronavirus va a acelerar de manera muy significativa el proceso de cambio profundo en el que ya estaba inmerso el retail. Habrá cierre de tiendas que en algunos casos traerán nuevas aperturas, un empequeñecimiento de la clase media, un aumento del consumo de producto básico y barato al mismo tiempo que aumentará el consumo de productos de lujo. Se incrementarán la entrega a domicilio y la conexión directa entre oferta y demanda con menos intermediarios. Nuevos sistemas de pago, lejos de la moneda física. Vendrán nuevos medios de entretenimiento virtual y se afianzarán nuevas pautas de consumo, con clientes que se debatirán entre consumir para vivir intensamente o hacerlo para vivir de manera más segura y socialmente responsable.

La pandemia de Covid-19 va a ser el catalizador y acelerador del proceso de transformación del retail. La pregunta clave es si estamos equipados para asimilar esa aceleración vertiginosa. De la capacidad de adaptación de nuestros retailers y de nosotros mismos, depende buena parte del futuro del sector y de la sociedad, de nuestro común día a día.

Desde ya, todo va a ir tan rápido que el Futuro que ayer imaginábamos lejano, será el Pasado antes de que nos queramos dar cuenta.

 

(*) Fundador y Presidente Ejecutivo Skintelligence Investments. Retail + Tech Presidente y CEO El Corte Inglés 2014-2018.



martes, 24 de marzo de 2020

Joaquín Abellán y la vigencia de Max Weber… @dealgunamanera...

Joaquín Abellán y la vigencia de Max Weber…

Joaquín Abellán García

Joaquín Abellán ha dedicado una vida de reflexión intelectual a la teoría política y, muy especialmente, a la obra de Max Weber. Sobre la vigencia del pensamiento del pensador alemán y otras cuestiones subyacentes hemos conversado con él.

© Escrito por Fernando Manuel Suárez el jueves 27/02/2020 y publicado por el Diario La Vanguardia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Joaquín Abellán García es catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en teoría política, su obra, que consta de decenas de libros y artículos, ha recorrido diversos problemas y autores. Sin embargo, su nombre está asociado, más que a ninguna otra figura, a la del célebre sociólogo Max Weber, uno de los más relevantes teóricos sociales del siglo XX. Abellán ha editado, traducido y prologado en múltiples ocasiones al autor alemán, incluidos los seis volúmenes publicados por editorial Alianza, convirtiéndolo en uno de los difusores más destacados del pensamiento weberiano en Iberoamérica. Asimismo ha dedicado un exhaustivo y minucioso análisis a su pensamiento político en Poder y política en Max Weber (Biblioteca Nueva, 2004).

El interés y conocimiento de Joaquín Abellán por Weber debe leerse dentro de un marco más amplio, es decir el pensamiento y la historia alemana en general. A ella se abocó en una lectura de largo aliento en Nación y nacionalismo en Alemania. La «cuestión alemana» (1815-1990) (Tecnos, 1997). Por otro lado, su labor de traducción y edición al español también incluyó a autores tan diversos, y al mismo tiempo ineludibles, como Martín Lutero, Wilhem von Humboldt, Georg Friedrich Wilhelm Hegel, Immanuel Kant o los socialistas Eduard Bernstein y Ferdinand Lassalle.

En los últimos años, como corolario parcial de una prolongada carrera, se ha dedicado a publicar una serie de volúmenes con un cariz más divulgativo en una colección titulada «Conceptos políticos fundamentales». Esos últimos trabajos ratifican el interés de Joaquín Abellán por hacer accesible las nociones claves de la teoría política y difundir a sus más significativos autores. Esa vocación, así como su invaluable predisposición, hizo que accediera a conversar con La Vanguardia sobre sus investigaciones y, en especial, sobre la vigencia de la obra de Max Weber, un autor sin dudas fundamental.

Weber es un autor fundamental porque revisó en profundidad las “ciencias de la cultura” existentes hace un siglo no sólo desde el punto de vista metodológico, sino dando un nuevo concepto de las tareas y límites de la nueva ciencia social.

Ha trabajado gran parte de tu vida académica en la traducción y difusión de la obra de Max Weber. Si tuviera que sintetizar en pocas frases, ¿Por qué se trata de un autor fundamental? ¿Cuáles son las advertencias que le haría a un lector ignoto?
Weber es un autor fundamental porque revisó en profundidad las “ciencias de la cultura” existentes hace un siglo no sólo desde el punto de vista metodológico, sino dando un nuevo concepto de las tareas y límites de la nueva ciencia social. Fundamental ha sido su análisis de la modernidad occidental, señalando cómo su proceso de racionalización (secularización) ha desembocado finalmente en pluralidad de esferas de la vida (política, ciencia, religión, arte,), regidas por lógicas internas diferentes y opuestas entre sí, y en continua tensión entre ellas. La introducción de la perspectiva sociológica en la reflexión sobre el Estado y el poder ha conducido a ver la política desde otra dimensión, destacándose desde esta perspectiva fenómenos tan importantes –ligados al proceso de democratización– como el de la democracia plebiscitaria, es decir, el de la transformación de la democracia en una democracia de partidos, con una relación de nuevo tipo entre los líderes políticos y los aparatos partidarios.

Para un lector nuevo, y también para alguien que ya conozca algo de la obra de Weber, haría una modesta advertencia general: que, yendo más allá de las palabra traducidas a nuestro idioma, se esfuerce por llegar a su contenido propio; que busque explicaciones de los contenidos, que huya de la libre asociación de ideas a las palabras que se suelen manejar con Weber; que sea consciente que el vocabulario no es de fácil comprensión y que sea consciente que muchos términos de los que utiliza Weber tenían sentidos controvertidos en su época. Un ejemplo: si Weber utiliza algún vez el término “Herrenvolk” y se ofrece la traducción literal como “pueblo de señores” sin ninguna explicación más, el lector puede entender hasta lo contrario de lo que significa realmente en Weber: pueblo soberano, pueblo dueño de sí mismo, personas sui iuris (en el sentido que había tenido en el derecho romano).

 Max Weber

Gran parte de la obra de Weber, incluida la conocida Economía y sociedad, permaneció inédita y hay muchas discusiones con respecto al modo en que estos trabajos fueron publicados. ¿Considera que esos problemas han distorsionado su recepción? ¿Qué reservas deberíamos tener para abordarlas? ¿Cuál debería ser la agenda futura de traducciones y ediciones en español en función de ello?
Sin duda se han dado esas distorsiones, pero la edición de las obras completas en alemán ya ha establecido los textos, las fechas de su composición, y el lugar que ocupan dentro de toda la obra. Economía y Sociedad tal como la conocíamos en la edición en español de los años 40 ya no existe en las Obras completas. Seis volúmenes integran ahora la vieja Economía y Sociedad.

Más relevantes son ahora, y para nuestro mundo hispánico, los procesos de distorsión derivados de la traducción y de la carencia de una explicación precisa de los conceptos fundamentales (por ejemplo: “neutralidad axiológica”, “racionalidad de acuerdo a valores”, “dominación” o “plebiscitario”) con lo que sugieren en un primer momento, no nos acercan al contenido, sino que más bien nos alejan.

Economía y Sociedad tal como la conocíamos en la edición en español de los años 40 ya no existe en las Obras completas. Seis volúmenes integran ahora la vieja Economía y Sociedad. 


Has dedicado varios trabajos, como por ejemplo el libro Poder y política en Weber, a analizar los escritos políticos de Weber. A pesar de ser una de las facetas menos sistemáticas de su obra, su perspectiva política ha tenido un enorme predicamento incluso allende las fronteras del mundo académico. ¿Por qué considera que esto ocurrió así? ¿A qué se debe la vigencia de, por ejemplo, una conferencia como La política como profesión? 
Una primera cuestión sería ¿Debemos hablar  de la política como vocación o de la política como profesión? Pero no entremos ahora en detalle en esta cuestión, que nos conduciría a clarificar lo que significa el término profesión (Beruf) en alemán, el cual contiene dos elementos –la actividad laboral y la “llamada” interior a realizar esa tarea como una “misión”–, mientras que en español no la usamos con ese doble contenido, y tenemos para ese contenido doble dos términos que distinguimos e incluso contraponemos: profesión y vocación. Pero yendo ahora a la continuación de la vigencia de la La política como profesión, yo diría que es debida a que Weber aborda ahí problemas centrales del concepto y de la práctica de la política, poniendo en conexión distintos fenómenos históricos. 

La conferencia resulta actual porque aborda un problema fundamental de la política en la  democracia de partidos, como es el de la relación entre los líderes y los aparatos partidarios, o la relación entre la política y la ética. Es actual porque plantea la naturaleza de la acción política, y, desde ahí, aborda la relación entre la política y la ética, criticando con rotundidad la “ética de convicciones” como inadecuada a la política y explicando por qué la “ética de la responsabilidad” es la única que resulta compatible con el concepto de “política como poder” que se realiza en un mundo que no es racional desde el punto de vista moral.

Los “usos de Weber” entre los académicos han producido muchas discusiones, desde la cuestionada traducción de Parsons hasta el debate más reciente entre Schluchter y Käesler, entre una lectura más rígida y una más abierta. ¿Cuál es su posición al respecto? ¿Considera que se ha hecho un “mal uso” de Weber en algunos casos?
Sí, en efecto. Se ha usado a Weber de manera distorsionada cuando se le ha querido entender con términos y categorías de perspectivas sociológicas funcionalistas o cuando se le ha visto como portador de una fe positivista en el papel de la ciencia, y despreocupado de la cuestión de los valores. Esas valoraciones no han contemplado su dimensión antropológica, su preocupación básica por el tipo humano que estaban requiriendo los cambios producidos en el mundo moderno, algunos de cuales eran a su vez resultado de las nuevas actitudes y modos de vida –en el caso del creyente religioso (protestante), o del empresario o del profesor académico ante los cambios en la ciencia  y en la universidad, o del político en una democracia de partidos–.

Entre los muchos conceptos weberianos que han calado en el sentido común y entre los analistas, se destaca uno: líder carismático. Dados los recaudos epistemológicos que Weber manifiesta en la construcción de tipos ideales, ¿te parece que su utilización, incluso en literatura académica, viola algunos de los preceptos de su autor? ¿Qué recaudos deberíamos tener para utilizar las definiciones weberianas?
Como es sabido, los tipos ideales no son conceptos esenciales, sino son los instrumentos analíticos construidos por los científicos sociales para describir, tipificar, comparar fenómenos sociales o históricos. Y en su Sociología del poder, Weber analiza, juntos a los otros tipos, el tipo de poder legítimo carismático y una variante, el de legitimidad carismática antiautoritaria (con el que se corresponde el liderazgo de los partidos políticos modernizados, centralizados).

Y dentro de este último tipo analiza la relación entre un líder de partido elegido y su aparato (compensaciones a su aparato por los éxitos electorales y reparto de cargos, disciplina por parte del aparato respecto al líder, el  “sacrificio de la inteligencia” de sus seguidores que se produce con esta disciplina, etc.). Con esto quiero decir que su exposición de los tipos de poder legítimo cuenta con estas construcciones mentales para el trabajo científico-social. Y, en torno al liderazgo carismático, se ha generado una atención especial que ha conducido abiertamente a errores de interpretación.

Se ha hablado mucho de la preferencia de Weber por un líder  plebiscitario tras la primera guerra mundial para la nueva Alemania Y se ha llegado a asociar a su propuesta de un Presidente plebiscitario para la nueva República a planteamientos no democráticos. Sin embargo, creo que las alarmas y dudas que algunos han lanzado sobre el Weber de los últimos años de su vida no parecen justificadas si atendemos a lo que el propio Weber escribe en sus artículos de 1918-1919.

Dice allí que, durante la monarquía, él había escrito a favor de la parlamentarización del sistema de gobierno del Deutsches Reich (es decir, fortalecimiento del papel Parlamento y de los partidos políticos), y que después, ya sin el Emperador, estaba a favor de la República, abogando en concreto por un sistema presidencialista, en el que el Presidente fuera elegido directamente por los ciudadanos (plebiscitariamente). Para este Presidente prevé, por tanto, que tenga una “legitimidad” directa procedente de los ciudadanos, en vez de que fuera elegido por el Parlamento, como había ocurrido en las primeras sesiones de la Asamblea Nacional Constituyente de Weimar.

Y en el artículo dedicado a esta figura de la Presidencia de la República expone sus funciones fundamentales, sus límites (que tenga siempre presente “la soga y la horca”) y la necesidad de un Presidente con poder para que se pudiera realizar mejor la “socialización” de la economía, es decir, la reestructuración y estabilización de la situación económica después de la derrota de la Guerra. Junto al Presidente estaría el Parlamento igualmente elegido por los ciudadanos y una “Cámara de los Estados federados”.

En torno al liderazgo carismático se ha generado una atención especial que ha conducido abiertamente a errores de interpretación.

La trayectoria política de Weber fue uno de los puntos más controvertidos para los estudiosos posteriores, entre los que lo identifican como un antecesor del nazismo hasta los que lo ven como un liberal progresista. ¿Si tuviera qué caracterizarlos políticamente, cuál sería su parecer? ¿Hay más de un Weber en términos políticos o los analistas han caído en llanas distorsiones?
Como antecesor del nazismo no lo veo en absoluto, no hay ningún fundamento para mantenerlo. Si por liberal progresista se entiende al defensor de una democracia de partidos, en la que los ciudadanos pueden elegir a sus gobernantes y pueden exigirles cuenta y cambiarlos, puede ser una definición apropiada. En los meses de la Revolución alemana, tras el final de la Primera Guerra Mundial, Weber sí fue un decidido crítico de los revolucionarios, a los que veía como “políticos de convicciones”, inadecuados por tanto para la política porque no toman en cuenta la realidad ni las consecuencias de las acciones políticas, En su intento de entrar en la política, en las elecciones generales para la Asamblea Constituyente, estuvo con el partido DDP (Partido Demócrata Alemán), que fue un partido de centro, creado después del final de la Guerra, y colaboró con el Gobierno de Berlín en las semanas anteriores a las elecciones generales en la redacción de los primeros borradores de Constitución. Antes de ingresar en el Partido Demócrata, había tenido dos intervenciones en el Partido Progresista, en las que habla de “nosotros los radicales” (noviembre de 1918) cuando están discutiendo sobre la nueva situación de Alemania. Creo que “liberalismo democrático” podría ser otra etiqueta para Max Weber.


Yendo a otro tema, también ha traducido y editado a autores como Eduard Bernstein y Ferdinand Lassalle, figuras centrales del pensamiento socialdemócrata y reformista. Frente a la situación actual que vive el socialismo democrático: ¿Cuáles fueron sus principales aportes? ¿Pueden ser útiles hoy en día para renovar las bases de un progresismo en crisis?  
El socialismo de estos autores, especialmente el de Bernstein que desarrolló una obra más amplia dentro del partido socialista, mientras que Lassalle murió muy joven, aunque había sido el fundador del primer partido socialista alemán (el ADAV), es un socialismo que se entiende a sí mismo como continuación y profundización del liberalismo y que entiende que, desde el Estado, se puede hacer mucho para avanzar hacia la sociedad socialista.

Lo que ahora ha ocurrido con el Estado de bienestar es que su triunfo, en donde se han recogido las herencias del liberalismo y del socialismo, ha generado al mismo sus dificultades para su propio mantenimiento y se encuentra ante nuevos retos antes no previstos, como es el sostenimiento del medio ambiente y la aceptación de los movimientos migratorios hacia países democráticos y con bienestar económico. No parece, sin embargo, que se puedan hacer frente a estos nuevos retos sin mantener el Estado social de derecho.

En el último tiempo se han hecho muchos paralelismos entre el actual reflujo de las derechas y el período de entreguerras, en particular en Alemania. ¿Te parece productiva esta comparación entre la actualidad y la experiencia de la república de Weimar o el anacronismo es un riesgo innecesario? ¿La relectura de autores como Weber, Heller o Schmitt gana otro sentido en base a esas posibles similitudes?
La experiencia de Weimar en Alemania sigue siendo un laboratorio para el análisis.  Y por eso  se podrían también añadir a esos autores Kelsen y Smend. Ahora los populismos de derecha e izquierda pueden estar apuntando a nuevas formas de totalitarismo, que fue lo que se produjo en esos años de entreguerras –en torno a la raza, la clase o la nación–. Estamos avisados, por tanto, aunque parece que los populismos tienen especial interés en ocultar los riesgos de totalitarismo y destrucción de la democracia.

Quién es Joaquín Abellán García

Joaquín Abellán García es Licenciado en Filosofía y Letras, Derecho, y Ciencia Política, así como Doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid. También se desempeña como catedrático de Ciencia Política en la misma casa de estudios. Dedicado básicamente a la historia de los conceptos políticos, ha realizado numerosas ediciones de textos clásicos de teoría política, en especial a Max Weber.

Sobre este último ha publicado Poder y Política en Max Weber (2004) y ha editado Conceptos sociológicos fundamentales (2006), La Ética protestante y el «espíritu» capitalista (2006), La política como profesión (2007), Sociología del poder (2009), Escritos políticos (2008), La ciencia como profesión (2009), La «objetividad» del conocimiento en la ciencia social y en la política social (2009), y El sentido de «no hacer juicios de valor» en la Sociología y la Economía (2011).