domingo, 24 de marzo de 2013

Del cristinismo al cristianismo... De Alguna Manera...


La fe de los conversos... 


El primer milagro del Pontífice fue el cambio de actitud del oficialismo, de la crítica acérrima a un respaldo religioso. La conversión del cristinismo al cristianismo apenas necesitó agregar una letra. El viraje fue tan vertiginoso e implacable que Cristina, más papista que el papa, elevó al cielo a tres mujeres que odiaba y entregó al infierno a tres hombres que amaba. La tarea de reconciliación se la encomendó a Oscar Parrilli, el “Camarlengo”, quien se comunicó telefónicamente con las tres santas que Cristina nunca tuvo en sus oraciones: Alicia Oliveira, Graciela Fernández Meijide y Magdalena Ruiz Guiñazú. A los tres diablos los mató con la indiferencia. Horacio Verbitsky, Horacio González y Juan Pablo Cafiero recibieron una luz cegadora, un disparo de nieve, diría Silvio Rodríguez.

La Presidenta invitó a Alicia Oliveira a integrar la delegación oficial, y mientras le daba la paz, la besó y le dijo: “Gracias por haber venido, me ayudaste mucho”. Recién llegada de Roma, pude hacerle un par de preguntas a quien más defendió a Bergoglio de la campaña sucia.

—¿El cambio de la Presidenta es un gesto sincero y definitivo o sólo especulación electoral? Usted confesó que había votado tanto por Néstor como por Cristina, pero que ahora lo pensaría dos veces.
—De alguna manera me sentí un nexo para la comprensión entre Francisco y Cristina. Estoy contenta. Prefiero que trabajen juntos y que no se peleen.
—¿Pero la votaría nuevamente? ¿Es una autocrítica genuina de Cristina?
—Rezo para que así sea. Comprendo que es por el bien de todos.
—¿Ahora también comprende a Verbitsky? Hace una semana usted dijo que sus notas eran una infamia de mala fe.
—No tengo comprensión para Verbitsky. Lo que hizo no se lo perdono.

No corren buenos vientos para quien ayer fue vinculado por Jorge Lanata a la redacción de discursos de la Fuerza Aérea durante el terrorismo de Estado.

Graciela Fernández Meijide y Magdalena Ruiz Guiñazú trabajaron con igual coraje en la Conadep (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) y ambas fueron blanco de los ataques de parte del kirchnerismo en general y de Hebe de Bonafini en particular. Recibieron insultos terribles y Magdalena hasta debió sufrir un “juicio” en una plaza pública y la incitación a escupir afiches con su rostro. Fascismo primitivo que no tuvo ni una palabra de condena de parte de Cristina.

En su nueva etapa ecuménica, casi mimetizada como papisa del Calafate del fin del mundo, Cristina pareció decirles a Graciela y a Magdalena: “Ego te absolvo a peccatis”. Las invitó a un acto en Morón donde se lamentó porque no hayan podido concurrir y lo expresó con un afecto inédito: “Nos hubiera gustado tenerlas presentes”. La tropa de La Cámpora no entendió demasiado por qué ahora no tenían que silbar (tal como hicieron con Bergoglio en Tecnópolis) a esas “gorilas destituyentes”, como las llamaban hasta media hora antes.

¿Hay oportunismo berreta o lucidez estratégica en la nueva liturgia de Cristina? ¿Es un astuto intento de apropiación del Papa, como dijo uno de sus fieles empleados, o un cambio definitivo que implica arrepentimiento de sus actitudes agresivas y autoritarias?

Fernández Meijide dijo desde París: “Quiero pensar lo mejor. Celebro todo lo que sea amistoso porque nos sobra confrontación. Ojalá la actitud del Papa haya calado hondo en Cristina y comencemos una etapa nueva de unidad en las diferencias”. Magdalena tocó la misma cuerda: “No esperaba la invitación. Ojalá sea un cambio”.

Tal vez éste sea el primer milagro del papa Francisco. El discurso de Cristina en el ex campo de concentración de la Mansión Seré estuvo tapizado de terminología religiosa y finalizó con un insólito: “Que Dios los bendiga a todos y a todas”, que solía utilizar Carlos Menem y que fue prolijamente ocultado por las crónicas de los diarios adictos.

La Presidenta le recordó al papa Francisco que el 13 de marzo fue justo el día de Cristina, mártir de Persia, patrona de los imposibles, virgen y mártir que fue presa y asesinada a golpes de vara. La entronización del Papa desató encendidas polémicas, sobre todo en Carta Abierta, donde se rumorea que Horacio González y Juan Pablo Cafiero dejarían sus puestos en el Gobierno, aunque por distintos motivos.

El titular de la Biblioteca Nacional en su intervención ante los intelectuales por ahora cristinistas condenó a Gabriel Mariotto a integrar una lista demoníaca de derechistas amantes de la superchería entre los que colocó a Elisa Carrió, Mauricio Macri y los genocidas. Créase o no. En pocas horas, Cristina adoptó (¿se apropió?) los mismos conceptos de Mariotto. ¿En la próxima asamblea de los pensadores a la carta, sumarán a la Presidenta a esa nómina? Sorpresas te da la vida. En esa misma discusión, Jorge Luis Bernetti definió a la Iglesia como la “monarquía absoluta más totalitaria que existe en el mundo hoy” y sus conceptos fueron coronados de aplausos cuando dijo: “Comparto la crítica a esta absurda posición demagógica de decir ‘tenemos un papa peronista’ que recoge lo peor del ser nacional argentino”.

La estabilidad de Cafiero también está comprometida (como anticipó PERFIL ayer), pero su situación podría calificarse como un caso de obediencia debida. Estableció relaciones con el ala más reaccionaria y conservadora de la Iglesia porque fue el único camino que encontró para su trabajo diplomático. No porque Esteban Caselli o el cardenal Leonardo Sandri hayan sido santos de su devoción.

Nuestra bendita Argentina no para de patear los tableros de los analistas. En medio de uno de los momentos más complicados e incendiarios de la economía, que tiene  al Gobierno corriendo detrás de los acontecimientos y tapando huecos; paradójicamente, la política le vuelve a sonreír a Cristina donde mantiene la iniciativa. Al principio, estuvo al borde del precipicio montada en su ira contra “ese opositor de Bergoglio”. Pero frenó a tiempo y dio un giro de 180 grados. Dijo aquí no ha pasado nada. “Yo nunca me enojé con Bergoglio, fue un invento de los medios” y a otra cosa mariposa.

Semejante cabriola borocotista fue rechazada por la elite más informada de la sociedad; pero será leída por el ciudadano común como un gran romance entre el Papa y la papisa. Fue un volantazo tan brutal como acertado. Los consultores más creíbles esperan un crecimiento de diez puntos de la imagen positiva de Cristina en la próxima medición. La fe mueve montañas.

© Escrito por Alfredo Leuco el domingo 24/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.



Huracán 2 vs. Instituto de Córdoba 2... De Alguna Manera...


El empate lo alejó de la lucha por el ascenso…


Esta tarde en Parque Patricios Huracán e Instituto empataron 2 a 2. El conjunto de Llop lo perdía 2 a 0 pero gracias a Jerónimo Barrales, quien fue la figura del encuentro, lo pudo empatar con dos goles de cabeza. Aguirre y Martorell habían marcado el triunfo parcial para “La Gloria ”. Ambos equipos terminaron con 10 jugadores debido a que el árbitro Héctor Paletta, de mediocre actuación, expulsó a Busse y Dalmonte.

De arranque nomás cuando todavía los plateistas de la Alcorta buscaban una butaca libre para ver al club de sus amores, Gonzalo Bazán y Marcos Aguirre realizaron una jugada colectiva en el equipo cordobés, definiendo este último sobre el palo izquierdo de Islas que nada pudo hacer. Con el marcador en negativo a poco del inicio, el local salió a buscar la igualdad lo más rápido posible. Luego de ser mal anulado por Paletta el gol del empate de Hugo Barrientos, la visita de contra convertiría el segundo tanto del partido luego que Martorell desviara el remate de Aguirre ingresando al fondo de la red.

Como un león herido pero con algo de fuerza para poder luchar, Huracán nunca bajó los brazos ante su rival. Antes del cierre de la primera etapa Jerónimo Barrales de cabeza, saltando más alto que Martorell, encontraría el descuento para el local.

Con Sánchez Prette de arranque el globo salió en la segunda etapa a buscar la igualdad. Tal es así que a los 23 minutos del complemento y luego que Chiarini salvara el arco de Instituto en varias ocasiones, nuevamente el goleador del conjunto quemero convertiría por la misma vía el empate haciendo estallar de alegría a todos los presentes. Ya con 10 jugadores de cada lado, luego de ser expulsados primero Dalmonte y más tarde Busse por doble amonestación, el partido se volvió más parejo hasta su final. Con tibios aplausos a sus jugadores e insultos hacia el árbitro Paletta, el público presente despidió al conjunto de Llop que, más allá de los dos puntos perdió la chance de buscar uno de los ascensos para volver a la “A”.

Síntesis

Huracán 2

Daniel Islas; Leonardo Zaragoza, Federico Mancinelli, Alexis Ferrero, Guillermo Sotelo; Alexis Danelón, Walter Busse, Hugo Barrientos, Matías Giménez; Mauro Milano y Jerónimo Barrales.

DT: Juan Manuel Llop.

Instituto de Córdoba 2

Julio Chiarini; Cristian Báez, Federico Martorell, Martín Zbrun, Raúl Damiani Nicolás Delmonte, Maximiliano Correa, Franco Canever, Marcos Aguirre, Gonzalo Bazán y Pablo Burzio.

DT: Frank Kudelka.

Goles: 6 PT Aguirre (I); 27 PT Martorell (I); 30 PT Barrales (H). 23 ST Barrales (H).

Cambios: Leonardo Correale por Sotelo; Cristian Sánchez Prette por Zaragoza y Cristian Espinoza por Danelón en Huracán; Valeriano Uriarte por Correa; Cristian Bernardi por Burzio y Pablo Soda por Bazán en Instituto de Cba.


Amonestados: Islas, Zaragoza, Sotelo y Milano en Huracán; Correa en Instituto

Incidencias: 25 ST expulsado Delmonte (I) y 40 ST expulsado Busse (H).

Arbitro: Héctor Paletta.

Líneas: Diego Verlota y Maximiliano Del Yeso

4to árbitro: Hernán Mastrangelo

Cancha: Tomás A. Ducó.

© Escrito por Marcelo Salvio el lunes 25/03/2013 y publicado por Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



Las fotos:








Los goles:





Las estadísticas:

 
 
24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia.

Domingo de Ramos... De Alguna Manera...


Domingo de Ramos...

Recibieron a Cristo mientras entraba a la ciudad con palmas y ramos en muestra de que era el Mesias

Cuando llegaba a Jerusalén para celebrar la pascua, Jesús les pidió a sus discípulos traer un burrito y lo montó. Antes de entrar en Jerusalén, la gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso, tal como acostumbraban saludar a los reyes.

Los que iban delante y detrás de Jesús gritaban:

"¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!"

Entró a la ciudad de Jerusalén, que era la ciudad más importante y la capital de su nación, y mucha gente, niños y adultos, lo acompañaron y recibieron como a un rey con palmas y ramos gritándole “hosanna” que significa “Viva”. La gente de la ciudad preguntaba ¿quién es éste? y les respondían: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”. Esta fue su entrada triunfal.

La muchedumbre que lo seguía estaba formada por hombres, mujeres y niños, cada uno con su nombre, su ocupación, sus cosas buenas y malas, y con el mismo interés de seguir a Jesús. Algunas de estas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus parábolas. Esto los llevó a alabarlo con palmas en las manos cuando entró en Jerusalén.

Fueron muchos los que siguieron a Cristo en este momento de triunfo, pero fueron pocos los que lo acompañaron en su pasión y muerte.

Mientras esto sucedía, los sacerdotes judíos buscaban pretextos para meterlo en la cárcel, pues les dio miedo al ver cómo la gente lo amaba cada vez más y como lo habían aclamado al entrar a Jerusalén.

¿Qué significado tiene esto en nuestras vidas?

Es una oportunidad para proclamar a Jesús como el rey y centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a esa gente de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a Cristo. Decir “que viva mi Cristo, que viva mi rey...” Es un día en el que le podemos decir a Cristo que nosotros también queremos seguirlo, aunque tengamos que sufrir o morir por Él. Que queremos que sea el rey de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestra patria y del mundo entero. Queremos que sea nuestro amigo en todos los momentos de nuestra vida.

Explicación de la Misa del Domingo de Ramos

La Misa se inicia con la procesión de las palmas. Nosotros recibimos las palmas y decimos o cantamos “Bendito el que viene en el nombre del Señor”. El sacerdote bendice las palmas y dirige la procesión. Luego se comienza la Misa. Se lee el Evangelio de la Pasión de Cristo.

Al terminar la Misa, nos llevamos las palmas benditas a nuestro hogar. Se acostumbra colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Esto nos debe recordar que Jesús es nuestro rey y que debemos siempre darle la bienvenida en nuestro hogar. Es importante no hacer de esta costumbre una superstición pensando que por tener nuestra palma, no van a entrar ladrones a nuestros hogares y que nos vamos a librar de la mala suerte.

Oración para poner las palmas benditas en el hogar

Bendice Señor nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
Sé tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.

© Escrito Tere Fernández el domingo 24/03/2012 y publicado por Catholic.net



 24 de Marzo, Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia.