Inmaculada Concepción de María...
Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de
gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y
discurría qué significaría aquel saludo.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque
has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz
un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
Él será grande y será llamado Hijo del
Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la
casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin».
María respondió al ángel: «¿Cómo será esto,
puesto que no conozco varón?»
El ángel le respondió: «El Espíritu Santo
vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el
que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel,
tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de
aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios».
Dijo María: «He aquí la esclava del Señor;
hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel dejándola se fue.
© P. Sergio Cordova. Publicado en catholic.net