El clásico...
Los viejos rivales volverán a enfrentarse luego de cuatro
años. Los dos presidentes, en nombre de una cita en paz, cuentan sus
sensaciones de hoy, de ayer, de siempre
.
Un hincha se lo dice al oído,
casi en secreto: "¿Vos sabés cómo se llama esta esquina?" Matías
Lammens, presidente de San Lorenzo, se ríe. Y dice, con esa experiencia en la
comunicación forjada más en los barrios del sur que en el Nacional Buenos
Aires: "Sí, ya sé quemero. Se llama Homero Manzi. Pero es
nuestra...". La escena sucede en San Juan y Boedo, territorio de
celebraciones azulgranas. Es la antesala del regreso del Clásico de Barrio más
grande del mundo, que se disputará mañana, luego de cuatro temporadas.
-¿Cómo se construye un clásico en paz?
Lammens: -El que sea un clásico tan porteño lo dota de, además de
rivalidad, de cercanía. Somos vecinos, amigos. Como ningún otro clásico, este
ha conservado lo barrial. Tal vez sólo suceda en Rosario, pero esta es la
ciudad más grande del país y este clásico es un clásico de vecinos. A la vez,
tiene dimensión nacional por la importancia de los dos equipos. Esto de la
rivalidad y la no enemistad tiene que ver con eso, con que el domingo a la
noche habrá muchos hinchas de San Lorenzo y Huracán que estén comiendo juntos.
Nadur: -Tengo
amigos, conocidos que son de San Lorenzo. Estamos todos unidos, siempre,
incluso en la familia tengo hinchas de San Lorenzo aunque algunos ya no lo son
tanto; seguro también le pasa a Matías, que nuestros afectos se inclinen un
poco más por nuestro equipo por el lugar que tanto él como yo ocupamos.
Compartimos la zona, los barrios de la ciudad de Buenos Aires. No somos
enemigos; acá hay dos semanas -una antes y una después del partido- donde
vivimos con las cargadas y el folclore. Dentro de los estadios hubo muchas
veces comportamientos no deseados, pero somos sólo adversarios, los más
importantes de la ciudad.
-El clásico no se juega hace cuatro años. ¿Cuáles son sus
últimos recuerdos en los San Lorenzo - Huracán?
Lammens: -El que jugamos en cancha de Huracán, el del debut de
(Félix) Orode (NdeR: un 2-0 en el Ducó con goles de Torres y Civelli). La
pasamos mal, pero mal en serio. Estaba en la popular con mis amigos y tiraron
gases lacrimógenos, quedamos como enfrascados y no había aire, por lo que mucha
gente se tuvo que ir. Si bien el recuerdo futbolístico, con todo lo de Orode,
quedó lindo y fue feliz, también fue una de las veces que peor la pasé. Lo que
decíamos recién, por ejemplo: yo tenía amigos de Huracán en la Miravé que se
vinieron para el lado en que estábamos nosotros para ver si estábamos bien.
Nadur: -El mío es
el último que dirigió Brindisi, el 3 a 0 en el Ducó. Lo disfruté muchísimo por
los chicos de las inferiores, que hicieron un gran partido y golearon a San
Lorenzo. Y también el 1-4 en la cancha de Boca, que habíamos empezado ganando,
se suspendió por lluvia, nos expulsaron a Pastore... Estábamos jugando muy
bien, era el comienzo del gran equipo que tuvimos después y que lamentablemente
no pudo salir campeón.
-¿Qué les genera jugar el clásico sin hinchas visitantes?
A los demás ya les venía pasando, pero para San Lorenzo y Huracán será la
primera vez.
Nadur: -El fútbol
se desarrolló como tal contando con jugadores, arqueros, árbitros y público,
tanto local como visitante. Ante la situación de inseguridad, no queda otra que
aceptarlo, aunque no sea lo que nos guste ni lo ideal.
Lammens: - Falta el protagonista principal de todo esto. El fútbol
argentino está devaluado a nivel técnico porque debe vender para fortalecerse
patrimonialmente o, al menos, pagar las deudas que asume. En ese contexto, la
gente pasa a ser el condimento más importante que tenemos. Y los San
Lorenzo-Huracán, con los cantos, las cargadas de un lado a otro... Me acuerdo
de una vez que empezaron con el "olé, olé, olá", de un lado a otro.
Ellos nos cantaban "14 años que tuvieron que alquilar", y nosotros
respondíamos "14 años que les dimos de morfar". Y así fue un ida y
vuelta de un rato largo. Era lo más lindo que teníamos... Cuando vinieron con
los salvavidas a nuestra cancha... Pero como dice Alejandro, hay disposiciones
que tenemos que aceptar, y si son en pos del bien común, como dirigente tiene
que primar el sentimiento de que la gente no sufra ningún daño. Hay que
trabajar para que vuelvan los visitantes.
Nadur: -Sería
hermoso tener a las familias en un clásico como este.
-¿Están las circunstancias dadas para que eso suceda en
el corto o mediano plazo?
Lammens: -Hay que repensarlo, porque la falta de visitantes no ha
solucionado nada. Al contrario, hay casos cada vez más graves que terminan
ocurriendo por las internas de las propias barras de los clubes. Sería bueno, y
ya lo hemos hablado con Alejandro, propiciar un amistoso ida y vuelta, en las
dos canchas, con público, para demostrar que se puede. Concientizando a la
gente, que quiere que este partido sea en paz. El 99% del público quiere eso,
no puede ser que gane el 1%, no nos podemos dar por vencidos. Como decíamos
antes, hay mucha gente cruzada, con muchísimos vínculos entre San Lorenzo y
Huracán. Entonces, ¿con quién te vas a pelear?
Nadur: -Hay que
concientizar a la gente para que vaya al clásico a disfrutar y no a sufrir. Se
puede sufrir por un mal resultado, obviamente todos nos ponemos tristes cuando
perdemos el clásico, no queremos ir el lunes a trabajar o a estudiar, pero se
termina ahí, en la cancha.
Lammens: -Sería una gran demostración hacer un partido en cada
cancha con público de los dos, para salir de la inercia.¿Cómo vamos a terminar
dentro de poco? ¿Viéndolo todo por televisión, sin nadie en la cancha? ¿Hacia
dónde va esto?
-En lo futbolístico, ¿cómo ven a su equipo para el
domingo?
Nadur: -Huracán es
un equipo más defensivo, por momentos, y por ahora tiene poco gol. Pero estamos
convencidos de que haremos un muy buen partido y disculpame, Matías, pero
queremos llevarnos los tres puntos.
Lammens: -¡Nada que disculpar! Yo creo que es un partido que creo
que San Lorenzo debería ganar. Jugamos con nuestro público, en nuestra cancha,
tenemos un plantel importante que viene haciendo las cosas bien y los jugadores
son conscientes de la importancia que tiene este partido. Te das cuenta por
cómo declararon esta semana; perciben la efervescencia que hay en la gente. San
Lorenzo lo irá a buscar, Huracán pienso que esperará un poco más por las
condiciones que hablamos. A priori, San Lorenzo va como favorito, pero eso no
asegura nada. El otro día a San Martín de San Juan le creamos 17 situaciones y
perdimos.
-Matías, el año pasado, le dijiste a Clarín que querías
que Huracán volviese a Primera...
-Sí, claro. Dije que a San
Lorenzo le convenía tener a su máximo rival en la misma categoría.
-Y también dijiste que eran...
(Interrumpe, sonriendo): Que
eran seis puntos asegurados. Esa chicana no puede faltar, si les llevamos 32
partidos...
Nadur: -La
aceptamos, la aceptamos.
-Pero Huracán está en una situación totalmente distinta
ahora.
Lammens: -Sí, eso lo fortalece a San Lorenzo. Cuando Huracán no
está, nosotros estamos rengos. Boca tiene a River, Racing a Independiente y
nosotros a Huracán.
-No sos el hincha de San Lorenzo que se llena con ganarle
a Boca.
Lammens: -No, no. Disfruto ganarle a Boca porque tiene un sabor
especial, diferente al de Huracán. Ahí hay una historia de sentir que le
ganamos al poder, me enorgullece eso. Pero el clásico es de barrio, se vive con
pasión y los hinchas de Huracán también esperan todo el año jugar con nosotros.
Después de tanto tiempo sin jugarlo, tenemos una expectativa tremenda. Recién
hablé por la venta de entradas y en un día de venta de plateas vendimos arriba
de 500 mil pesos.
Nadur: -Para los
dos es nuestro primer clásico como presidentes y los momentos de las
instituciones son muy particulares. Creo que nunca en la historia se vivió como
ahora, jugando copas internacionales los dos equipos, con muchas expectativas
en torneos internacionales.
Lammens: -Es un momento importante para los dos, que no se dio
nunca. Ellos campeones de la Copa Argentina, nosotros de la Libertadores,
jugando la Copa por primera vez al mismo tiempo...
-Les planteamos un juego. Si tuvieran que elegir a un
jugador del otro equipo, ¿cuál sería?
Nadur: -Ninguno
(risas). Confío, me apasionan y estoy enamorado de los jugadores de Huracán.
Pero me gusta Cauteruccio. Juega bien, tiene mucha técnica, es un gran
definidor y tiene clase. Ojo, lo pondría de suplente porque nosotros tenemos a
Wanchope Abila, eh.
Lammens: -A mí me gusta mucho Espinoza. Creo que tiene muchísimo
futuro y además le tira bien los centros a Contreras... Es un proyecto
interesante que está un poco en extinción, puede jugar de wing tranquilamente.
Le va a dar muchas satisfacciones a Huracán y a nivel patrimonial también será
muy importante.
-Si tienen que elegir dos clásicos; uno, el más feliz; el
otro, el más triste, ¿cuáles serían?
Lammens: -El 5 a 0 en cancha de San Lorenzo, en el 95. San Lorenzo
estrenó una camiseta ese día. Mi vieja, Esperanza, me llevó a la cancha; mi
viejo ya había fallecido. Estuve en la platea Sur con ella, fue una de las
pocas veces que fuimos juntos. Y el más feo, por la desilusión que me llevé,
fue cuando tenía diez años. Perdimos 1 a 0 con gol de Herrero, en cancha de
Ferro. Yo estaba en la platea techada con amigos de mi viejo.
Nadur: -El mejor,
el que dirigió Brindisi, el 3 a 0 al San Lorenzo de Ramón. El peor, ese del
2008 en cancha de Boca. Pensábamos que los íbamos a golear y terminamos
goleados... Se jugó en dos días, cuando estábamos 1 a 0 se suspendió y recuerdo
que se reanudó un día martes.
-¿Qué dinámica creen que debería tener el clásico a
partir de ahora?
Lammens: -El vínculo no está roto. Alejandro tiene amigos de San
Lorenzo; el mejor amigo de mi hermano, que es como un hermano para mí, es de
Huracán. Y cada vez que uno pierde, el otro manda mensajes para cargar. Eso
está bárbaro, no hay que perderlo nunca. Pero de ahí a una piña, un tiro, hay
una distancia enorme... El vínculo está construido así, es lo mejor de este
clásico. Este clásico estuvo marcado por episodios de violencia que han tenido
una trascendencia mediática que tapó todas las cosas lindas que tiene. ¿Por qué
no hablamos de todo lo bueno? Hagamos un amistoso con las dos hinchadas, institucionalmente
es clave para los dos clubes.
Nadur: -Lo vamos a
fomentar ofreciendo mensajes desde las inferiores, desde los partidos en todas
las demás disciplinas. Todo eso le va a dar un valor adicional al clásico, de
modo que en lugar de enfrentarnos estemos entrelazados. Sería muy bueno hacer
un amistoso en el que valoricemos la fraternidad y la sana competencia. Este es
un clásico bendecido por el Papa. Lástima que es de ellos... Igual, nosotros
tenemos al padre Pepe.
Lammens: -Eso marca un poco la situación de cada uno (risas)...
Igual Pepe es un fenómeno, un gran quemero...
© Escrito por Waldemar Iglesias y Mauricio
Codocea el sábado 14/03/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires.