Hijo de genocida
denunció la participación de su padre en vuelos de la muerte.
Pablo Verna pide testificar junto a otros hijos
de padres represores o cómplices de la dictadura militar. Fotografía: Diario El País
Julio Verna fue médico de Campo de Mayo durante la
dictadura y aplicaba sedantes a detenidos que iban a ser arrojados al mar. “Las
personas quedaban despiertas pero paralizadas por la anestesia”, relató Pablo,
su hijo y denunciante.
© Publicado el miércoles 08/11/2017 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Pablo Verna, es el hijo mayor de Julio Alejandro Verna, médico
con grado de Capitán Retirado del Ejército Argentino. Durante la dictadura militar, Verna trabajó como médico anestesista y traumatólogo en el
hospital que funcionaba dentro del centro clandestino de detención y exterminio
de Campo de Mayo.
Verna hijo se
animó a través de un informe en Telefé
Noticias, a describir las aberrantes funciones que realizó su padre,
ya que el sistema penal no le
permite denunciarlo si no se trata de un delito cometido contra
él mismo u otro familiar. "Mi mamá hablaba con otros familiares de lo que
hacía mi viejo, no conmigo. Un día, después de tantas contradicciones que fui
recopilando, lo interpelé y lo descubrí", relató.
En el informe
Pablo denunció que su padre era el
encargado de aplicar sedantes a los detenidos que iban a ser arrojados al mar
en los vuelos de la muerte, e incluso subía a los aviones por si
despertaban antes de tiempo, para reforzar la dosis: “Las personas quedaban
despiertas pero paralizadas por anestesias”, describió visiblemente
conmovido.
Asimismo,
aseguró que su padre participaba
de allanamientos y secuestros por si resultaba herido alguno de
los integrantes del grupo, y también cumplía
tareas atendiendo a los prisioneros en el centro de detención, para que
pudieran soportar nuevas sesiones de tortura.
Pablo
recordó, además, que dentro de su casa su padre se jactaba sobre su accionar en
los escuadrones de Campo de Mayo, el Centro Clandestino que secuestró y mató a casi 5 mil personas y
no dejó sobrevivientes, lo que complica a la justicia para condenar a los
responsables de los delitos de lesa humanidad.
Denuncia.
Cuando comenzaron los juicios de lesa humanidad, Pablo interpeló
a su padre y obtuvo un registro de audio con la confesión de los hechos. El 23
de diciembre del 2013 Pablo se presentó en la Secretaría de Derechos Humanos y
lo denunció. La Secretaría presentó la denuncia al juzgado que lleva la causa
de Campo de Mayo - “vuelos de la muerte”, TOF 1 DE SAN MARTIN. La Jueza Alicia
Vence aún no avanzó con la causa.
“La duda tan
tremenda que tenía ya era una certeza y confirmaba lo que mi mamá me había
dicho. Fue un alivio. Y ahí empezó el sufrimiento, el duelo, el dolor de que
haya participado de estos crímenes”, relató Verna hijo.
Julio Verna
transita sus días en un departamento de la calle Simbron al 3000, en Villa del
Parque. Entra y sale de su
vivienda como si nada hubiera sucedido. Al ser consultado para el
informe de Telefe Noticias,
se negó a dar declaraciones y dijo que “hablen con el juzgado”. Pablo, desde
entonces dejó de ver a su padre. “Hacé una investigación, yo no voy a dar ningún nombre ni datos”,
le advirtió.
Ver video:
Este año el joven,
abogado de 44 años, se unió al grupo “Historias desobedientes” que integran
hijos de represores que repudian los actos de sus padres. La iniciativa surgió
por la exposición pública de Mariana Dopaso, la hija de Etchecolátz. “Es una
forma de aportar nuestro grano de arena a la lucha por Memoria, Verdad y
Justicia que los organismos de derechos humanos libran desde hace años. Venimos
de distintas historias, y tras asumirlas queremos dar testimonio en los
Tribunales”, sostuvo.
Con el apoyo
de esa agrupación Pablo escribió un
proyecto de ley donde propone modificar el código penal donde los hijos de las
personas sospechadas de Delitos de Lesa Humanidad puedan declarar/denunciar a
sus padres. “La otra alternativa era quedarme en silencio, es una
complicidad mucho más que jurídica, lo hice por mí y por la humanidad”,
concluyó.