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martes, 5 de marzo de 2019

Roberto Lavagna, el antigrieta… @dealgunamanera...

Roberto Lavagna, el antigrieta…

EL gato y el perro de Lavagna acompañan su desayuno en el jardín de su casa del barrio porteño de Saavedra. Fotografía: Obregón

Lavagna hace chistes con la pacífica convivencia entre el perro grande y la gata pequeña de su casa, que lo acompañan en el jardín mientras desayuna, diciendo que son una metáfora del consenso que precisa el país.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el  domingo 05/03/2019 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Macri y Cristina comparten el diagnóstico de la crisis argentina: el problema es el otro y lo que el otro representa. Lavagna se diferencia de ambos creyendo que se equivocan justamente en sus diagnósticos porque el problema es la grieta que ellos representan (y alimentan). Es la misma visión del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, que acompañó el discurso de Macri del viernes con un indisimulado gesto de desaprobación, y del presidente del bloque de diputados nacionales del PRO, Nicolás Massot. Ambos anticiparon que no quieren continuar defendiendo a Macri en el Congreso en un eventual segundo mandato del Presidente porque para conseguir que se aprueben las leyes necesarias para que la economía mejore hace falta consenso.

El discurso de Macri en el Congreso fue el mejor para sus fans y un desvarío irreal para otros

Para Lavagna, quien se equivoca en el diagnóstico, por mejores intenciones y buena voluntad que tenga, nunca podrá progresar. Una posición similar pareció reflejar durante el discurso del Presidente la actitud de Mario Negri, el jefe del bloque de diputados radicales y a la vez de Cambiemos.

Pero la grieta está profundamente arraigada en Argentina y vencerla es una tarea más titánica y difícil que para Macri vencer a Cristina o para Cristina vencer a Macri. Los síntomas, en este caso la grieta, siempre son económicos: cuesta menos esfuerzo convivir con ellos que pagar el precio de su cura. ¿Querrá la Argentina curarse del odio que enferma hasta su economía? De eso dependerán las futuras posibilidades electorales de Lavagna, a quien alguien definió como un tranquilizante para los nervios sociales que el estrés crispa.

Conocí a Lavagna en el primer reportaje largo de Perfil, a comienzos de 2006, él había renunciado en noviembre de 2005 y el único medio crítico del kirchnerismo era este diario. Joaquín Morales Solá había publicado en La Nación una conversación con Néstor Kirchner donde decía que se llevaba bien con todos los medios excepto con los de Editorial Perfil (sumando al diario la revista Noticias). Intuyo que Lavagna quiso enviarle una señal al Gobierno de que iba a combatirlo en las urnas, lo que sucedió al año siguiente, y nosotros éramos el vehículo ideal de su mensaje.

Y lo mismo sucede ahora, cuando vuelve a elegir a Perfil como mensajero para dar su primer reportaje largo camino a su candidatura presidencial. En 2006 éramos significantes de distancia con Néstor Kirchner, en 2019 somos significantes de distancia tanto de Macri como de Cristina Kirchner.

Esta columna viene sosteniendo que los no peronistas precisan superar el antiperonismo y el peronismo precisa modernizarse. Como hizo el Partido Laborista inglés, que nació treinta años antes que el peronismo y hace treinta años, después de perder repetidamente con los conservadores, Tony Blair lanzó el Nuevo Laborismo, incorporando ideas de centro porque ya no existen más aquellos obreros de la industria del carbón de principios del siglo pasado como tampoco en la Argentina los descamisados de los frigoríficos que cruzaron a nado el Riachuelo el 17 de octubre. ¿Será Lavagna su modernizador, lo que quiso hacer y no pudo Cafiero, otro ministro de Economía de Perón? Ese es un desafío quizá mayor que ser electo presidente.

Lavagna sostiene que no quiere participar de internas, lo que fue interpretado como que no será candidato. Pero Massa promete que si Lavagna decidiera ser candidato, él estaría dispuesto a bajar su candidatura. Pichetto también. Urtubey insiste en que mantendrá su precandidatura en las internas y la forma que Lavagna tendría para esquivarlo sería ir a las PASO con una alianza que incluyera al socialismo, a parte del radicalismo, al Frente Renovador, a parte del peronismo, al GEN y a otras fuerzas, trascendiendo a Alternativa Federal.

Cuando tenía 32 años, Lavagna integró el equipo del ministro de Economía de la tercera presidencia de Perón –Gelbard– , a los 42 años era parte del grupo que diseñó el Plan Austral con Alfonsín y dos años después fue el artífice económico del Mercosur, a los 60 años fue el actor clave de la renegociación de la deuda, primero con Duhalde y después con Néstor Kirchner, a los 65 años fue candidato presidencial del radicalismo y ahora, a los 76 años, el destino parece volver a golpear su puerta. Un caso raro de permanencia en nuestra historia contemporánea que, por sus repetidas crisis, agota a sus protagonistas.

Lavagna espera que los gobernadores del PJ se liberen de Cristina tras haber sido reelectos en sus provincias

Lavagna escribió siete libros y en los últimos años publicó uno cada dos años, coincidiendo con los años impares donde hubo elecciones. Para estas elecciones no escribió ninguno, indicando que no se imaginaba hace un año que podría volver a ser candidato presidencial. En el reportaje cuenta que el día que se enteró de la muerte de José Manuel de la Sota en un accidente pensó que el vacío que dejaba el cordobés como articulador de la modernización del peronismo y puente a las futuras generaciones iba a terminar convocando su presencia.

La sociedad hace su propia historia decidiendo su futuro, pero siempre será mejor que tenga más alternativas.

Lavagna advirtió que solo será candidato si es capaz de "construir una oferta que sirva para cerrar la grieta"


Qué pasó. El economista y ex ministro Roberto Lavagna volvió a referirse a las chances de presentarse como candidato a presidente en las elecciones de octubre. Y según confesó, todo dependerá de la “capacidad” de su espacio para “construir una oferta que sirva para cerrar la brecha”.

Qué dijo. “He comprobado que la demanda está. El tema es que seamos capaces de construir una oferta que sirva para cerrar la brecha. Si eso se lograra, podría ser candidato”, reconoció Lavagna durante una entrevista con el diario Perfil.

A qué apunta. Para el ex funcionario, la necesidad está puesta en avanzar hacia una concertación que reúna a “peronistas, justicialistas, radicales, socialistas, sociedad civil, partidos provinciales y desarrollismo”. Después, afirmó, la idea sería que ese sector presente un solo candidato en las PASO.

Otras definiciones de Lavagna

"Primero es el programa y en qué consisten los grandes lineamientos, y después ver quién puede ser el que lo ejecute mejor. No simplemente una elección interna que se transforme en imposición para todos los demás".

"Si nos alejamos de los bordes de la grieta, podemos hacer el intento de lograr un acuerdo que permita ese reordenamiento que la economía sola no puede lograr".

“Macri y Cristina tienen una vocación por el todo, creen que son los que han sido llamados a gobernar y, en consecuencia, pueden ignorar al resto".

Lavagna: "Hay una demanda de cambio de lo que ofrecen Macri y Cristina"


Qué pasó. El ex ministro de Economía Roberto Lavagna consideró este jueves que en la sociedad “hay una demanda de un cambio de lo que le ofrecen (Mauricio) Macri y Cristina (Kirchner)”, al tiempo que aseguró que “es posible renegociar con el Fondo Monetario”, a partir del próximo gobierno.

Qué dijo. “Salgamos de los marketineros y los pseudo ideólogos que no tienen un proyecto claro de país y definamos un proyecto de progreso de orden, progreso, paz y justicia social que es lo que demanda la gente”, expresó Lavagna en una entrevista en el programa ‘Periodismo Puro’, del periodista Jorge Fontevecchia, que se transmite por el canal NET.

Qué planteó sobre su candidatura. Impulsado como candidato de unidad del peronismo y otros sectores opositores, como el socialismo y de la UCR disidente, el ex ministro manifestó que tiene “dudas en la capacidad de armar un espacio con peronistas, radicales, desarrollistas, sociedad civil y espacios políticos provinciales porque es muy complicado, más que nada porque hay dos figuras políticas que no quieren que haya nada y alientan la grieta”, en alusión a Macri y Cristina.

Sobre el presidente y la ex mandataria, opinó que “ambos tienen una vocación por el todo con estilos diferentes. Creen que pueden ignorar al resto aun siendo a veces minoritarios. Tienen poca capacidad de dialogo y de escucha”.

Qué dijo sobre su edad. Sobre si sus 76 años serían un impedimento para resultar electo, Lavagna señaló: “En lo personal y en mi familia son todas desventajas. Pero no me toca a mí contestar sobre este tema. Me encantaría que fuese -candidato a presidente- alguien de la generación posterior a la mía”, aclaró.

Sin embargo, advirtió que “si estoy acá todavía, en este proceso, es porque veo que en la sociedad hay una demandada de un cambio de lo que le ofrece Macri y Cristina, donde hay una grieta profunda”.

Otras definiciones de Lavagna

"La grieta política lleva a políticas que profundizan la grieta económica y esta realimenta el aspecto político de la grieta”.

“No voy a hacer campaña en torno a la corrupción en un país donde está por discutirse todo”.

“Yo hablé de la cartelización de la obra pública siendo ministro y luego de dos semanas no fui más ministro”.

“La renegociación con el Fondo tiene que girar en cómo movilizo los recursos óseos que tiene este país”.

“Argentina tiene una tremenda capacidad de salir de esta grisura, del estancamiento y una tremenda capacidad de crecer a un buen ritmo económico. Estoy convencido de que hay una posibilidad de recrear una situación de orden, progreso, paz y justicia social”.




(Fuente www.perfil.com). El periodismo profesional es costoso y por eso debemos defender nuestra propiedad intelectual. Robar nuestro contenido es un delito, para compartir nuestras notas por favor utilizar los botones de "share" o directamente comparta la URL. Por cualquier duda por favor escribir a perfilcom@perfil.com

domingo, 5 de agosto de 2012

Víctor Hugo, la dictadura y la historia… De Alguna Manera...

Víctor Hugo, la dictadura y la historia…

Angelus Novus. Pintura de Paul Klee de 1920 que Walter Benjamin adoptó como imagen de la historia porque tiene alas hacia adelante y rostro hacia atrás.

Es bueno que un periodista pruebe su propia medicina. Modera el ego, lo hace más humano y, fundamentalmente, más cuidadoso en el futuro al escribir o hablar sobre los demás.

Duele mucho, pero mucho, que a uno se lo critique justo en aquella área donde cree tener méritos. Por eso es donde normalmente pegan los injustos. El cínico que se sabe carente de toda virtud no sólo no se hace ningún problema sino que hasta transforma su amoralidad en fortaleza: un oportunista en gran escala pasa a ser un estratega.

No comparto lo que dijo Lanata en su programa del domingo pasado sobre que haber ido a jugar al fútbol durante la dictadura uruguaya al Batallón Florida –en el caso de Víctor Hugo Morales– fuera lo mismo que haberlo hecho en la ESMA durante la dictadura argentina. Tampoco comparto las críticas injustas que se le han hecho a Lanata desde los medios oficialistas los últimos años.

Pero lo que me entristece, probablemente por haberlo padecido en carne propia, es la extracción de una parte de la historia que no representa siquiera la mayoría como si fuera un todo, sin incluir en el relato el resto de los acontecimientos relevantes.

Por ejemplo, volver a ver en la tapa de la revista Veintitrés de esta semana que se acusa de doble moral a los “medios hegemónicos” que critican a Víctor Hugo Morales por su comportamiento durante la dictadura uruguaya y en la nota mencionan que “tanto Héctor Magnetto como Bartolomé Mitre y Jorge Fontevecchia tienen pergaminos dignos de ocultar por su posición ante los dictadores”, y omite decir algo tan relevante como que estuve preso en El Olimpo, que la principal publicación de Editorial Perfil fue clausurada y que luego fui puesto a disposición del Poder Ejecutivo por esa dictadura (¿cuántas veces deberé repetirlo para que la repetición de lo opuesto no se transforme en verosímil?).

No creo que Víctor Hugo Morales haya tenido un comportamiento criticable durante la dictadura uruguaya, lo imagino digno y, dentro de los límites de su época, hasta con actos de rebeldía. Tampoco creo que la dictadura uruguaya sea equiparable a la argentina ni que la perspectiva actual sin grises de aquellas dictaduras sea correcta. Walter Bernjamin, en Concepto de filosofía de la historia, recomienda “al historiador que quiere revivir una época que se quite de la cabeza todo lo que sepa del decurso posterior de la historia”.

El comportamiento por el que sí Víctor Hugo merece crítica es haberse sumado frívola y superficialmente a las acusaciones que desde el oficialismo se realizaron sobre la actuación durante la dictadura argentina de quienes hoy resultan molestos al kirchnerismo.

En la Argentina de los últimos años, como pocas veces, se hizo evidente el uso de una historiografía infectada de presente, donde el pasado se acomoda a las necesidades del tiempo de ahora con una irracionalidad diacrónica.

Qué injusto que hayan acusado a Joaquín Morales Solá de colaboracionista con la dictadura por una foto donde, siendo cronista del diario La Gaceta de Tucumán, aparece cubriendo un operativo público del Ejército en esa provincia; es como acusar de complicidad a un movilero de esta época con la “maldita Policía” bonaerense cuando fabricaba casos ante los medios. O, disparatadamente, a la propia Magdalena Ruiz Guiñazú. O a Sabato por haber participado en una reunión colectiva con Videla.

La misma injusticia fue haber acusado a Néstor Kirchner por una foto con el jefe regional del Ejército en Santa Cruz transmitiendo su apoyo durante la Guerra de las Malvinas, o a Héctor Timerman por lo que publicó el diario La Tarde en 1976, sin ponderar que poco después su familia fue una de las más perseguidas entre los periodistas.

Ojalá que lo de Víctor Hugo permita a todos, simpatizantes o no del kirchnerismo, reflexionar sobre la suma de estas injusticias y aprender que tenemos que ser más serios con la historia.

La historia es un conjunto de eventos; los eventos por separado pueden dar una idea hasta exactamente opuesta a lo razonablemente aceptable. La observación, presente o pasada, siempre estará cargada de teoría, pero que haya más de un relato posible no quiere decir que todos valgan lo mismo. Aun comprendiendo la subjetividad trascendental que nos cabe por ser humanos o la brecha evidencial que a veces nos impide el conocimiento exacto, las fuentes interpretadas con un ojo crítico y comparadas con otra fuentes, si bien no garantizan una única posición adecuada, sí excluyen las inadecuadas y nos impiden caer en un subjetivismo irracionalista. Por ejemplo, los negadores del Holocausto se llaman a sí mismos “revisionistas”.

Una cosa es interpretar o significar el pasado y otra es imaginarlo en función de nuestras creencias, inclinaciones y prejuicios. Leopold von Ranke, considerado un padre de la historia científica, hacía dos recomendaciones: tener “interés por descubrir lo general en lo particular”, que es lo opuesto a generalizar lo particular, y “afecto por los humanos” (similar al consejo del maestro Ryszard Kapuscinski sobre que “para ser buen periodista primero hay que ser buena persona”). O sea, los archivos tienen que ser revisados exhaustiva y honestamente y no con el fin de una ortopedia social.

Debemos reconocer que nuestro autointerés, preferencias, hasta el miedo o el enojo, muchas veces opacaron nuestra tarea de periodistas. Por eso son gestos alentadores el pedido de disculpas de Víctor Hugo Morales sobre su desafortunada mención a la salud de Lanata, y que Edi Zunino, jefe de Redacción de la revista Noticias, haya escrito en su última edición para limitar las críticas sobre Víctor Hugo, siendo quien primero difundió en Argentina el contenido del libro que desató la polémica.

© Escrito por Jorge Fontevecchia y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 4 de Agosto de 2012.