La salud mental de Cristina Fernández, a debate…
Presidente de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner
Un libro insiste en que la líder argentina es bipolar y
ella lo niega. El autor, antikirchnerista, asegura que la presidenta padece
cinco trastornos mentales.
Argentina es bipolar. Y para sus detractores, la presidenta Cristina Fernández también. Tras más de doce años de gobiernos del matrimonio Kirchner, el país ha quedado dividido, polarizado entre kirchneristas y antikirchneristas, como evidencia la campaña electoral para elegir la semana próxima al sucesor de Fernández. Los medios de comunicación no son ajenos a esa polarización.
Nelson Castro es uno de los periodistas más populares de Argentina. Desde
sus programas de radio y televisión fustiga diariamente a la presidenta y al
Gobierno. Acostumbra a mirar fijamente a la cámara y hablar directamente a la
mandataria. Pero además Castro es médico neurólogo, lo que le ha permitido
especializarse en la salud de los mandatarios argentinos, escribiendo libros
sobre las enfermedades de Evita o el general Perón. Su última obra, Secreto de
Estado (Sudamericana), está dedicada a la salud de Fernández y está resultando
muy polémica porque asegura, sin un ápice de duda, que la presidenta padece
bipolaridad y otros trastornos mentales.
"La enfermedad más importante que tiene es la atrofia frontal, una
afección que produce trastornos de conducta, que genera conductas
desinhibidas", dice Castro a La Vanguardia, aunque asegura que esta
patología no provoca la bipolaridad pero está "asociada". El
periodista explica que "los médicos que la trataron dicen que la conducta
de Cristina es el producto de cinco factores: estrés, bipolaridad, síndrome de
Hubris, atrofia frontal y narcisismo; hay de todos estos un poquito".
Excepto en el caso de la atrofia del lóbulo frontal, los otros cuatro
trastornos ya habían sido diagnosticados por Castro basándose en fuentes
médicas próximas a la Casa Rosada. En el caso concreto de la bipolaridad, la
revista Noticias ya lo había publicado en el 2006. La publicación tampoco
identificó a su fuente, pero luego trascendió que se trataba del psiquiatra
Alejandro Lagomarsino, que supuestamente había tratado a Fernández. Sin
embargo, Lagomarsino no puede confirmarlo porque falleció de cáncer en el 2011.
Otro argumento para quienes no tienen dudas de la bipolaridad de la mandataria
es que su hermana, Giselle Fernández, sí padece esa enfermedad.
Ahora Castro se basa en el testimonio anónimo de otro psiquiatra,
colaborador de Lagomarsino. Evidentemente, los cinco trastornos de la conducta
mencionados no favorecen a Fernández, especialmente viniendo de uno de sus más
mediáticos detractores. El síndrome de Hubris, por ejemplo, puede definirse
como la adicción al poder o delirios de grandeza. No obstante, Castro defiende
su profesionalidad y no cree que haya violado ningún código de ética médica
escribiendo el libro, alegando que la salud de un presidente es un "asunto
de estado". Además, el periodista deja claro: "Yo no soy el que violó
el secreto o no", trasladando ese asunto de conciencia a sus fuentes
médicas.
Para defender su libro, Castro enumera cómo se manifiestan esos supuestos
trastornos mentales. "Afectan al egocentrismo de Cristina, al culto a su
personalidad excesiva, su poca aptitud para tolerar opiniones dentro de su
Gobierno contrarias a la suya, su tendencia a tomar decisiones sobre temas que
conoce poco, su manejo centralista del poder, la falta de reuniones de
gabinete, su tendencia a creer que la realidad es como ella cree que es y a
creer que las opiniones que son distintas a las de ella son opiniones de gente
ignorante", asegura Castro.
Por su parte, Fernández, que nunca se había referido en público a su
supuesta bipolaridad, reaccionó hace unos días, denunciando una "campaña
cloaca" contra ella y contra el candidato kirchnerista. No sólo negó que
sea bipolar, sino que criticó la estigmatización de los enfermos mentales y
defendió a quienes sufren esa patología refiriéndose a su hermana, sin citarla.
"Sabiendo que en mi familia tengo una persona muy inteligente que se
enferma, porque son tan brutos que creen que los bipolares son locos. Los
bipolares son enfermos que tienen una gran dosis de inteligencia y que tratados
con su medicación son excelentes. Dicen que Einstein era bipolar, ¿no? Lamento,
podría parecerme a Einstein, pero no soy bipolar", zanjó Fernández.
© Escrito por Robert
Mur el domingo 16/11/2015 y publicado por el Diario La Vanguardia de la Ciudad
de Barcelona, España.