¿Por qué mataron al fiscal Alberto Nisman?
Una pericia tecnológica que analiza las
comunicaciones cruzadas entre Cristina Kirchner y ciertos miembros de su
gabinete vinculados a la seguridad y la comunidad de espías, y una
investigación de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sobre un fallido
intento de venta ilegal de uranio desde Argentina a Irán, son dos instrumentos
claves que se están usando para encontrar a los responsables ideológicos y
materiales del asesinato de Alberto Nisman.
© Escrito por Román Lejtman el domingo 23/09/2018
y publicado por el Sitio de Noticias Infobae de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
El fiscal especial del
caso AMIA fue ejecutado tras alegar que la ex presidente había decidido firmar
el Memorándum de Entendimiento con Irán para encubrir a los terroristas. Sin
embargo, ella replicó con una operación mediática y judicial destinada a demoler
la imagen pública de Nisman y a trabar en Comodoro Py su última denuncia antes
de caer por el tiro de un sicario.
Irán necesitaba el uranio
para equilibrar sus capacidades bélicas frente a Israel y CFK arguyó que el
Memorándum serviría para hacer justicia con las víctimas del ataque a la AMIA.
Fueron dos hechos esenciales que anticiparon la muerte del fiscal federal, aún
impune y sin resolver.
Nisman nunca creyó en los
argumentos de Cristina y su asesinato implica una trama con base local y
conexión internacional. Para el fiscal muerto, el pacto con Irán encubría un
negociado vinculado a los granos y al petróleo, que ahora empieza a ceder
frente a los indicios que aparecen vinculados al tráfico ilegal de uranio.
Nisman no pudo ratificar o enmendar su hipótesis de trabajo: fue asesinado
antes de tiempo.
CFK,
su gabinete, sus legisladores, sus operadores judiciales y la corporación de
medios que repetía su discurso, intentaron establecer que el fiscal se había
suicidado cuando tomó conciencia del error cometido al presentar la denuncia de
encubrimiento y traición a la patria.
Cristina y sus aliados no
solo insistieron con la hipótesis del suicidio, sino que además iniciaron una
tarea de demolición de la figura pública del fiscal para condicionar el peso
institucional de su último acto jurídico.
La
ex mandataria desplegó todo su poder para banalizar al fiscal y logró que un
juez federal de primera instancia y dos camaristas federales bloquearan la
investigación formal que costó la vida a Nisman. La denuncia por encubrimiento
y traición a la patria recién avanzó tras un tortuoso proceso que terminó en la
Cámara de Casación Federal. Hasta ese momento, la denuncia era una pila de
papeles con destino incierto.
El cruce de llamadas que
ordenó la Justicia argentina puede aportar evidencia sobre la eventual
responsabilidad penal de Cristina Kirchner, y esa evidencia puede consolidarse
con una investigación que se está ejecutando en los cuarteles de la CIA en
Washington, adonde se intenta encontrar a los responsables de un fallido
negocio de tráfico ilegal de uranio desde Buenos Aires a Teherán.
La inteligencia americana
tiene la copia de un expediente abierto en Brescia (norte de Italia) vinculado
a un caso de corrupción local. En esa causa se ordenaron una serie de escuchas
a políticos y empresarios locales que empezaron a hacer referencia a ciertos
dirigentes, empresarios y militares que operan en el Cono Sur. En las escuchas
se pudo interpretar que se estaba preparando una venta ilegal de uranio
argentino para luego ser transportado a Venezuela con destino final a Irán.
Una copia de ese
expediente fue solicitado por la embajada de Estados Unidos en Roma, que luego
remitió a la CIA. La operación ilegal fracasó, pero hay muchos rastros que unen
esa maniobra delictiva con ciertos miembros de la administración de CFK. Y lo
más llamativo es que la negociación por el uranio ilegal sucedió cuando
Cristina negociaba con Irán el Memorandum de Entendimiento que garantizaba la
impunidad para los terroristas de la AMIA.
Nisman nunca llegó a leer
el expediente Brescia. Lo mataron antes.
En el documental realizado por Infobae, el diputado nacional de Cambiemos Waldo Wolff avaló la teoría del asesinato con intenciones políticas: "Había mucha gente interesada en que el fiscal no tuviera la posibilidad de hacer interrogatorios, allanamientos, indagatorias, detenciones. Nisman iba a sentar en el banquillo de los acusados a toda la cúpula de los servicios de inteligencia argentino".
En sintonía con esto, el
abogado de las hijas del fiscal, Manuel Romero Victorica, sostuvo: "A
Nisman lo matan como consecuencia de su actuación funcional y por la denuncia
que hizo contra los imputados en ese dictamen del 14 de enero del 2015, donde
imputa a la entonces presidente de la nación Cristina Kirchner, al canciller
Timerman y a otros adláteres del gobierno como D' Elía, Esteche, Khalil y otra
serie de personajes".
Y sentenció: "Estoy
absolutamente seguro de que lo mataron. Pero no porque lo diga yo. Lo dice el
expediente".
Por
su parte, Daniel Salcedo, perito de la causa, fue terminante sobre sus
conclusiones: "A Nisman lo mataron. Pudimos demostrar desde el punto de
vista criminalístico, científico y forense que fue un homicidio y no una muerte
violenta de otras características como un accidente o suicidio".
Asimismo,
criticó arduamente cómo se trató la escena del departamento donde fue hallado
el investigador: "Las contaminaciones en la escena del crimen
esencialmente uno puede pensar que responden a impericia, imprudencia,
ignorancia. Lo que es seguro es que no se respetó ningún protocolo de actuación
vigente en el mundo. El hecho de que esté tan contaminado y la actuación haya
sido tan mala en realidad puede responder a dos aspectos: que sean
absolutamente personas amateurs y el segundo es que hayan contaminado a
propósito".