Brecha Social. Papelones que distraen…
“Kid Trababollos”. Dibujo: Pablo Temes.
El Presidente debe pensar seriamente en las cosas que dice, desterrar su soberbia y dejarse ayudar.
Dejamos atrás una semana cargada de significación
política y de sucesos marcados por la crítica situación económica y social. El
informe de la Universidad Católica Argentina –como preámbulo a la colecta anual
de Cáritas–, la presencia de los principales laboratorios productores de
vacunas en el Congreso, la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio
y el disparatado discurso presidencial que despertó la indignación de muchos
países latinoamericanos. Vamos por partes.
© Escrito por Nelson Castro el sábado 12/06/2021 y publicado por el
Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los
Argentinos.
El informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina producido por
la UCA es una bofetada para toda la dirigencia política de la Argentina. Allí
se muestra que durante 2020 aumentó la brecha social, con una pobreza
multidimensional del 44,2% que, en el conurbano bonaerense, crece hasta el
54,3% y presenta graves deficiencias con carencias de todo tipo. La prohibición
de clases presenciales ahondó la diferencia de capacitación entre los diferentes
estratos sociales con otro saldo trágico: apenas el 29,8% de los menores de 17
años participó el año pasado de clases por plataformas virtuales como Zoom. Aun
en este contexto, al Gobierno se lo ve encaprichado en su propia agenda, con
prioridades que están muy lejos de las de la gente común y creído de que con
echarle la culpa de todo a Macri alcanza.
Finalmente, los laboratorios que
concurrieron al Congreso no agregaron mucho más de lo que se sabía. La
Argentina no tendrá la vacuna de Pfizer. Desde el Frente de Todos aseguraron
que no se modificará la ley de vacunas. La diputada oficialista Mara Brawer aseguró que “hoy no necesitamos la
vacuna de Pfizer”. La diputada debería tener claro que los más
de 83 mil fallecidos son el saldo de la improvisación y que si ese inoculante
hubiese llegado en tiempo y forma, se habrían salvado muchas vidas. Que Dios y
la Patria se lo demanden.
Al Gobierno se lo ve encaprichado
en su propia agenda, con prioridades que están muy lejos de las de la gente
común y creído de que con echarle la culpa de todo a Macri alcanza.
El problema de los discursos desafortunados es que, casi
siempre, dejan heridos en el camino. No importa si para recorrerlo uno llegó en
barco y otro en bicicleta. El Presidente debe pensar seriamente en las cosas
que dice, desterrar su soberbia y dejarse ayudar. “Sigue igual que siempre. No
escucha y si escucha, hace lo que quiere. Está convencido de que es un gran
orador y que necesita ser disruptivo y desacartonado para llegar a toda la
gente. Pasó lo que tenía que pasar". Desde hace mucho tiempo circula entre
sus asesores el comentario malicioso pero acertado que sostiene que “Alberto
debería entender que la comunicación política es una ciencia”, aseguran en la
Rosada y agregan: “Pedirle a Victoria Donda que califique sus dichos es un pase
de factura para el otro lado de la coalición. Donda debería haberse ido hace
mucho”.
Internas en JXC.
La reunión de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio tuvo a Mauricio Macri como gran ausente pero contó con la presencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la ex gobernadora María Eugenia Vidal, el auditor general Miguel Ángel Pichetto, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, los senadores Martín Lousteau, Humberto Schiavoni y Luis Naidenoff; los diputados Mario Negri, Juan Manuel López y Maximiliano Ferraro. Se habló de fortalecer la unidad, ampliar la coalición y establecer las reglas del grupo de cara a las primarias. “Se definió algo que, a la vista de un lector desprevenido, parece un detalle mínimo que, sin embargo, puede ser determinante para la ingeniería electoral de las PASO. Me refiero a la utilización del sistema D’Hont para definir bancas y candidatos. Es central porque eso incentivará la participación de sectores que hoy no forman parte del espacio”, destacó un participante.
Más allá del encuentro, la semana dejó dos fotos que
tuvieron a Lousteau y a Rodríguez Larreta como protagonistas. En la primera,
recibieron en Uspallata al intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, un radical
joven que desafió a Mario Negri en la interna; y en la segunda, que tuvo lugar
el jueves, desayunaron con Maximiliano Pullaro, referente radical de Santa Fe
que fue ministro del gobernador Lifchitz y hoy lidera un importante grupo de
intendentes y legisladores que forman parte del Frente Progresista provincial.
La apertura es la nueva regla para los moderados. Entre los halcones y palomas del frente opositor, las aguas siguen
agitadas. Rodríguez Larreta resiste la candidatura de Patricia
Bullrich a ocupar el primer lugar en la lista de diputados de la Ciudad porque,
en la práctica, significaría teñir su perfil dialoguista hacia posiciones mucho
más extremas y renunciar a elegir candidato en su propio distrito. “Hay una
mezcla de estrategia y orgullo. Justo cuando empieza a diferenciarse de Maurico
no puede aceptar que le plante a Patricia si su preferida es María Eugenia”,
aseguran en el entorno del jefe de Gobierno.
Del otro lado de la General Paz la disputa
es entre Diego Santilli y el intendente de Vicente López, Jorge Macri. Este
último “no quiere que los porteños le marquen la cancha y menos con una figura
que puede tener proyección provincial de cara a 2023”. Así las cosas, una parte
de la estrategia será consensuada y la gran mayoría de las listas se definirá
en las PASO. Larretistas y macristas no le temen a esa instancia electoral. Es
más, la necesitan imperiosamente para disipar las tensiones internas de la
coalición.
Las contradicciones de Kicillof.
Hubo sorpresa en la Casa Rosada cuando el gobernador de
la provincia de Buenos Aires anunció el regreso de la presencialidad escolar. Qué
motivó el cambio copernicano de Kicillof? La respuesta es muy simple: las
encuestas que muestran el creciente descontento reinante en el Conurbano como
producto de la catastrófica situación socioeconómica que allí se vive a causa
de la interminable cuarentena.
Es un dato que preocupa mucho a Cristina Fernández de
Kirchner, quien, por lo tanto, le ordenó al gobernador dar por finalizada la
etapa sanitaria de su gestión. Por haber implementado la presencialidad, desde
el oficialismo trataron a Rodríguez Larreta de asesino.
¿Y ahora, qué dirán? Es
la esencia del kirchnerismo: un día dicen una cosa y, al siguiente y con total
descaro, otra exactamente opuesta.
Producción periodística: Santiago Serra.
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