jueves, 26 de marzo de 2020

#Coronavirus. Los desubicados de siempre... @dealgunamanera...

Los desubicados de siempre, el editorial de Jonatan Viale…

Jonatan Viale 

Hace dos meses que estamos en guerra. Y todavía muchos no lo entienden. No es una guerra del tipo tradicional. No hay dos bandos. No hay dos países enfrentados. No se pelea por diferencias religiosas. No se lucha por temas étnicos. No hay un problema ideológico. No está en juego la demarcación de límites. No es una batalla entre unitarios y federales. No es una invasión para quedarse con el petróleo del otro.

© Escrito por Jonatan Viale el martes 24/03/2020 y publicado por A24.com de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.

Es una guerra que une, increíblemente, a toda la humanidad contra un enemigo foráneo, externo, desconocido, invisible, peligroso y letal.

Las armas no son ametralladoras, ni misiles, ni granadas, ni bombas. La única arma eficaz se llama aislamiento social. Es una guerra que nos expone en nuestra versión más humana, más primitiva, más instintiva, más temerosa.

Sin embargo, una vez más, aparecen los desubicados de siempre. Estela de Carlotto no entiende que la sociedad está en fase 'cooperación'. No quiere que nadie le politice el virus. No quiere escuchar sobre Macri o Cristina. No quiere que nadie ideologice el tema. No quiere que nadie meta la grieta. ¿Qué hubiera pasado si le tocaba a Macri ordenar una cuarentena masiva con las fuerzas armadas en las calles? Lo más probable es que Carlotto le hubiera dicho represor, milico, facho y reaccionario. Pero lo está haciendo Alberto Fernández. Y es lo que corresponde. Deberá comprender entonces la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Que no es momento de adjetivar, de comparar, de agredir, de descalificar.

Estar en fase 'cooperación' implica que los refractarios sufrirán la condena social. Lo mismo corre para el ministro de Seguridad de Santa Fe, que está sacando todos los boletos para ganarse una patada en el culo. Ahora se filtraron audios de WhatsApp donde habla con jefes policiales de la provincia.

Ya dijo que este es el virus de los chetos. Ya dijo que el narcotráfico en Santa Fe es 'estacional'. Ya dijo que se vino a Buenos Aires para que no lo caguen a tiros. Ahora dice que los intendentes son de 'cuarta categoría' y especuladores. Insisto, gobernador Perotti, siendo usted una persona inteligente, razonable, mesurada, dialoguista, moderada: ¿Cómo puede tener todavía a semejante cachivache como ministro de Seguridad? ¿Cómo esta persona despectiva y soberbia puede seguir manejando la seguridad de más de 3 millones de santafecinos?

Pero hay más desubicados que no entienden que la sociedad argentina está en fase de cooperación y no quiere chicanas ni violación del contrato social. Arturo Grisoni, dueño de 'El Nazareno', una tradicional marca de alfajores cordobeses posteó en Facebook: "El que quiera hacer cuarentena que la haga pero de por vida, acostado en una cama y con un suero para que no se tenga que levantar ni para ir a la heladera. Yo prefiero morir a estar un minuto encerrado. ¿Por el riesgo a qué? ¿A morir? Toda la vida estás en riesgo de morir desde que abrís los ojos a la mañana. A mí nadie me va a imponer cómo tengo que vivir. Y menos si no le debo nada a nadie. Las medidas contra el “virusito” a nivel país y a nivel mundo no tienen consistencia por ningún lado".

Más desubicados.... Hecho insólito en Tandil, lo descubrieron cuando intentaba ingresar a un country con la mucama escondida en el baúl. El infractor fue denunciado por los vecinos, que de inmediato alertaron a los guardias de la entrada.

Más desubicados... Uno de los directivos de Vicentin navegaba en su yate en plena cuarentena. Nardelli fue demorado por la prefectura cuando paseaba en su lujoso yate por el río Paraná y fue conminado a cumplir con el aislamiento social. Ya estaba imputado por el millonario préstamo irregular que obtuvo Vicentín durante el gobierno de Macri. Ahora enfrenta una nueva causa penal.

Más desubicados... Mirá lo que pasó esta mañana dentro de un colectivo de la línea 67 que circulaba por Recoleta. Una mujer tenía síntomas de coronavirus, se subió igual, no se quiso bajar y ahora obligó a 10 pasajeros más a entrar en cuarentena obligatoria.

Insisto: todo aquel argentino, famoso o anónimo, poderoso o humilde, rico o pobre, peronista o radical, kirchnerista o macrista, que no entienda que estamos en fase de cooperación y que estamos ante una guerra sufrirá la condena social.

La sociedad está sensible y no permite actos individualistas, ni caprichos que pongan en riesgo a la población. Lo mismo corre en el mundo ante líderes que no parecen estar a la altura.

No es el momento para líderes violentos. No es momento para gritos y agresiones. No es el momento de bravucones que construyen su liderazgo a través de enemigos. No es momento de grandes discursos. No es momento de pelear ni con la prensa, ni con la oposición, ni con fantasmas.

En momentos de crisis la gente prefiere líderes serios, fuertes, seguros pero sin delirios. Mientras Maduro, Trump, Bolsonaro, López Obrador se muestran ansiosos y contradicen los protocolos los jefes de estado que muestran responsabilidad Se lucen por contraste.

No hay genialidad en Alberto Fernández. Simplemente contrasta su sentido de la responsabilidad ante las patinadas de los demás.



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