el corazón quedó,
pero una estrella nos llama del sur.
Y un barco de esperanzas cruza el mar.
América, la tierra del sueño azul.
Es un vaso de vino,
es un trozo de pan."
Su casa es de las que dan ganas de vivir allí: cálida, con cierta onda mexicana, atiborrada de libros y fotos con historia. Miguel Bonasso –diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, periodista y escritor–, conoce el lenguaje periodístico, disfruta de la sesión fotográfica y hasta propone: “Si querés hacemos una foto cocinando, algo que me gusta mucho. Otra de mis pasiones es el tango”.
No puede separar las dos cosas que ama: la política y la literatura. Está orgulloso de su último libro, “La venganza de los patriotas” (Editorial Planeta). Su pasión, que a veces se transforma en vehemencia, es la culpable de que en algunos pasajes su voz suba de volumen, hasta transformarse en gritos con aroma a debate parlamentario.
Noticias: ¿Por qué decidió escribir este libro?
Miguel Bonasso: La primera razón es que tenía muchas ganas de volver a la literatura: allí está el gozo, la política es una obligación moral. De manera muy rústica, la política es mi esposa y la literatura es mi amante (se ríe). La segunda es que en 1993, buscando material para “El Presidente que no fue” (N. de R: biografía de Héctor Cámpora), leí la obra de teatro que Juan Bajarlía hizo sobre Monteagudo y dije: puta, qué personaje sensacional. El tipo fue asesor y consejero de Castelli, San Martín, O'Higgins y Bolívar.
Noticias: ¿Dónde quedó el altruismo de la política?
Bonasso: Es difícil comparar al senador (César) Gioja (se ríe) con “el Hachado” (Juan) Arenales, quien vence en la batalla de Florida con doce heridas en el cuerpo y un hachazo en la sien. No es que no hubiera corrupción, deseos de poder, miserias y contradicciones, pero eran revolucionarios, esa es la palabra.
Noticias: ¿Por qué escribió una novela de acción, casi un thriller?
Bonasso: Mi madre, una miliciana socialista vasca, me regaló dos mundos: el real y el más decoroso de Alejandro Dumas. Cuando cumplí 8 años me obsequió “Los Tres Mosqueteros” y todavía soy ferviente admirador de Dumas. Quería rendirle un homenaje a él y decidí contar la independencia de América del Sur como una novela de capa y espada, llena de intriga, relaciones de poder y espionaje. Pero tenía un problema técnico muy serio: al morirse Monteagudo, se me acababa el libro. Mi hijo Federico me dijo: “Tenés que inventar tu D'Artagnan”. Así nació el álter ego de Monteagudo, el general Ayala.
Noticias: Cristina Fernández suele justificar su estilo confrontativo mencionando a Moreno o Monteagudo, que no dudaron en utilizar la violencia.
Bonasso: Estaban en guerra, no eran violentos porque les gustaba. La Presidenta no puede reivindicar “la gesta” y después vetar la Ley de Glaciares. Tener pasión no significa gritar ni levantar el dedito, significa ser consecuente en aquello que se defiende. A los jacobinos, como Monteagudo y Moreno, los caracterizó su consecuencia, no su violencia. Hicieron cosas increíbles, tenían una organización admirable y no había Twitter ni Facebook ( ríe).
Noticias: ¿Qué opina del uso que algunos funcionarios le dan a Twitter?
Bonasso: No se puede condenar al instrumento, el problema aparece cuando lo utilizan sólo para putear. Estoy en contra de la “política caníbal”. La pasión no justifica el agravio. Sentarse con alguien que piensa distinto y tomar las mejores cosas de cada uno no es transar, es hacer política en democracia.
Noticias: ¿En qué consiste la Ley de Glaciares?
Bonasso: La Cordillera de los Andes es la fábrica del agua más pura y potable que tenemos. Las mineras vuelan el cerro, pulverizan las rocas, le agregan millones de litros de agua y lo mezclan con una cantidad enorme de cianuro. A eso le dicen “la sopa”. Encima, esa sopa se hace en un agujero, que en el caso de Pascua-Lama, va a tener 400 metros de profundidad por 340 hectáreas de superficie ¡Estamos defendiendo el agua! Las empresas se quejaban con Gioja porque se les acaba el negocio, entonces Gioja le dijo a la Presidenta que había que vetar, y ella en su momento lo vetó. Estamos hablando de un negocio de 3.000 millones de dólares. Si no defiendo esto a muerte, no puedo ser presidente de la comisión de Recursos Naturales.
Noticias: ¿Qué lo entusiasmó de Kirchner al principio?
Bonasso: Kirchner me prometió cosas que en su gran mayoría cumplió: renovar la Corte Suprema, respetar los derechos humanos, no reprimir los conflictos sociales, etcétera. Yo pensaba que podía ser un gobierno de transición, que permita que las fuerzas populares se organicen. Mientras él recorrió ese sendero, yo y un 70% de la sociedad lo apoyamos.
Noticias: ¿Qué cambió?
Bonasso: Me di cuenta de que seguían ganando los mismos de siempre. Techint se llevaba 2.300 millones de dólares; los Kirchner aumentaban su patrimonio de manera sideral; las mentiras escandalosas del INDEC subestimaban en millones la cantidad de pobres, y la famosa Ley de Medios, por la que tanto peleé, en lugar de proponer al Congreso como autoridad de aplicación quedó en manos de (Gabriel) Mariotto. Es lo mismo si el poder comunicacional se acumula en manos de (Héctor) Magnetto o de Electroingeniería. Yo quiero verdadera pluralidad. No creo en la lealtad entendida como obediencia debida.
Noticias: El diario montonero “Noticias”, que usted dirigía, no era un típico medio partidario...
Bonasso: (interrumpe) Fue un gran diario. La conducción del partido quería convertirlo en un resumidero de comunicados y les decíamos que eso no iba a vender ni 1.500 ejemplares. Imaginábamos un diario popular, que compitiera con “Crónica”, con un despliegue fotográfico espectacular. Y lo logramos. Tenía una dirección colectiva y, es curioso, pero (Horacio) Verbitsky cada vez que habla del tema omite que yo era uno de los directores y que por eso pusieron una bomba en mi despacho y otra en mi casa. Fue cerrado cuando tiraba 150.000 ejemplares.
Noticias: ¿Qué opina del presente de Página/12? Usted fue uno de los fundadores
Bonasso: Se transformó en el boletín oficial. El periodismo debe ser como un sismógrafo, sensible a lo que pasa en la sociedad.
Noticias: ¿Por qué periodistas que en los '90 decían que su tarea era ser crítico del poder, hoy juegan un papel tan diferente?
Bonasso: La pregunta es: ¿cómo Verbitsky terminó siendo el Neustadt de Kirchner?
Noticias: ¿Y cuál es el verdadero Verbitsky?
Bonasso: (piensa) Lo malo de las etapas finales es que son las decisivas. Él se ha convertido en un amanuense del poder. Está del lado de los colonialistas de la Barrick Gold y de las licitaciones beneficiosas para Electroingeniería y yo, que ataco eso, resulta que le hago el juego a la derecha. Verbitsky fue (enfatiza) un gran periodista, ya no lo es.
Noticias: ¿Los Kirchner son o fueron progresistas?
Bonasso: Al comienzo creí que lo eran. Pensaba que eran militantes de los '70 y ni eso. Su participación fue muy periférica, mientras a mí me buscaban para cortarme en pedacitos como un salame, Kirchner hacía usura con los departamentos en Santa Cruz. Después, comenzó una utilización mercantilista de los derechos humanos. Me duele que los mártires de los '70 –con sus errores, pero se jugaron la vida–, sean utilizados para encubrir una corrupción estructural. Quedaron en evidencia ciertas falencias estructurales que, sobre todo los intelectuales de Carta Abierta, deberían ver. Afanar no es progresista. ¡Cuando se roba se condena a la miseria y al hambre a los pibitos! ¡Al que le afana al Estado hay que cortarle la manito! En esto soy jacobino, como Monteagudo.
Noticias: ¿Está de acuerdo con esta cierta apertura que hay en Cuba?
Bonasso: Yo soy amigo personal del comandante Fidel Castro y muchas veces me preguntan cómo conviven en mí la admiración hacia sus políticas y mi prédica republicana en la Argentina. Cuba es una fortaleza sitiada por el imperio más grande del mundo, pretender que tenga instituciones escandinavas es ridículo. Cuba es nuestro último reducto de dignidad latinoamericana. No quiere decir que yo pretenda hacer algo parecido de la Argentina, tenemos diferentes historias, estructuras económicas y sociales. Aspiro a que las cosas cambien sin que se pierda lo esencial de la revolución, como la educación y la salud igualitaria
Noticias: ¿Y qué le parece Hugo Chávez?
Bonasso: También soy amigo de Chávez, pero nos hemos visto muy poco últimamente y creo que se debe a una interferencia... y tengo la sospecha de que algo tiene que ver el amigo (Julio) De Vido. Yo fui el primero que le aconsejó a Kirchner que debía acercarse a Venezuela: si Brasil era el “monopolio bueno”, Venezuela debía funcionar como el fiel de la balanza para equilibrar las relaciones comerciales.
Noticias: ¿Que piensa de la censura en Venezuela?
Bonasso: Hay que ver bien lo que pasa allá. Los medios llevaron a cabo un golpe de Estado en el 2002. Eso excede la libertad de prensa. Si un diario llama abiertamente al golpe, es subversión.
Noticias: ¿Qué Argentina imagina en el 2011?
Bonasso: Es difícil deslindar lo que creo de lo que quiero, pero en la Argentina hace falta una gran coalición socialdemócrata.
Noticias: ¿Cuál es su patriota preferido? ¿Hay patriotas hoy?
Bonasso: San Martín, es el más grande, sin dudas. ¡No por eso lo idealizo, eh! Hay de todo en el libro, hasta le practican una fellatio. Sé que por eso me voy a comer alguna puteada, pero voy a contestar que el Padre de la Patria también se merece una alegría (se ríe). En esta época, de su estatura, no hay ninguno.
Callar las Voces Críticas...
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha dado un nuevo paso en su batalla contra los medios de comunicación, y sobre todo contra el grupo Clarín. El miércoles, en la Casa Rosada, presentó un voluminoso informe en el que acusa a los periódicos Clarín, La Nación y el entonces vespertino La Razón de haber comprado, gracias a las torturas que la dictadura de Videla infligió a sus anteriores dueños, la empresa que actualmente abastece de papel a 170 diarios de Argentina. Con esta maniobra, los Kirchner convierten a esas cabeceras en cómplices del régimen militar y se reservan para ellos el papel de justicieros que solo pretenden acabar con las afrentas de un pasado tenebroso.
Tanto Clarín, que tiene hoy el 49% de la papelera, como La Nación, que es dueña del 22% (un 27% corresponde al Estado), han dado otra versión de los hechos. La compra de Papel Prensa a la familia Graiver, afirman, se produjo cinco meses antes de que sus miembros fueran detenidos por la dictadura, acusados de tener vínculos con el grupo armado de los Montoneros. La compra fue legal y pública, se informó de ella y, durante los 27 años de democracia, no ha habido denuncia alguna de que hubiera habido alguna irregularidad en aquella operación. Isidoro Graiver, hermano de David, el dueño de Papel Prensa, ha confirmado que las cosas sucedieron así y que él mismo participó en la venta. La viuda del propietario, Lidia Papaleo, defiende en cambio la versión oficial.
El episodio está lleno de ángulos oscuros y resulta aún más turbio si se lo analiza en el contexto del asedio al que los Kirchner tienen sometido al grupo Clarín desde la crisis agraria de 2003, en la que el diario fue muy crítico con su gestión. A partir de entonces, los ataques contra ese medio de comunicación no han cesado: crearon una ley antimonopolio para debilitarlo (impugnada por ahora en los tribunales), les quitaron los derechos de retransmisión del fútbol y, hace muy poco, cancelaron su licencia como operadora de Internet (donde tenían 1,5 millones de abonados).
En el caso de Papel Prensa, los Kirchner quieren aprobar una ley para que sea el Estado el que controle la producción de papel. Es un paso más para ahogar las voces críticas, y que muestra la veta cada vez más autoritaria de la pareja, obsesionada por conservar el poder y que, como las peores dictaduras, podría esta vez haber manipulado el pasado reciente, que tanto pesa en los argentinos, para salirse con la suya.
© Publicado en el Diario El País de Madrid, como Ediotrial, el viernes 27 de Agosto de 2010.
Fátima no olvida la masacre...
El 20 de agosto de 1976 fueron encontrados en ese paraje bonaerense 30 cuerpos esparcidos en un radio de treinta metros: habían sido baleados y después dinamitados.
Ahora, sin leyes de impunidad, la causa avanza El juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó la captura de seis oficiales y un suboficial retirados de la Policía Federal por la denominada "Masacre de Fátima", como se conoció al homicidio de una treintena de personas el 20 de agosto de 1976.
Según consideró probado la Justicia a mediados de la década de 1980, todas ellas estaban detenidas en forma ilegal en la entonces Superintendencia de Seguridad Federal de la Policía Federal, de donde fueron trasladadas –maniatadas, vendadas y presuntamente drogadas– al cruce entre un camino de tierra y la ruta 6, cerca de la localidad bonaerense de Pilar.
Allí fueron ejecutadas con "heridas de bala en el cráneo efectuadas a más o menos un metro de distancia", según consta en la causa, y luego dinamitadas en "una única explosión que esparció los cadáveres en un radio de 30 metros".
Pero a finales de los años 80 la aplicación de la leyes de punto final y de obediencia debida dejó trunca la investigación e impidió la sanción a los responsables del asesinato, cuyo número tampoco fue caprichoso: entre los restos se encontró una tarjeta que tenía escrito "30 x 1". Días antes había sido asesinado el general Omar Actis, uno de los organizadores del Mundial de fútbol que se haría dos años después.
La orden de arresto está dirigida contra los comisarios generales Juan Carlos Lapuyole y Carlos Marcote –señalado como torturador, actuaba bajo el apodo "Lobo"–, los comisarios inspectores Miguel Ángel Trimarchi –apuntado como jefe de los grupos de secuestradores de la Superintendencia– y Carlos Gallone –"Carlitos" o "Duque", jefe de un grupo de secuestro–, el comisario Jorge Mario Veyra –jefe de operaciones, dirigía los secuestros y se lo conocía como "Loco" o "Pájaro loco"–, el principal Carlos de la Llave –jefe de la brigada "Los Intocables", un grupo de secuestradores– y el suboficial Luis Alberto Martínez –"Japonés", miembro de uno de los grupos de tareas–.
La medida fue dispuesta en el marco de la causa que instruye Canicoba Corral por delitos cometidos en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército durante la última dictadura militar. Para su cumplimiento inmediato, la resolución fue notificada al jefe de la Policía Federal, comisario general Eduardo Prados.
Impulsada por el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), la causa estuvo a cargo del juez federal Sergio Torres, pero luego pasó a manos de Canicoba Corral cuando éste tomó la investigación, reabierta por orden de la Cámara Federal porteña tras la anulación de las leyes de impunidad resuelta por el Congreso nacional.
Hasta entonces, la causa estuvo paralizada e incluso durante 20 años ni siquiera se supo quiénes habían sido asesinados de esa forma: de las treinta víctimas, cinco habían sido identificadas a principios de los 80. Ellas son Inés Nocestti, Ramón Lorenzo Vélez, Angel Osvaldo Leiva, Alberto Evaristo Comas y Conrado Alsogaray. Recién en 1997, y en el marco de los Juicios por la Verdad, el Equipo Argentino de Antropología Forense hizo la exhumación de 25 cuerpos "y en 1998 comenzaron las identificaciones por medio de análisis genéticos, y la devolución de los cuerpos a sus familiares. Se logró entonces la identificación positiva de otras ocho personas, tras lo cual la Cámara Federal autorizó la devolución de los restos a sus familiares", informó el Cels.
Las víctimas identificadas son Jorge Argente, Susana Pedrini de Bronzel, su marido José Bronzel, Cecilia Podolsky, Horacio García Gastelú,Selma Ocampo, Rosa Cirullo de Carnaghi y Norma Frontini de Díaz. Pese a que los restos fueron encontrados en el noroeste del conurbano bonaerense, la Cámara Federal resolvió que el caso quedara en jurisdicción de la Capital Federal, ya que las víctimas habrían sido sometidas a vejámenes en en el Departamento Central de la Policía Federal.
Por la masacre, en octubre de 2002, el general Albano Harguindeguy fue denunciado como responsable de la desaparición forzada, torturas y homicidio de los 30 jóvenes, ya que al momento de los hechos era ministro del Interior, y como tal responsable de los centros clandestinos de detención que funcionaron en las delegaciones de la Policía Federal. Según recordó además el Cels, investigaciones previas a la denuncia llevaron a demostrar que la noche anterior a la masacre, las 30 personas fueron sacadas del centro clandestino de detención Superintendencia de Seguridad Federal.
20 de Agosto de 1976 El policía "arrepentido" Víctor Luchina --según el testimonio que brindó en la Conadep-- estaba de guardia en el edificio de Moreno al 1400 donde funcionaba la Superintendencia la noche que trasladaron a las 30 personas. "Apagaron todas las luces. Sólo quedaron encendidas las del ascensor y de la playa de estacionamiento. Recuerdo que los detenidos eran treinta porque fueron contados. Algunos venían en mantas, envueltos, parecían estar muertos; otros venían tambaleándose como drogados", manifestó Luchina. El ex policía atestiguó que ayudó a cargar a los detenidos en un camión verde oscuro. "Estos se van para arriba", le comentaron. Al día siguiente --dijo-- se enteró por los diarios que "habían sido dinamitados en Pilar". La masacre habría sido la "respuesta" al atentado contra el general de brigada retirado Omar Actis, realizado en Wilde el 19 de agosto de 1976.
Las víctimas de Fátima fueron asesinadas por disparos de armas de fuego en el cráneo. Dos cadáveres estaban destrozados ya que los cuerpos habían sido dinamitados. En ese momento, a partir de que se tomaran las huellas dactiloscópicas de los cuerpos, se pudieron identificar a cuatro personas cuyos datos aparecían en los registros de la policía de la provincia de Buenos Aires. Pero la causa se cerró rápidamente y no se retomó hasta 1982, cuando ya se habían "perdido" las huellas.
En 1985 el equipo argentino de antropología forense exhumó los cuerpos que estaban enterrados en el cementerio de Derqui. La sanción de la Ley de Obediencia Debida motivó que la "causa Fátima" pasara por varios juzgados hasta que la tomara la Justicia Militar. El expediente se archivó y 24 cajones de madera con restos sin identificar quedaron en un cuartito del cementerio. Diez años después, con el marco jurídico del Derecho a la Verdad, el equipo de antropología forense y la Cámara Federal porteña reabrieron el caso. Del sobre de un expediente rescataron la llave del recinto donde estaban los cuerpos. Con la posibilidad de realizar los estudios de ADN se mandaron las muestras al exterior para ser contrastadas con sangre de familiares de desaparecidos.
El año pasado se supo que Susana Elena Pedrini de Bronzel era una de las víctimas de la masacre de Fátima. Entre las seis personas que terminaron de ser identificadas la semana pasada está su esposo, José Bronzel, junto a quien había sido secuestrada.
Los jueces de la Cámara porteña y los familiares de las víctimas coinciden en que la identificación de los cuerpos no es la conclusión de la búsqueda de la Verdad sino que, a partir de la recuperación de identidad de los desaparecidos, se puede profundizar en la reconstrucción histórica.
© El Ciudadano, Rosario, agosto 2004
Huracán es una cosa cuando ataca y otra cuando defiende. A la vista quedó esto en Parque Patricios, donde se topó con un Newell's vivo, que cada vez que Mauro Formica le encontró vulnerable la espalda a Brítez Ojeda lastimó. Porque la Lepra no hizo uno de los mejores partidos del campeonato, pero supo hacerse con las jugadas más claras y hasta podría haberse llevado dos puntos más para Rosario.
El Globo arrancó con el doble enganche bien pronunciado: Matute Morales y Mariano Martínez se hicieron con la tenencia de la pelota no bien pitó Luis Alvarez. Eso, sumado al dolor de cabeza que significó César Montiglio en el primer tiempo, hizo que Huracán creciera en su juego y fuera el más constante de los dos en el verde césped.
Sin embargo, Newell's tiene sus métodos para hacer transpirar la frente del rival de turno y así, con el Gato bien suelto, casi se puso arriba por una torpeza de Gastón Machín: el blondo topó al Diez, que estaba solito frente al arco, y penal. Pero habría más sorpresitas: Rolando Schiavi, que no suele fallar, esta vez no fue verdugo y Gastón Monzón –invasión de Ezequiel Filippetto mediante- lo dejó con los brazos en jarra al desviar su tiro desde los doce pasos.
Huracán se salvó en las manos de su arquero, y gracias a una jugada de tiki tiki golpeó primero. Martínez metió un gran pase en profundidad, Montiglio, que le ganó la espalda a Marcelo Stigarribia durante toda la primera mitad, picó al vacío y se la dio al Roly para que la empujara y convirtiera su primer gol con la camiseta del Globo.
Pero la Lepra nunca se entrega y salió con todo en la segunda parte. En un aluvión de llegadas, acorraló al Globo en su área. Así, Mauricio Sperdutti, siempre abocado al ataque, aprovechó un pinball entre Facundo Quiroga y Ezequiel Filippetto para estampar el empate. Una igualdad con sabor a poco pero justa: Huracán por constante y Newell's por punzante.
© Escrito por John Jones y publicado por el Diario Deportivo Olé de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 26 de Agosto de 2010Los del Viaducto tuvieron orden y profundidad. Rompieron la racha sin ganar en su cancha y lo metieron en un problema a Huracán. El equipo del Globo jugó mal y se le empiezan a complicar los números...
El orden muchas veces es más que suficiente. Arsenal se mostró con un plateo prolijo. Sin grandes aspiraciones, pero sin huecos tácticos como para que Huracán se filtre. El equipo de Parque Patricios fue, en el inicio del partido, mucho más dueño de la pelota. Su control no tenía profundidad y dependía de los remates desde lejos de Machín.
Parecía que con esto, lo controlaba. Pero así como su pase al ataque era bueno, su retroceso carecía de orden. Y Arsenal, sin romper su estilo, sorprendió en una contra. De izquierda a derecha lo tomó a contrapierna y el centro largo fue aprovechado por Obolo. El gol de Arsenal planteó la historia diferente. Huracán, con la obligación total y el local esperando la contra para liquidarlo.
22 de agosto de 1972 - Masacre de Trelew |
Fuente: Testimonios extraídos del libro Lo pasado pensado, de Felipe Pigna, editorial Planeta, 2005. |
El 15 de agosto de 1972 miembros de las organizaciones guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y Montoneros intentaron concretar una fuga masiva de la cárcel de Rawson, donde se encontraban recluidos. Durante la huida murió un guardiacárcel. Seis jefes guerrilleros –Mario Roberto Santucho, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna , del PRT-ERP, Marcos Osatinsky y Roberto Quieto, de las FAR, y Fernando Vaca Narvaja, de Montoneros- lograron subirse a un avión secuestrado y refugiarse en Chile, desde donde partirían más tarde hacia Cuba. Sin embargo, el objetivo perseguido -la fuga masiva de más de un centenar de personas- no logró alcanzarse. “Se formaron distintos grupos: un primer grupo de seis, que se fuga, un segundo grupo de 19, que es el que queda en el aeropuerto, y un tercer grupo de 110, que no alcanza a fugarse”, señala el ex jefe montonero Fernando Vaca Narvaja, uno de los protagonistas de la fuga del penal de Rawson. Las 19 personas a las que alude el líder montonero no llegaron al aeropuerto a tiempo para subir al avión y se rindieron el 16 de agosto ante los efectivos militares, solicitando garantías públicas por sus vidas en presencia de periodistas y autoridades judiciales. El capitán de corbeta Luis Emilio Sosa los condujo a hacia la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew. “Lanusse sacó de jurisdicción al penal de Rawson y al Aeropuerto de Trelew y decretó el estado de sitio en el momento en que se estaba negociando. De esta forma, la máxima autoridad ya no era el juez civil sino el jefe militar de la base. Entonces, en vez de reintegrarlos al penal, se los trasladó a la base militar Almirante Zar y en la madrugada del 22 se da esta salvajada del fusilamiento. Los responsables directos fueron los capitanes Sosa y Bravo y parte del cuerpo de suboficiales de la Marina”, sostiene Fernando Vaca Narvaja. En la madrugada del 22 de agosto los detenidos fueron instados a salir de sus celdas formando dos hileras. En ese momento, los militares dispararon sus ametralladoras y mataron a dieciséis de los diecinueve detenidos. De acuerdo con la versión oficial, uno de ellos, Mariano Pujadas, había intentado arrebatarle la pistola a Sosa en un nuevo intento de levantamiento. Sin embargo, los tres sobrevivientes de la masacre, María Berger, Carlos Alberto Camps y Ricardo René Haidar, gravemente heridos, aportaron sus denuncias y testimonios sobre el fusilamiento. La versión de la Marina “Los hechos ocurridos (en Trelew) han despertado dos actitudes en la gente que nos rodea. Unos pretenden acusar a la Armada de haber provocado una masacre intencional. Los otros, ante el hecho consumado, lo justifican y hasta lo aplauden, dada la peligrosidad de los presos. Ni unos ni otros tienen razón. La Armada no asesina. No lo hizo, no lo hará nunca. Se hizo lo que se tenía que hacer. No hay que disculparse porque no hay culpa. No caben los complejos que otros tratan de crear. La muerte de seres humanos es siempre una desgracia. Estos muertos (alude a los sediciosos) valen menos, en el orden humano, que el guardia cárcel Valenzuela (muerto el 15 de agosto en el operativo de fuga de la conducción guerrillera), que los humildes argentinos del orden público muertos en servicio.” (Declaraciones de Horacio Mayorga, jefe de la Aviación Naval –uno de los responsables de la represión en el campo de concentración que funcionó en la ESMA-, en La Prensa, 6 de septiembre de 1972. |
Autor: Testimonios extraídos del libro Lo pasado pensado, de Felipe Pigna, editorial Planeta, 2005. |
Fuente: www.elhistoriador.com.ar |
Murió Hugo Guerrero Marthineitz... Hasta pronto Negro Querido...
El popular locutor peruano Hugo Guerrero Marthineitz, que venía atravesando un difícil momento económico y de salud, murió esta mañana a los 86 años de un ataque cardiorrespiratorio, informó Cadena 3.
Guerrero Marthineitz falleció esta mañana en el Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, donde permanecía internado. A principios de julio había sido internado en un neuropsiquiátrico de Belgrano R, por la paupérrima situación económica que atravesaba en los últimos meses. Hasta allí ya había llegado con un estado de salud delicado y con muy poco peso.
No habrá velorio y sus restos serán sepultados este domingo a las 10.15 en el cementerio de Chacarita.
© Publicado en el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el sábado 21 de Agosto de 2910.
Tiki tiki y a la bolsa...
A River le alcanzó con un buen primer tiempo para dejar en el camino al Globo. Buen partido de Affranchino (gol) y Ortega. Para el Burrito no fue completo: se fue expulsado en una jugada polémica. Ovación para Cappa y el Millo puntero.
La mano se le fue un poco, a lo mejor como para terminar de convencer a Laverni del color de la tarjeta, pero pareció un castigo demasiado grande para Ariel Ortega, que hasta allí venía haciendo el mejor partido desde que Angel Cappa es el técnico de River. Una expulsión que traerá polémica, pero que no será tan comentada porque los tres puntos son lo verdaderamente importante, esta vez también por la manera y que de a poco van despejando las dudas de River con su flaco promedio del descenso. Hoy River disfruta de la punta.
De entrada se notó que Ariel iba a tener un partido distinto, cuando se lo vio movedizo por todo el frente de ataque tratando de ser el receptor y el armador de todas las jugadas. Y esta vez con un respaldo físico que le sirvió para sacarse la marca, para no llegar cansado a la última puntada y para que su visión del juego fuera la que finalmente se impusiera en Parque Patricios. Así nació el primer gol, con una gran apertura de Ariel para Funes Mori, que se sacó un hombre en una baldosa para dejar solo a Affranchino frente a Monzón.
Y ese gol trajo tranquilidad, liberó mucho de la mochila pesada que significa para un grande tener que sumar también pensando en el descenso y no sólo en la coronación. Así River pisó fuerte en el Ducó, con un Almeyda, también agrandado, que fue la clave para que otra vez el arco de Carrizo terminara en cero. Buen trabajo de Affranchino por afuera y de Funes Mori por adentro, bajando todo lo que le tiraron y apostando a su habilidad para convertir en peligrosas pelotas que parecían intrascendentes. El chico tiene pasta, se nota, como también se nota que con el correr de los partidos la camiseta lo presiona menos y por eso se suelta y juega.
Huracán buscó siempre por el lado de Arano, que fue creciendo con el correr de los minutos. Tuvo a Matute Morales muy contenido por los volantes de River y a Roly Zárate muy solo arriba hasta que ingresó Martínez por Nieto. El equipo de Cappa siguió apostando a la pelota contra el piso y a las triangulaciones de Ortega, Buonanotte y Funes Mori, los verdaderos hacedores de un triunfo que lo dejó en la punta.
Se le pudo haber complicado a River con la expulsión de Ortega, en una jugada que de primera impresión parecía exagerada, pero que con la ayuda de las cámaras lo muestran estirando el brazo, como con intención de querer golpear. Laverni no dudó, corrió buscando el bolsillo de su pantalón y el Burrito se fue sin chistar, como sabiendo que algo había hecho como para merecerla. Una pena para él, porque Ariel era hasta ahí la figura excluyente, el verdadero hacedor del incipiente tiki tiki del millonario.
Cappa tiene puntaje ideal, algo ideal como para mejorar sin tantas presiones. Todavía le siguen doliendo los centros cruzados y estuvo muy cerca Huracán de llegar al empate pero le faltó puntería. También el técnico visitante tendrá una semana emotiva, por todo el cariño que recibió de la gente de Huracán y porque hoy su River por momentos se pareció al de aquel exquisito tiki tiki que lo puso a tiro del título que se llevó Vélez.
Los Goles...
El Partido...
© Escrito por RodrigoCalegari y publicado por el Diario Deportivo Olé el domingo 15 de Agosto de 2010.