sábado, 26 de octubre de 2013

Casero... De Alguna Manera...


Casero...

Por Youtube, el artista pide derecho a réplica a 6,7,8.

Cuando uno se da cuenta de las reglas del juego, el juego se destruye. Se podría decir que eso hizo Casero: descubrió que el juego del kirchnerismo consistía en asustar a todos los que pensaran distinto bajo la amenaza de acusarlos de apoyar a la dictadura y de ser enemigos del pueblo. Entonces, fue directamente a sobreactuar lo opuesto para terminar, con ironía, develando el juego K. Sería algo así como la terapia de la prescripción del síntoma que promueve la Escuela de Palo Alto para tratar la neurosis.

La cuarta aparición pública de Casero, que es su segundo video en YouTube, donde termina tarareando la música de Los Muppets y diciendo “informó Lex Luthor”, el archienemigo de Superman, podría indicar eso. Me río de ustedes, los provoco, señores de 6,7,8, TVR y Duro de domar.

Y lo logra porque los productos de Gvirtz fueron mucho más moderados, sumado a que los de Szpolski directamente no se metieron cuando se hubieran cansado de hacer tapas en el pasado. Es cierto también que el contexto es otro –cada vez se les anima más gente– y no hubieran reaccionado igual hace varios años.

Pero no pareció el mismo Casero en sus anteriores apariciones. La primera, en la radio con Lanata, fue un hombre que justificaba su impulso de haber enviado un tuit crítico a Cabandié concentrado en su caso personal: el de quien descubrió que aquel que creía su padre no lo era, algo que inhibe la polémica porque se pueden discutir los pensamientos pero nunca los sentimientos.

En la segunda aparición, también con Lanata pero en la televisión, y quizás en consonancia con el marco de ese programa, aparece mayormente el Casero polemista. Y ya en los dos videos de YouTube emerge totalmente el desafiante, el que retando a duelo a Gvirtz, productor de los programas oficialistas, reta a duelo al relato kirchnerista. Casero comienza triste (“yo viví”, “yo sentí”) y termina alegre y sobrador (“yo me la banco”).

El Casero más argumentativo, el de la televisión con Lanata, ataca la cuestión central de la puntuación en el análisis del discurso. Un clásico de la teoría de la comunicación, donde un cambio en la puntuación cambia todo el significado, y que Gregory Bateson popularizó con la rata del laboratorio diciendo: “He logrado domesticar a mi experimentador, cada vez que apoyo la palanca él me trae comida”.

El kirchnerismo pone el punto en 1976 y allí comienza su historia, Casero corre el punto hacia atrás e incluye a la Triple A y la guerrilla de los 70, la misma historia para él comienza antes.

Los primeros seis minutos de ese reportaje con Lanata, Casero tiene una lógica argumentativa coherente, pero cuando vuelve sobre el tema de su padre que no era su padre, su cara se transforma y entra en una confusión donde tiene razón Carlotto en que su discurso se convierte en delirante, probablemente afectado por emociones personales atravesadas por el Edipo, la crisis de la mediana edad, cuestiones generacionales y hasta eventuales condensaciones de Cabandié con su hijo, al que pareciera describir como filo kirchnerista, y de él mismo con Cabandié por haber sido educado por un padre falso. Serían huellas de esas emociones frases como “vos callate, que no sabés nada”; “vení, enseñame lo que es la dictadura”; “es difícil explicarles a los jóvenes”; “yo soy abuelo, tengo 50 años, pronto 51”. La diacronía es múltiple porque es cierto que Cabandié vivió los efectos de la dictadura pero no la dictadura y que el ADN con el que Casero descubre que su padre era otro nada tenía que ver con la causa de las Abuelas de Plaza de Mayo, demostrando, como decía Freud, que el inconsciente es atemporal.

Pero Casero se recupera volviendo a atacar con maestría el relato K al denunciar que replica lo mismo que critica porque durante la dictadura se defenestraba materialmente al crítico mientras que en la era K se lo defenestra simbólicamente, con correctivos difamatorios de los medios de Gvirtz y Szpolski, lo que genera otra forma de vivir coaccionado y con miedo.

El uso de la palabra “correctivos” mediáticos por parte de Casero apela al destino de las pulsiones que Freud explicaba muy bien terminando en su contrario: sadismo-masoquismo, por ejemplo. Ciertos setentistas o sus herederos quedaron impregnados del mal que combatían. “Cuanto más se enardecen conmigo, más me recuerdan a los militares”, agregó.

Aunque no tanto como el de Cabandié, los dos videos de YouTube de Casero llamaron mucho la atención por la misma causa: no hablaban sólo de su experiencia personal sino que fueron una metáfora de un conflicto latente en todos.

Pero Casero cae en el mismo error en que un cambio de puntuación cambia todo el significado, en su caso el del kirchnerismo, y a partir de la 125. El sostiene que al comienzo de la era K simpatizaba con el Gobierno pero que todo cambió el día que D’Elía maltrató a Fernando Peña, porque allí comprendió que para los K “si no te gusta el modelo nacional y popular sos un oligarca hijo de puta”. 

Pero el problema ya venía de antes porque defenestrar al otro, ser maniqueo, aplicar la lógica de amigo-enemigo y ser agresivo fue siempre un sello del kirchnerismo, que ya traía desde su gobernación en Santa Cruz, nada más que en los primeros años no se lo quería ver porque el Gobierno era útil en otros planos.

Casero, con el desparpajo narcisista de los artistas, dice las mismas verdades que a veces sólo se atreven a decir los locos y los niños. Lo bueno es que cada vez menos gente tenga miedo a repensar un tema tabú.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el viernes 25/10/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Los videos










jueves, 24 de octubre de 2013

YPF-Chevron, un sólo corazón II... De Alguna Manera...


La cláusula secreta del acuerdo YPF-Chevron...

Miguel Galuccio, CEO de YPF, junto a su par de Chevron, John S. Watson. 

El diario The New York Times hizo público lo que “no se podía decir” del acuerdo. Se revelaron algunos entretelones del acuerdo entre YPF y la estadounidense Chevron para avanzar con la explotación de hidrocarburos en Vaca Muerta pese a que el Gobierno argentino ha tratado de mantenerlo en el mayor de los secretos.

De acuerdo con datos revelados por el diario New York Times reveló que la salida de la compañía Chevron no sólo se concretaría sin penalización alguna sino que, además, continuará recibiendo parte de las regalías de aquellos pozos que alcance a poner en marcha antes de emprender su retirada.

“Funcionarios petroleros argentinos dijeron que el acuerdo Chevron-YPF protegerá a la empresa estadounidense de una pérdida pecuniaria ligada a un cambio de los vientos políticos”, publicó el The New York Times. Y agregó: “Si la compañía invierte US$ 1.200 millones puede retirarse 18 meses más tarde de las operaciones, sin penalización alguna, y continuará recibiendo los beneficios netos del 50% de la producción de los pozos iniciales a perpetuidad”.

A esto se suman otras revelaciones claves como:

• La ley aplicable del convenio, en caso de incumplimiento o disputas, no es la de Argentina sino la que rige en la ciudad de Nueva York.

• En caso de existir un desacuerdo o un conflicto entre Chevron y la petrolera nacional, la jurisdicción no sería los tribunales argentinos, sino la Corte Internacional de Arbitraje de laCámara de Comercio Internacional (CCI), con sede en Francia.

El tercer ítem, que niega el CEO de YPF Miguel Galuccio pero que se confirmó por fuentes cercanas a Sapag y representantes de la Asociación de Abogados Ambientalistas, es el siguiente: YPF depositará en sucesivas semanas US$ 100 millones en un banco de los Estados Unidos en concepto de escrow (depósito o garantía) para que Chevron pueda, eventualmente, cobrar de esa cuenta las futuras utilidades del negocio.

En tanto, fuentes cercanas al Ministerio de Energía provincial reconocieron a Infobae no estar al tanto de lo publicado por The New York Times y, mucho menos, de las ventajas y garantías de las que podrá valerse la firma estadounidense, en caso de ocurrir cambios en el plano político.  ”El marco de la negociación se ha manejado íntegramente en Buenos Aires y a la provincia neuquina sólo le queda acatar lo que decida YPF, que es la que hoy tiene potestad sobre Vaca Muerta”, expresó a este medio un funcionario de esa cartera, en off.  ”Que Chevron se pueda retirar es algo que el presidente de YPF reconoció en más de una oportunidad. Es decir, no es una sorpresa. Pero el hecho de que la estadounidense sólo aportará tecnología para que la estatal haga la explotación torna grave que se le permita ganar regalías por los pozos que incluso podría dejar”, añadió.

“Probablemente -agregó- esta información que ahora llega desde Estados Unidos obligue a hacer algún tipo de aclaración en la Argentina. Tengo dudas de que eso suceda, porque está a la vista que YPF quiere poner en marcha el proyecto como sea, sin detenerse a dar explicaciones”.

© Publicado el jueves 24/10/2013 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.