Madera Plástica Mendoza…
Emprendedores
mendocinos evitan la tala de árboles reciclando plásticos para fabricar postes.
© Publicado el domingo 12/07/2020 por el Periódico Digital El Ciudadano de la Ciudad de Rosario de Santa Fe, Provincia de Santa Fe de la
Veracruz, República de los Argentinos.
Residuos
plásticos como botellas de shampoo, gaseosas y fardos son transformados en
postes y tablas plásticas que son pretendidos por diferentes industrias. El
objetivo es reemplazar los cinco millones de postes de madera que equivalen a
un millón y medio de árboles talados al año en Mendoza.
Tres
amigos y emprendedores mendocinos buscan evitar la tala de 1,5 millones de
árboles reciclando residuos plásticos como botellas de shampoo, gaseosas y
fardos para transformarlos en postes y tablas plásticas que son pretendidos por
diferentes industrias de Mendoza y Buenos Aires.
Se
trata de Carlos Arce, de 46 años; Pío De Amoriza, de 38; y Leonardo Cano, de 43, quienes son los
responsables del emprendimiento “Madera Plástica Mendoza” (MPM), que comenzó con pruebas y error en 2017 y cuya
planta está ubicada en la localidad mendocina de Junín, a unos 45 kilómetros de la capital provincial.
Ellos
transforman basura de distintos residuos en postes para viñas y tablas para
piso, abastecen a los viticultores mendocinos, entre otros clientes y trabajan
en conjunto con el Instituto de Calidad
y Sanidad Agropecuaria (Iscamen) y la municipalidad de Junín.
Los
emprendedores coincidieron que el objetivo es reemplazar en parte los cinco
millones de postes de madera que equivalen a un millón y medio de árboles
talados al año que se utilizan en Mendoza.
“Cada
poste reciclado se denomina Vidplats,
recupera más de 10 kilos de residuo plástico y nuestros postes instalados
recuperan cerca de 6.000 kilos de basura de este material por hectárea,
evitando la tala de más de 300 árboles”, detallaron los emprendedores.
Cano,
uno de los socios, contó a Télam los
comienzos de este proyecto: “Somos tres amigos entusiastas. Por ejemplo, yo soy
psicólogo no practicante, y se nos ocurrió esta idea de reciclar hace tres
años, con prueba y error, empezamos con máquinas chiquitas, fuimos probando
prototipos”.
En
esos primeros momentos, para dar forma a la idea, los emprendedores necesitaron
dinero: “Tomamos un crédito del Fondo
Semilla de la municipalidad de capital e invertimos en máquinas
industriales más grandes y hasta utilizamos nuestros recursos, vendimos motos,
autos, instrumentos musicales y, en un poco más de un año, fuimos escalando”,
agregó Cano.
El
emprendimiento consiste en el acopio de plástico reciclado que se junta gracias
a la colaboración de recuperadores urbanos, distintas empresas del agro y un
grupo voluntario de siete chicas, denominadas “Botellas con amor”.
Además,
esta iniciativa cuenta con el apoyo de los municipios de Junín y de Godoy Cruz,
que se encargaron de disponer puntos limpios para el depósito de plásticos.
En
cuanto a las características del material reciclado, los socios detallaron que
la fabricación de postes para viñas es elaborada de material plástico cien por
ciento reciclado, se producen sin uso de agua y son resistentes a inclemencias
climáticas, humedad, insectos y productos químicos.
Los
emprendedores aclararon que, al principio, hacían los postes con punta, pero
por una recomendación técnica vinculada al peso y la humedad de la tierra
regada que generaba que los parrales los enterraran, los cambiaron y ahora se
colocan con el mismo método tradicional y soportan los golpes de las máquinas
sin problemas, no se astillan, ni se rompen.
“El
proceso es muy simple, todo lo que nos llega lo molemos, hacemos una mezcla
jugando con la propiedad de cada tipo de plástico, lo mandamos a un horno con
calor, que moldea y da forma al poste de viña que mide dos metros de largo y
ocho centímetros de ancho y que pesa 10 kilogramos y el costo de venta por cada
producto es de 500 pesos”, enumeró Cano.
Sobre
el otro producto, la tabla plástica creada a partir del reciclaje de este
material, Cano señaló: “Estamos incursionando en el tema de tablas que se puede
utilizar para fabricar bancos para plazas, pisos o muebles, y nos están
pidiendo huertas orgánicas, composteras de diferentes medidas”, listó.
Además
del proceso correspondiente de industrialización, esta pyme antes de hacer la
disposición final de los residuos, recibe de Iscamen, los fardos plásticos en
el centro de acopio transitorio (CAT) de ese Instituto, quienes verifican que
los bidones tengan triple lavado, los limpian y los categorizan.
Este
proceso permite además que MPM califique como emprendimiento operador de envase
fitosanitarios clase “A”, autorizado por la Dirección de Protección Ambiental de la provincia (DPA).
“Estamos
procesando unos 1.500 kilogramos de basura plástica que equivale a unos 200
postes diarios, a pesar de este contexto de pandemia y la dificultad de
producir por el distanciamiento social, pudimos seguir trabajando después de un
parate durante marzo y abril”, intervino en el diálogo Carlos Arce.
Y
agregó: “No queríamos que llegara el virus a través de personas ni de la
basura, de manera que no frenaron los pedidos pero si el acopio de residuos”.
Este
emprendedor se entusiasmó con las posibilidades de esta idea que comenzó hace
tres años: “Disfrutamos este trabajo genuino, queremos seguir creciendo y
transformando ese plástico que va la basura para generar conciencia y que más
gente se sume a este desafió”.
Esta
pyme participó en el 2018 del concurso nacional “Mentes Transformadoras”, en el que compitieron con otros 17
emprendimientos de innovación social de distintas regiones del país y
obtuvieron el tercer puesto. Además, la Legislatura mendocina los reconoció, en
el 2019, con la Mención de Honor al
Impacto Social.