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sábado, 14 de marzo de 2015

Omar Bello, periodista. Q.E.P.D. De Alguna Manera...

Omar Bello, el filósofo que se animó a ver todo a pura originalidad y provocación

Fatalidad. Bello encontró la muerte el jueves al mediodía, cuando chocó su auto (foto) en el kilómetro 151 de la Ruta Nacional Nº 5. Foto: Gentileza La voz de Chivilcoy

También publicista y periodista, falleció en un accidente de tránsito. Fue un colaborador habitual de Perfil y Noticias. Hoy lo entierran.

Si había algo con lo que Omar Bello se llevaba muy bien, era la palabra. Filósofo, publicista, ensayista y periodista, tenía una habilidad para opinar con soltura y fundamentos sobre temas de la coyuntura de nuestro tiempo. El pasado jueves por la tarde, falleció en un accidente automovilístico en la Ruta Nacional Nº 5 y dejó así un sinnúmero de textos publicados, entre ellos El verdadero Francisco (2014), el libro donde se animó a contar el lado B de Jorge Bergoglio.

El periodista, colaborador permanente de revista Noticias y diario PERFIL, encontró la muerte luego de chocar contra un Audi A4 en el kilómetro 151 de la Ruta Nacional Nº 5, pasadas las 13.00, con su Volkswagen Vento, el cual quedó destruido. Bello fue trasladado en ambulancia al hospital municipal de Chivilcoy, pero falleció en el camino. Según trascendió, ingresó al hospital ya fallecido en una ambulancia del servicio de emergencias 107, con múltiples y graves traumatismos de cráneo, de acuerdo con el sitio Junín al Minuto.

Hoy se llevará a cabo el entierro en el Cementerio de la Recoleta.  

Carrera. Formado en la filosofía, Bello sobrevolaba el discurso publicitario y disfrutaba de diseccionar los temas de la realidad caliente. Fue en los años 80 cuando descubrió el terreno de la filosofía, carrera que pagó trabajando como cadete. Su primer empleo grande fue en la agencia Gowland, por entonces la segunda más importante del país, y la que en poco tiempo abrazó como vicepresidente. Fue pasando por otras agencias, entre ellas Savaglio TBWA, donde llegó a ser director en el año 2000. Así se convirtió en el primer argentino en la historia de la corporación que presidió la filial local de Leo Burnett Argentina.

En Junín fue director del diario La Verdad, donde tuvo que afrontar, el año pasado, un momento de escándalo por una acusación sobre su accionar por parte de los trabajadores del diario. Hace un tiempo, había creado su blog La Vida es Bello, donde despuntaba el vicio de seguir escribiendo sobre temas de actualidad.  

En el último tiempo, se hizo conocido por ser el amigo y confidente de Francisco. En sus épocas de arzobispo de Buenos Aires, estuvo cerca de Jorge Bergoglio. Fue así como se animó a develar su lado desconocido, que muchos preferían mantener oculto. “Las personas queremos creer en cuentos de hadas y en el largo plazo esa tendencia es un problema. Francisco es una personalidad enorme, pero es un hombre con virtudes y defectos como cualquiera. Se lo nombra ‘Hombre del Año’ antes de que el año termine, y esa mirada superficial sobre su figura y personalidad es lo que el libro trata de contrarrestar. La mejor manera de ayudarlo a hacer un buen papado es mirarlo con ojos de adulto”, dijo Bello en una entrevista reciente con Noticias, revista donde publicó una de sus últimas columnas. 

Se llamó “Psicópata de la seducción”, y allí detallaba la vida amorosa del economista Martín Redrado. “Parece sentirse cómodo al exhibir en los medios el rol de psicópata despreocupado del universo emocional, encima le dio a su conducta una vuelta de tuerca que, desde afuera, luce perversa”, analizó sobre el mediático ex director del Banco Central.

© Escrito por Agustín Gallardo el sábado 14/03/2015 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




domingo, 20 de octubre de 2013

Genocidio de enfermos mentales... De Alguna Manera...



Genocidio de enfermos mentales...


En voz baja los profesionales de la salud mental hablan de genocidio de enfermos en Argentina.

Aunque nadie habla del tema, la famosa Ley 26.657 (conocida como nueva ley de salud mental) está generando en la práctica un verdadero genocidio de enfermos mentales, en especial en los sectores de bajos recursos.

Por cuestiones ligadas a la corrección política, profesionales y miembros de la justicia tratan de barrer el asunto bajo la alfombra. Sin embargo, aunque el espíritu de la Ley suena “maravilloso”, hoy por hoy miles de enfermos están desamparados ya que las trabas que se generan a la hora de internar y el cierre parcial de los institutos, basadas en el concepto de que la salud mental debe ser abordada tendiendo a la integración social, hace que un abogado defensor (en los casos donde se plantea internación el enfermo tiene derecho a defensa) pueda en la práctica pasar por encima del psiquiatra.

De hecho, jueces, abogados y especialistas no sólo tienen las manos atadas sino que evitan cualquier tipo de compromiso. Por ejemplo, si yo digo “Voy a saltar por la ventana para suicidarme”, ningún profesional de la psiquiatría podría detenerme ya que su acción tiene potencial de encuadrarse dentro del concepto “privación ilegítima de la libertad”.

Nadie quiere hacerse cargo de las situaciones críticas y la tensión crece día a día. “Si bien es cierto que los centros de salud mental eran depósitos, al menos daban cierto nivel de contención”, me comentó un psiquiatra días pasados. Hoy la gente deambula por la calle exponiéndose y exponiendo a los otros.

Como tantas otras leyes ésta ignora la realidad social criolla y aunque muchos esperan su pronta derogación ya que la debacle resulta catastrófica (aunque no tiene espacio en los medios), no se ven señales en ese sentido.

Es verdad que en el pasado existieron abusos con las internaciones, pero lo que ocurre ahora, en uno de esos movimientos pendulares tan típicos de Argentina, es un vacío que está matando enfermos, o con la excusa de sus “derechos” dejándolos tirados en camas de hospitales comunes en los que, por lo general, ni siquiera hay un psiquiatra que los evalué.

Esto es sólo un blog pero por el bien de los enfermos que están muriendo (yo tengo un caso) por favor que la sociedad se entere y descubra los vericuetos del genocidio silencioso al que están siendo sometidas las personas con problemas de salud mental.

© Escrito por Omar Bello el sábado 19/10/2013 y publicado por la Revista Noticias de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.



sábado, 23 de marzo de 2013

Francisco, ex argentino… De Alguna Manera...


Francisco, ex argentino…

Francisco. Ex Jorge, ex Ma­rio, ex Bergoglio, ex carde­nal. Ex argentino. Foto: Ansa. 

Francisco. Ex Jorge, ex Mario, ex Bergoglio, ex cardenal. Ex argentino. El Papa, al asumir, cambia el pasa­porte de su país de origen por el pasaporte número 1 del Vaticano, un Estado independiente. La misma sorpresa que nos produce ver a un argentino en una posición tan universalista nos impide comprender (y probablemente todavía también a él mismo) que progresivamente el actual obispo de Roma se tendrá que ir desargentinizando.

En cualquier caso, país difícil la Argentina hasta para ser papa. El sábado, PERFIL publicó una encuesta de Management & Fit, donde alrededor del 30% de la población tenía un opinión mala o regular de Bergoglio a pesar de la corriente de afecto que ya había comenzado a generar su elección como papa. No luce casual que ese 30% coincida con el porcentaje de gente que integra el núcleo duro de los votantes del kirchnerismo y se vieran influenciados por la prédica del Gobierno contra él, acusándolo de colaboracionismo con la dictadura. Probablemente, esa opinión negativa de Bergoglio descenderá en igual o mayor proporción en que también descienda ese 30% dispuesto a apoyar al Gobierno en cualquier circunstancia.

En la revista Noticias, Omar Bello, autor del último reportaje a quien hoy es papa y publicado en el diario PERFIL en diciembre de 2012, recuerda que una pareja de homosexuales que reconoció a Bergoglio en el subte le mostró insistentemente su anillo de casamiento mientras le decía: “¡No pudiste! Nos casamos igual”; junto a él estaba sentada una señora mayor a quien supuso solidaria por una cuestión generacional hasta que la mujer remató: “¿Vieron chicos? Estos curas son todos una porquería”. Recordó también que los manifestantes de los últimos 24 de marzo insultaban a Bergoglio.

Por mi propia experiencia personal, pude comprobar que aun habiendo sido víctima de la dictadura, si todo el aparato mediático del Gobierno lo desea, puede instalar públicamente la sospecha de lo opuesto. Y mucha gente lo cree, haciéndolo verosímil hasta para los propios dirigentes políticos que no vivieron aquella época (Victoria Donda, cuando era diputada aliada del kirchnerismo, me insultó para luego disculparse). Una vez que una versión se echa a rodar, cobra vida propia, independientemente de su verosimilitud. Se le agregan chistes –como los de la revista Barcelona (“Bergoglio promete: “Seré un papa colaboracionista y cómplice”. #CompromisoConLaIglesia”)–, y cada medio reproduce como cierto el error del anterior, perdiéndose en la cadena la fuente original. Ayer, el principal programa político del canal brasileño de noticias, Globo, daba por cierto que Bergoglio había sido afín a la dictadura, y el columnista del principal diario de ese país –Folha de Sao Paulo– criticó a Bergoglio por no haberse opuesto a la dictadura.

En su caso, eso tiene ahora progresiva solución, porque el interés periodístico generalizado que provoca un papa permite que aparezcan testimonios de todo tipo de perso­nas recordando que Bergoglio durante la dictadura había ayudado a muchos perseguidos y que no existen evidencias de colaboracionismo en su contra. Pero si no hubiera sido elegido papa, muchos argentinos se habrían quedado con una imagen opuesta.

El kirchnerismo duro, sabiendo que ninguno de quienes acusan tendrá la relevancia actual de Bergoglio y su posibilidad de defensa, usó como arma disuasoria la amenaza de arrojar ese balde de descrédito acusando a cualquiera que haya ejercido su profesión durante la dictadura con un recorte del pasado que dé la idea de colaboracionismo: una foto, un texto, un documento que, descontextualizado, dé la idea opuesta. Así, Magdalena Ruiz Guiñazú fue acusada de ser jefa de prensa de Martínez de Hoz, y Joaquín Morales Solá, de participar de la represión ilegal en Tucumán.

Esas mentiras no quitan que sea verdad que Bergoglio estuvo contra Montoneros y que ideológicamente no haya sido –y no sea– alguien de izquierda en los parámetros y categoría de la izquierda que tiene el kirchnerismo (como también podría valer para Magdalena o Morales Solá). Pero eso nada tiene que ver con haber apoyado la dictadura.

No todos los kirchneristas que repiten acusaciones falsas contra críticos del Gobierno lo hacen cínicamente sabiendo que son mentiras y que están frente a un típico sembrado de un servicio de inteligencia. Muchos caen en la credulidad por comodidad: les sirve que quienes se oponen a ellos en el presente hayan sido malos en el pasado para transitivamente creerlos también malos en el presente pudiendo así los kirchneristas sentirse más legitimados en el bando de los buenos.

Pero el público masivo va a poder tomar conciencia de esta técnica difamatoria al Bergoglio haber sido electo papa. Ahora se enfrentan a un adversario de otro peso. Dicen que Stalin, durante la Segunda Guerra Mundial, irónicamente preguntaba cuántas divisiones tenía el papa mientras éste le respondía que sus divisiones las encontrará en el cielo. Algo parecido podría haberle dicho Bergoglio a Néstor Kirchner.

Tiene razón el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, al preocuparse por la posibilidad de que el nombramiento de Bergoglio puede aparejar una pérdida de la batalla cultural. Por lo pronto, el arma de acusar a alguien de colaboracionista con la dictadura quedó obsoleta.

© Escrito por Jorge Fontevecchia el miércoles 22/03/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.