Fútbol y Derechos Humanos…
Nahuel Guzmán es uno de los futbolistas más comprometidos con los
derechos humanos. Su nombre aparece siempre asociado al de Claudio Morresi, ex
futbolista y ex secretario de Deportes durante el kirchnerismo entre el 2004 y
el 2014. Morresi, hermano de Norberto, acribillado a balazos por un comando
militar durante la última dictadura, es hijo de Julio, un emblemático padre de
Plaza de Mayo y por eso mostró su compromiso con los organismos desde los
tiempos que asomaba en la primera de Huracán. Cuando dejó de jugar su
militancia cobró otra dimensión.
© Escrito por Juan José Panno el lunes
23/09/2019 y publicado por el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires.
Miembro de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por
Razones Políticas, Morresi fue un activo propulsor de fotos y solicitadas de
futbolistas de clubes y de la selección nacional reclamando por la restitución
de los nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Morresi fue el creador del
espacio de Deporte y Derechos Humanos de la Ex ESMA en el que se recuerda muy
especialmente a todos los deportistas desaparecidos durante la dictadura entre
quienes se cuentan el delantero Carlos Rivada y el arquero Antonio Piovoso,
ambos futbolistas de Huracán de Tres Arroyos.
Morresi fue el nexo entre las
Abuelas y muchos destacados jugadores como Diego Maradona, Lionel Messi y Enzo
Francescoli, entre muchos otros que se fotografiaron con ellas para llamar la
atención sobre su lucha.
Ángel Cappa, que en su juventud tuvo una militancia
política comprometida, también se reconoció muchas veces admirador de la lucha
de las Madres y las Abuelas. Cuando dirigía a Huracán, en el 2009, fue a
visitar el predio de la Ex ESMA junto con Mario Bolatti, Carlos Arano y Paolo
Goltz, en representación del plantel.
Kurt Lutman, ex jugador de Newell’s, es otro de los que
se anotan en primera fila cuando se trata de manifestarse públicamente en favor
de los derechos humanos, como el caso de la desaparición y asesinato de
Santiago Maldonado. Lutman, autor de los libros El agua y el pez y Semillas
para barriletes, escribió un hermoso cuento recordando el caso de Mauro Amato.
En pleno gobierno de Bussi en Tucumán, Amato, que jugaba en Atlético hizo un
gol contra Godoy Cruz, se levantó una remera y mostró la inscripción que en los
medios locales causó sorpresa.
Inspirado en ese hecho Lutman escribió un hermoso
cuento ubicando la escena en un partido entre Atlético Tucumán y San Martín.
Pero lo que no cambió fue la descripción de la remera: cuatro pañuelos blancos sobre fondo negro y la frase "Aguanten las Madres".