En
Argentina se registran 120.000 casos de ACV por año: cada minuto puede cambiar
una vida…
Intenso. Cuando ocurre un ataque, el afectado sufre un dolor de
cabeza repentino y muy intenso. Fotografía: Shutterstock.
El Accidente
Cerebrovascular (ACV) es una de las principales causas de muerte y discapacidad
en el país. Especialistas advierten que el reconocimiento temprano de los
signos puede salvar miles de vidas cada año.
© Publicado el
miércoles 29/10/2025 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, República Argentina.
En Argentina, cerca de 120.000 personas sufren un Accidente
Cerebrovascular (ACV) cada año. De ellas, alrededor
de 40.000 pierden la vida, según datos del Observatorio del
Congreso de la Nación. Se trata de una emergencia médica que ocurre cuando
el flujo de sangre al cerebro se interrumpe o disminuye, impidiendo que las
células reciban oxígeno y nutrientes.
El Gobierno elimina inspección de
Buenas Prácticas de Fabricación en medicamentos importados
En cuestión de minutos,
el tejido cerebral comienza a dañarse, por lo que reconocer los
síntomas y actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre la vida
y la muerte. Cuanto antes una persona reciba atención médica, mayores
son las posibilidades de recuperación y menores las secuelas.

Ambos requieren
atención médica inmediata. “Cada minuto sin atención, el cerebro pierde cerca
de 1,9 millones de neuronas”, explicó la Dra. Valeria El Haj,
directora médica de OSPEDYC, quien remarcó la importancia de actuar sin demora.
La cadena de vida:
reconocer, llamar y trasladar
El protocolo que sigue
un paciente ante un ACV se conoce como la “cadena de vida”.
Comienza con el reconocimiento de los síntomas, continúa con el llamado
inmediato al servicio de emergencias (107 o 911) y culmina con el
traslado a un centro médico preparado para diagnóstico y tratamiento
especializado.
Ejercicio, alimentación y descanso:
tres objetivos que los argentinos no logran alcanzar
“Todo comienza con
el reconocimiento de los signos de alarma. La rapidez con la que se actúe
puede definir el resultado del tratamiento”, señaló El Haj. Los estudios de
imágenes —como tomografías o resonancias— permiten determinar el tipo de ACV y
definir el abordaje médico adecuado.
HaBraSo: tres pasos que
pueden salvar vidas
Con el objetivo de
aumentar la conciencia social, en Argentina se impulsa la campaña “HaBraSo”,
una iniciativa que enseña a identificar los síntomas del ACV de forma simple:
- HA (Habla): pedirle a la
persona que repita una frase. Si tiene dificultad, podría ser un signo de
alerta.
- BRA (Brazos): solicitar que
levante ambos brazos. Si uno cae o no puede sostenerlo, hay que actuar rápido.
- SO (Sonrisa): pedirle que
sonría y observar si la sonrisa es simétrica. Si un lado del rostro se ve
caído, podría estar sufriendo un ACV.
“A veces, la diferencia
entre la vida y la muerte está en que alguien reconozca lo que ocurre y actúe
sin dudar”, afirmó “HaBraSo”, jefa de Comunicación Institucional
de OSPEDYC. “En salud, la información tiene poder: cuando una comunidad sabe
qué hacer, puede salvar vidas”.
La importancia de prevenir las
quemaduras: cómo actuar y qué medidas tomar
Tratamiento y
rehabilitación: una carrera contra el tiempo
El tratamiento varía
según el tipo de ACV. En los casos isquémicos, el objetivo es restablecer
el flujo sanguíneo lo antes posible, mediante medicación trombolítica o
procedimientos como la trombectomía mecánica. En los hemorrágicos,
se busca controlar la presión arterial y reparar el vaso dañado.
La recuperación no
termina en el hospital. La rehabilitación temprana y el
acompañamiento de un equipo multidisciplinario son claves para
recuperar funciones motoras, cognitivas y del lenguaje. Cuanto antes se inicie
el proceso, mejores son los resultados.
Aunque el ACV puede
sorprender, la mayoría de los casos son prevenibles. Los principales factores
de riesgo incluyen la hipertensión arterial, el tabaquismo, la
diabetes, el colesterol elevado, el sobrepeso, la inactividad física y el
consumo de alcohol o drogas.
“Actuar a tiempo salva vidas, pero prevenir es aún más poderoso”, destacó la Dra. El Haj. Mantener una alimentación equilibrada, realizar actividad física y controlar la presión arterial son medidas simples que pueden reducir drásticamente el riesgo.






.png)

