Yo subsidio...
A pocos meses de haber estallado el
escándalo por el desvío de subsidios de la firma Trenes de Buenos Aires (TBA)
de los hermanos Cirigliano —luego de la tragedia de Once—, un nuevo desaguisado
está a punto de revelarse. Tiene que ver con los millonarios subsidios
recibidos por la empresa Ferrovías entre los años 2003 y 2011.
Estos suman la friolera de $
1.463.001.812,12, los cuales, según un informe de la Auditoría General de la
Nación (AGN), no se sabe si fueron razonables o no.
Ferrovías explota desde 1994 la línea que
une Retiro con Villa Rosa y los entes estatales encargados de chequear, entre
otras cosas, los subsidios que se le transfieren a la firma son la Secretaría
de Transporte de la Nación y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte
(CNRT).
El contrato entre Ferrovías y el Estado
Nacional establece que “se procederá a la redeterminación de la tarifa propia,
subsidio o canon, cuando alguna de las partes invoque, fundadamente, un
incremento o una disminución (de costos) superior al 6% en cualquiera de los
subrubros de la explotación”.
Según un informe publicado por el sitio El
Auditor, la AGN dice que entre 2003 y 2011, la empresa pidió que le aumenten
las transferencias de dinero unas 17 veces, y que en ese lapso “el monto de
subsidio de explotación mensual se vio incrementado en un 445,13% como
consecuencia de las sucesivas redeterminaciones”.
Además, de esos casi $ 1.500 millones
enviados, la mayoría se destinó al “aumento de gastos en personal, ya sea por
incrementos salariales o por incorporación” de empleados.
En cuanto a cómo impactaron esas ayudas
económicas en los números de Ferrovías, la AGN detalló que “en 2004 los
subsidios representaban el 66,96% de los ingresos de explotación”, es decir que
de cada tres pesos que recaudó la empresa, dos llegaron desde las arcas del
Estado Nacional. Ya para 2011 “ese porcentaje pasó al 83,82%”, completa la investigación,
y añade que el subsidio por pasajero transportado registró un aumento del
197,53% entre 2004 y el año pasado.
“La mayoría de los reconocimientos
correspondientes a ajustes en el rubro Personal se han realizado apartándose
del procedimiento establecido en la normativa”, afirma la AGN que, asimismo,
observó “debilidades en los controles llevados a cabo en el proceso de
redeterminación de subsidios por las áreas técnicas y de asesoría de la
Secretaría de Transporte y de la CNRT”.
Por ejemplo, la CNRT elaboró informes
técnicos en los que, según la Auditoría, “solo se contempla la verificación de
los cálculos aritméticos, sin expedirse con relación a la aplicación de la
metodología vigente, la procedencia de los reclamos (de Ferrovías) y si los
mismos resultan razonables en función del nivel de actividad de la
explotación”.
El trabajo de la AGN también afirma que, si
bien la mayoría de los pedidos de subsidios fueron por el aumento de gastos de
personal, “en los controles que hace la Secretaría de Transporte se omite
verificar fehacientemente que la totalidad del personal incorporado realice las
tareas que justificaron su incorporación”.
Pero hay una tercera oficina pública que
también llamó la atención de los auditores. Se trata de la Jefatura del
Gabinete de Asesores de la Subsecretaría de Transporte Ferroviario. En los
informes emitidos desde esta área se detectaron “cálculos aritméticos erróneos,
sin respaldo documental y donde no se explica el criterio por el cual no
corresponde reconocer mayores costos solicitados por el concesionario”.
© Publicado por Tribuna de Periodistas el sábado 10 de Noviembre de 2012.
Ferrovías recibió casi $ 1.500 millones de subsidios, aunque no se sabe si esa ayuda fue razonable. Es la empresa que une Retiro con Villa Rosa.
En 2011 los subsidios representaban el
83,8% de los ingresos de explotación.
Los
envíos de dinero se hicieron entre 2003 y 2011; en ese período, la
concesionaria pidió 17 veces que le aumenten las transferencias, la mayoría fue
para gastos en personal. La AGN descubrió que en los controles de la Secretaría
de Transporte y la CNRT sólo hay “cálculos aritméticos” sobre esos montos, pero
no se dice, por ejemplo, si los reclamos de la compañía fueron justificados. La
demora que costó $ 291 millones.
Entre 2003 y 2011, la
empresa Ferrovías recibió subsidios del Estado por $ 1.463.001.812,12, pero un
informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) indica que hay dos
organismos que no pueden determinar si esas ayudas económicas fueron razonables
o no.
Ferrovías explota desde
1994 la línea que une Retiro con Villa Rosa y los entes estatales encargados de
chequear, entre otras cosas, los subsidios que se le transfieren a la firma son
la Secretaría de Transporte de la Nación y la Comisión Nacional de Regulación
del Transporte (CNRT).
Los subsidios en detalle
El contrato entre
Ferrovías y el Estado Nacional establece que “se procederá a la redeterminación
de la tarifa propia, subsidio o canon, cuando alguna de las partes invoque,
fundadamente, un incremento o una disminución (de costos) superior al 6% en
cualquiera de los subrubros de la explotación”.
La Auditoría dice que
entre 2003 y 2011, la empresa pidió que le aumenten las transferencias de
dinero unas 17 veces, y que en ese lapso “el monto de subsidio de explotación
mensual se vio incrementado en un 445,13% como consecuencia de las sucesivas
redeterminaciones”.
Además, de esos casi $
1.500 millones enviados, la mayoría se destinó al “aumento de gastos en
personal, ya sea por incrementos salariales o por incorporación” de empleados.
En cuanto a cómo
impactaron esas ayudas económicas en los números de Ferrovías, la AGN detalló
que “en 2004 los subsidios representaban el 66,96% de los ingresos de
explotación”, es decir que de cada tres pesos que recaudó la empresa, dos
llegaron desde las arcas del Estado Nacional. Ya para 2011 “ese porcentaje pasó
al 83,82%”, completa la investigación, y añade que el subsidio por pasajero
transportado registró un aumento del 197,53% entre 2004 y el año pasado.
De controles y debilidades
“La mayoría de los
reconocimientos correspondientes a ajustes en el rubro Personal se han realizado
apartándose del procedimiento establecido en la normativa”, afirma la AGN que,
asimismo, observó “debilidades en los controles llevados a cabo en el proceso
de redeterminación de subsidios por las áreas técnicas y de asesoría de la
Secretaría de Transporte y de la CNRT”.
Por ejemplo, la CNRT
elaboró informes técnicos en los que, según la Auditoría, “solo se contempla la
verificación de los cálculos aritméticos, sin expedirse con relación a la
aplicación de la metodología vigente, la procedencia de los reclamos (de
Ferrovías) y si los mismos resultan razonables en función del nivel de
actividad de la explotación”.
El trabajo de la AGN
también afirma que, si bien la mayoría de los pedidos de subsidios fueron por
el aumento de gastos de personal, “en los controles que hace la Secretaría de
Transporte se omite verificar fehacientemente que la totalidad del personal
incorporado realice las tareas que justificaron su incorporación”.
Pero hay una tercera
oficina pública que también llamó la atención de los auditores. Se trata de la
Jefatura del Gabinete de Asesores de la Subsecretaría de Transporte
Ferroviario. En los informes emitidos desde esta área se detectaron “cálculos
aritméticos erróneos, sin respaldo documental y donde no se explica el criterio
por el cual no corresponde reconocer mayores costos solicitados por el
concesionario”.
El tiempo es dinero
La investigación de la
Auditoría explica que el organismo encargado de resolver los reclamos de las
concesionarias, en este caso Ferrovías, es la Secretaría de Transporte de la
Nación. Según el contrato vigente, el tiempo establecido para responder los
pedidos de la empresa es de 30 días. Sin embargo, el organismo de control
detectó “demoras” que generaron un “crédito en concepto de intereses y a cuenta
de lo que surja de la renegociación, que podrían haberse evitado, de cumplir
con los plazos previstos en la normativa aplicable”.
Por ejemplo, en nueve de los 13 expedientes analizados por la AGN “se verificó que transcurrieron entre 103 y 292 días corridos entre la nota de Ferrovías solicitando el reconocimiento de mayores costos y la resolución respectiva que los aprueba. Tal situación implicó que se pagaran en concepto de retroactivo e intereses $ 291.647.670,11 desde enero 2003 hasta octubre 2011”.
Por ejemplo, en nueve de los 13 expedientes analizados por la AGN “se verificó que transcurrieron entre 103 y 292 días corridos entre la nota de Ferrovías solicitando el reconocimiento de mayores costos y la resolución respectiva que los aprueba. Tal situación implicó que se pagaran en concepto de retroactivo e intereses $ 291.647.670,11 desde enero 2003 hasta octubre 2011”.
No hay papeles que detallen las
transferencias de dinero que recibió Ferrovías.
Esta situación fue
observada incluso por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que en sus
informes sobre el sistema de control interno del período 2007-2010 alertó: “Las
demoras incurridas en el trámite de algunos expedientes han generado un
perjuicio económico para el Estado Nacional por el pago de intereses o
actualizaciones”.
La elipsis de la AFIP
Por otra parte, la
Auditoría nacional verificó que, sobre los subsidios analizados no se
efectuaron las retenciones previstas por la Administración Federal de Ingresos
Públicos (AFIP), en concepto de Impuesto a las Ganancias. El dato fue
confirmado por la propia Ferrovías.
El tema es que, como
tampoco existe ninguna reglamentación que establezca que las ayudas económicas
están exentas de esa retención, la AGN le consultó a la AFIP si esos subsidios
deben ser alcanzados por sus normativas. Y el organismo recaudador respondió:
“No se efectuará apreciaciones de índole sustancial en cuanto a la temática que
es objeto de consulta (…) toda vez que no se cuentan con los contratos y
adendas respectivas”, es decir, no pueden responder la pregunta porque no
tienen los papeles que detallan las transferencias de dinero que recibe
Ferrovías.
© Auditoría General de la Nación (AGN) y publicado
por http://www.elauditor.info
el jueves 8 de Noviembre de 2012.