La acción le arranca la desesperación a la
angustia...
El cambio sería así, en la visión de la
gestión empresarial. Foto: Cedoc
A
Mauricio Macri le gusta el desafío y su mente está entrenada en la toma de
riesgo, igual que un emprendedor.
© Escrito por Jorge Fontevecchia el
sábado 04/06/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
¿De dónde saca
Macri su certeza? Ministros, secretarios de Estado y asesores del más alto
nivel se desesperan frente a los reclamos de todo tipo por las consecuencias
negativas que tuvieron sobre la actividad económica las medidas que tomaron
este primer medio año de gobierno. Con ánimo de protegerlo, Ernesto Sanz trató
de blindarlo legislativamente proponiendo un clásico acuerdo partidario con el
PJ que le garantizara tranquilidad en el Congreso. Pero Macri lo desestimó y
avanza en su método convencido del triunfo de sus ideas y técnicas.
¿Qué lógica es
ésa, que no apela a las concesiones recíprocas tradicionales del poder? Se lo
preguntarán desde Sanz hasta, en otro extremo, Cristóbal López, quien
inicialmente trató de pactar con Macri, como se confirmó al conocerse la carta
que le envió hace meses. ¿Provendrá del engaño que producen ciertos
“senti-mientos” cuando las ideologías funcionan como formas de religión, algo
tan visto en el alucinamiento de la política kirchnerista en los últimos años
aunque en el PRO en sentido contrario?
"Segundo semestre" es un mantra que Macri
repite para convencer de lo que él está convencido
Jaques Lacan
–que había sido analista de marxistas como Louis Althusser y llegó a pensar que
toda ideología era una patología colectiva– acuñó la frase: “El inconsciente es
la política”. El reconocido profesor de Ciencias Políticas Fernando Mires acuñó
otra frase: “Toda ideología es una patología colectiva así como toda patología
es una ideología privada”.
Quizá categorías
que no son del orden de la política sino de la psicología, y en el caso de
Macri de la psicología de la mente empresarial, ayuden a comprender mejor de
dónde proviene esa seguridad convencida de que en el segundo semestre la
economía se recuperará fuertemente (hay chistes sobre que Macri es como los
estudiantes con aplazos, que siempre les dicen a sus madres: “No te preocupes
que lo recuperaré en el segundo semestre”).
Cabeza de CEO.
Hubo un coronel
carapintada, Aldo Rico, que dijo: “La duda es la jactancia de los
intelectuales”. No es casual que a comienzos del siglo XX, cuando aún no había
escuelas de Administración, los primeros CEO de las grandes empresas mundiales
fueran militares retirados, los únicos que por entonces tenían experiencia en
organizaciones con gran número de personas.
Paralelamente,
la psicología explica que no hay acción sin certeza. Y también que la acción
engendra la certeza.
Simplificadamente:
la angustia sería producto de la cavilación, de la duda. Más allá de que no
puede conducir aquel cuyo estado es la duda, como De la Rúa, hay distintas
fuentes de la certeza. La convicción en una ideología es una de ellas. La
confianza en un método es otra.
Claramente,
Macri no cree en la forma de hacer política a la usanza de los partidos
políticos tradicionales. Radicales o peronistas, más allá de sus diferencias,
comparten ser “lo viejo” a los ojos del Presidente.
Tanto foco en lo
nuevo y el cambio de lo viejo también tiene una inspiración empresarial. Uno de
los libros clásicos de gestión (para Macri gestión y gestión política es lo mismo)
más recomendables para todo aquel que desee comprender la cabeza de los CEO es
La estrategia del océano azul, del profesor de Harvard W. Chan Kim, el texto
que mejor explica la asociación entre innovación (cambio) y éxito.
La metáfora de
los océanos azules (lo nuevo) se contrapone a la de los océanos rojos (lo
clásico), donde la competencia sobre los mismos paradigmas y productos conduce
a una guerra que requiere enormes esfuerzos en espacios saturados.
La estrategia
del océano azul en las empresas se parece en parte a la de Duran Barba en
política: deconstruir las categorías existentes y reformular nuevas. Uno de los
ejemplos preferidos de Harvard Business School es el del Cirque du Soleil:
“Cuando apareció por primera vez, en 1984, los grandes circos, muchos de ellos
centenarios, se dedicaban a compararse entre sí, exprimiendo los mismos actos
circenses tradicionales: más payasos, más domadores famosos y más animales que
elevaban sus costos sin modificar sustancialmente la experiencia del espectáculo,
mientras caía en picada la demanda”.
Cirque du Soleil
redefinió el problema en diferentes términos: viendo con otros ojos, abandonó
el enfoque reactivo que mantenía hipnotizados a sus competidores siempre en lo
mismo, creando una estrategia divergente que hizo foco en reinventar las
prácticas del medio, desafiando las nociones convencionales existentes.
A Macri le gusta el desafío y su mente está entrenada en
la toma de riesgo, igual que un emprendedor
La innovación es
la clave del éxito para un CEO moderno, y el mejor ejemplo dentro del Gobierno
es el propio vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, quien modificó el concepto
de farmacia al inventar Farmacity.
Desde esta
visión, el “círculo rojo” de los grandes (y viejos) empresarios y otros poderes
fácticos permanentes (sindicatos, medios, corporaciones) es el principal
enemigo del cambio y una estructura anquilosada, que hay que transformar.
Pero no hay
estrategia sin riesgo y, en el campo empresarial, los costos del fracaso son
esencialmente materiales. En el político, las consecuencias son otras. Pero a
Macri le gusta el desafío (o sea lo diferente) y su mente está entrenada en la
toma de riesgo, igual que la de un emprendedor.
El segundo
semestre del año comienza en un mes. El segundo semestre de Macri en el
Gobierno comienza el próximo viernes 10 de junio.
La acción le arranca la desesperación a la
angustia.