La espada y la
palabra. Una novela sobre los Lugones: Cuando la
Ficción no lograr imponerse a la realidad…
La saga de la familia Lugones supone uno de esos dramas que, para el sentido común, están hechos a medida de una novela. Leopoldo Lugones, el poeta exquisito que alentó la primera dictadura militar argentina; su hijo homónimo, comisario y célebre torturador, y Pirí, la tercera generación, periodista y militante montonera víctima del terrorismo de Estado, parecen piezas de un rompecabezas que debería ser ajustado. La pregunta es qué puede aportar la ficción –en este caso la novela de Marta Merkin– en una historia que no necesita ningún agregado, ninguna invención, para hacerla atractiva o para interesar a los lectores.
© Escrito por
Osvaldo Aguirre el domingo 21/11/2004 y publicado por el Diario Página/12 de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, República de los Argentinos.
Los Lugones, cuya acción transcurre entre 1968 y 1979, aborda esa novela familiar a partir de Pirí Lugones. La coprotagonista y por momentos conductora de la narración es Laura, en principio una estudiante secundaria que tiene como profesora de literatura a Emilia Cadelago, la ex amante secreta de Leopoldo Lugones.
La militancia política pone a Laura en contacto, por un lado, con Américo, un viejo anarquista que será su punto de apoyo cada vez que entre en crisis, y por otro con los intelectuales más importantes de la izquierda peronista. De manera didáctica, como si el texto apuntara a un lector que desconoce hasta lo más elemental, Emilia Cadelago relata sus amores con el poeta (se retoma la versión según la cual el romance fue interrumpido por la intervención policial de Leopoldo hijo) mientras Américo expone con igual claridad sobre el viraje ideológico de Lugones y los tormentos que practicaba su hijo en el sótano de la vieja Penitenciaría Nacional.
Laura aparece sobre todo como un testigo de lo que los otros, los personajes históricos, hacen y dicen: está fascinada con ellos y presencia casi sin hablar, casi sin moverse, los diálogos que sostienen sobre cuestiones políticas. Si bien tiene dudas respecto de la lucha armada, termina por convertirse en militante de Montoneros y del sector de prensa.
La masacre de Trelew, la asunción de Cámpora como presidente, la expulsión de los Montoneros de la Plaza de Mayo, el golpe militar de 1976 y otros acontecimientos del período en cuestión son resumidos, por lo general, a través de circunstancias conocidas, lo que deja una impresión de relato estereotipado.
Ciertos hechos desconocidos que se incorporan producen, paradójicamente, un efecto fuerte de irrealidad: la reunión en que Walsh habría dado a leer la “Carta a mis amigos” (uno de sus textos más divulgados, aquí reproducido), o el recitado que hace Paco Urondo de uno de sus poemas, son difíciles de creer no en función de los sucesos históricos sino de las condiciones de la propia ficción.
Al parecer, Pirí Lugones tuvo una participación importante en la ejecución de José Rucci, pero ese dato pasa sin recibir mayor desarrollo, lo mismo que la interesante sospecha de Laura respecto de que “los dos Lugones eran igualmente perversos, violentos y autoritarios”.
La interpretación de la historia que se propone, sin demasiada argumentación, parece en cambio abusiva: Leopoldo Lugones, a través del célebre texto que anunció “la hora de la espada” (1924), fue la musa inspiradora no ya de José Uriburu sino de todos los dictadores que le siguieron.
El poeta podría ser considerado una especie de autor intelectual del crimen de su nieta: enfrentada a la represión, poco antes de su secuestro, Pirí comprende que “la espada que su abuelo había levantado con arrogancia hacía más de cincuenta años era la misma espada de la que ella estaba huyendo”.
La ex periodista y ocasional escritora habría sido ejecutada un 17 de febrero, el mismo día, se dice, en que su abuelo se suicidó. La historia no registra esa “macabra coincidencia” –Leopoldo Lugones murió el 18 de febrero de 1938–, pero puede prescindir de ella para imponerse a la ficción.
Los Lugones. Una tragedia argentina
Marta Merkin
Sudamericana
250 páginas
Sudamericana
250 páginas
Los Lugones narra la
vida de tres generaciones de esta familia paradigmática de la Argentina.
Leopoldo, el poeta nacional; Polo, su hijo, oficial de la
policía, torturador e inventor de la picana; y Pirí, nieta de Leopoldo e hija
de Polo, militante de izquierda y luego integrante de Montoneros, que es secuestrada,
torturada y asesinada durante el Proceso.
La novela comienza en la década del sesenta con dos
personajes laterales a la trama: una antigua novia del poeta, que es profesora
en un colegio secundario, y una de sus alumnas, una joven rebelde que empieza a
militar políticamente, donde conoce a Pirí.
De ese modo ingresa la política a la novela. De la mano
de estos dos personajes, Marta Merkin reconstruye la historia de los tres
Lugones, escribiendo a la vez una apasionante novela de época.
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