Los que se creen
dueños de la verdad absoluta...
Percepción. Los
prepotentes consideran que quien no está de acuerdo con ellos no tiene la razón
ni merece respeto.
Una persona prepotente siente que siempre tiene la razón y no es capaz
de aceptar otras opiniones.
© Escrito por Li Misol el martes 10/03/2021 y
publicado por Listin Diario de la Ciudad de Santo Domingo, República de los
Dominicanos.
Quienes no aceptan un no como respuesta, quienes
entienden que dominan la verdad de modo exclusivo, quienes se alteran ante
aquellos que le llevan la contraria, quienes no saben manejar la frustración y
defienden sus criterios a través de la agresividad y buscan siempre que su
punto de vista subyugue el de los demás se definen en una palabra: prepotentes.
La
psicóloga Olga María Renville advierte que este tipo de persona pretende ser
dueña de la verdad absoluta, anteponiendo su criterio al de cualquier otro.
“Incluso siente que nadie más tiene la razón”, dice Renville. Estos individuos
tienen problemas para vivir en sociedad, donde deben lidiar con personas de
opiniones y creencias distintas.
Consecuencia social de la prepotencia.
Una persona prepotente se gana mala voluntad de otros. A decir de Renville,
esto ocurre porque al entender su opinión como única, buena y válida, el
prepotente “descalifica a los demás, por considerar que sus opiniones no son
válidas y se expone a que lo rechacen en muchos ambientes, se cargan el rechazo
de muchos y en ocasiones terminan aislándose, porque sienten que es el mundo el
que está equivocado, no ellos”, comenta.
Incapaces
de entender la importancia de que en su entorno hay otras opiniones y que cada
persona tiene el derecho y la libertad de expresar lo que siente y piensa
recibiendo de los demás el debido respeto, los prepotentes consideran que quien
no está de acuerdo con ellos no tiene la razón ni merece respeto. Su percepción
radical les lleva a entender que el mundo está en su contra y a defenderse.
Prepotencia
causa el rechazo social.
La prepotencia es una cualidad muy ligada al poder. No en
vano el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define esta
palabra como “más poderoso que otros, o muy poderoso” en una primera acepción,
y como el “que abusa de su poder o hace alarde de él” en una segunda. Desde
siempre las personas en posiciones de poder se han valido de este para
menospreciar la opinión de los demás.
“El
poder hace que a veces, en la personalidad de alguien, se desarrolle la
prepotencia.
Cuando
el individuo siente que ejerce control sobre un grupo determinado de personas,
o sobre el mundo que les rodea, puede ser el poder económico, social o el que
le confiere un puesto o cargo, pues el individuo siente que es dueño de quienes
le rodean y puede dominarlos”, señala la psicóloga Olga María Renville.
¿Cómo
se inicia?
Todos los seres humanos nacemos como hojas en blanco, y
el entorno a través de personas clave se encargará de escribir quiénes seremos
en el futuro. En esa tónica, ¿qué hace que un ser humano se torne prepotente?
Renville afirma que desde la infancia se comienzan a modelar las
características.
Explica
que cuando a un niño desde pequeño se le complace en todo, cuando su padre o
madre obedece a todas sus pataletas a partir de los dos años, y para no verlo
tirado en el piso o llorando le da el dulce o juguete que quiere, “se está
delineando una personalidad de prepotencia porque el niño siente que con un
berrinche ejerce el poder de cambiar la opinión y puede manipular a los
padres”.
Este
comportamiento se asume en la adolescencia y en la vida adulta y los individuos
con esta cualidad negativa se vuelven incapaces de tolerar las frustraciones.
Siente
que cuando hay un ‘no’ de por medio, los demás están equivocados y en su
contra. Por eso, según Renville, es importane desde la infancia enseñar al niño
que existen el ‘sí’ y el ‘no’ para cada cosa, y que hay consecuencias.
Así
entenderá que ser prepotente o intentar manipular no le llevará a ningún lugar.
Lo
que sienten.
Las personas prepotentes se ganan el rechazo de todos con
facilidad, pero, ¿ha pensado usted cómo se siente esa persona que a simple
vista luce tan inflexible? Según Renville estas personas siempre están
inconformes con lo que les pasa, nunca se sienten del todo satisfechos y nunca
lo estarán porque al creer que son dueños de la verdad no admiten opiniones ni
consejos de otros por no considerarlos válidos. “Entonces evidentemente siempre
van a ser infelices”, dice.
La
gente prepotente es con frecuencia rechazada. No recibe invitación a
actividades porque los demás entienden que con esa persona ‘no se puede
hablar’, ‘de todo se molesta’, ‘se incomoda si le llevan la contraria’. Ante el
rechazo estos individuos se sienten peor “porque debajo de la prepotencia hay
un sentimiento de inferioridad, donde hay una necesidad imperiosa por
descalificar al otro para sentirse importante”, comenta Renville.
Equivocado. El prepotente considera que siempre tiene la
razón y que todo el que está en desacuerdo con él, está en su contra.
Los trastornos que están relacionados.
Según Olga María Renville, las personas prepotentes pueden desarrollar
depresión, ansiedad y tensión por la carga que les provoca el no poder luchar
contra ese mundo que sienten está en su contra. Suelen tener problemas para
dormir e incluso les es muy fácil llegar a la violencia, a la agresividad.
“Lo
importante es entender que no se es dueño de la verdad absoluta, que hay otras
personas que pueden aportar a nuestra vida para nutrirla, y cuando sentimos que
nadie puede aportarnos, que no podemos equivocarnos, es tiempo de revisarnos y
pensar en buscar ayuda para cambiar de actitud, de lo contrario viviremos en
infelicidad, aislamiento y rechazo social y familiar”, concluye la experta.
Manejo
correcto en psicoterapia.
Cuando estamos tranquilos con nosotros mismos no hay necesidad de comprobar
nada, entendemos que existen diversas personas con opiniones distintas y con
diferencias que debemos aceptar, sin tratar de imponer nuestro criterio. La
psicóloga Olga María Renville recomienda que cuando alguien sienta un gran
vacío dentro, que nadie lo comprende y que todo el mundo tiene problemas,
debería preguntarse si el problema son realmente los demás o él mismo.
También
cuando varias personas a su alrededor (familiares, pareja, amigos, compañeros
de trabajo o estudios) coinciden en una misma opinión sobre una persona, es
momento de que ésta se autoevalúe a ver si los demás tienen razón.
Terapia
Cuando un prepotente llega a consulta de un psicólogo lo hace porque ya está
cansado, desgastado o incluso deprimido porque nadie lo acepta y porque todo el
mundo está equivocado a su alrededor.
Renville
explica que para tratar a estas personas “se apela a la terapia cognoscitiva,
donde el individuo debe empezar a buscar dentro de sí y a evaluar en sí mismo
una respuesta a esa problemática”.
Se
evalúa cómo la persona comenzó a recibir información y programación emocional
para ser prepotente, en qué etapa de la vida ocurrió esto o que evento lo
desencadenó.
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