Brutal ajuste…
Aumentos, crisis con Elisa Carrió y dudas por
Daniel Angelici. Alivio por Ricardo Jaime preso.
© Escrito por Nelson Castro el domingo 03/04/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El ajuste ha llegado en toda su dimensión. “Es brutal”, lo reconoció el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Y esa dimensión es la que produce desasosiego en la población y genera controversias políticas no sólo entre el oficialismo y la oposición sino también dentro mismo del partido de gobierno. Es lo que reflejaron los altisonantes tuits que Elisa Carrió hizo públicos el miércoles pasado y que impactaron lo suficientemente fuerte al interior de Cambiemos como para que Mauricio Macri la convocara a una reunión urgente en la residencia de Olivos antes de su partida hacia los Estados Unidos.
El ajuste ha llegado en toda su dimensión. “Es brutal”, lo reconoció el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Y esa dimensión es la que produce desasosiego en la población y genera controversias políticas no sólo entre el oficialismo y la oposición sino también dentro mismo del partido de gobierno. Es lo que reflejaron los altisonantes tuits que Elisa Carrió hizo públicos el miércoles pasado y que impactaron lo suficientemente fuerte al interior de Cambiemos como para que Mauricio Macri la convocara a una reunión urgente en la residencia de Olivos antes de su partida hacia los Estados Unidos.
En esa reunión
que, según la diputada, fue “dura, franca y divertida”, quien también tuvo un
protagonismo importante fue el ex senador Ernesto Sanz. Sanz se ha transformado en un hombre de
extrema confianza y cercanía del jefe de Estado. La más importante fue la
coincidencia sobre las implicancias negativas que para el Gobierno tendría una
ruptura de la coalición.
El fantasma de
lo que significó para el gobierno de Fernando de la Rúa la renuncia de
Carlos “Chacho” Álvarez sobrevoló el ámbito de ese encuentro, en el
que se le atribuye a Macri haberle dicho a Carrió que “si nosotros nos
peleamos, Cristina se divierte”. Lo cierto es que, tanto el Presidente como
Sanz, fueron duros con la diputada, a quien le señalaron que “su boca era más
útil defendiendo al Gobierno que atacándolo”.
El asunto que
más incómoda al Presidente es el de Daniel Angelici. Nadie atina a saber muy bien cómo ha
adquirido semejante poder. Las voces en los ámbitos tribunalicios –sobre todo
de los juzgados federales– confirman las gestiones de este abogado de
trayectoria poco relevante que invoca transmitir los pareceres y enojos del
Gobierno. Quienes tratan de encontrar una explicación a esta gama de conexiones
que exhibe Angelici lo adjudican a su condición de presidente de Boca. “Muchos
jueces, fiscales y secretarios de juzgados que son hinchas de Boca desesperan
por una platea en la Bombonera”, señala un conocedor de esta trastienda
inquietante. Los industriales
llevaron su preocupación al ministro de Producción, Francisco Cabrera.
El secretario
general de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Sacco, destacó que
“tuvieron una muy buena recepción de la radiografía que le presentaron. Y si
bien el presidente Macri está haciendo lo que prometió en la campaña electoral,
la preocupación radica en la simultaneidad y velocidad con que se está
implementando el sinceramiento de la economía”. En este sentido, el industrial
graficó que “hay unos 39 mil puestos de trabajo en el sector de las industrias
electrointensivas que aún no entraron en situación crítica pero que, con los
aumentos y otros elementos de contexto, podrían peligrar.
Ese elemento de
contexto es la crisis económica de raíces políticas por la que está atravesando
Brasil. Si no se hace algo para enfrentar esa contingencia, la situación podría
empeorar. Si debido a su propio ‘parate’, nuestro principal socio comercial
comienza a enviar los excedentes de su producción hacia la Argentina, el
problema podría escalar y serían 200 mil los puestos de trabajo que correrían
riesgo en la industria”. Al Gobierno no le hace ninguna gracia admitir esta
posibilidad y trabaja contrarreloj buscando salidas a esta delicada
circunstancia. “Cuando Brasil estornuda, la Argentina sufre una neumonía”, dijo
tiempo atrás la canciller, Susana Malcorra.
Se vive con salarios viejos para enfrentar tarifas
nuevas. Eso no hace más que aumentar la pobreza.
Por su parte,
fuentes cercanas a los legisladores que trabajan en la publicación del Índice
de Precios al Consumidor (IPC) Congreso, adelantaron que la medición
correspondiente al mes de marzo se acercaría al 4%, guarismo que haría
“peligrar la meta inflacionaria anual de entre 20% y 25% impuesta por el
Gobierno, a un número mucho más cercano al 30%”. Si marzo arroja esos valores
cercanos al 4%, el acumulado para el primer trimestre del año superará el 12%,
un valor demasiado alto para cerrar el año de manera exitosa.
Es verdad que el
valor que se paga en la mayoría de los servicios públicos en el Área
Metropolitana es irrisorio. Pero lo que también es verdad es que los sueldos
que gana la mayoría de sus habitantes son, asimismo, bajos. Se vive un presente
de tarifas nuevas con salarios viejos. Por eso el índice de pobreza ha
aumentado, tal como lo proyecta el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica, cuyo trabajo ahora el kirchnerismo
pondera luego de haberlo denostado por años.
En el Gobierno
se reconoce toda esta problemática para la que, hasta el momento, no ha
ofrecido soluciones. Nadie discute sobre lo inevitable de este sinceramiento de
la economía, producto del campo minado que dejó el gobierno de Cristina
Fernández de Kirchner. La controversia surge a la hora de evaluar su
implementación. Ahora se habla de una serie de medidas –incluiría un blanqueo
de capitales– en cuya elaboración se está trabajando a toda máquina. El
objetivo es reactivar la economía, que atraviesa un período de estanflación.
Para ello cuenta
con la aprobación de la ley que hace posible pagarles a los holdouts. El
proceso que llevó a la resonante victoria que el oficialismo obtuvo en ambas
cámaras del Congreso –recordar que en Diputados el resultado fue de 165 votos a
favor y 86 en contra y en el Senado 54 a favor y 16 en contra– tuvo entre sus
artífices al ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Esto significó un duro revés para CFK,
quien fatigó el teléfono de los diputados pertenecientes a La Cámpora y al
núcleo duro del kirchnerismo para que presionaran a sus pares a votar en contra
del proyecto de ley que había enviado el Presidente.
El apriete fue
en vano. En el Senado, como se vio, las cosas a Cristina le fueron peor. Y eso
alcanzó no sólo los guarismos de la votación sino también el sincericidio del
jefe del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, quien al decir que había recuperado “su
capacidad para decir lo que pienso”, blanqueó la brutal metodología de
“obediencia debida” reinante durante el kirchnerato.
En el momento de
cerrar esta columna se producía la detención del ex secretario de Transporte Ricardo
Jaime por la causa en la que se investiga la escandalosa compra de
trenes a España y Portugal. Es una buena noticia para el presente de un país
que debe luchar desesperadamente contra la corrupción.
Producción
periodística: Guido Baistrocchi, con la contribución de Santiago Serra.
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