Punto de partida…
Pese a haber sufrido más de la cuenta, Huracán pudo sumar por primera vez en el torneo. ¿Será la levantada?
Transcurrían cuatro de
los seis minutos que había adicionado Carlos Maglio y desde el corralito lo
único que atinaba a hacer Héctor Rivoira era sacudir los brazos de un lado a
otro. Sí, el DT de Huracán rogaba por el pitazo final, no quería saber más
nada... Es que la parda le sentaba bien al Globo, teniendo en cuenta que su equipo
jugó gran parte del ST con uno menos (roja a Battaglia) y necesitaba sumar con
urgencia luego de haber arrancado con el pie izquierdo (1-3 con Aldosivi y 2-4
ante Gimnasia LP). Y el punto de partida llegó...
“Creo que fue muy
importante el resultado que conseguimos acá en Rosario. Porque después de la
expulsión de Rodrigo aguantamos bien el empate hasta el final, respondimos. En
lo personal me sentí bien, pero sobre todo me interesa que le pueda servir al
equipo”, confesó Gonzalo Martínez, este pibe de 19 años que se puso al hombro
el equipo en la adversidad y desequilibró cada vez que tuvo la bocha en sus
pies. Sin dudas, el volante creativo es una de las apariciones más destacadas
en el conjunto de Parque Patricios, junto a la Lucas Villarruel.
Por supuesto que la
realidad del Globo dista mucho de lo que se imaginaban al inicio de la 12/13.
Un punto de nueve, el promedio pisándole los talones y un equipo que aún no
engrana. Sin embargo, en Huracán confían que este paso adelante sirva de envión
para encontrar un funcionamiento grupal que por ahora se hace desear...
© Escrito por Jose Pablo Sacchi y publicado por el Diario Deportivo Olé de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires el viernes 24 de Agosto de 2012.
Central fue un poco más pero empató
sin goles con Huracán en el Gigante de Arroyito…
Central jugó anoche casi media hora
con un hombre más y mereció ganar, pero no jugó bien, cometió errores y todavía
no logra hacer pie como equipo sólido y con pretensiones serias de ascenso.
Que Central anoche mereció
ganarle a Huracán no hay dudas. Tampoco las hay sobre que el canalla no jugó
bien, cometió errores y todavía no logra hacer pie como equipo sólido y con
pretensiones serias de ascenso. Así los de Arroyito están a mitad de camino en
todo. En el juego, en la sincronización colectiva y por obvias razones en el
resultado. Fue demasiado escuálido el 0 a 0 ante un Huracán, que encima terminó
con diez por la roja a Rodrigo Battaglia en el segundo tiempo.
La sensación que invadió
a todo el mundo a la salida del Gigante fue que será un año duro, empinado y
con mucho por hacer, tanto para el entrenador en el armado táctico y
estratégico, como para las individualidades que siguen rindiendo por debajo de
las expectativas. Central está en formación y aprender a ganar en casa, incluso
jugando por debajo de su potencial, sigue siendo una cuenta pendiente. Algo que
habrá que resolver cuanto antes.
Al canalla le costó
horrores durante los noventa minutos tener un circuito futbolístico fluido de
tres cuartos en adelante. Porque Méndez, Gagliardi, Lagos y el Pipi García por
ahora no hablan el mismo idioma, no se entienden y así se les hace cuesta
arriba dialogar mediante el dominio efectivo de la pelota. Si los que saben no
están inspirados, al resto todo se le complica más de la cuenta.
Así todo, a los
ponchazos, Central con voluntad y ráfagas de enjundia supo generar situaciones
netas de gol para vulnerar al inspirado Daniel Islas. Bracamonte falló una
oportunidad inmejorable en el área chica. El pelilargo increíblemente le erró
al arco cuando estaba con los cubiertos en la mano. Lagos tampoco tuvo puntería
en una arremetida entrando a la carrera por la izquierda. Así estaba Central,
sin volumen de juego, pero a base de esfuerzo generando chances claras para
abrir el marcador.
Hubo otras dos acciones
favorables para el canalla en aquel primer tiempo. Méndez pateó un tiro libre
con maestría y manoteó Islas. Y una combinación entre Lagos y García no tuvo
una buena terminación del ex Almirante Brown, cuyo remate dentro del área
encontró un racimo de piernas quemeras cuando el grito de gol estaba al caer.
La única de Huracán fue
una chilena de Milano que tapó Caranta en una estirada providencial, pero nada
más.
En el complemento a
Central le costó más todavía imponer condiciones en el juego. Pero llegó la
roja a Battaglia por agresión al ingresado Nery Domínguez y a partir de allí
fue todo del equipo canalla.
Russo puso toda la carne
al asador y Central terminó arrinconando a Huracán. Un buen cabezazo de
Bracamonte se fue apenas afuera. El ingresado Becker tuvo la victoria, pero su
tiro cruzado encontró un obstáculo quemero en la línea de sentencia. También
Domínguez probó desde afuera y la pelota se fue muy cerca. No alcanzó para
ganar.
Es indudable que el
canalla mereció más que Huracán, aunque nunca estuvo cómodo para generar fútbol
y jamás se sintió anímicamente dueño del partido.
Por eso el cero a cero,
las dudas y el trabajo para la semana. Por ahora juega a los ponchazos.
© Publicado por el Diario La Capital de la Ciudad de
Rosario el sábado 25 de Agosto de 2012.
Las fotos:
Los goles: (No hubo)
Las estadíticas:
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