sábado, 13 de agosto de 2016

Recordando a Enrique Angelelli... @dealgunamanera...

Recordando a Enrique Angelelli, su carrera santísima truncada y la bendición fatal de Kissinger


Los responsables de su muerte fueron de un régimen cuya "guerra" sucia había obtenido solo dos meses antes, en junio, bendición por el entonces Secretario de Estado Henry Kissinger. Dio como resultado un rosario infernal de secuestros secretos, tortura y asesinato de más de 20.000 personas, Incluyó en su red tanto guerrillas de izquierda, como disidentes no violentos, e incluso muchos ciudadanos no involucrados pero asimismo atrapados por el terror estatal.

© Escrito por  el jueves 04/08/2016 y publicado por Tribuna de Periodistas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La causa de canonización de Angelelli, titulado un Siervo de Dios, fue inaugurado en 2015, sólo un año después de que dos oficiales militares de alto rango recibieron sentencias de cadena perpetua por su muerte. Dedicado a servir a los más necesitados, y armado con el lema "Con un oído puesto que el Evangelio y otro en el pueblo", Angelelli había provocado el odio de los privilegiados, quienes lo acusaron de ser un "comunista." (Eso mientras el Partido Comunista Argentina y sus manipuladores en Moscú promovieron en silencio pactos económicos con los supuestamente anticomunistas "guerreros" sucios, mientras que los guardianes de la historia oficial afirmaron que su represión ilegal fue la "primera batalla de la Tercera Guerra Mundial”.)

Irónicamente, el 40 aniversario llega justo después de las convenciones de los partidos mayoritarios en los Estados Unidos, que canonizaron dos candidatos presidenciales notable tanto por sus elogios a Kissinger como sus esfuerzos para buscar su aprobación.

Vale también notar que la oportunidad de celebrar la vida y obra de Angelelli viene sólo cuatro meses después de que el presidente Barack Obama viajó a Buenos Aires con motivo de marcar del 40 aniversario del golpe militar.

Mientras estuvo en Argentina, Obama —tal vez reflejando el debate dentro de su propio Partido Democráta sobre el apoyo de Kissinger a los graves violadores de los derechos humanos en America Latina y en otras partes del planeta— optó por centrarse solamente en el trabajo valiente llevado a cabo por Patricia Derian, la cruzada abanderada de los derechos humanos de Jimmy Carter, y su pequeño equipo en el Departamento de Estado durante aquella revolución en Washington.

Quedó como pregunta sin contestar si la promesa solemne hecha por el presidente Número 44 en la historia EEUU —para desclasificar documentos claves de Estados Unidos de la época para comprender mejor lo que realmente pasó durante el régimen de generales asesinos y sus secuaces neonazis— en efecto sería honrado por cada uno de sus probables sucesores en la Casa Blanca.

La importancia universal de la historia de Angelelli, el rol de Kissinger, y lo que sucedió en lo que solía ser llamado el país de América Latina "más desarrollado", tal vez se puede entender mejor con el dictamen de autor y crítico social norteamericano James Baldwin.

Los niños, escribió, “nunca han sido buenos para escuchar a los ancianos, pero nunca han dejado de imitarlos."

Dicho sea de paso, centenares de niños, también, fueron y son víctimas de aquella represión ilegal.

Angelelli nació en Córdoba en 1923. Sus padres eran inmigrantes italianos, que juntos con muchos otros inmigrantes italianos y distintas comunidades étnicas trabajaban la tierra. Después de entrar en el seminario a los 15 años, fue enviado a estudiar a Roma para después de regresar a Córdoba como un cura. Asignado varios papeles como un joven sacerdote, era a la vez pastor para el Movimiento Católica de Juventudes y visitó y ministró a los residentes en las villas miserias, lo que sería una parte fundamental del trabajo de su vida.

En 1960 Angelelli fue nombrado obispo auxiliar de Córdoba por el Papa Juan XXIII, sólo para ser eliminado de esa posición por involucrarse en una disputa sindical en nombre de los trabajadores. Después del Concilio Vaticano II —sus creencias y sus acciones fueron consideradas como de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia— fue una vez más nombrado obispo auxiliar. Más tarde, después de convertirse en obispo de La Rioja en 1968, Angelelli continuó hablando en contra de los anillos juego y la prostitución dirigidos por los ricos y se mantuvo firme en el lado de los trabajadores y agricultores.

En 1973, con el retorno del exilio del hombre fuerte populista Juan Perón y su aplastante victoria en las elecciones presidenciales, Angelelli compartió momentáneamente la esperanza del pueblo en su conjunto. Sin embargo, cualquier idea de paraíso en la tierra para el “pueblo peronista” fue de corta duración.

Barridos en el faldones de Perón, como candidato Carlos Menem se había comprometido en las elecciones a entregar tierra sin usar a los trabajadores agrícolas locales.

Sin embargo, los del rico clan Menem pronto lanzaron un contraataque, un esfuerzo sostenido para hostigar a Angeletti y su preferencia —uno apoyado por el Vaticano— para los pobres; fue una hostilidad que duró hasta la propia muerte de Angelelli. Bien conectados, los lazos familiares de los Menem incluyen grupos peronistas de extrema derecha, los que estaban, como se confirmó años más tarde, vinculados a escuadrones de la muerte ultraderechistas.

Aun antes del golpe de 1976, los grupos paramilitares neo-fascistas muchas veces trabajando de la mano con las fuerzas armadas hicieron la Iglesia un blanco prioritario. Sacerdotes y laicos que trabajan en los barrios pobres para educar y evangelizar a los pobres empezaron a desaparecer, absorbidos por la red terrorista del Estado.

Ya en 1974 el recrudecimiento de la crisis social y política incluía un alud de asesinatos, atentados y ataques a los dirigentes y organizaciones populares. Fue en septiembre de ese año que Angelelli viaja a Roma en visita "ad limina", donde le sugirieron que no regresara porque su nombre figuraba en la lista de amenazados por la Alianza Anticomunista Argentina. Sin embargo, su Obispo volvió a La Rioja, planteando asimismo los ejes de trabajo para 1975: "Caminar con y desde el pueblo, seguir actuando el Concilio y continuar la promoción integral de los riojanos".

Enfurecidos, los terratenientes llamaron “Satanella” al Obispo y empezaron a organizar un ataque más directo. Luego del golpe de Estado, mientras los militares incrementaron el control y seguimiento a los miembros de la Iglesia, haciéndolos un “blanco prioritario” de la represión, Angelelli  una y otra vez levantó su voz para denunciar las violaciones a los derechos humanos, haciendo conocer al Episcopado la persecución de que era objeto la iglesia riojana. Sus gestiones ante las autoridades militares incluía al Comandante del III Cuerpo de Ejército, Luciano B. Menéndez (años más tarde uno de los convictos por su asesinado), quien amenazó. "El que se tiene que cuidar es usted".

Frente el terror Angelelli aconsejó a sacerdotes, religiosos y laicos abandonar la Diócesis para protegerlos, pero el mismo no aceptó la invitación de Obispos latinoamericanos para un encuentro en Quito, Ecuador, mientras que confesó a sus familiares atemorizados para el: "Tengo miedo, pero no se puede esconder el Evangelio debajo de la cama".

La represión se mostró implacable, el eje las oligarquías locales y los militares en Buenos Aires. En Capital Federal, a principios de julio, asesinaron a los sacerdotes palotinos. En La Rioja, los padres Eduardo Ruíz, de Olta y  Gervasio Mecca, de Aimogasta, fueron detenidos. El 18 de julio los padres Gabriel Longueville (un ciudadano frances) y Carlos Murias, de Chamical, fueron secuestrados, torturados y asesinados. Ocho dias mas tarde un grupo de encapuchados buscando a un sacerdote en Sañogasta, al que Angelelli había aconsejado antes abandonar la zona, ametrallaron en la puerta de su casa al laico campesino Wenceslao Pedernera.

Unos días antes de su muerte, en una reunión con sacerdotes y monjas, Angelelli preanunció su muerte, contándoles: “Ahora vienen por mí”.

El noche de 3 de agosto Angelelli no habia vuelto todavía a La Rioja. Prefirió quedarse en Chamical en busca de indicios del crimen, que prometió revelar “si es necesario desde el púlpito de la Catedra de La Rioja.”

Al día siguiente, menos que dos meses después de la luz verde de Kissinger, Angelelli, junto al padre Arturo Pinto, retornaba a la Capital riojana. A la altura de Punta de los Llanos su camioneta fue embestida por un auto Peugeot 504, que le provocó el vuelco. El cuerpo del Angelelli fue sacado y su nuca golpeada contra el asfalto, quedando su figura extendida con los brazos abiertos sobre la ruta. A pesar del denso clima de intimidación, 6.000 personas apesadumbradas se hicieron presente en el funeral de Angelelli para escuchar al arzobispo Vicente Zaspe recorder que “El Pelado” con frecuencia le había confiado: “Estoy dispuesto a morir, si mi muerte lleva la reconciliación a La Rioja”. En Buenos Aires, un portafolio con documentación que Angelelli se había llevado consigo apareció en el despacho del entonces ministro del Interior, General Albano Harguindeguy.

Por años, los militares intentaron ocultar la causa del crimen, explicándolo como un "accidente automovilístico”. Sin embargo, la investigación judicial iniciada y enseguida archivada, en 1983 se reabrió con el retorno de la democracia con la asunción de Alfonsín. En 1986, el juez Aldo F. Morales dictaminó que la muerte de Mons. Angelelli fue un "homicidio fríamente premeditado", debiéndose identificar los autores.  Sin embargo, fue solamente en 2014, que una Corte halló que tanto el ex-general Menéndez como otro militar fueron culpables.

El legado de Angelelli estaba en marcado contraste con la creada mundialmente por Kissinger; lo que Patt Derian me dijo que era "las huellas de Kissinger en una gran cantidad de países." No sólo había el derrocamiento de un gobierno de izquierda, pero democráticamente elegido, en Chile por el aliado preferido por Kissinger —Augusto Pinochet— hundiendo una de las democracias más antiguas del hemisferio en el terror; el único error a la chilena, dijeron en privado sus contrapartidos guerrilleros sucios argentinos, fue que el autoproclamado "Capitán General" había arriesgado matar también públicamente su oposición política y social.

El legado de Kissinger incluye la venta de nuestros aliados kurdos al Shah de Irán; dando a los generales de Indonesia "luz verde" para invadir Timor Oriental, donde asesinaron a decenas de miles de personas, y instando el presidente Richard Nixon que ayudar a los judíos soviéticos emigrar para escapar de la opresión de un gobierno totalitario "no era un objetivo de la política exterior de Estados Unidos". La lista sigue...

Tratando de contener la sangre, el Presidente Carter y Patt Derian habían puesto el régimen de Argentina en la parte superior de su lista de violadores mundiales de los derechos humanos. Mientras tanto, Kissinger volvió a la Argentina en 1978 como "invitado de honor" de los generales en los partidos de fútbol de la Copa Mundial, algunos de ellos no muy lejos de campos de la muerte donde sufrieron sin piedad los desaparecidos.

En aquel momento, un católico apóstata, la primera vez que realmente me di cuenta de la importancia de la vida y el martirio del Angelelli fue en conversaciones con Penny Lernoux, la legendaria reportera corresponsal del National Catholic Reporter, que no muy antes había escrito su libro seminal, El Clamor del Pueblo (Cry of the People, Doubleday, 1980).

A principios de 1986, cuando el muy amado Senador Edward M. Kennedy se preparó para visitar la Argentina del héroe de los derechos humanos Raúl Alfonsín, su staff buscó un lugar especial en honor a las víctimas del holocausto local, un país que tenía el honor de ser el primero que juzgaba sus propios militares, quienes tenían cientos de campos de concentración clandestinos y una propaganda hecha por admiradores de Goebbels. Por mi recomendación, Kennedy viajó a La Rioja para dar gracias a Angelelli y su obra (evento que fue el motivo de su visita allí, aunque fuera por desgracia pirateada por un Carlos Menem todavía presentado como una "reformista" peronista).

Más tarde, dediqué mi primer libro, Dossier Secreto; Desaparecidos de la Argentina y el mito de la "guerra" sucia (Westview 1993) a Angelelli y otros dos católicos, el decano de derechos humanos en Buenos Aires Emilio Mignone, y Patricia Derian (esta última, como yo en ese entonces, una apóstata). La parte de "La Iglesia de los Pobres", capítulo en que se centraba en la vida de Angelelli tenía el título "El martirio de un obispo".

Al asumir el cargo en 1983, después de tratar de dominar a los militares a través del estado de derecho, Alfonsín se encontró que no podía hacer lo mismo cuando se trata de endeudamiento bruto del país otrora próspera a bancos de Estados Unidos de que el régimen de estado policial había legado a las que una vez había gobernado con mano de hierro.

Cuando Alfonsín buscó la ayuda financiera y la comprensión en Occidente, el hecho de que uno de esos bancos —el Chase Manhattan— fuera dirigido por los Rockefeller, ellos los antiguos patrones de Kissinger —fue rara vez que eso se mencionaba en la prensa estadounidense—, no tuvo suerte. Mientras tanto, Kissinger Associates tenía la tarea, como uno de sus ejecutivos subrayó con satisfacción, de señalar "conflictos reales o potenciales que existen entre los países deudores, o para hacer inventarlos en caso de que no existan."

Volvió Kissinger a la Argentina como "invitado de honor" con la asunción del corrupto Carlos Menem en 1989, quien perdonó rápidamente a aquellos gobernantes de la guerra sucia, condenados y encarcelados luego de una suerte de mini-Nuremberg durante el gobierno de Alfonsín.

Cabe notar que Menem repitió —tanto en privado como en público— que el ex jefe de la Policía Federal Argentina Alberto Villar, uno de los organizadores de la Triple A, fue un ejemplo que su gobierno quería seguir.

El 24 de junio 1994, advertí en el Washington Times que en el gobierno de Carlos Menem —cliente de Henry Kissinger y el puente del Departamento de Estado a la dictadura siria atroz que protegía a los criminales de guerra de la era nazi— Argentina se había convertido en "una estación de paso para el terroristas del Oriente Medio y traficantes de armas y un punto de tránsito cada vez mayor para el envío de narcóticos a los Estados Unidos y Europa".

El 18 de julio la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA ) fue volada matando al menos a 85 personas inocentes e hiriendo a cientos más en el ataque grave de la historia terrorista contra judíos fuera de Israel desde el Holocausto.

Dos días más tarde, un editorial del Miami Herald tomó nota de mi advertencia, y agregó: "Una vez arraigadas en el suelo argentino, algunos de ellos han decidido que es más fácil de atacar a Israel en Buenos Aires que en Tel Aviv."

En una columna titulada El obispo Angelelli y el papa Francisco, publicada en La Razón, Xavier Albó notó:

El 4 de agosto de 2006, al recordarse los 30 años de su asesinato, se hicieron diversas celebraciones en la zona. El entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, estuvo allí. En este caso concreto, Bergoglio, ya papa Francisco, ha jugado un rol muy oportuno. Sacó a la luz documentos antes secretos, que envió enseguida a la Argentina y aceleraron la condena a cadena perpetua de los dos altos mandos militares más directamente implicados: el exgeneral Luciano Benjamín Menéndez y el excomodoro Luis Fernando Estrella.

“El Papa conoció a Monseñor Angelelli”, explicaba el actual obispo de La Rioja, Marcelo Colombo, “como provincial jesuita durante esos años visitó la diócesis donde trabajaban algunos sacerdotes de su orden, algunos de los cuales incluso habían sufrido la persecución y la cárcel en esos días”.

Hace 10 años, con el cumplimiento de los 30 años del asesinato de Angelelli, rumbo a la beatificación, “Bergoglio manifestó en una homilía en la catedral de La Rioja que el fallecido obispo ‘recibía pedradas por predicar el Evangelio y derramó su sangre por ello’.”


Juegos Olímpicos Brasil 2016. Argentina 2 vs. Argelia 1... @dealgunamanera

  
Río 2016: Argentina le ganó a Argelia y se ilusiona con pasar a cuartos de final…


La selección argentina se impuso por 2-1 en un partido complicado. Los goles, Correa y Calleri. Cuesta vio la roja en el primer tiempo.

© Publicado el domingo 07/08/2016 por el Diario La Voz de la Ciudad de Córdoba.

El 
seleccionado argentino sub 23 de fútbol venció a su par argelino por 2 a 1 en el segundo partido del grupo D de los Juegos de Río 2016, que se jugó en el estadio Olímpico de esa ciudad brasileña, y definirá la clasificación a la segunda fase el miércoles venidero en el tercer cotejo de la zona ante Honduras. 

El conjunto de Julio 'Vasco' Olarticoechea se recuperó así de la caída 2-0 en el arranque ante Portugal (ya se metió entre los ocho mejores) y dirimirá su suerte en el grupo D de la competencia el próximo miércoles ante Honduras (3 puntos), en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia.

Angel Correa (St. 1m.) y Jonathan Calleri (St. 25m.), dos de los mejores del conjunto que hoy vistió con camiseta azul y tuvo el respaldo de cientos de simpatizantes que se acercaron hasta el Engenhao Olímpico para demostrar la fidelidad de siempre, fueron los autores de los goles. El conjunto argelino (0 puntos y eliminado) había marcado la paridad provisoria, con una conquista de Sofiane Bendebka (St. 18m.)

Los dos elencos concluyeron con diez hombres, a raíz de una muy floja labor del árbitro turco Cakir, quien expulsó mal a Víctor Cuesta, el capítán argentino, y a Ayoub Abdellaoui en Argelia. Los primeros 45 minutos resultaron flojos, con una marcada predisposición de ambos por imprimirle vértigo a las acciones. Pero a los dos les faltó conexión y precisión, por lo que entonces el juego se desvaneció.

En ese contexto, Argentina lució mejor con un Correa que fue conductor e intentó desequilibrar con su repertorio de gambetas. Pero al ex San Lorenzo le faltó compañía en un Jonathan Calleri demasiado aislado más un Cristian Pavón bastante desatento.

Inclusive el equipo africano encontró soluciones parciales por el costado derecho de la defensa albiceleste, con un José Luis Gómez muy permeable a que le hicieran el 2-1 por su sector. Pero enseguida el factor predominante empezó a ser el juego cortado. Los dos conjuntos abusaron de la pierna fuerte y el árbitro Cuneyt Cakir no supo administrar con tarjetas esa creciente ola de brusquedades.

Con ese panorama, las chances para abrir la pizarra pasaban cuando los jugadores se animaban a pegarle al arco desde lejos. A los 11m., Correa metió un 'puntinazo' que se fue apenas desviado.

Lo mismo ocurrió con Mauricio Martínez, pero sobre los 25m. La chance más nítida de Argelia, que supo hallar huecos en el fondo de la zaga albiceleste, se dio a los 44m., cuando Gerónimo Rulli le tapó un mano a mano a Bounedjah. Pareció posición adelantada en el arranque de la jugada.

Pero, sin dudas, la acción que presumía cambiar el curso del partido se originó en el tercer minuto adicional, cuando Cuesta (ya estaba amonestado) interrumpió la carrera de Bounedjah, delantero de Al Sadd (Qatar).

El árbitro turco, demasiado riguroso, aplicó la ley del último recurso y expulsó al defensor de Independiente. Apenas comenzado el segundo tiempo, el equipo del 'Vasco' Olarticoechea se adelantó en el tanteador. El arquero Rulli sacó largo, Calleri la peinó y Correa definió con un remate cruzado. El resultado obligaba al conjunto albiceleste a utilizar la congeladora.

Pero los argelinos, tozudos, insistieron en ahondar las deficiencias en la zaga argentina, invitando a entrar por el medio de una defensa permisiva. A los 18m., así, Bendebka aprovechó un pase al vacío y conectó al gol con un remate ajustado.

El juez turco, demasiado atento a las 'sugerencias' del público brasileño, eligió compensar y expulsó a Abdellaoui, por un foul menor a Pavón. Y, diez contra diez, Argentina lo fue a buscar y el obstinado Calleri tuvo su premio.

De rebote, el ex All Boys y Boca Juniors apareció para tocar un pase filtrado de Correa y, con el aporte involuntario del arquero Chaal, que rechazó en forma apurada, el delantero cambió por gol toda la 'mufa' acumulada para el 2-1. El equipo de Olarticoechea no se refugió atrás y trató de salir rápido de contra. Lo tuvo Pavón, a los 41m., y su disparo cruzado pegó en el poste derecho. No hubo tiempo para mucho más y el conjunto argentino se retiró con un triunfo estrecho pero merecido.

Síntesis

Argentina 2

Gerónimo Rulli; José Luis Gómez, Lautaro Gianetti, Víctor Cuesta, Alexis Soto; Mauricio Martínez, Santiago Ascacíbar; Cristian Pavón, Angel Correa, Giovani Lo Celso; Jonathan Calleri. Entrenador: Julio Olarticoechea

Argelia 1

Farid Chaal; Abdelraouf Benguit, Abdelghani Demmou, Ayou Abdellaoui, Houari Ferhani; Sofiane Bendebka, Rachid Ait-Atmane, Haris Belkebla; Mohammed Benkablia, Baghdad Bounedjah y Zakarya Haddouche. Entrenador: Pierre-André Schurmann.

Goles: en el segundo tiempo, 1m Correa (Argentina); 18m Bendebka (Argelia) y 25m Calleri (Argentina).

Cambios: en el primer tiempo, 35m Mohammed Benkhemassa por Ait-Atmane (Argelia). Segundo tiempo: 10m Abderrahmane Meziane por Haddouche (Argelia); 27m Lucas Romero por Lo Celso (Argentina); 36m Oussama Darfalou por Benkablia (Argelia); 37m Giovanni Simeone por Correa (Argentina); 42m Cristian Espinoza por Pavón (Argentina).

Incidencias: fueron expulsados, en el primer tiempo, a los 48 minutos, Cuesta (Argentina) y en el segundo, a los 21, Abdellaoui (Argelia).

Arbitro: Cuneyt Cakir (Turquía).

Estadio Joao Havelange (Río de Janeiro).

 




Pérez Esquivel: “Son preocupantes las declaraciones de Macri”… @dealgunamanera...

Pérez Esquivel: “Son preocupantes las declaraciones de Macri”…

El activista por los derechos humanos se refirió a la dictadura militar tras los dichos del Presidente. Foto: Cedoc

El Premio Nobel de la Paz, además, dijo que Bonafini se tendría que haber presentado a declarar.

© Publicado el viernes 12/08/2016 por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Premio Nobel de la Paz 
Adolfo Pérez Esquivel consideró que las declaraciones del presidente Mauricio Macri sobre la última dictadura militar en Argentina son "preocupantes". El activista por los derechos humanos afirmó que en el país "no hubo ninguna guerra sino una represión brutal" y opinó que referirse a ello en los términos que lo hizo el jefe de Estado "es retrotraer muchas cosas que pensábamos superadas". 

Macri en una entrevista para el sitio Buzzfeed, a través de Facebook Live, calificó a la dictadura militar como “guerra sucia”, minimizó la discusión por el número de desaparecidos y aseguró que por parte de las organizaciones guerrilleras “no hay ninguna autocrítica” por su rol durante los años 70. Esos dichos generaron un rechazo en varios sectores de la sociedad. 

En diálogo con La Once Diez/Radio de la Ciudad, Pérez Esquivel analizó la acción represiva de los militares: "Dejaron a un lado el derecho y se transformaron en señores de la vida y de la muerte".  Asimismo, puntualizó: “Lógicamente no podemos avalar bajo ningún punto de vista lo que hicieron las guerrillas, que mataron, secuestraron y torturaron, y de esto no se habla absolutamente nada”. No obstante, aclaró que “esas eran fuerzas irregulares” y que “las Fuerzas Armadas tomaron el Estado por asalto y se transformaron en una fuerza de ocupación de su propio país”.

Tras lo cual, cuestionó los dichos de Macri al afirmar que “se quiere volver otra vez a esos conceptos que no tienen nada que ver con lo que ocurrió en el país, donde no hubo ninguna guerra sino una represión brutal y un avance sobre el poder constitucional por parte de las Fuerzas Armadas para imponer una ideología a través de la doctrina  de la seguridad nacional, y para eso utilizaron la represión y métodos realmente aberrantes”.

Y añadió: “Son preocupantes esas declaraciones porque es tratar de retrotraer muchas cosas que pensábamos superadas: la búsqueda de verdad y justicia, porque aquí no hubo una guerra sino una represión brutal contra el pueblo, donde las víctimas fueron personas, niños de distintas edades, gente que tuvo que salir al exilio y otros que fueron asesinados con los vuelos de la muerte”.
  
En último lugar, el activista por los derechos humanos habló del caso Sueños Compartidos y de la resistencia de Hebe de Bonafini a presentarse a declarar y señaló que “una cosa es la defensa de los derechos humanos, en lo que nos comprometimos y luchamos juntos, y otra cosa es Sueños Compartidos, donde se constituyó una empresa con capitales del Estado y como toda empresa tiene que rendir cuenta de los recursos, lo que se hizo y lo que no, y hay denuncias por dineros que no aparecen”. Por ello, dijo que  “eso debe ser investigado por la Justicia”.

Para finalizar, manifestó: “Hebe en un momento dice: ‘Yo no me voy a presentar [a declarar] porque con lo que dije ya está’, y yo creo que sí se tendría que haber presentado”.





domingo, 7 de agosto de 2016

Kika y los mil usos de Hebe… @dealgunamanera...

Kika y los mil usos de Hebe…


La entrañable mujer que resistió a la Dictadura convive con la oficialista número uno. Pañuelos constructores y la doble vara de la igualdad.

© Escrito por Jairo Straccia el sábado 06/08/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

De 2007 a 2012 coordiné como parte del taller de Periodismo del Frente de Artistas del Borda el programa radial Comiómaní?, de arte y salud mental, reflejo del trabajo de esa organización que lucha por el derecho de los pacientes psiquiátricos hace 32 años en el hospital José T. Borda. La radio que nos dio el espacio totalmente gratuito era la AM 530, por entonces llamada La Voz de las Madres, de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, que preside Hebe de Bonafini.     

La veíamos poco, muy poco, por el horario del programa, sábados a la noche. Pero a veces recurríamos a ella para alguna producción especial. Ahí encontrábamos a la entrañable Kika Pastor de Bonafini que devino durante el terrorismo de Estado en histórica luchadora por la aparición de su hijo, con una sensibilidad increíble cuando leía un poema escrito en el Borda. O cuando hablaba simplemente como madre.

Pero al mismo tiempo conocimos a la Hebe que el kirchnerismo terminó convirtiendo en una aliada que prestó (¿vendió?) su prestigio a una familia que acumulaba poder enarbolando banderas históricas del centroizquierda. A diferencia de Nora Cortiñas, de Línea Fundadora, de una independencia irreprochable, ella eligió ser la oficialista número uno en el campo de los derechos humanos.

Pero el tema es que también estaba la plata, que la transformó en cabeza de una universidad, de una radio y de una constructora. ¡Néstor Kirchner transformó a las Madres en una constructora! Como Wagner, Báez o Calcaterra. Y Néstor y la construcción sólo te llevan a un destino incluso si en tu vida pusiste un ladrillo: la corrupción.

El crecimiento edilicio de la radio hacía pensar que había un ingreso increíble de dinero en la organización emblema de los derechos humanos. En un par de años, pasamos de ir a un pequeño estudio sobre la avenida Cerrito al 200 a un edificio nuevo de tres pisos en la zona de Congreso, con estudios de radio, televisión y una terraza para eventos.

“Acá hacen falta unos $100 mil de publicidad oficial por mes para que funcione la radio”, dijo una vez un directivo de la emisora. Para nosotros era igual. Íbamos sin poner ni recibir un peso, a hacer radio con pacientes psiquiátricos, los talleristas que hacían arte en el Borda. La AM 530, hoy devenida en Radio Madre, era sostenida por muy buena gente, que jamás vio ni de lejos las montañas de dinero que se mencionan en torno las viviendas de las Madres. Muy por el contrario, recuerdo técnicos y operadores que en el mejor momento del vínculo Hebe-Casa Rosada, no cobraban sus sueldos o los tenían en negro. Szpolski con pañuelo.

Cuando estalló el escándalo de Sueños Compartidos, escuchamos el nombre de Sergio Schoklender. Sólo una vez habíamos tenido noticias de él: nos transmitió la molestia de Hebe por algo que había salido al aire en nuestro programa: habíamos elogiado a Estela de Carlotto en el marco de un texto sobre nietos recuperados. Increíble. Por esos tiempos, agradecidos por el espacio, nos fuimos de la radio.

Hebe estaba ya jugando en el club de los D’Elía, de los que subían la apuesta de cualquier tema de agenda con declaraciones que la ponían en el bando de los ultra. A 10 mil años luz de la voz sensible que nosotros encontrábamos cuando la llamábamos para pasarle un poema para que nos dejara grabado en la semana para pasar el sábado. Esa voz que muy calma mencionaba las palabras “amor” o “ternura”.

Todavía algunos los tengo en la computadora. Los ponía los días en los que se empezó a hablar de cómo Néstor y Schoklender la habían usado de constructora estilo De Vido. Los re escuché los días increíbles cuando Cristina la usó para blanquear al jefe del Ejército César Milani, investigado por delitos de lesa humanidad. Los vuelvo a oír ahora, que la veo negarse a declarar y jugar con la denuncia de persecución símil dictadura. Supongo que ni ella, que peleó con la dictadura en serio, se lo cree. Acá a se enfrenta a una Justicia patética y trucha, capaz de armar escenas como para que se masturben los editorialistas del "círculo rojo". Y escucho esos poemas de nuevo ahora que pienso que la vuelven a usar La Cámpora y otra vez Cristina para hacer oposición mientras el peronismo obliga a la expresidenta a actuar como un centro de estudiantes o a ser testimonial como el Partido Obrero.

Lo doloroso es que usada o no, si firmó y fue legalmente responsable, se tiene que hacer cargo, no sólo por la muletilla falsa de la igualdad ante la ley sino por pudor ante los que se quedaron sin casa en el perverso proyecto de los pañuelos constructores. Perverso sobre todo porque hoy deriva en que “Hebe puede ir presa”, una responsabilidad imperdonable de Néstor y Cristina, tan grande como la de dejar pegado al progresismo a la idea de los bolsos con plata. Una escena que le deja el país servido para que se lo repartan en los próximos años opciones conservadoras, como Mauricio Macri, Juan Manuel Urtubey o el impredecible Sergio Massa.


La sencibilidad de Mauricio... @dealgunamanera...

La Sensibilidad de Mauricio…


El Gobierno de Mauricio Macri carece de la sensibilidad necesaria para administrar los recursos de la República es tangible como el agua que recorre un río. Podrás o no compartir esto.

© Escrito el  lunes 11/07/2016 por Luis A. Capomasi y publicado en el Blog De Alguna Manera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Ya todos sabemos que quienes han estado en los últimos tiempos han sido, amparados en el poder que le otorga el pueblo con su voto, además de ladrones de ideologías, apropiadores de los Derechos Humanos y demás avituallas, unos soberanos delincuentes, negadores de la realidad en su máxima expresión. Desanclo a quienes de buena fe han creído en ello, los resultados y la praxis demuestra quienes fueron. Su deber era servir al pueblo y la realidad indica que se han servido del pueblo. Pocos de esos gobernantes pueden ser excepción de esto.

Ahora, los que han sido elegidos en las últimas elecciones, encabezados por un supino ignorante de las realidades de los que se fueron dejaron, se asemeja a un pato criollo, cuya principal característica es dar un paso y hacer una cagada. La ineptitud no puede descansar en la pobreza de las personas.

Hablan del 400% de ajuste como que la manteca sale de la leche. ¿De qué carajo hablamos? ¿Estos habrán cabrones salido a la calle y sentir lo que la gente siente? No nos cuenten lo que pasó, porque ya todos lo sabemos y tampoco me vengan con cuestiones aritméticas, porque el 35% de pobreza y en aumento, sumado a las idas y venidas, denotan que no tienen la mínima idea de lo que carajo tienen que hacer. Y esas cosas lo sufre la gente, no las ciencias matemáticas.

¿O será que les ha ocurrido lo que les ocurrió a los que se fueron?... Ellos esperaban ganar y no ganaron… ¿Ustedes esperaban ganar? O simplemente especularon con el hartazgo del pueblo argentino que votó por descarte al menos peor y les dio la posibilidad de gobernar para todos los argentinos. No sean ingratos. 

Un país no es una empresa. No se puede excluir a las personas por un tema de costos, o un cuadro de resultados dibujado al exterior como están acostumbrados. Hay funcionarios corruptos en este gobierno, sino consulten por quién fue por ejemplo Gerente General de Casa Isenbeck, compañía de cervezas de Alemania, quien fue Juan Pablo Piccardo, funcionario de Gobierno de C.A.B.A. y ahora del Gobierno Nacional.

Se comprende el tema de los tiempos de gobierno, ahora la falta de tacto para la toma de medidas necesarias denota la insensibilidad que poseen, y como son empresarios y no gobernantes, les recuerdo aquello de la estrategia y sus tácticas manga de animales.

Que no les le ocurra a los que se fueron, que serán juzgados por la historia como los gobernantes más corruptos que ha existido en los tiempos de la República.



Acuerdos y bochorno… @dealgunamanera

Acuerdos y bochorno…

Pesadillas compartidas, Hebe de Bonafini. Foto: Diego Temes.

El Gobierno ganó más con el circo del entorno de Bonafini que con sus arreglos con provincias y CGT.

© Escrito por Nelson Castro el domingo 07/08/2016 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tiempo de restituciones. En una semana sumamente agitada política y judicialmente, el Gobierno logró exhibir como victoria dos hechos de fuerte contenido político: uno de ellos fue el acuerdo con los gobernadores para devolverles a las provincias el 15% de coparticipación que la Nación les retenía para uso de la ANSES, a cambio de una carta de intención cuyo objetivo es el fortalecimiento del federalismo; por ese acuerdo, los mandatarios provinciales se comprometieron a contener el gasto y a mejorar los ingresos y la inversión para llegar a 2019 más cerca del equilibrio fiscal.

El otro hecho relevante fue la restitución a las obras sociales sindicales de fondos adeudados por el Estado más un conjunto de iniciativas volcadas a la creación de un plan universal de salud. Pero no todo fue alegría. No bien se alza la vista, aparecen cabos sueltos que el Gobierno no debería dejar librados al azar.

La CGT acaba de anunciar su unificación en un triunvirato representado por Juan Carlos Schmidt (Transporte); Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Garajes y Estaciones de Servicio). Desde el interior de esta conformación tripartita, fueron tajantes: “No sé qué se está celebrando. Esto parece la lógica del que te devuelve lo que es tuyo y cree que te está haciendo un favor” –señalaron–.

En realidad, el documento que han dado a publicidad y en las charlas puertas adentro resalta la “disconformidad con el tarifazo, la inflación, la apertura de importaciones y la excesiva tendencia a volcar el apoyo a la agroindustria”. El Gobierno no debería descuidar un frente que, de no mediar nuevos acercamientos, en un plazo más corto que largo podría derivar en un paro general.

En ese contexto, las declaraciones de Elisa Carrió no hicieron más que agitar las de por sí revueltas aguas por las que navega la administración de Mauricio Macri.

Tras los fallos judiciales, técnicamente la situación tarifaria está casi en el punto inicial. “La Nación sigue absorbiendo los costos. Pronto llegará el problema de la luz. Hoy hay más subsidios que cuando estaba Cristina, y el Gobierno no deja de poner plata para sostener todo esto.

La situación es delicada, ya ni siquiera Bolivia nos da gas porque debe por contrato abastecer a Brasil, lo que le resulta más conveniente por el mayor volumen que compra y por la mayor rigurosidad en el cumplimiento de reciprocidades”.

En este contexto adverso, fue muy importante lo que, puertas adentro, ocurrió en la reunión con los gobernadores. El acuerdo y el mejoramiento de las relaciones con los mandatarios provinciales le dio oxígeno al Gobierno.

En el interior de Cambiemos resaltan el gesto hacia la promoción del federalismo real: “En siete meses, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, se reunió con los gobernadores en seis oportunidades. Al cabo de esos encuentros, los líderes provinciales no fueron a reclamar sino a recibir”.

De todas maneras, hay matices que merecen ser consignados. Varios borradores circularon antes de llegar al feliz desenlace que representó el acuerdo de marras. La fórmula final llegó a manos de algunos gobernadores y sus ministros de Economía la noche anterior a la foto tan promocionada. De inmediato, todos los recipiendarios observaron que en el texto no había demasiadas respuestas a los planteos de las provincias.

Esto generó disgusto y preocupación por lo que se firmaría a tal punto que el mismo día de la reunión hubo dos encuentros paralelos previos al cónclave final. El acuerdo se caía. Rápido de reflejos, un gobernador cuyano y al menos dos de sus pares peronistas convocaron a una reunión de urgencia esa misma mañana en el Hotel Savoy. “No queríamos desairar a Rogelio Frigerio, que había estado trabajando en gran sintonía con la mayoría, pero necesitábamos garantías”, dijo un ministro provincial que presenció la discusión.

Casi todos. Esa mañana estuvieron presentes casi todos los gobernadores peronistas menos el salteño, Juan Manuel Urtubey.

Hasta Alicia Kirchner fue de la partida. Además, asistieron Adolfo Rodríguez Saá y el vicegobernador de Santa Fe, Carlos Fascendini –todo un gesto de parte del socialismo–. Esta suerte de liga peronista logró negociar e imponer algunas de sus condiciones. Los puntos de la discordia eran al menos dos: una interpretación de los primeros borradores sostenía que, tal como estaba redactado, la Corte podría excluirlos de cualquier reclamo por la coparticipación, llevando la discusión a un acuerdo obligado con la Nación.

El otro de los puntos tenía que ver con la carga que implicaría a nivel federal la restitución de los fondos del Conurbano a la provincia de Buenos Aires. Una avanzada de mandatarios se entrevistó con Rogelio Frigerio luego de la cumbre del Savoy. Una solución casi semántica terminó de acercar las posiciones. Lo que inicialmente era un “acuerdo para el fortalecimiento del federalismo” derivó en una carta de intención. “Los acuerdos requieren de ratificación por ley y después no se puede retroceder, quedando sujetos a acciones judiciales”, explicó el ministro de Economía de uno de los gobernadores de mayor protagonismo.

La carta de intención para el fortalecimiento del federalismo que finalmente se consensuó expresa deseo y buena voluntad, algo mucho más flexible y sujeto a revisión según los avatares de la realidad. El peronismo jugó fuerte y encontró su mejor expresión en un momento que, políticamente, favoreció tanto a las provincias como al gobierno nacional.

Todo un gesto para sostener la pax política que transita el peronismo, a la espera de tiempos mejores para rearmarse de cara a las legislativas del año próximo.

En ese peronismo, el episodio que protagonizó Hebe de Bonafini el jueves pasado se vivió con espanto. “Las imágenes de todo ese bochorno no hacen más que beneficiar al Gobierno”, reflexionaba una voz que supo ser sostén de la campaña de Daniel Scioli.

Escuchar a legisladores nacionales, que deberían ser pilares del respeto a la ley, defendiendo y promoviendo la desobediencia a la citación de un juez, fue patético. Ni siquiera Cristina Fernández de Kirchner lo hizo frente al comparendo que le ordenó el juez Claudio Bonadio. Más allá de la falta de tino del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, quien debió haber mensurado las consecuencias de citar a la presidenta de la Fundación de las Madres de Plaza de Mayo el día en que hacen sus rondas habituales, lo ocurrido habla del desprecio profundo del kirchnerismo duro hacia preceptos institucionales básicos de un país democrático, como es el de la igualdad ante la ley.

A Hebe de Bonafini no se la está juzgando por su trayectoria de lucha en el campo de los derechos humanos sino por el proyecto Sueños Compartidos, otro hito de la corrupción imperante durante los doce años del kirchnerato.

Producción periodística: Santiago Serra.