miércoles, 23 de octubre de 2013

Destituyentes... De Alguna Manera...

Destituyentes...


Habitantes de una villa que se plantan ante las topadoras hasta que les paguen lo que piden. Padres y docentes que secuestran a un director de escuela hasta lograr lo que desean. Activistas de una facultad zapatean sobre la mesa de una deliberación universitaria para impedir la elección de una decana, mientras anuncian que si no se salen con la suya, “se va a armar quilombo”. Un grupo de avejentados setentistas se instala con sus carpas y arcaicas pancartas en la avenida Callao ocupando media calzada a la altura de la Casa de Córdoba para exigir la liberación de “presos políticos”. Azafatas súbitamente cancelan vuelos de una empresa aérea sin preaviso ni explicación, aduciendo incumplimientos contractuales y dejando anclados en tierra a millares de pasajeros. Así funciona hoy la Argentina, sólo basta verlo y escucharlo. El país ha naturalizado su mutación en enorme cuadrilátero de puja bestial y desalmada. Todos quieren todo y ya. 

Es posible porque la Argentina es hoy una ruina de sociedad civil donde de arriba hacia abajo se ha consagrado el imperio de la fuerza, ese derecho de las bestias del que hablaba el señor que murió el 1º de julio de 1974.

En Comodoro Rivadavia, un operativo de ribetes cinematográficos permitió rescatar al ministro de Educación de Chubut, Luis Zaffaroni, cuando la infantería policial lo liberó por el techo de la Escuela 757 Hipólito Yrigoyen. Zaffaroni fue rehén durante 11 horas, encerrado por casi 300 docentes y padres que exigían mejoras salariales y mantienen sin clases a escuelas de la ciudad patagónica hace 45 días. Los alzados le exigían al ministro chubutense que renuncie, les dé un aumento salarial y levante el operativo policial en las escuelas, como condición para ponerlo en libertad. Escuelas tomadas, ministros secuestrados, hechos cotidianos en una Argentina donde el bullying es un recurso permanente y que ya no asombra.

Nada de esto se diferencia mucho del ya consagrado y fulminante sistema de acción directa adoptado por los sindicatos del transporte (ferroviarios, aviación, colectivos). Asambleas repentinas que, por definición, no pueden ser jamás verdaderamente representativas, de la noche a la mañana descerrajan medidas extremas, sin anestesia, acciones que toman al pasajero como cautivo. A quienes toman estas medidas no les interesa divulgar sus razones, ni persuadir con sus argumentos. Eso forma parte del pasado. No reparten volantes explicativos, ni se afanan por hacerse querer. Operan en frío y contra la gente, al igual que las cotidianas brigadas de escrachadores, cortadores de calles, y acampadores profesionales. Maximalistas convencidos, proceden con un método contundente.

Es el mismo modelo aplicado con todo éxito en la ya multitudinaria Villa 31 de la Capital Federal, donde el Gobierno pagó más de 800 mil pesos en “subsidios” para que le permitan demoler 27 casas que obstruían la traza ferroviaria del Belgrano Cargas, donde se expandía un asentamiento. Todo sugiere que el monto sería mucho mayor, según blanquearon los propios ocupantes. La Administración General de Puertos (AGP), dueña de ese predio, confesó que tuvieron que darle un promedio de 30 mil pesos a cada grupo de esas casas, aunque trascendió que algunos cobraron hasta 160 mil pesos. Esas viviendas habían sido armadas hace tres años y medio, junto a las vías e incluso sobre ellas, ocupando un sector de 150 metros de largo; algunas de ellas están bajo la autopista Illia. Hubo “negociación” hasta que los 27 grupos se aseguraron cobrar un subsidio del gobierno nacional, a cambio de permitir la demolición de sus casas.

Cuando los movimientos de demolición y remoción de escombros avanzaban hacia la avenida Castillo, bajo la autopista Illia, la limpieza de las vías debió suspenderse porque unos veinte grupos familiares frenaron a las topadoras. “Nadie se nos acercó a ofrecernos nada”, dijeron los habitantes, plantados ante las máquinas.

Exijo, luego existo, nueva consigna argentina, versión reformateada del siempre eficaz “el que no llora no mama y el que no mama es un gil”. En la Villa 31 y su hermana menor, la 31 bis, viven unas 30 mil personas. Cristina Kirchner reivindicó el auge de la Villa 31 como parte de su política económica. “La transformación que ha experimentado este espacio, que se traduce en ladrillos, en construcción de mampostería, en chapas, implica y expresa la profunda transformación que ha tenido el país en estos años”, dijo el 11 de mayo. “Pasaba todas las semanas por este lugar y esto era un conjunto apenas de cartones y de chapas, de aglomerados” contó. Para ella ese abigarrado núcleo poblacional muestra el progreso del país bajo los gobiernos de ella y su marido.

En todas partes, violencia, asambleísmo tumultuoso y bloqueo a las hoy desacreditadas “formalidades” burguesas. Graciela Morgade, nueva decana electa de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, no pudo asumir el cargo porque no la dejan entrar. Grupos de izquierda consideran que su designación deriva de la “falta de democratización de los órganos de representación”. Por eso, “tomaron” la sede de la calle Puán 480. Morgade no pertenece al equipo de Mauricio Macri. Es kirchnerista, como su predecesor, Hugo Trinchero. La “toma” que mantenía a la decana electa despachando asuntos de la Facultad desde una mesa de bar es la obra de 200 personas, sobre un total de 16 mil alumnos censados. Para mamar, todos lloran. Nadie es un gil aquí.

© Escrito por Pepe Eliaschev el domingo 20/10/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.





martes, 22 de octubre de 2013

Club Atlético Tucumán 2 vs. Huracán 0... De Alguna Manera...

Mientras Atlético se prende arriba, Huracán no sale del fondo...


Continuando la fecha 13 del nacional, esta noche Atlético se impuso por 2 a 0 ante Huracán en Tucumán. Los tantos para el local fueron convertidos por César Montiglio y Martín Morel (de penal). Con este triunfo el elenco decano se prende en la lucha por el tercer ascenso a primera.

Bajo aplausos y reconocimientos tanto para Diego Armando Barrado como también para César Montiglio, Atlético con el empuje de toda su gente salió a jugar un partido clave ante Huracán. Siendo Morel quien trataba de generar en el campo contrario, con el correr de los minutos el dueño de casa fue poniendo la mira en el arco rival.
 
A los 27 llegó el primer gol para el local. Luego de una excelente combinación entre Morel y Montiglo, quedando "Chiche" Arano pagando en el cruce, el ex mediocampista del globo quedó frente a Gastón Monzón que ante la salida de este último solo tuvo que definir con elegancia enviando el balón al fondo de la red, haciendo estallar de alegría a toda la popular local.
Solo un remate de Matías Defederico, que Lucchetti mandó al corner, creó como situación clara en la primera etapa Huracán.
 
Ya en el complemento el partido se hizo más de ida y vuelta buscando ambos equipos concretar. Primero los del negro Rodríguez por medio de Morel y "la pulga" Rodríguez estuvieron cerca de ampliar. Con el juvenil Romero Gamarra en la cancha, el globo intentó buscar la igualdad teniendo el punta Juan José Arraya dos situaciones claras para empatar. 

El correr de los minutos y la impresión de muchos jugadores experimentados, los nervios y el avance del reloj, no le jugaron a favor al equipo de Kudelca. Con la defensa quemera apostada en el ataque y con una contra letal, el decano consiguió por medio de un penal en el minuto final liquidar el partido y dejar sin respiro a Huracán.
 
Atlético ganó y si bien Unión debe un partido pendiente ante Independiente, por unos días quedará en zona de ascenso. En cuanto al globo, con 8 derrotas en 13 partidos, el debutante Frank Kudelka deberá trabajar y mucho por que la tabla del descenso se asoma y ningún hincha quemero la quiere mirar.

Síntesis:

Atlético Tucumán 2

Cristian Lucchetti; Nicolás Romat, Bruno Bianchi y Javier Malagueño; César Montiglio, Matías Carabajal, Diego Barrado, Edgardo Galíndez y Martín Morel; Luis Rodríguez y Fabricio Lenci.

DT: Ricardo Rodríguez

Suplentes: Lucas Calviño, Pablo Desposito, Gonzalo Bazán, Guillermo Acosta, Sebastián Longo, Maximiliano Barreiro y Víctor Piriz Alves.

Huracán 0

Gastón Monzón, Federico Mancinelli, Alexis Ferrero, Eduardo Domínguez, Carlos Arano; Lucas Villarruel, Alejandro Capurro; Matías Defederico, Gonzalo Martínez, Mauro Milano y Juan José Arraya.

DT: Frank Kudelka

Suplentes: Diego Pozo, Juan Martín Bouvier, Sergio Velázquez, Germán Mandarino, Alejandro Romero Gamarra, Cristian Espinoza y Leandro Caruso.

Goles: 27 César Montiglio y 93 Martín Morel (de penal)

Amonestados: Arraya, Ferrero y Villaruel en Huracán; Montiglio en Atlético

Cambios: Longo por Barrado; Bazán por Rodríguez y Despósito por Montiglio en Atlético.
Caruso por Martínez, R. Gamarra por Milano y Espinoza por Defederico en Huracán.

Arbitro: Juan Pablo Pompei

Líneas: Adrian Persico Lucas Germanotta

4to. árbitro: Antonio Amato

Cancha: José Fierro

© Escrito por Marcelo Salvio el lunes 21/10/2013 y publicado por Mundo Ascenso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Las fotos:


Los goles:





La tabla:


La próxima fecha: Fecha 14.








domingo, 20 de octubre de 2013

Reportaje a Hermes Binner... De Alguna Manera...


“Todos estamos expuestos a un acto criminal”…

Inseguridad. “Hoy estamos frente a una realidad que deja en la población la sensación de que si han podido contra la figura del gobierno...” Foto: Pablo Senarega

Después del ataque al gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, el candidato a diputado por el Frente Progresista Cívico y Social habla de la inseguridad local y mundial. Contesta a las críticas de Agustín Rossi: “No aportan ninguna solución”, dice.

El atentado sufrido en la casa de Antonio Bonfatti, gobernador de Santa Fe, marca un tiempo de una violencia muy particular. Incluso, no recordamos (en tiempos cercanos) un hecho de estas características: catorce balazos disparados contra el domicilio de un gobernador.
—Sí –reflexiona Hermes Binner, hoy candidato a diputado por el Frente Progresista Cívico y Social–, ¡incluso pasa a ser un atentado con disparos que ingresaron donde se encontraba con su señora viendo televisión! Estaban viendo jugar a Argentina… Creo que esto marca una situación de una gravedad inusitada. Fíjese que hoy estamos frente a una realidad que deja en la población la sensación de que si han podido contra la primera figura de gobierno… bueno, quiere decir que todos estamos expuestos a un acto criminal de esta naturaleza. Y si miramos lo que nos ha ocurrido treinta años atrás, creo que tenemos que empezar a encarar las cosas y los hechos con mayor diálogo y consenso. Creo que la mejor manera de honrar la democracia es justamente aprovechar esta situación para mejorar la convivencia entre los argentinos. Nosotros hemos firmado, con varios gobernadores en ejercicio de gobierno, un Acuerdo de Seguridad Democrática a nivel legislativo pensando que justamente este acuerdo tendría que ser convertido en ley. Lamentablemente esto no ha ocurrido.
 
—¿En qué año se firmó?
—En diciembre de 2009, y ese acuerdo tenía tres partes sustanciales: una, la necesidad de diálogo entre las policías provinciales y federales (tengamos en cuenta que hablamos de delitos complejos), y la otra tiene que ver con la integración (en un mapa de delitos) de la acción que debe llevarse adelante para frenar las consecuencias de otros delitos y, en lo posible, prevenirlos. También le mencionaría la necesidad de generar un ente formado por representantes de todas las fuerzas políticas y también de toda la sociedad civil y de las personalidades de organizaciones sociales. Me refiero al ámbito académico, y la idea sería generar un ente permanente de diagnóstico y prevención acerca de grandes delitos.
 
—¡Hay tantos! ¿A cuáles se refiere específicamente?
—Desde ya, a la trata de personas, al delito económico… no olvidemos el delito de guante blanco, pero, sobre todo, al delito del narcotráfico, que, como sabemos, es un delito federal.
 
—Se ha hablado mucho de que el atentado contra el gobernador Bonfatti es obra del narco.
—¡Por eso mismo se lo decía! Hoy no hay sospechosos detenidos. Hay, sí, sospechosos en general sobre los cuales está actuando la policía. Nosotros entendemos que ese organismo nacional debe ser creado lo antes posible. Realmente algo imprescindible. Y, también, que esa ley que tenía que confirmarlo duerme en algún cajón. Realmente sería importante que este proyecto pudiera llevarse a la práctica.
 
—Aquí en Buenos Aires, en un primer momento, sentimos que se daba una gran solidaridad con el atentado hacia Bonfatti. El ministro de Defensa, Rossi, fue hasta Santa Fe. Pero luego la actitud de Rossi no fue tan convincente cuando le dijo a usted, como líder del Frente Amplio, que era “responsable de incubar en Santa Fe la problemática del narcotráfico y permitir la connivencia policial con ese delito”. Usted incluso le dijo “¡no conoce el tema o está obrando de mala fe!”, ¿no es cierto?
—Quien hace una apreciación de esa naturaleza, en vez de solidarizarse, entra en una idea que no convence en cuanto a la necesidad de formar una fuerza común. Sobre todo tratándose de un ministro de la Nación. Creo que ésta realmente es una situación incomprensible.
 
—Y usted, Binner, cuya mirada fue siempre la de un hombre equilibrado y con buenos resultados en su mandato, ¿cómo califica, en este momento, a la seguridad que tenemos en el país?
—Usted sabe que la seguridad es hoy un problema planetario, mundial. Hoy tenemos situaciones al borde de perder todo control, que probablemente tengan un punto de partida que se ha agravado (según lo subrayan todos los indicadores) con el atentado a las Torres Gemelas. Como se sabe, a partir de allí se incrementaron los controles en todos los aeropuertos y en muchos espacios, pero es evidente que, al no haber una coordinación, una puesta en valor del problema, las acciones resultan débiles y los resultados casi nulos.
 
—Volviendo al plano general que usted mencionaba, el atentado a las Torres cambia la historia del mundo. Por lo menos la historia del siglo XXI. Pero todo esto, trasladado a un ámbito tan sereno como la provincia de Santa Fe, ¿cómo se explica?
—Bueno, ¡también es porque la provincia de Santa Fe es la única que tiene estadísticas sobre este tema! Usted ve que no se compara con ninguna otra provincia, pero estamos en la situación de que las expresiones de algunos funcionarios nacionales hablan precisamente con falta de consideración acerca de un gobierno que no pertenece a su mismo color político. Y esto se refleja en muchos aspectos: en las partidas presupuestarias que retraen el 15% a la coparticipación federal. Se nota también en los planes de vivienda: llegan fondos para iniciar la obra pero, luego, nunca para terminarla. Con lo cual, es la provincia la que debe afrontar estos finales. Esto también se ve en el número de escuelas que aparecen en el plan “Mil Escuelas”, que, por Santa Fe, prácticamente pasó de largo. Pocas escuelas y que, además, están muy por debajo de las necesidades que existen. Por ejemplo, hay que reemplazar muchas viejas escuelas con edificios que han quedado como testimonios de un pasado.
 
—Debo confesarle, doctor Binner, que me llamó la atención también que el ministro Rossi los mencionara a usted y al gobernador Bonfatti como responsables de “incubar” los problemas del narcotráfico en Santa Fe y permitir la “connivencia policial” con ese delito. Son palabras muy fuertes.
—Sí, es una pena que el ministro de Defensa de la Nación haga esas apreciaciones porque él nos conoce mucho. ¡Hemos participado juntos en el Frepaso y conocemos plenamente lo que pensamos cada uno de nosotros! De manera que él… no sé a qué obedecen esas palabras, sin aportar tampoco ninguna solución sino solamente críticas. Y más aun en tiempos preelectorales. ¿Cuál es el sentido de esto? Estoy convencido de que Rossi no cree en lo que dice.
 
—Bonfatti también se mostró tan apenado como usted. Cuando comentó estas expresiones, dijo que “le dolía mucho advertir en algunos sectores de oposición al Frente Progresista la intención de sacar una tajada política”. No mencionó a Rossi, pero claramente se refería a sus declaraciones. ¿No cree usted, Binner, que indudablemente la cercanía de las elecciones hace subrayar un tema determinante como éste?
—No, no. Yo creo que no. La decisión de voto de la gente ya está confirmada en el 95% luego de lo ocurrido con las PASO. La experiencia breve (pero experiencia al fin) con las PASO ha definido la tendencia que seguramente se va a dar seguramente en las elecciones generales. Nosotros siempre estamos esperando alguna denuncia de este tipo, como ocurrió en su momento con otros funcionarios: la cuenta en Suiza no declarada… son cosas que empañaron las elecciones.
 
—¿Usted se refiere a la acusación (luego desmentida) hacia Enrique Olivera?
—Por ejemplo, ¿no? Creo entonces que tenemos que trabajar en un camino diferente. Un camino donde sumemos, un camino en el que pensemos los argentinos que estamos convencidos de realizar un trabajo común. Bueno, ¡entonces tenemos que ponernos en marcha! Por eso el Acuerdo de Solidaridad Democrática.
 
—Y volviendo a un tema tan recurrente como el de la seguridad, hace un momento usted nos brindaba detalles acerca de cómo es la formación de un muchacho que ingresa hoy a la Policía en Santa Fe. Incluso la comparación con tiempos anteriores es muy fuerte.
—Antes que nada, quiero señalar que nosotros no somos improvisados en materia de gobierno. Tampoco lo hemos sido en la construcción de una fuerza policial. Entonces le recuerdo que lo primero que hemos llevado adelante son reformas en las que, en el marco de “asuntos internos”, los policías pasaban a disponibilidad y luego volvían al servicio activo en otra ciudad. Un día estaban en Rafaela y, a la mañana siguiente, ¡en Venado Tuerto! Esto dejó de ocurrir desde que sacamos la responsabilidad política de la propia fuerza. Y lo que se puso en marcha fue, precisamente, que todos aquellos policías que incurrían en algún delito resultaran exonerados, pasados a retiro o suspendidos, pero ninguna de estas circunstancias fueron decididas dentro de la fuerza. Este fue un punto de partida que generó naturalmente algún ruido, pero que tuvo que ser aceptado como una decisión del gobierno y un pedido de la ciudadanía. A partir de esto pusimos en marcha (como primera acción de gobierno) la creación del Ministerio de Seguridad y del Ministerio de Justicia.
 
—Creo recordar que usted lo dispuso apenas elegido gobernador de Santa Fe.
—Sí. En la primera reunión de gabinete lo planteamos y se resolvió crear estos ministerios, que luego fueron apoyados por la legislatura. Esto generó entonces la aplicación de las políticas que veníamos preparando para llevar adelante una acción renovadora de la Policía. En el ámbito de la Justicia también ocurrió lo mismo. Por lo tanto, hoy tenemos un sistema penal moderno, ágil, que en su totalidad se pondrá en funcionamiento el 10 de febrero del año próximo pero que está demostrando también, en la elección de los jueces, la abstención de la participación en esta elección del Poder Ejecutivo. De forma tal, vamos constituyendo un Poder Judicial que surge precisamente de la evaluación que hace la Academia y de la que hacen los colegios profesionales acerca de la actitud y los conocimientos que demuestra cada uno de los postulantes del Poder Judicial. También se genera aquí una protección hacia los propios postulantes, puesto que lo que resuelve el Consejo de la Magistratura es tomado por el gobernador y enviado a la legislatura para su aprobación.
 
—¿Y en cuanto a la reforma policial?
—Bueno, aquí hemos avanzado también en la conformación de una nueva policía. Ahora ya no basta con haber terminado la enseñanza primaria, sino que es indispensable contar con el secundario completo para poder aspirar a ser policía. Se han dejado de lado los tres meses de formación para reemplazarlos por dos años con, incluso, una beca para aquellos que no puedan superar sus dificultades económicas. Además, existe la posibilidad (para quienes sientan realmente vocación policial) de acceder a la Tecnicatura en Seguridad impartida por la Universidad del Litoral y la Universidad de Rosario. Fíjese usted que en estas reformas estamos recién con una segunda promoción, y estamos trabajando por la nueva incorporación (que ocurre en este período del año) para el estudio de la Tecnicatura. Por supuesto que todo esto va a llevar tiempo. ¡Estas cosas no pueden hacerse de un día para el otro! Pero en la medida en que se vayan retirando o jubilando los antiguos policías, estas nuevas camadas se irán incorporando, por supuesto, con la nueva forma de selección que acabo de detallarle.
 
—¿En qué momento los muchachos cuentan con el uso de un arma?
—Cuando salen a la calle ya en función de policías, claro. Y esto ocurre luego de dos años de formación.
 
—Justamente sobre este tema tan fundamental, nos alarma observar en todo el país la presencia de los “ni”. Es decir, jóvenes que ni estudian ni trabajan y que son, por desgracia, un elemento de peso en la delincuencia juvenil.
—Imagínese que si miramos el Observatorio de la Universidad Católica veremos el trabajo fantástico que hace Agustín Salvi para lograr un diagnóstico real de lo que significa el estado de la niñez, de la juventud y de la sociedad en su conjunto. Y realmente nos encontramos con un problema muy serio, que no se aborda solamente con acciones de seguridad. Aquí necesitamos pensar en la educación. Una educación de calidad. Pensar en la salud: una salud que cubra todas las necesidades de un ser humano, y ésta es la tarea a la que estamos abocados. Es decir, ver en lo social que es necesario incorporar a la población a una vida digna. Que pueda tener acceso a la vivienda, al estudio y, desde ya, al trabajo. Es decir que un joven pueda pensar en conformar una nueva familia, y esto se logra con una planificación en el tiempo. Por eso cuando nosotros abordamos el tema de la inseguridad lo pensamos en forma integral. Porque, fíjese usted, aquí hay un diagnóstico: en una casa en la que hay una persona que no tiene trabajo o alguien que ha abandonado la escuela (y cuando digo “casa” generalmente nos referimos a un rancho) encontraremos una serie de problemas. Un abuelo que nunca trabajó. Un padre que tampoco lo hizo. Niñas embarazadas a los 10 o 12 años… en fin, una serie de problemas que hacen que la sociedad enfrente situaciones muy duras de vida y de inclusión social. Porque, mire, si no hay política de inclusión social paralela a las políticas específicas de seguridad, el problema no se va a resolver. Y esto es, de acuerdo con los indicadores que tenemos, una situación que lejos de solucionarse se va agravando. No lo digo para alarmarnos, sino para tomar decisiones. Y las decisiones siempre son complejas porque el problema de la pobreza es muy complejo.
 
—¿Qué índice de pobreza tiene Santa Fe?
—Estamos cerca del 20%. Y si hablamos de los niños, uno de cada tres niños vive en hogares pobres. Con Bonfatti hemos transitado muchísimo por este problema incluso como profesionales, atendiendo durante muchos años los consultorios médicos de las villas, y conocemos bien la realidad de la pobreza, pero me refiero a una pobreza digna en la que el ascenso social era posible.
Trabajaban la madre y el padre. Compraban un terreno en 120 cuotas y allí se instalaban construyendo progresivamente una vivienda. Hoy, esa movida social no existe más. El que cae en la villa está condenado a vivir en esa villa casi por el resto de su vida. Por eso nosotros queremos abordar el problema integral de la pobreza. Y aquí son fundamentales los temas del trabajo y de la educación. El trabajo porque nos hace dignos, y la educación porque nos hace libres.
 
—Pero también, Binner, lo hemos observado preocupado por el tema político.
—Efectivamente, si hay hoy un problema conflictivo le diría que es el político. ¿Por qué? Bueno, nos estamos acostumbrando al gobierno de las personas y, en cambio, ¡deberíamos acostumbrarnos al gobierno de las instituciones! Son situaciones absolutamente diferentes. Los personalismos agobian. La posibilidad de tener instituciones que brinden participación y permitan resolver problemas ayudan a la convivencia, y le diría que la participación es un derecho que tiene la población.

© Escrito por Magdalena Ruíz Guiñazú el domingo 20/10/2013 y publicado por el Diario Perfil de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


 

La larga historia de las Copas Nacionales... De Alguna Manera...



La larga historia de las Copas Nacionales, donde el rey es Racing...
Se disputan desde 1900. Tuvieron distintos formatos y definiciones curiosas. El club de Avellaneda es el más campeón del rubro, con 12 títulos; lo siguen Boca e Independiente y Arsenal es la nueva vedette.

La peregrinación de los hinchas de San Lorenzo a Catamarca merecía otro desenlace. Esa expresión de fe para acompañar al equipo de Juan Antonio Pizzi en la final de la Copa Argentina frente a Arsenal terminó en tres golpes y un desencanto. Pero también fue un mensaje para el fútbol argentino: la Copa Nacional importa y mucho. Incluso más ahora, que conduce a la Libertadores y ofrece la posibilidad de disputar la final de la Supercopa, otra competición oficial. De todos modos, no se trata de una historia nueva. En 1900 ya se jugaba en el país una Copa oficial, la Tie Cup Competition (luego también llamada Copa Competencia), entonces ganada por Belgrano Athletic, el mismo que fue campeón de la máxima categoría del fútbol argentino y luego -ya camino al profesionalismo- optó por darles prioridad a otros deportes como el rugby.

Desde aquella ocasión fundacional se jugaron más de ochenta ediciones de distintas Copas, con formatos variados, con nombres distintos y curiosos, con particularidades de asombro. En todos los casos se trató de competiciones oficiales homologadas por la AFA o por sus antecesoras, reconocidas como tales. En días recientes, la entidad de la calle Viamonte las hizo más visibles a través de su página web. Y la actual versión -la Copa Argentina- adoptó a esas competiciones como sus antecesoras.

Hubo una constante a lo largo de la historia: ninguno de los torneos por eliminación consiguió la misma regularidad que sus versiones europeas (como la FA Cup británica, que se disputa desde 1871; o como la Copa del Rey, que se juega desde 1903). En tiempos del amateurismo, la Tie Cup Competition y la Copa de Honor se jugaban cada año y servían de complemento a un fútbol en permanente crecimiento y transformación. En los tramos finales, además, a los equipos de Buenos Aires se sumaban los de Rosario y luego -en la conocida como "final internacional"- se agregaba el representante de Uruguay. No era un tiempo cualquiera: en los años 20, el fútbol del Río de la Plata era el mejor del mundo. Así lo contaban los resultados en los Juegos Olímpicos y en los Sudamericanos; también las giras de los equipos (como la de Boca por Europa en 1925). En simultáneo a esos días de protagonismo del fútbol de este lado del mundo y un poco después también, la Copa Ibarguren enfrentaba al campeón de la Liga principal con el de Rosario (en general, Rosario Central o Newell's).

Con el profesionalismo nacieron otros formatos, nuevas Copas. Otras continuaron. En los años 30 y 40 estos eventos llenaban estadios con naturalidad. Nacieron la Beccar Varela, la Adrián Escobar (a la que se clasificaban los siete mejores equipos de la temporada de Primera), la Copa Competencia Británica (cuyo trofeo fue donado por el Rey George VI, el mismo que retrata la película El discurso del Rey) y la Copa Pedro Ramírez, que incluía a equipos del Interior y que también se la conocía como Campeonato de la República. En 1944, sucedió uno de los asombros más grandes: el campeón fue San Martín de Tucumán. Ya en 1958, se jugó la mítica Copa Suecia, que comenzó en esa temporada y terminó más de dos años después, con la consagración de Atlanta. Se trata del torneo más duradero de la historia del fútbol argentino. A la final, en el Gasómetro (entonces, el "Wembley de Buenos Aires"), concurrieron más de 40.000 personas. Ahora, la camiseta del club de Villa Crespo luce un estrella que cuenta aquella gloria.

La irrupción en el ámbito internacional de la Copa Libertadores en 1960 finalizó con esta tradición e impulsó otra, que sobrevivió en el tiempo hasta estos días de apogeo. Con un detalle que con la mirada actual parece mentira: el máximo torneo continental no resultaba prioritario para la mayoría de los clubes. El caso de San Lorenzo en la edición inaugural resulta el perfecto retrato al respecto: cedió su condición de local en un encuentro decisivo frente a Peñarol, por las semifinales. El equipo uruguayo lo aprevechó: ganó el encuentro y luego se consagró campeón ante Olimpia de Paraguay.

La Libertadores se hizo reina y señora de América y tentación para todos los clubes argentinos. Y le quitó espacio a la segunda competición, también de la mano de la creación de los campeonatos Nacionales. Desde esos días hasta el reciente título de Arsenal sólo se disputaron X Copas hasta obtener al campeón. En 1969, la Copa Argentina la ganó Boca en una doble final frente a Atlanta. La edición siguiente fue detenida y suspendida en las finales. La siguiente competición de Copa fue la Centenario, que comenzó en 1993 y finalizó en el verano de 1994 con la victoria de Gimnasia La Plata frente a River. La Copa Argentina ahora sumó dos ediciones (una fue para Boca y la otra para Arsenal) y nació la Supercopa Argentina, ganada también por el club de Sarandí.

El ranking de los más campeones ofrece su propio mapa: el Rey de Copas Nacionales es Racing, que obtuvo 12 tìtulos (el primero, la Copa de Honor en 1912 y el último en la Copa Competencia Británica de 1945). Ahí cerquita se encuentra Boca, con 11. Y el top cinco entre los clubes que siguen participando en el fútbol de la AFA lo completan: Independiente (9), River (7) y Huracán (6). Sin embargo, Alumni se ubica en el cuarto lugar de todo este largo recorrido, con 8 conquistas. Ya no juega, claro, pero su huella quedó.

Todo el listado de campeones:

© Escrito por Waldemar Iglesias el viernes 18/10/2013 y Publicado por el Diario Clarín de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.




El patio del Manco Paz... Escenografías de película en Colegiales... De Alguna Manera...

El Patio del Manco Paz...


Cuatro camiones de carga estacionados sobre la calle Ciudad de la Paz al 500 indican a los transeúntes que algo inusual sucede en esta zona residencial del barrio de Colegiales. Inusual, claro, para quien ocasionalmente pase por ahí y no advierta o tenga en su mapa mental que, atravesando un imponente pórtico semicircular, se encuentra el pasaje General Paz, acaso uno de los más bellos y complejos de Buenos Aires, escenario habitual (como en esta ocasión) de escenas televisivas y cortos publicitarios.


Se entiende entonces que, traspuesto el arco de más de cinco metros de altura que señala la entrada, no parezca extraño que el largo patio del pasaje, dividido de manera invisible por cuatro puentes que lo cruzan transversalmente, esté poblado por grandes faroles de iluminación, una mesa de catering, bailarines practicando coreografías y largos cordeles cubiertos de ropa limpia colgados de baranda a baranda. En el tercer y último piso del pasaje, dos actrices de rasgos asiáticos se asoman y sonríen a cámara a mitad con un aire bastante más dócil del que, según informan luego, caracteriza a las publicidades de jabón en polvo. Pero como comenta uno de los técnicos, la publicidad “es para afuera”, a pesar de que esté desarrollándose en un lugar que transporta a los paseantes a la Buenos Aires de principios de siglo.


Diseñado por el ingeniero Pedro Vinent, propietario del terreno, el pasaje General Paz fue construido en 1925 como una enorme galería rectangular, con tres pisos de departamentos que dan a un patio interior repleto de árboles y canteros. Cada uno de los niveles está rodeado por una baranda que bien puede remitir a un tipo de arquitectura más orientada a la sociabilidad de los habitantes, que a la tendencia contemporánea a dividir y aislar los espacios sociales bajo el signo de la privacidad.


El pasaje, que atraviesa la manzana y desemboca en la calle Zapata, toma su nombre del mismísimo General Paz, famoso por sus victorias militares contra los realistas españoles, pero sobre todo por haber quedado herido del brazo derecho en la batalla de Ayohuma, después de la cual empezó a ser llamado El Manco.

El pasaje General Paz está en el barrio de Colegiales. Tiene entrada en Ciudad de la Paz 561 y salida por Zapata 552.

© Escrito por Alfredo Jaramillo el domingo 20/12/209 y publicado en el Diario Página/12 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.