La vida es un tablero de ajedrez en donde los cuadros blancos son los días y los cuadros negros son las noches... Nosotros, somos las piezas que vamos de aquí para allá para caer al final en el cuadro de la nada... De Alguna Manera... Una Alternativa…
Jorge Rafael Videla fue presidente de la última dictadura entre 1976 y 1981. Foto: Cedoc
El ex dictador está bajo prisión domiciliaria, a la espera del juicio oral.
El juez federal Daniel Rafecas dictó hoy un nuevo procesamiento con prisión preventiva contra el ex dictador Jorge Rafael Videla por 40 casos de homicidios agravados, secuestros y torturas cometidos en la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército durante el régimen que sojuzgó a la Argentina entre 1976 y 1983.
El procesamiento corresponde a casos de víctimas de la dictadura cuyos cadáveres fueron reconocidos en los últimos meses gracias a los trabajos de identificación que realizó el Equipo Argentino de Antropología Forense y que permanecían sepultados como NN en cementerios bonaerenses y en la Chacarita.
Con todo, el procesamiento dictado por Rafecas parece alejar definitivamente la posibilidad de que Videla sea extraditado a algún país extranjero que lo reclama para juzgarlo por la desaparición de alguno de sus ciudadanos durante la dictadura.
Ello obedece a que uno de los cadáveres identificados pertenece al ciudadano alemán Rolf Stawowiok, secuestrado en febrero de 1978 y desaparecido hasta que sus restos fueron hallados en el Cementerio de Lomas de Zamora.
La Fiscalía de Nuremberg, Alemania, pidió la extradición de Videla por ese caso, pero al haber una causa en curso en la Argentina la posibilidad de juzgarlo en el exterior queda virtualmente diluida por el “principio de territorialidad”.
Videla está a la espera del juicio oral y público que deberá realizar el Tribunal Federal número uno en fecha aún por determinar, por otros 600 casos de desaparición y muerte de perseguidos políticos durante la dictadura, todos en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército.
Día Mundial de la Libertad de Prensa: el derecho a saber...
El 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa. En una conferencia que tendrá lugar en Brisbane, Australia, la periodista chilena Mónica González Mujica, abanderada de la lucha contra la dictadura, recibirá el Premio Mundial UNESCO/Guillermo Cano de Libertad de Prensa.
Sí,
habría que tener un poco más de respeto por las palabras. Por algunas de ellas,
mejor dicho. Y mejor todavía, por lo que connotan.
Estamos
en democracia, para empezar por una perogrullada que, sin embargo, alguna gente
parece perder de vista con extrema facilidad. Buena, mala, perfeccionada,
empeorada, carente de demasiados derechos básicos, avanzando en otros. Pero
estamos en democracia. Si en lugar de eso se prefiere hablar de “el régimen”,
“sistema burgués”, “fantochada institucionalista”, “partidocracia”, “monarquía
constitucional” u otros términos de vitupero, es legítimo pero hay que buscarle
la vuelta a que se los puede vociferar sin problemas. Nadie va preso (apenas la
segunda recordación primaria, ya apuntada por algunos colegas, y uno comienza a
cansarse).
También
es atendible que esa prerrogativa, la libre expresión, no alcanza para vivir
como se debería. Lo semantizó Anatole France: “Todos los pobres tienen derecho
a morirse de hambre bajo los puentes de París”. Expresarse en libertad puede
entonces no tener resultados prácticos, para quienes no comen ni se curan ni se
educan con el decir lo que se quiera. Si además se afina la puntería para
meterse con la libertad de prensa, por aquello de que todo ciudadano tiene
derecho a publicar sus ideas sin censura previa, resulta que hay que contar con
la prensa propia. Y en consecuencia pasamos a hablar de la propiedad de los
medios de producción. Lo cual es igualmente legítimo, desde ya, pero con el
riesgo de que se convierta en teoricismo si acaso no es cotejable con la época
y circunstancias que se viven. Veámoslo a través del absurdo: si siempre es
igual, democracia y dictadura también son iguales. En este punto el cansancio
por las obviedades se incrementa. Y uno se pregunta si no se lo preguntan
quienes sí viven de poder expresarse libremente por la prensa, pero para
referirse al momento argentino como si continuáramos en plena dictadura.
Mataron
a mucha gente acá. Picanearon, violaron, nos mandaron a una guerra
inconcebible, robaron bebés, desaparecieron a miles, tiraron cadáveres al mar y
adormecidos también, electrificaron embarazadas, regaron el país de campos de
concentración, torturaron padres delante de los hijos. Se chuparon a más de
cien periodistas acá. Si hasta parece una boludez recordar que estaban
prohibidos Serrat y la negra Sosa, que las tres Fuerzas se repartieron las
radios y los canales, que inhibieron textos sobre la cuba electrolítica, que en
el ‘78 estaba vedado por memorándum criticar el estilo de juego de la Selección
Argentina de fútbol. ¿Nos pasó todo eso y por unos afiches de mierda y una
escenografía de juicio vienen a decirnos que esto es una dictadura? ¿Pero qué
carajo les pasa? ¿Dónde están viviendo? ¿Cómo puede faltársele así el respeto a
la tragedia más grande de la Argentina? Acá lo cepillaron a Rodolfo Walsh, ¿y
hay el tupé de ir a llorar miedo al Congreso? Faltaría ir al Arzobispado. Si
bendijo a los milicos, seguro que también puede dar una mano ahora que se viene
el fin del mundo con el matrimonio gay.
Uno
entiende que pasaron algunas cosas, nada más que algunas por más significativas
que fueren, capaces de suscitar que sea muy complejo trabajar de periodista en
los medios del poder. Lo de las jubilaciones estatizadas, lo de la mano en el
bolsillo del “campo”, lo de la ley de medios audiovisuales y la afectación del
negociado del fútbol de Primera. Ahora bien, ¿la contradicción aumentada entre
cómo se piensa y dónde se trabaja justifica las sobreactuaciones? Es decir:
puede pensarse que en verdad algunos dicen lo que pensaron toda la vida, y que
otros quedaron presos de la dinámica furiosa de la patronal. Pero, ¿decir que
estamos o vamos hacia una dictadura? ¿Que si esto sigue así puede haber un
muerto? ¿Hace falta construir ese delirio para congraciarse? En todo el país, si
es cuestión de propiedad mediática y de programas y prensa influyentes, bastan
y casi sobran los dedos de ambas manos para contar los espacios que –con mayor
o menor pensamiento crítico– apoyan al Gobierno. La mayoría aplastante de lo
que se ve, lee y escucha es un coro de puteadas contra el oficialismo como
nunca jamás se vio. La oposición es publicada y emitida en cadena, a toda hora.
¿Qué clase de dictadura es ésa?
Ese
libre albedrío, muy lejos de ser mérito adjudicable al kirchnerismo, ocurrió
igualmente con Alfonsín, la rata, De la Rúa, Duhalde. Lo que no había sucedido
es esta cuasi unanimidad confrontadora salvo por los últimos tiempos del líder
radical, a quien por derecha se le cuestionaban sus vacilaciones y por
izquierda también. Contra Menem recién cargaron en su segundo lustro, después
de que completó el trabajo. La Alianza se caía por su propio peso. Con el
Padrino pegar era gratis, porque el país ya había estallado. Pero en el actual,
que después de todo es simplemente un gobierno más decidido que el resto en
cierta intervención del Estado contra el mercado y en el perjuicio a símbolos
muy preciados de la clase dominante, ¿qué tan de jodido pasa como para hablar
de una dictadura? ¿Será que basta con tocar unos intereses para edificar en el
llano la idea de que pueden empezar a matar? ¿Los Kirchner son Videla, Massera,
Suárez Mason? Por favor, tienen que aclararlo porque de lo contrario hay uno de
dos problemas. O se lo creen en serio y, por tanto, se toma nota de que
desvarían. O saben que es una falsedad sobre la que se montan para condolerse y
entonces se anota que está bien. Que no se justifica pero se entiende. Que
quedaron tras las rejas de los medios en que laboran. Ojalá sea lo segundo, por
aquello de que un tonto es más peligroso que un mal bicho.
Se
cometieron varias estupideces en forma reciente. Se le dio mucho pasto a la
manada, se perpetraron injusticias con colegas que no se lo merecen, se agredió
a los que precisamente buscan victimizarse. Eso no es hacer política. Es jugar
a la política. La diferencia entre una cosa y la otra es que cuando se ejecuta
lo primero es bien medida la correlación de fuerzas. A quiénes se beneficia,
cuánto se puede tensar la cuerda en la dialéctica entre condiciones objetivas y
subjetivas; cómo no sufrir un boomerang, en definitiva, y si se produce cuánto
de fuerte son las espaldas para sortearlo. En cambio, si se juega a la política
todo eso es lo que importa un pito antes que nada, con el agravante de que las
consecuencias las paga un arco mucho más amplio que el de quienes formularon la
chiquilinada.
De
ahí a que se tomen de esos yerros para hablar de peligro de muertos, de
sensación de asfixia dictatorial, de avanzada totalitaria, media una distancia
cuya enormidad causa vergüenza ajena de apenas pensarla. No es algo que no
pudiera preverse. Como lo dijo allá por los ’80 César Jaroslavsky, otro sabio
sólo que de comité pero muy ducho en transas y arremetidas: te atacan como
partido político, y se defienden con la libertad de prensa.
Se
sabe que es así. Pero igual uno ya está harto de los hartos que se hartaron
ahora.
OJOS CERRADOS. Cristian García y Eduardo Domínguez saltan en busca de la pelota. (Dyn)
Con suplentes, el equipo de Banfield venció por 1-0 a Huracán en el Sur y rompió una racha de partidos sin victorias. Laso marcó el único gol. El DT reservó a los titulares pra la recvancha ante el Inter de Brasil por los octavos de la Copa.
Banfield está de racha. Con titulares o con suplentes, el equipo de Julio César Falcioni siempre queda bien parado. Lo demostró el miércoles, cuando venció por 3-1 al Inter de Porto Alegre y obtuvo una buena diferencia de cara a la revancha por los octavos de final de la Copa Libertadores. Y lo ratificó esta mañana, en el Sur, con su victoria por 1-0 frente a Huracán.
En un partido chato y sin grandes emociones, el único gol llegó por un error. No podía ser de otra manera. A los 13 del complemento, Gastón Monzón salió mal en un centro, el juvenil Di Vanni cabeceó y Maximiliano Laso la empujó casi debajo del arco con un toque de derecha.
Banfield gracias a los 66 puntos obtenidos en la temporada (su mejor campaña en Primera División), ya se aseguró un lugar en la próxima Copa Sudamericana. Además, logró su primera victoria en el Clausura con el equipo muletto. Huracán, por su parte, sumó su tercera derrota al hilo.
Laso aprovechó una falla de Monzón y metió el 1-0. (DyN)
Banfield le ganó con los suplentes a Huracán por 1-0 con gol de Laso y festejó su clasificación a la Sudamericana. Los titulares vieron el partido pensando en la revancha ante Inter. Los hinchas del Globo insultaron a sus jugadores.
Banfield se toma todo en serio. No hay torneo que no le entre con la misma responsabilidad. Mientras los grandes esperan con tranquilidad la revancha del próximo jueves ante Internacional, el equipo alternativo terminó de meter definitivamente al Taladro en una nueva copa Internacional. Sí, con un gol del pibe Laso, Banfield le ganó muy cómodo a Huracán y así accedió a la Sudamericana. ¿El Globo? Se fue insultado por su gente...
Las responsabilidades a la hora de llevar el partido pasaban por el lado de Huracán. Con las urgencias lógicas de un promedio que el año que viene preocupará, más la goleada en contra en el clásico, eran un combo letal para que si no se daba una victoria sus hinchas explotasen en contra de los jugadores. Y así fue, el hiriente "jugadores la (piip) de su madre, a ver si ponen huevos, que no juegan con nadie..." bajó desde la popular Quemera durante todo el segundo tiempo.
Es que el Taladro, más allá que por presente es mucho más equipo que el Globo, presentó una formación alternativa y jugó el partido con los dientes apretados. Con las limitaciones que le otorgaba no tener a varios de los que ya hicieron una campaña histórica, Falcioni decidió suplantar esas carencias técnicas con entrega y mucho sacrificio.
Los jugadores respondieron el mensaje y lucharon cada pelota como si fuese la última. Enfrente Huracán fue pura impotencia, terminó enredado en esa maraña que le propuso Banfield y fue una presa fácil para la voluntad del Taladro.
Banfield sigue firme en la Libertadores, ahora ya se aseguró un lugar en la próxima Sudamericana y hasta que jueguen los demás es el mejor equipo de la temporada. "Todos entienden el mensaje", dijo Falcioni y no le erró. El Taladro tiene un equipo y eso se nota, mientras el Globo sigue sumergido en una irregularidad que lo deja muy preocupado para lo que viene.
Feria del Libro-Firma de Ejemplares "De brisa a Huracán". Hoy 1 de mayo a las 17hs., firmo ejemplares del libro "De brisa a...Huracán", en el Stand Editorial Imaginador n° 1740, Pabellón Amarillo. Estan invitados.
En la Sala Jorge Luis Borges se realizó el encuentro "Huracán, en el Bicentenario de la Patria". Entre otros, estuvieron el poeta Horacio Ferrer, René Houseman y Paolo Goltz.
Ya no había más lugar en la Sala Jorge Luis Borges. De repente, como si fuera magia, en la XXXVI Feria del Libro un club de fútbol, Huracán, se anima a copar la escena. Se parece más a un teatro que a una tribuna, pero también está ese clamor popular propio de cualquier tarde en el Ducó. Allá arriba, en el escenario, el estupendo y porteñísimo Horacio Ferrer -fundador de la Academia Nacional del Tango- le pone poesía a su enunciado y cuenta ese vínculo que lo une desde siempre, desde que lo vio por primera vez, desde ese abrazo a su geografía. Lo escribió alguna vez sobre Huracán: "Es tradición porteña. Una suerte de figurín entrañable del club porteño, bohemio, tanguero, fino y atorrante". Ayer le puso otro adjetivo, que repitió para que quedara claro: "Romántico".
Antes y después de sus palabras, hubo más homenajes, más recuerdos y también más palabras. Estuvo ese Loco que ahora todos saben que fue un superhéroe, René Houseman. También apareció Paolo Goltz, el último futbolista de Huracán convocado a la Selección. Entre el público, siempre con su militante perfil bajo, miraba el inolvidable Jorge Carrascosa. Néstor Vicente, siempre tan afín a valorar la historia del club, fue un impecable moderador del evento. Habló de Huracán y su arraigo barrial, de su impronta tanguera, de Jorge Newbery, de su vínculo con la Selección, de sus días de gloria.
El Encuentro "Huracán, en el Bicentenario de la Patria" resulta significativo. El club de Parque de los Patricios, por idea e impulso de Susana Aradas y de la Mutual de Veteranos, es el único que participa en la Feria del Libro. Y esto sucede por tercer año consecutivo. Anoche, el coloquio sirvió como presentación de un libro al respecto, con el mismo nombre del evento. Y también de un novedoso mazo de cartas con las grandes figuras y emblemas de la historia del club.
Recuerdos del horror a 35 años del fin de la guerra de Vietnam...
Miles de personas conmemoraron en Ho Chi Minh el día en el que tropas norvietnamitas tomaron Saigón y depusieron al gobierno de Vietnam del Sur, apoyado por Estados Unidos.
En la hoy llamada ciudad de Ho Chi Minh miles de personas conmemoraron el día en el que hace 35 años los tanques norvietnamitas derribaron las puertas del entonces palacio presidencial en Saigón y depusieron al gobierno de Vietnam del Sur, apoyado por Estados Unidos.
Unas 50.000 personas, muchas con banderas rojas y amarillas del partido comunista, participaron del desfile para conmemorar el día en el que cayó Saigón, fecha en la que se puso fin oficial a la Guerra de Vietnam y a más de una década de campaña estadounidense contra el comunismo en el sudeste asiático. Por el conflicto armado murieron unos 58.000 norteamericanos y cerca de 3 millones de vietnamitas.
El desfile culminó con una reconstrucción simbólica del asalto al ex palacio presidencial. Una réplica de un tanque avanzó por el antiguo Boulevard de la Reunificación, rebautizado más tarde como calle Le Duan, en honor a un ex jefe del Partido Comunista.
Hebe de Bonafini convocó a "juzgar" a periodistas en Plaza de Mayo…
Ruiz Guiñazú, Bernardo Neustadt, Chiche Gelblung, Grondona, Morales Solá, Mauro Viale y Julio Lagos, los periodistas juzgados por Madres. Foto: http://www.reportedelasmadres.org.ar
Habrá un "juicio ético y popular" contra presuntos cómplices de la dictadura. Participará un funcionario K como testigo. Quiénes son los imputados.
Las Madres de Plaza de Mayo, que dirige Hebe de Bonafini, convocaron para el jueves a un "juicio ético y popular" contra los considerados por la asociación como " periodistas y grupos de comunicación que fueron cómplices de la dictadura", en la que habrá colegas como “testigos”, además de la participación de un funcionario nacional: N éstor Busso, titular del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual.
La lista de periodistas que serán “juzgados” simbólicamente en la Plaza de Mayo, tras la marcha habitual de cada jueves, está conformada por Magdalena Ruiz Guiñazú, Bernardo Neustadt, Chiche Gelblung, Mariano Grondona, Joaquín Morales Solá, Mauro Viale y Julio Lagos. La convocatoria al juicio se realizó por medio de la página oficial de la asociación de Madres, e incluye un afiche con la cara de los periodistas en cuestión.
“Durante la dictadura militar, el silencio cómplice, el ocultamiento y la mentira hicieron que el terrorismo de Estado pudiera aniquilar a miles de personas. Muchos periodistas, que sabían lo que pasaba, fueron partícipes necesarios de ese genocidio. La continuidad de muchos de ellos y de los grupos empresarios monopólicos amerita que hoy, 34 años después, usted y nosotros, junto a las Madres, los juzguemos en la Plaza de Mayo”, dice la convocatoria.
Pero eso no es todo. Hay varios colegas de esos periodistas, involucrados en investigaciones de Derechos Humanos, que participarán de la convocatoria como presuntos “testigos”. La información oficial incluye a los periodistas Claudia Acuña, Carlos del Frade, Pablo Llonto, Carlos Rodríguez, Pedro Brieger y Edgardo Esteban como “testigos”, pero Brieger confirmó a Perfil.com que se bajó de la convocatoria, al igual que Esteban.
"Para quienes comenzamos a trabajar en periodismo durante la dictadura, ser testigos en un tema así es casi un deber moral", dijo Acuña a Perfil.com. Y agregó: "Si a eso le sumamos la inquietud de sistematizar una teoría sobre la comunicación a partir de la experiencia concreta y una fuerte vocación y sensibilidad social, se entiende por qué reflexionar sobre el trabajo periodístico durante la dictadura es para mí clave para comprender muchos de los problemas que enfrentamos hoy. Los límites entre propaganda y periodismo, por ejemplo".
Para Acuña, "convertir el horror en reflexión es la tarea que nos toca a quienes lo sobrevivimos. No es heroica, no es grata. Es necesaria. E inaludible". Y dijo que le "sorprende" que algunos de sus colegas "se resistan a dar un debate pùblico, como si existiera la posibilidad de que no tengamos que rendir cuentas jamás sobre lo hecho en nombre de esta profesión, que nos da tantos derechos, pero tambièn obligaciones".
Según informó la organización, la convocatoria no se suspende por lluvia. Pero en caso de que suceda, en vez de ser en Plaza de Mayo se hará en EcuNHi, un espacio que la Asociación tiene dentro del Museo de la Memoria (ex Esma).
Recuerdo perfectamente a Julio Lagos haciendo propaganda oficial en su programa de la tarde. por LS5 Radio Rivadavia.. En alusión a la propuesto de José María Muñoz que propugnó colocar carteles en las canchas europeas, donde la selección nacional realizaba sus partidos de práctica antes del mundial de 1978... En esos partidos previos habían aparecido carteles que decían "Aparición con Vida", en concreta alusión a lo que ocurría en el país y nadie informaba. Los carteles que Julio Lagos promovía decían: "Los Argentinos Somos Derechos y Humanos"... Por esos tiempos nos visitaban de la O.E.A,. interesándose por los Derechos Humanos no respetados en el país...
Este relato nadie me lo ha contado, yo mismo lo he escuchado.
Eso, para mi por lo menos, no habilita a Hebe de Bonafini a promover lo que la nota del artículo indica. Es repudiable, porque creo que utiliza la misma metodología que ha combatido...
En respuesta a la contratapa del domingo pasado titulada Estamos ganando, el programa 6, 7, 8 de Canal 7 dedicó una significativa cantidad de tiempo en difundir un texto a favor de la dictadura publicado por la revista La Semana que –según el programa– había escrito yo en 1978. El programa 6, 7, 8 leyó un texto que defendía a la dictadura, mostrando otro con firma de Fontevecchia. Le asignó al director de PERFIL lo que no escribió.
En respuesta a la contratapa del domingo pasado titulada Estamos ganando, el programa 6, 7, 8 de Canal 7 dedicó una significativa cantidad de tiempo en difundir un texto a favor de la dictadura publicado por la revista La Semana que –según el programa– había escrito yo en 1978. Mientras el locutor lo leía, la cámara paneaba sobre el texto que llevaba montado una foto mía actual (en 1978 tenía 22 años) más mi nombre tomado del staff, donde se leía “director” y el logo de la revista. Aparecía la cara de Rafael Bielsa pequeña al costado porque justo ese día estaba en el estudio como invitado.
El paneo del texto fue de arriba hacia abajo y siguió con la reproducción de otro texto donde sí estaba la firma “Jorge Fontevecchia” (el recuadrado amarillo sobre el nombre es del programa), pero no se aclaró que ése era otro texto, ni que lo que se leía y se mostraba no eran el mismo texto. Y cerró mostrando el final del texto original.
Yo no escribí lo que 6, 7, 8 me asigna, que era una carta que hacía de contrapunto a otra carta, ambas enfrentadas en la misma doble página, donde en una se denunciaba la existencia de miles de desaparecidos y en la otra –la leída en en la TV Pública–, se la contradecía. Tampoco se aclaró que sólo cinco meses después, yo mismo fui un desaparecido más y estuve detenido en El Olimpo. Ni se mencionó que la revista La Semana fue la publicación más castigada durante la dictadura militar, con seis ediciones cuyos ejemplares fueron retirados de los kioscos por la Policía, la única en ser clausurada y que cinco meses después, atravesó la orden de detención de su director –quien suscribe– por el Poder Ejecutivo.
No existe otro caso de mayor confrontación periodística con la dictadura: ¿el empeño por destacar lo opuesto busca empañar esa trayectoria? En tal caso, los autores intelectuales no serían los responsables de 6, 7, 8 sino el propio Néstor Kirchner o alguna perenne mano derecha suya, porque ya en 2006, cuando el diario PERFIL y la revista Noticias criticaban casi en soledad al Gobierno, cuatro veces se empapelaron las calles con carteles de la tapa de la revista 7 Días (otro medio financiado por el oficialismo), desde donde se me acusaba de no haber estado desaparecido ni detenido en El Olimpo.
Hubo que publicar el número de registro en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y el hábeas corpus presentado ante el juzgado para que aquellos ataques cesaran. Ahora analizo seguir el ejemplo de Magdalena –a quien increíblemente también acusan de colaboracionismo con la dictadura– y hacer un juicio.
El mismo día que la TV Pública me asignó ese texto que no escribí, informaba sobre la condena a 25 años de prisión efectiva de Reynaldo Bignone, el último presidente de facto. Compartí la alegría que 6, 7, 8 exhibió por el fallo contra ese general porque fue él quien firmó el decreto en el que se me condenó por “traición a la patria” y derivó en mi exilio. “¡Qué paradoja!”, pensaba cuando veía ambas informaciones juntas. Recordé cuando Alfonsín vino a la redacción a recomendarme no publicar la nota que motivó el decreto de Bignone y no le hice caso: fue la primera tapa sobre Astiz en Argentina. Alfonsín rememoró en el último reportaje que le realicé que aquella vez dijo: “Hijo, lo van a matar y lo precisamos vivo para la democracia”.
“Tremendos boludos”. Me gusta la canción de 6, 7, 8, que dice: “Que somos boludos, somos boludos, le creemos a Cristina y está mal. Somos boludos...somos boludos, apoyamos lo que hace un fiscal, cuando mete preso a un viejo torturador y lo hace para que a Cristina le vaya mejor. Somos boludos, somos boludos, los derechos humanos son un bluff, los meten presos a los genocidas pero sin convicción, hacen justicia para tener cada vez más Louis Vuitton. Somos boludos, tremendos boludos; boludos que se dejan engañar. Es un buen negocio pelearse con una oscura corporación, para tener controlados a los boludos como vos y yo”.
Parafraseándola: “Videla era boludo; Galtieri, boludo y Bignone, boludo también; eran presidentes y castigaban a una revista que los defendía vehementemente. Eran boludos, muy boludos, que secuestraban, encarcelaban y mandaban al exilio a su periodista, para que treinta años después pudiera decir que no era procesista. Eran boludos, tremendos boludos, milicos boludos que se dejaban engañar”.